LVBP tuvo que ajustarse ante la inflación
LVBP tuvo que ajustarse ante la inflación


El fanático que fue el día inaugural al estadio Universitario tuvo que pagar Bs. 100 para resguardar su carro en el estacionamiento de la UCV. El que quiso ver el debut de los Navegantes del Magallanes en tribuna principal del José Bernardo Pérez, le tocó cancelar Bs. 310 cuando hace un año le salió en 180. La inclemente inflación que afecta al país actualmente, también estiró sus tentáculos hacia la LVBP.
Desde las entradas a los parques, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, comida y souvenirs, entre otros productos, sufrieron un brinco en los precios al fanático. 
Según cifras emitidas por el Banco Central de Venezuela en septiembre, entre el mes de junio de 2013 y junio de este año, hubo una inflación anualizada de 60.5 por ciento.
Pero el incremento en los precios no lo está padeciendo solo el consumidor final. Como toda empresa, los ocho equipos del circuito profesional tuvieron que sacar números, calcular costos y hacer ajustes para poder montar la temporada y que su inversión pueda tener ganancias.
“La inflación nos está afectando a todos, a la liga como tal no, porque tenemos un presupuesto cerrado, pero sé que para los equipos no está tan fácil”, soltó Oscar Prieto Párraga, presidente del circuito.
Los conjuntos se consiguieron con incrementos importantes en los precios de hospedaje para sus peloteros criollos e importados, vuelos aéreos, seguridad, por citar algunos casos, así como en servicios que contratan dentro del estadio y durante las giras.
“Anteriormente, pagábamos diez mil por una habitación, hoy vamos a pagar cien, ahora se paga el triple por el alquiler de un autobús”, ejemplificó Humberto Oropeza, presidente de Cardenales, quien tiene toda una vida en este negocio.
Los equipos hicieron modificaciones en los precios de sus tickets, pero sin superar en muchos casos el 30 por ciento de aumento.
Para Luis Ávila, máxima autoridad de los Leones del Caracas, la gran cantidad de gastos que tiene un equipo profesional en el país, hace que, según él, las ganancias no sean las imaginadas.
“A pesar que puede haber una imagen de que el beisbol profesional es un negocio que produce muchísimo dinero, en realidad no es así. Los costos son muy altos, los ingresos son limitados porque la publicidad que incluyes en los estadios tiene un límite y tampoco puedes transferir los niveles de inflación a las entradas”, señaló el ejecutivo sobre una realidad que los afecta año tras año. 

Sufren en el plano logístico

 Por más que los equipos hagan su planificación con tiempo, la realidad del país muchas veces los obliga a hacer peripecias para poder garantizar el espectáculo. Por ejemplo,  Cardenales de Lara había reservado un vuelo chárter para viajar en la segunda semana a la isla de Margarita. Hace unos días, la aerolínea llamó para informarles que no tenían cómo garantizarles el regreso por falta de vehículo. Ahora están gestionando cómo regresar a un aproximado de 70 personas a tierra firme, sin disponibilidad de vuelo.  

Líder en Deportes