Es muy poco probable comer un cupcake y que no guste. Esas pequeñas y esponjosas tortas sólo han brindado felicidad al hombre desde que llegaron al mundo. Vainilla, chocolate, cambur, limón, caramelo, pistacho, todos en pequeños formatos horneados para satisfacer antojos y sacar sonrisas. Sí, suena cursi, pero traten de recibir un cupcake y comérselo serios con los ojos abiertos: fisiológicamente imposible.
En Caracas, como en el resto del mundo, las también conocidas como magdalenas se han vuelto cada vez más famosas. Son muchos los que se han dedicado a conseguir la perfecta textura y los sabores más provocativos (con mucho éxito), mientras que los que los comemos nos volvemos fieles discípulos, pero ¿de todos?
Los cupcakes de Martina y Garó son uno de los mejores descubrimientos de quien quiera comer uno de estos pequeños en Caracas. Desde hace un poco más de dos años Andrea Garzón, creadora de Martina y Garó, ofrece por encargo los más ricos y bellos cupcakes de la ciudad, sabiendo captar lo que considero una verdad universal: la comida entra por los ojos. En Martina y Garó la apariencia es igual de importante que el sabor, siempre impulsada por la pasión y el amor por la cocina, por lo que sus creaciones no se sabe si comerlas o dejarlas de decoración en la sala de la casa. Cricri, Reese’s, Oreo, Red Velvet, S’mores, panqueca, cambur, pie de limón y cheesecake de fresa son algunos de los sabores que ofrece, todos con cremosos toppings como Nutella, queso crema, vainilla o caramelo, entre otros. Si quieren un sabor en especial también se le puede proponer y los presenta en tamaños regular o mini. Los empaques para regalo son espectaculares, así como los delantales que venden, muy femeninos y coloridos para las que les gusta la cocina. La noticia: pronto Martina y Garó ofrecerá también su servicio de catering con muchas más opciones de comida.
Para contactar y hacer pedidos pueden escribir al correo electrónico martinaygaro@gmail.com, seguir la cuenta de Twitter @martinaygaro o hacerse fans en Facebook en la página Martina y Garó.
