El Centro Comercial Tamanaco (CCCT) en Caracas es el gran estandarte privado del auge económico repentino de la Venezuela de la segunda mitad de los años setenta. La maciza construcción de concreto permanece en plena vigencia después de varias décadas, por su estratégica ubicación y su gran cantidad de oficinas, servicios y su gigante estacionamiento de más de 5000 puestos que ayuda a desahogar al tráfico vehicular que satura a Caracas.
Consecuente con sus características, el CCCT posee una amplia oferta gastronómica que va desde una de las ferias de comida rápida con más rotación del país hasta el nuevo restaurante A Capella, el cual se coloca en el vértice de las opciones gourmet de dicho centro de negocios.
A Capella no es un restaurante más, es un concepto bien pensado con originalidad y buen gusto. Y no podía ser distinto cuando detrás del proyecto hay promotores con gran experiencia, como el lusitano Juan Fernández y Maurizio Marconi, por añadidura, asesorado por un gigante de los fogones en Venezuela como es el exitoso chef Edgar Leal.
Marconi, quien dirige el día a día, está lejos de ser un improvisado en el tema. Luego de haber pasado nada menos que por el Ritz de Paris y otros restaurantes de talla internacional en Italia y Estados Unidos, su talento lo puso en evidencia a su regreso en el restaurante Il Picaccio que estuvo –literalmente- varios años en la cima pues quedaba en Galipán, con vista al pico Picacho.
La escalera de cristal que sirve de recibimiento ya nos revela la importante inversión que se ha hecho, acorde con la alta calidad de su oferta gastronómica. Al entrar a la sala, brilla su diseño interior en el cual el arquitecto Andrés Alibrandi logró un moderno y acogedor ambiente donde prevalece el rojo en contraste con el piso de granito negro, bibliotecas de madera con objetos y adornos cuidadosamente seleccionados, lámparas de diseño y cómodos sofases que contribuyen a brindarle a los comensales una feliz estancia. Una cocina mostrándose al público y una sala VIP en la cava de vinos con un espectacular mesón, son espacios que resaltan.
Su propuesta gastronómica, como la define el mismo Maurizio Marconi, es mediterránea de calidad. La carta comienza con entradas típicas de un local italiano como carpaccios, ensaladas, mucho tomate, berenjenas y algo de frutos del mar, tales como unos Mejillones a la Brasa que tuvimos oportunidad de degustar. De los principales, destacan las pastas y rissottos, con los Papardelle Tre Fungi, salteados con tres hongos; o los Fetuccinis Neri, con salsa de langosta, espárragos y tomates cherry. Pescados y mariscos, con excelente cocción, donde resalta el Pulpo a la Brasa acompañado de papas al vapor, cocinado tierno y jugoso, como sólo los buenos cocineros pueden hacerlo. Para cerrar, el lado dulce del paladar podrá darse banquete con un tradicional Tiramisú o una Torre de Chocolates, a varias texturas el dulce de cacao.
A Capella llegó para quedarse, así como lo hizo el CCCT décadas atrás. Ya en los pasillos de la fuente gastronómica, entre periodistas y empresarios amigos que disfrutan del buen comer, A Capella está sonando, y suena bien… porque está bien logrado. Le auguramos larga vida.
Dirección: CCCT, Nivel C1 (local donde estaba Memphis).
Teléfonos: 0212 9591052 y 9593608.
Texto: Juan Pablo Sucre /@GourmetLounge
Fotografía: Andrés Neher/ @E5TUDIOPUNTOCOM
