El club ruso inició con éxito su andar por la Liga de Campeones tras una victoria como visitante
El Zenit tardó cinco minutos en enderezar el triunfo. Hulk, el más pitado por la afición de La Luz por su pasado en el Oporto, recibió desde la derecha un pase del pequeño Oleg Shátov y definió con un sutil toque por encima de Artur Moraes. Un gol de clase.
El internacional brasileño con apodo de súper héroe se asoció a la perfección tanto con el ruso Shátov como con el luso-venezolano Danny, capitán y líder de la escuadra rusa.
El juego de posesión y ataque elaborado que propugna Jorge Jesús en el Benfica estuvo anulado por la sofocante estrategia propuesta por su compatriota André Villas-Boas, que le tiene tomada la medida a Jesús desde su época como técnico del Oporto.
A la clase de Hulk, Danny y Shátov se unió la del venezolano Salomón Rondón, así como la consistencia del español Javi García, de Witsel y del central argentino Ezequiel Garay, todos ellos antiguos pupilos de Jesús en el Benfica.
El colegiado noruego Svein Oddvar Moen le mostró la roja directa y abandonó al Benfica a su suerte. Era el minuto 17, perdía por 0-1 y contaba con solo diez jugadores con más de una hora por jugarse.
Jesús tuvo que retirar al brasileño Talisca, el nuevo valor emergente del Benfica, y dar entrada al portugués Paulo Lopes, el tercer portero de la plantilla (el brasileño Júlio César fue baja por lesión).
Después de una felina intervención de Lopes, el segundo gol cayó de lado ruso. Danny botó un córner desde la derecha y Witsel cabeceó el 0-2 en el minuto 22.
Los locales acecharon en una falta lateral botada por el incansable argentino Enzo Pérez. Luisao, con sus 1,93 metros, se impuso por arriba y obligó a Lodiguin a una notable estirada.
Rondón y Hulk, con un remate al palo, respondieron entonces al atisbo de recuperación del campeón portugués.
En el último tramo, el campeón luso acabó mejor que su oponente, aunque no pudo reflejarlo en el marcador.
