El líder de Copei y candidato a la elección primaria sostuvo que no guarda rencor por los cinco años que pasó encerrado en la sede diplomática
El abogado indicó que le parece aventurado hablar de una transición en Venezuela, prefiere referirse a una agenda de cambios graduales y progresivos
Entre sus propuestas está eliminar el Banco Central de Venezuela para que ningún político pueda devaluar la moneda
Enríquez aseguró que tiene una política frontal contra el aborto y la denominada ideología de genero
Roberto Enríquez habla de su plan de Gobierno, mientras en la Asamblea Nacional chavista designan a Elvis Amoroso como presidente del Consejo Nacional Electoral. Al presidente de Copei, partido fraccionado y judicializado, no le importa quién fue el ungido por Jorge Rodríguez y compañía, su objetivo es acudir a las urnas de votación para elegir presidente bajo cualquier condición. Enríquez está convencido de que si la mayoría asiste a ejercer su derecho, Nicolás Maduro se verá obligado a abandonar Miraflores y a poner la banda presidencial a un demócrata.
En su oficina, dos fotografías enmarcadas de los expresidentes copeyanos Rafael Caldera y Luis Herrera Campins adornan la antesala. Enríquez confía en que tiempos similares a los vividos en la llamada cuarta República están próximos a volver. No pierde la fe y mientras bebe una taza de café cuenta las horas para volver a salir a la calle y promocionar en meetings sus ideas en torno a una eventual recuperación de Venezuela.
Abogado de profesión, Enríquez de 55 años es oriundo de la parroquia La Candelaria en Caracas.
En abril de 2017, Enríquez fue detenido por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) luego de ser acusado por los delitos de instigación a la rebelión y traición a la patria. Se refugió casi por un lustro en la residencia del embajador de Chile en Venezuela y luego de su salida fue uno de los delegados de la oposición en la primera ronda de diálogos con el Gobierno de Maduro en México.
¿Qué opinión le merece el nombramiento del nuevo Consejo Nacional Electoral?
Siento que el venezolano está consciente de que al chavismo se le puede ganar con el árbitro que sea. Me parece que despejar la incertidumbre que había con el CNE no es malo, esperar a que hubiesen nombrado a Heidi es de incautos, recordemos que en 2015 también había un CNE al cual adversamos y se obtuvo una victoria. No nos preocupemos por lo que haga o vaya a hacer este nuevo CNE, ocupémonos de ganarle a Maduro en las presidenciales. Yo no me salgo del planteamiento que he hecho desde el primer momento, que es la estrategia del porfiado, el país debe tener una conciencia clara de que hay una mayoría abrumadora que quiere cambio y de ninguna manera podemos salirnos de la ruta electoral. Desde que está el socialismo, es la primera vez que acuden a unas elecciones con tanta desventaja, jamás habían sido tan rechazados y a nosotros nos toca conectar con el país para participar masivamente. La abstención no es opción. Creo que debemos transitar hacia una Venezuela de armonía y convivencia que no signifique impunidad, que se pueda retomar el diálogo en México. Hay que pensar en la persona que está pasando hambre, el niño que se acuesta sin comer y el anciano que está abandonado.
¿Los candidatos de la primaria se pusieron de acuerdo en qué hacer frente a una eventual suspensión del proceso, inhabilitaciones y adelanto de elecciones presidenciales?
-Si no tenemos un protocolo claro antes de la primaria que permita dilucidar qué hacer frente a cada circunstancia estaríamos conduciendo al país a unas elecciones a ciegas, cuestión que sería una irresponsabilidad. Tenemos que diseñar una estrategia ante cualquier emboscada que nos pueda poner el Gobierno. Le estoy exigiendo a la Comisión de Primaria que cumpla con el reglamento.
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Usted ha formado parte del proceso de diálogo con el Gobierno ¿Estaría dispuesto a seguir pese a que no han habido resultados concretos?
-Ningún proceso de diálogo ha sido exitoso, pero por el hecho de que no lo haya sido satisfactorio no vamos a renunciar a la idea de construir una sociedad basada en el diálogo y el respeto a los semejantes. Yo estoy proponiendo una Venezuela basada en el diálogo y no puedo renunciar a eso. Siento que hay un sector del país que asume el diálogo como una claudicación y eso me parece nefasto. Concibo el diálogo como un valor cristiano y me gustaría construir una sociedad basada en el pluralismo.
¿Qué aprendizaje le dejó haber estado como huésped cinco años en la embajada de Chile en Caracas?
-Conmigo se cometió una gran injusticia porque el Roberto Enríquez de antes de meterme preso no era diferente al Roberto Enríquez de hoy. La experiencia fue muy ruda, pero salí sin un rasguño de rencor en mi corazón, eso me sirvió para madurar y crecer política, intelectual y espiritualmente. Aprendí que la ruta es la convivencia en base a la Constitución y a las leyes, no debemos sentirnos amenazados porque quien ostenta el poder no piensa igual que yo. Tuve una relación maravillosa con el embajador Pedro Felipe Ramírez, perseguido por Augusto Pinochet. De los cinco años en la embajada de Chile salió un mejor Roberto Enríquez. No vengo con sed de venganza, sí con una convicción muy clara de que Venezuela solo se va a reconstruir acercándonos a Dios, que nos reencontremos con los valores cristianos. Dejar atrás la corrupción, el atropellar al otro. Siento que Venezuela se alejó mucho de Dios por los antivalores.
¿Cuál es su posición frente a la petición de despenalizar el aborto, permitir el matrimonio igualitario e igualmente el cambio de identidad para personas trans?
-Todo esto que mencionas se sistematiza en la ideología de género que algunos dicen que no existe. Partamos de una premisa y es que la discriminación es una forma de degradación humana como lo es el fascismo y el nazismo, discriminar a una persona por su orientación sexual es inaceptable. Eso es una cosa y otra distinta es aceptar como válida la ideología de género que pretende hacernos creer que el ser humano puede jugar a ser Dios. En mi programa de Gobierno está planteado un abierto y frontal combate a la ideología de género, especialmente versus aquella que atenta contra la integridad e inocencia de los niños y al derecho a la vida del no nacido. Detrás del aborto lo que hay es un gran negocio, una industria clandestina, algunos dicen que la solución es legalizarlo, para mi eso es legalizar la muerte. Nosotros lo que planteamos es un sistema de adopción que permita que la solución no sea abortar, sino buscarle un hogar al bebé. No queremos ser un tribunal moral, pero sí establecer una política que combata el aborto. No es verdad que hay tres, cuatro o cinco géneros, hay solo dos y que tengas una inclinación sexual está bien, pero de adulto, no de niño.
Te presentamos parte de las propuestas de nuestro candidato @robertoenriq en su Programa para el Cambio.#Sacúdetelos #PlanHanke#Primaria2023 #RobertoEnriquez pic.twitter.com/RBXQKj38qz
— COPEI LEGÍTIMO ODCA (@PartidoCOPEI_) August 30, 2023
¿Qué siente al ver a Copei dividido y judicializado?
-Es doloroso, Copei es una institución hermosa, somos causa habientes de una corriente soberbia, a nosotros nos intervinieron, porque judicialización es cuando te someten al debido proceso y te dan derecho a la defensa. El proceso ha sido terrible porque ha contado con la complicidad de personas que han obtenido mucho de Copei. A nosotros nos cayeron las siete plagas, abuso de poder, inconsecuencia de la oposición y la traición de quienes cooperaron con esa intervención. Nos quitaron nuestra fracción parlamentaria, no tener la tarjeta duele, pero seguimos leales a Venezuela, nunca nos hemos salido de la ruta de sacar a Maduro del poder por la vía electoral. La gente está clara de que la candidatura de Copei es la de Roberto Enríquez, pero esta no es exclusiva de los copeyanos, también tengo que hablarle a los independientes. Nuestro lema es convencer para crecer y vencer. Hemos resistido y actualmente contamos con el equipo político más joven de Venezuela.
¿Cómo se financia un partido con estas características?
-Es un karma y en especial porque estamos atravesando por una situación económica dramática en el país, sin embargo hay mucha mística, voluntariado, se hacen rifas, las limitaciones son muy fuertes. Hugo Chávez privatizó la política, quitó el financiamiento público a los partidos, entregó la política a grupos económicos y por supuesto al Gobierno, su discurso fue muy hipócrita, por eso ha sido tan difícil construir un sistema político con instituciones realmente sólidas, que permitan la representación de ideas y no de intereses económicos. Si algo tiene Copei es la formación de su militancia y eso nos permite lidiar con los problemas
En su propuesta destaca eliminar el Banco Central de Venezuela ¿Cómo es eso?
-Yo no soy un clon del argentino Javier Milei, él defiende la propuesta del economista Steve Hanke, del padre de la criatura. Nosotros nos dedicamos a investigar cuáles eran las alternativas económicas para países postrados como Venezuela y nos encontramos un modelo diferente al fracaso socialista creado por Hanke. Cuando hay ideas buenas hay que buscarlas donde sea, lo único peor a una persona acomplejada, es un político acomplejado y no me importa que el que haya ideado esto sea estadounidense. Nosotros hablamos con él y nos dijo que nos puede ayudar. Aquí hay dos opciones, o dolarizar o crear una junta monetaria y cerrar el BCV. No es posible que una economía funcione si está enferma, para que funcione lo primero es contar con una moneda sana y de libre convertibilidad y para lograr eso hay que cerrar el BCV, porque este es un organismo que actúa con discrecionalidad política, le da poder al Gobierno para decidir cuánto vale el dinero. Entonces, o reformas la ley del BCV para que no pueda imprimir dinero inorgánico o lo reemplazas por una junta monetaria que consiga que por cada dólar haya un bolívar, con eso en 30 días se acaba con la inflación, en 6 meses se estabiliza la economía y en 1 año se inicia un proceso para fortalecer el poder adquisitivo del venezolano. Yo se que con esto toco muchos intereses, por eso he recibido cuestionamientos, pero es algo que ha dado resultados en países que no son potencias como Bulgaria, Bosnia y Montenegro. Con una iniciativa así nunca más un político va a devaluar la moneda. En Venezuela se fueron más de 400 mil millones de dólares huyendo del modelo socialista, con que regrese el 20% de ese portafolio, este país se levanta en un año. Mi idea es ofrecer un plan de privilegio de inversión a los venezolanos que están afuera para que traigan sus empresas aquí.
¿Cómo puede producirse una transición en paz?
-Me parece aventurado hablar de transición, se usa esa palabra con mucha ligereza. Creo que es mejor hablar de cambios graduales y progresivos. Yo quiero imitar a Patricio Aylwin, él lo logró en Chile reemplazando a Augusto Pinochet. La recomposición de este país es un proceso lento y por ello el nuevo gobernante debe tener mucha templanza, serenidad y estar abierto al diálogo y a la negociación, pero eso se logra respetando la voluntad de la mayoría y atendiendo a las minorías, algo que el chavismo no hizo, el chavismo cuando era mayoría no respeto a la minoría y por eso hoy son pocos, yo respeto a la minoría chavista, pero eso no quiere decir que esté de acuerdo con la impunidad.
¿En algún momento se planteó irse del país?
-Siempre me ofrecieron que me fuera de Venezuela, yo soy nieto de un exiliado, mi abuelo fue dirigente cubano y estuvo preso y a pesar que sembró su familia aquí siempre recuerdo los ojos de tristeza fuera de su país. Yo preferí quedarme a esperar que me llegara otra vez la oportunidad de ser político, a ser un viejito triste en el extranjero. Yo respeto mucho al que se fue, casi toda mi familia está afuera. Cada quien hace lo que cree conveniente, pero de alguna manera todos seguimos pegados al país y estamos de acuerdo en que Venezuela debe volver a ser vivible.