MEDIO
¡LA REVELACIÓN DEL AÑO!:
Elías Pino se escribió el fin de semana sobre el Fiscal Tarek William Saab nombrado por la ANC: «El designado ha cambiado el trabajo perezoso del pasado reciente por una febril búsqueda de villanos que se ha convertido en la sorpresa de los tiempos de lenidad del chavismo; la pasividad por una insistencia que, seguramente gracias a la prisa que caracterizó el traslado de un cargo a otro sin cabal explicación, lo mete en un tremedal cuya corriente lo lleva a topar con las tropelías que no quiso observar en el pasado reciente, pese a que desfilaban frente a su nariz para burlarse del pueblo al cual tenía la obligación de defender». Al tratar de desacreditar a la burócrata caída en desgracia también le está cayendo “al régimen en cuyo cobijo florecieron los corruptos cuyo tránsito pasó inadvertido en las escalas más altas de autoridad”. Saab desvela “los pecados” de la Fiscal Ortega. Para eso Maduro lo puso en el deplorable encargo, pero también los negociados, los latrocinios, los crímenes del chavismo contra la cosa pública. No pone al descubierto casos aislados, sino toda una urdimbre de infracciones de gran calado que salpican a un enjambre de funcionarios y a una multitudinaria clientela”. Cierra llamándola “crónica general de ladrones y bellacos”. Coincido con él y por ello lo cito pues lo que muchos denunciamos como guerra de bandas rojas es lo que vemos montándose en escena. El retorno de un fugado acusado de corrupción es para premiarlo con la exoneración de sus actos delictivos con tal de que acuse a otros implicados en similares esquemas pero que fueron apadrinados por otros “próceres robolucionarios”. Hoy la guerra está al más alto nivel gubernamental. Sin embargo, el hecho de que desde el propio gobierno se reconozca la enorme corrupción de la que estamos cansados de informar los medios libres en estos 18 años, es un adelanto, un logro …
