Default o no default : falso dilema! Por Alexander Guerrero E
Default o no default : falso dilema! Por Alexander Guerrero E

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Venezuela tiene en el mercado entre deuda soberana, República y PDVSA, en bonos al portador que pagan capital e intereses, cerca de 86.000 MM $. Cada año, semestre y trimestre hay que cancelar –in crescendo- unos 10.000 MM de dólares en capital e intereses, una cifra elevada al evaluarla con el flujo decreciente de renta del petróleo, ello explica el drenaje de reservas internacionales en BCV y “fondos”, llevando a crisis terminal los controles de cambio y de precios, hoy utilizados como marcas de control social. Es  precisamente la caída de la renta petrolera y expansión sin límites del gasto público lo que trajo la hiperinflación, la  escasez y a una fuerte contracción de la economía.

Todo ello generando un círculo vicioso que reproduce la irresponsabilidad fiscal al dársele la espalda a la realidad económica, pretendiendo –contra natura- domesticar los mercados con controles extremos con la falsa creencia que la escasez es consecuencia de una guerra económica y no de la crisis fiscal que ha arrastrado de PDVSA al BCV una crisis de balanza de pagos terminal. Los controles de cambio y precios desarrollaron su fuerza institucional evitando que las crisis fiscales y de balanza de pagos fuesen purgadas por el aparato económico como suele ocurrir naturalmente sincerando precios con la vuelta del régimen de libertades económicas y reforzamiento de los derechos de propiedad y sin controles.

Al contrario, las medidas administrativas y de logística del gobierno exacerbaron los riesgos, los mercados entraron en alarma llevando a Venezuela a ser considerado de los países de mayor riesgo y probabilidad de una cesación de pagos, proceso que estaba ya ocurriendo con deuda no documentada, y pasivos en moneda dura de la República y de PDVSA y que pide a gritos para recuperar la percepción de pagos la eliminación de los controles, el retorno de las libertades económicas, un ajuste en el gasto público que elimine la hiperinflación, una reforma monetaria que devuelva al BCV autonomía e independencia, solo  para comenzar una vuelta al crecimiento. Solo así, la economía se beneficiara de una liquidez internacional distinta a la del petróleo. Una reversión de la renta del petróleo requiere de una espera de unos cuatro a seis años.

La eliminación del control de cambio, exige liberar precios, son urgencias económicas, no es la macroeconomía, el Estado obeso mórbido no reaccionara a medicamentos, sino a una gastroplastia inmediata que devuelva la confianza en la economía. El gobierno desobedeció la racionalidad de los mercados, los acordono, impuso leyes y administración de controles y monopolios estatales pensando que la hiperinflación y la escasez cederían, en el límite trajo el racionamiento electrónico y control del contrabando cerrando fronteras,  se volvió a equivocar; hiperinflación y escasez son derivadas de la administración centralizada de la economía; el espectro de un Estado fallido sin gobernabilidad ni estado de derecho está en el horizonte, el gobierno hacia nada por evitarlo.

El mensaje a los mercados era comprensible, el gobierno venezolano llevaba la equivocación a los extremos, el miedo se hizo presente y los indicadores de riesgo explotaron.  En lugar de buscar disciplina fiscal, se armó de un verbo político inconveniente, el gobierno olvido que los mercados son el mecanismo institucional más lógico de una sociedad y economía libre, el gobierno se enfrentó a esa racionalidad, allí perdió la guerra que el lanzo a los mercados. Estos leyeron que el gobierno se acercaba a medidas heroicas, muchos  dudaron  y se creó el síndrome que el gobierno camino por Zimbawe, Argentina. Los ojos se voltearon hacia las probabilidades de un default, y en lugar de purgar los demonios financieros, el gobierno hizo lo contrario, los riesgos se exacerbaron, las medidas de riesgo explotaron, las calificadores de riesgo nos calificaron como mercado basura, (Muddys y  Standard & Poors, la calificadora china Dragon), el gobierno no ha querido comprender que está equivocado sin razón.

Los indicadores no mienten, y el gobierno parece ignorarlo, la contracción de la economía alcanza a -8% hacia finales de año, las estadísticas no se producen ni publican, el BCV no elabora la data hiperinflacionaria se rezaga, se equivoca, Min Finanzas no publica la data del gasto público y el déficit fiscal, el BCV no le queda otra que exponer la máquina que imprime dinero, la velocidad de impresión es fantasmagórica, la pérdida del poder de compra del bolívar llega a los extremos, p[ara este ano en nueve meses el poder de compra del bolívar cae 53%, empresas extranjeras abandonan el país, crece el desempleo, escasean alimentos, medicamentos, partes automotrices, bienes esenciales, el comercio deprimido no solo por “dakazo” pasado Noviembre sino porque no hay dólares para importar, el gobierno se atrinchera y monopoliza la importación, los precios de los bienes esenciales crecen a gran velocidad, el gobierno los importa y los bolívares se destruyen.

Las deudas contingentes dejadas por CADIVI pasan a formar parte del crisis fiscal,  el gobierno se compromete pero no paga, el país se aísla del mundo. Tribunales internacionales y de litigio amenazan con desbordarlo todo, las expropiaciones “valientes” habría que pagarlas, para ello no hay fondos. De todo eso, en el mundo se publica profusamente, después de todo Venezuela aun exporta dos millones de barriles de petróleo y para colmo de males, una gestión petrolera coloca a PDVSA al borde la quiebra, todos recuerdan lo que ocurrió con Pertamina en Indonesia en los ochenta, quebró por las mismas razón es por las cuales PDVSA  ha entrado en serios problemas económicos y financieros.

 

 

 

@AlexGuerreroE

alexguerreroe@hotmail.com