ALTO
TRUMP-ADA:
Con estos tuits podríamos resumir las distintas opiniones que fueron vertidas en las redes sociales apenas el presidente estadounidense señalaba que entre otras opciones “no descartaba la opción militar para Venezuela”. Contundente de inmediato fue José Miguel Vivanco, director de la ONG Human Rights Watch, escribiendo en @JMVivancoHRW: “desde que Chávez lo nombró su heredero, nadie le había hecho un regalo tan grande a Maduro como la estupidez que dijo hoy Trump”. Desde otra acera Antonio Sánchez García a través de @Sangarccs advirtió: “Nuestro problema no son los yanquis ni Trump. Son los cubanos. Q están hasta en la sopa. Y la repugnante complicidad de la región con ellos”. El director de la CIA, Mike Pompeo, fue más específico cuando advertía en el programa Fox News Sunday que “los cubanos, los rusos, Irán y Hezbollah están en Venezuela”. Las respuestas de casi todos los gobiernos del continente rechazaban una solución de fuerza y menos de militares extranjeros. Copio solo una parte de la respuesta de la Mesa de la Unidad Democrática pues condensa allí lo que la mayoría aplastante del país asume en estos días: “La soberanía es indivisible. La MUD rechaza la intervención cubana, la amenaza militar de cualquier potencia extranjera y responsabiliza a la dictadura de Maduro por convertir al país en una amenaza regional. La dictadura de Nicolás Maduro ha llevado a Venezuela a una tragedia humanitaria sin precedentes. Ahora se suma a la crisis la amenaza del uso de la fuerza por parte de una potencia extranjera. La cúpula que tiene el poder en el país está sufriendo el repudio internacional y nos está aislando del resto del mundo, especialmente de países hermanos y vecinos que han sido nuestros aliados históricos. La Mesa de la Unidad Democrática rechaza el uso de la fuerza, o la amenaza de aplicar la misma, por parte de cualquier país en Venezuela, de conformidad con lo establecido en la Carta de las Naciones Unidas. En este mismo sentido, rechazamos la presencia e injerencia en los asuntos internos de nuestro país y, muy especialmente, de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de personal civil y militar extranjero. Venezuela tiene años intervenida militar y políticamente por Cuba no solo afectando nuestra soberanía e independencia, sino también constituyendo una de las principales causas de la violencia y la represión por parte del Gobierno. También, hablando de soberanía e independencia, rechazamos el entreguismo de nuestros activos en las horas más difíciles de los venezolanos. El remate de los activos y las facturas petroleras es sólo una muestra de cómo esta dictadura ha permitido que otros países se beneficien en perjuicio de los venezolanos. No puede haber doble moral en materia de relaciones internacionales. No se puede condenar una amenaza, mientras por otro lado se desangra el país con políticas entreguistas y se abandona el territorio en las fronteras o espacios en reclamos históricos como el Esequibo”. En torno al tema militar, la respuesta del país en las redes sociales ha sido inundar de fotos, demostrativas en sumo grado, de la obsecuencia del ministro y el alto mando militar con Fidel y Raúl Castro y con los generales cubanos a los que obedecen y rinden honores con demasiada frecuencia en público. Subordinación de la que hablan muchos de los gobiernos latinoamericanos en sus reuniones conjuntas.
