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Opinión

Orlando Viera-Blanco Abr 14, 2021 | Actualizado hace 6 días
La otra historia...

Diógenes Escalante en 1945. Foto: Archivo Fotografía Urbana / Felipe Toro. En BBC Mundo

Lanza Suniaga su apología. Historia accidentada o agitada donde a cada alumbramiento evolutivo le precede otro «gallo» de la historia, con charreteras en las alas

 

@ovierablanco

Francisco Suniaga [1954] escritor, abogado e internacionalista, nativo de La Asunción, cuya cepa margariteña y caribe demuestra en el afán costumbrista de sus libros, al decir de Truman Capote, de ficción de no-ficción… Así lo exhibe en sus obra La otra isla [2005] y El pasajero de Truman [2009], donde nos presenta una Venezuela surrealista, entre magia, tragedia y suspenso; de personajes y hábitos que describen el país portátil [Adriano González León dixit], el que ha sido o el que no ha debido ser…

Leer a Suniaga me invita a una inmensa búsqueda. El uso inteligente de un callejón de nuestra historia como carnada. La insania súbita de Diógenes Escalante en El pasajero de Truman abre un bosque de reflexiones sobre el 28 de octubre de 1945. “Un ‘golpe de papel’ fue lo que ocurrió en 1945 con la reforma de la Constitución [1947], en un momento de la historia en el que el triunfo de los aliados le abría las puertas a la democracia en el mundo, bajo las promesas de la Carta del Atlántico y de las cuatro libertades del presidente Roosevelt”

Pasajeros somos todos…

Existen actores de las más diversas épocas que no llegaron a la silla presidencial. Hombres como Manuel Piar, Ezequiel Zamora, José Manuel “El Mocho” Hernández, Jóvito Villalba, Gonzalo Barrios o Arturo Uslar Pietri. ¿Cuál hubiese sido nuestra historia? ¿Acaso distinta de la Venezuela a caballo de Manuel Caballero? No abogo ni censuro, pero sin duda otros episodios, otros desenlaces ¿sin pelea de gallos?

Sin el discurso de mar de fondo de Caldera, el chiripero o el famoso sobreseimiento, ¿la historia de hoy no sería otra…?

Diógenes Escalante, protagonista de El pasajero de Truman, fue tres veces candidato a la presidencia. En 1931, cuando la dictadura de Gómez registraba decadencia; en 1941 para sustituir a López  Contreras, pero se impuso Medina; y en 1945, visitado por Rómulo Betancourt y Raúl Leoni en Washington [donde era embajador y se hizo amigo de noches de jazz, buena comida y vino de Harry Truman, luego presidente de US], para ofrecerle la candidatura a la presidencia -post Medina-, lo cual aceptó.

Escalante prometió a Betancourt y Leoni una reforma constitucional donde se consagrará el voto universal, directo y secreto.

Propuesto como el hombre consenso entre militares y civiles, el destino le arrebata nuevamente la posibilidad de ser presidente. Una arteriosclerosis o esquizofrenia crónica que se evidencia en aquel delirio “de pillaje de sus camisas en el hotel Ávila” lo obliga a abandonar el cotejo.

El ministro de Medina, Ángel Biaggini, emerge como sustituto de Escalante, candidato a la presidencia del PDN, el partido de Medina y Uslar. Acción Democrática prefiere acoger la tesis transicional de candidato único elegido por los partidos políticos, propuesta por Betancourt, Leoni, Jesús Paz Galarraga, Gonzalo Barrios y Leonardo Ruiz Pineda. Se impone la junta cívico-militar del 45.

Vale la pena acotar que Germán Carrera Damas considera como “el 1.er año de la democracia venezolana” al periodo que va desde el 18 de octubre hasta finales de 1946.  El historiador sostiene que “la fundación de la Primera República liberal democrática representó el primer intento sistemático (revolución de 1945) de perfeccionar en la hoy Venezuela la abolición declarativa de la monarquía”. Pero el elemento militar subyace…

La Junta Revolucionaria de Gobierno quedó constituida por Rómulo Betancourt como presidente; el capitán Mario Vargas, el mayor Carlos Delgado Chalbaud, Luis Beltrán Prieto, Gonzalo Barrios y Edmundo Fernández. El mayor Pérez Jiménez declinó y con posterioridad sería elevado a la posición de jefe del Estado Mayor de las FFAA, donde prefirió dedicarse a la superación de los problemas denunciados por la UPM [Unión Patriótica Militar], que dio origen a la conspiración.

El apellido Escalante quedó en la historia como “la locura” que frenó una transición a una democracia estrictamente civilista. Escalante regresó a US en The Holy Cow [La Vaca Sagrada], un avión habilitado por Truman. Lanza Suniaga su apología. Historia accidentada o agitada donde a cada alumbramiento evolutivo le precede otro “gallo” de la historia con charreteras en las alas…

Una historia de civilidad convulsa

Vale recordar el discurso de Rómulo Betancourt en 17 de octubre de 1945 en el Nuevo Circo de Caracas:

«Nosotros somos un partido político que no está constituido por literatos diletantes ni por mosqueteros románticos. Somos un partido que se ha organizado para que este pueblo que está aquí congregado, para que el pueblo venezolano vaya al poder y nosotros con este pueblo a gobernar […] nos interesa para implantar y realizar un programa de salvación nacional».

Subrayamos la convocatoria de participación popular que merecía el país en 1945 y se consagra en la constitución de 1947. Por primera vez en la historia republicana, la sociedad se logró organizar y participar de las decisiones y dirigir su rumbo como país. Pero con las herraduras debajo de las banderas democráticas…

Escalante natural de Queniquea, estado Táchira, acostumbrado a lidiar entre botas, civiles, andinos, capitalinos, partidos amarillos, blancos, rojos o verdes… no pudo ser el hombre que quizás bajaría a Venezuela del caballo. Sin duda, de haber sido presidente, la historia hubiese sido otra, ¿si acaso menos convulsa?

Luego de su imposibilidad mental, a Escalante se le pierde la pista en la mayoría de los libros de historia. Se sabe que falleció en Miami el 13 de noviembre de 1964.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Julio Castillo Sagarzazu Abr 13, 2021 | Actualizado hace 6 días
El aleteo de la mariposa

@juliocasagar

Todos conocemos el ejemplo didáctico con el que se explica la llamada Teoría del caos, postulada por Henri Poincaré. “El aleteo de una mariposa en Hong Kong, puede provocar una tormenta en Nueva York”. La teoría y, obviamente el ejemplo, lo que tratan de postular es que uno, o varios pequeños acontecimientos pueden provocar efectos mucho mayores que ellos mismos y que tales eventos son, por esa misma razón, impredecibles e incuantificables, antes de que se produzcan.

Posteriormente, Nassin Taleb nos ofreció una versión, en clave de politología, a la que denominó “Teoría del cisne negro” y en la que dijo que acontecimientos políticos y sociales inesperados pueden convertirse en catalizadores o propulsores de cambios en la situación y en el statu quo. Argumentaba, además, que la imprevisibilidad de tales acontecimientos no era óbice para que no nos aprovecháramos de ellos.

Hoy en Venezuela estamos asistiendo a una situación particular. La pandemia del coronavirus nos está mostrando su más espantoso rostro. El sistema de salud, que se ha venido destruyendo por años, está colapsado y la angustia de todos los venezolanos, sin excepción, ha tocado limites desconocidos. En medio de esta tragedia, todos vimos como una pequeña puerta de esperanza se abría con el acuerdo suscrito entre funcionarios de Juan Guaidó y Nicolás Maduro, para acceder al mecanismo COVAX con el que todos los países están accediendo a las vacunas. Esa acuerdo fue saludado, como era de esperarse, por tirios y troyanos y, tenemos que decir, que significó un alivio en medio de tantas malas noticias.

Pues bien, Maduro decidió, por su cuenta, romper el acuerdo para que las vacunas ingresaran. Y no solo eso, sino que de una manera obscena, cínica y cruel, restregándonos en la cara “su inmunología”, nos dijo que ya él se había vacunado. A la par de que nos enteramos que “sus diputados” y militares, sin ningún protocolo y criterio, lo habían hecho también.

La inmunidad de los impunes

La inmunidad de los impunes

Como era de esperarse, el mercado negro de vacunas hizo su aparición; los negocios como el “laboratorio de Maiquetía” donde cobran 60 $ por PCR; los espacios VIP en hospitales públicos, donde por $300 te vacunan y por $400, te hacen el delivery, se vinieron a sumar a los agravios contra el pueblo, al que como única respuesta se le da es que se encierre en su casa a morirse de hambre, para no morirse del virus chino. Todo esto ocurre después de las “góticas milagrosas”; de la molécula mágica y las promesas tempranas de vacunación.

Esta es una gaffe de Maduro, no sabemos si sugerida por el G2 para aumentar la desmoralización entre los venezolanos. Pero, lo cierto, es que no le ha salido bien. Su propia gente, la tropa, los policías de a pie y sus los funcionarios están indignados. Es posible que trate de recoger el agua derramada y se nos presente ahora con un plan de vacunas rusas u otra insólita “solución” a las que nos tiene acostumbrados. Argumentalmente no le será fácil recuperarse. Pero (siempre hay un pero) las dictaduras no necesitan ser simpáticas. Y no les importa si son mayoría o minoría en la población; al fin y al cabo, mientras ellos cuenten los votos, estos temas no les preocupan.

No obstante, lo que Maduro no puede controlar (aunque sí pueda reprimirla) es la indignación que ha producido en la gente y todos sabemos que la indignación es un disparador de la voluntad, incluso más que la rabia y el odio. Pudiéramos, incluso, decir que la indignación es una rabia racionalizada.

Este acontecimiento, podría entonces convertirse en un cisne negro para Venezuela pero, (otro pero) hay que decirlo claramente, para que ello tenga lugar, y para que todo desemboque en el cambio que queremos, es necesario que concurran muchas cosas.

Primero: hay que convertir la indignación en voluntad organizada, a lo largo y ancho del país;

segundo: el presidente Guaidó debe encabezar un vasto movimiento de defensa de la  salud de todos los venezolanos y porque se respete el acuerdo para traer las vacunas;

tercero: se debe consensuar una agenda entre TODOS (mayúscula ex profeso) los que estén porque el derecho a nuestra salud y a nuestras vacunas se respete, sin pedir más condiciones que compartamos el justo reclamo a Maduro por su conducta y la aspiración de que se nos vacune a todos conforme a un protocolo de prioridades definido por los científicos y los académicos.

Ya sabemos que el objetivo final de los demócratas venezolanos es salir de la pesadilla de este régimen, pero hoy es un error interponer consignas políticas, electorales o particulares, antes de esta lucha humanitaria por la vida. Es más, la única manera de que nuestro pueblo haga el “link” entre su tragedia y la necesidad de salir de este régimen de oprobio es que le acompañemos de manera consecuente, sincera y valiente en esta lucha por la vida. Cada quien se irá dando cuenta de quién es consecuente y quién no.

No sabemos si el aleteo de esta mariposa pueda provocar la tormenta democrática que queremos, pero es una oportunidad única para hacerlo.

Unión en la lucha, determinación del liderazgo, agenda de iniciativas concretas y sinceridad en el acompañamiento serán claves para definir el destino de Venezuela en los próximos meses.

Nota bene: al terminar de escribir estas líneas, Delcy Rodríguez anuncia que se ha pagado el primer tramo del acuerdo COVAX. Una gran victoria que demuestra dos cosas: a) que sintieron la repulsa general por su conducta, y 2) que el cuento del bloqueo y las sanciones es como el virus: “chino”.

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Sociedad civil y partidos políticos

¿Cómo es y cómo debería ser la relación entre la sociedad civil venezolana y los partidos políticos? Recordemos que la sociedad civil la conforman todas aquellas agrupaciones de ciudadanos que trabajan para el bien común, sin fines de lucro, no dependientes del gobierno y que no buscan el poder político.

Algunas organizaciones, relacionadas con empresas, se registran como fundaciones y nacen para realizar aportes a la sociedad, sin pretender influir en la cosa pública. Las fundaciones Mendoza, Polar, Vollmer, Servicio Para el Agricultor (Fusagri), Danac y muchas otras son ejemplo de importantes contribuciones al país. Otras, casi siempre asociaciones civiles, con objetivos relacionados con salud, educación, ambiente, derechos humanos, gremios, defensa de la democracia y demás temas, surgen para contribuir a la formulación de políticas públicas, mediante concientización de los ciudadanos, elaboración de propuestas, denuncias, lobby y presiones al sector gubernamental.

Cuando un país marcha por el sendero democrático, la relación entre la sociedad civil y los partidos políticos es de respeto mutuo y de colaboración. En los tiempos turbulentos que vivimos, surgen distanciamientos sin razón de ser.

Algunos actores políticos ven a la sociedad civil como gallina que mira sal, señalándola de querer el poder político y de practicar la antipolítica. Por su lado, ciertos actores de la sociedad civil arrojan dardos a los políticos tildándolos de tener intereses non sanctos y hasta de colaboracionistas con la dictadura.

Seguramente hay razones y sinrazones de lado y lado. Quizá, el problema de fondo es que vivimos en una sociedad que se volvió desconfiada. ¿O es que siempre lo hemos sido? Probablemente nos viene de la picaresca española del Lazarillo de Tormes y del Pícaro Guzmán de Alfarache, pero todo indica que hoy día está exacerbada. Mientras no la superemos, no podremos lograr la unidad de la oposición y nos costará sacudirnos de la usurpación. Alain Peyrefitte, en su libro La societé de la confiance, aborda el tema.

En los años en que tuvimos partidos políticos fuertes, conectados con los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil mantenían un perfil bajo. A medida que los partidos fueron dejando espacios vacíos era de esperar que algunas de esas organizaciones los ocuparan, al menos parcialmente. Con el tiempo, a veces los campos de actuación se han solapado. En el año 2001, la sociedad civil causó un impacto positivo a través de la Asamblea de Educación y su campaña exitosa Con mis hijos no te metas. En abril 2002, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y Fedecámaras tomaron la batuta de la dirección política. En diciembre de ese mismo año los partidos recuperaron parte de la dirección por medio de la Mesa de Unidad Democrática, que incluía a organizaciones de la sociedad civil, pero la CTV y Fedecámaras tenían gran influencia, y la AC Gente del Petróleo también tuvo protagonismo.

De allí en adelante, como debe ser, los partidos fueron ganando terreno. Algunas ONG se mantuvieron en su área de competencia, firmando manifiestos y realizando denuncias. Pero también apoyando al sector político en los procesos electorales y en marchas y concentraciones de protesta.

Las organizaciones de derechos humanos han realizado una labor extraordinaria. Citarlas tiene el inconveniente de dejar por fuera algunas, pero debemos destacar al Foro Penal, Observatorio Venezolano de Prisiones, CASLA, Control Ciudadano, Provea, Cofavic, Sinergia, Transparencia Venezuela; además, varias universidades tienen centros de derechos humanos. El Observatorio Hannah Arendt realiza importantes contribuciones en el análisis de los procesos políticos, sociales, económicos y culturales.

ONG y fin de la usurpación

Cabe mencionar a organizaciones que actúan en defensa de la democracia, paralelamente a sus intereses particulares, como la Asamblea de Educación, Frente Institucional Militar y Gente del Petróleo, entre otras. La Asociación Nacional Constituyente Originaria (ANCO), tomó la importante iniciativa al promover la Consulta popular de diciembre pasado, la cual tuvo éxito por el voluntariado de partidos políticos y de otras ONG. Ahora, esta organización, presidida por el distinguido ciudadano Enrique Colmenares Finol, propuso la firma de un Pacto Ciudadano para el Restablecimiento Constitucional. Esa iniciativa es positiva, como una herramienta más para debilitar al régimen, aun cuando no es la bala de plata para poner fin a la usurpación.

Las ONG no deben asumir un papel que corresponde a los partidos. Esto no quiere decir que sean mudas, sino que, en asuntos de estrategia política, planteen sus puntos de vista, sin dogmatismos y sin pretender que tienen la llave mágica para salir de la usurpación. El régimen se ha mantenido por el apoyo de la Fuerza Armada y del Poder Judicial, además de contar con el respaldo del narcotráfico, tener organismos de represión y ejercer control a través de sus paramilitares rojos y de sus espías.

Nuestras ONG cumplen un papel importante para contribuir a que tengamos un mejor país. Por ello deben trabajar en armonía con los partidos y estos deben respetarlas y escuchar sus planteamientos.

Como (había) en botica

Acusamos al régimen de Maduro por la muerte de numerosos compatriotas que no han tenido la posibilidad de vacunarse contra el virus causante de la covid-19. La situación es extremadamente grave y el oficialismo no se atreve a dar cifras, procediendo como Pdvsa, cuyo último informe es de hace cuatro años.

Lamentamos el fallecimiento de nuestros amigos Giselle Pacheco y Daniel Chalbaud, víctimas de la covid-19. También de nuestros compañeros Vilma Pinto, Carlos Abate y Guillermo Escobar.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Carolina Jaimes Branger Abr 12, 2021 | Actualizado hace 6 días
La triste historia de Joselia

@cjaimesb

Joselia entró a trabajar en el año 1974 como empleada doméstica en la casa de una profesora y amiga a quien quise entrañablemente. En su casa tuvo a su hija, y su hija tuvo a sus hijas. Mi profesora las quiso como si fueran su familia, porque, de hecho, lo fueron. Ella no tuvo hijos, vivió con uno de sus hermanos toda la vida, quien la sobrevive.

Hace dos años, mi profesora enfermó. Todos sabemos los sueldos de los profesores. Su seguro de hospitalización alcanzó para la primera semana, si acaso. Sus alumnas hicimos una colecta para asumir los gastos de su enfermedad. Joselia se hizo cargo del hermano, viejo y con la mente algo perdida. Su hija y sus nietas iban todos los días a la clínica. Todas las veces que fui, allá estaban ellas.

Una mañana, cuando mi profesora se sentía mejor, le pregunté si ella había hecho testamento: “No”, me respondió. “Mi casa es para mi hermano, y cuando él muera, se la quiero dejar a Joselia. Ayúdame, por favor”, me dijo.

Pero no hubo tiempo de ayudarla, porque dos días después ella falleció. En el entierro apareció el sobrino que nunca se había presentado en la clínica, con sus lagrimones de cocodrilo. Le reclamé que dónde estaba él cuando su tía estaba enferma. “Estaba ocupadísimo”… Umjú…

Joselia se quedó cuidando al hermano después de la muerte de mi profesora. Todos los bienes de valor de la casa habían sido ya retirados por dos primos y el sobrino, “para hacerle frente a los gastos de la clínica”. Pero los gastos de la clínica los habíamos pagado sus alumnas… Querían que pagáramos la cremación y me presentaron unas cuentas de gran capitán. Lo consulté con unas compañeras y decidimos que no. Que lo que había quedado del fondo sería para Joselia y otra persona más, que también la había ayudado y acompañado.

De vez en cuando yo llamaba para saber del hermano. Me contaron que los parientes le llevaban muy poca comida y Joselia compartía con él la suya. Un vecino me dijo que, en ocasiones, cuando Joselia se iba para su casa, el pobre hombre registraba los basureros de las casas cercanas.

En noviembre de 2020 el sobrino despidió a Joselia. Me dicen que el hermano de mi profesora hoy parece un indigente. Que ni siquiera se baña. Joselia era quien lo cuidaba, le llevaba comida y hacía que se aseara.

Hace tres días, me escribió la hija de Joselia. Me reenvió el mensaje que el sobrino le había enviado a su mamá, que transcribo textualmente:

“Señora Joselia, según tengo entendido, usted inicio su relación laboral el año 1978 y al 2020 son 42 años, su salario imputable era de Bs. 800.000; para calcular su liquidación se tomó en cuenta los siguientes ítems: prestaciones sociales, días adicionales, utilidades 2020 y bono vacacional, lo que da un monto de Bs 100.466.666,67, apenas tengamos disponibilidad financiera le realizaremos el depósito correspondiente”.

Inmediatamente le escribí al sobrino… Me respondió que él no tenía nada que hablar conmigo. Y no es que yo tuviera ganas de hablar con él… Es que me pareció espantoso que después de 42 años de trabajo (le rebajó 4 años, porque fueron 46), su liquidación sea menos de $50. Después hay gente que se pregunta por qué caló el discurso de Chávez… Caló por gente como esta.

Sé que las liquidaciones son un tema y un horror, sobre todo en esta época de hiperinflación. Pero esto es una cuestión de simple humanidad.

Si el sobrino quería tanto a su tía, debería tener una consideración especial para quien la cuidó y estuvo con ella tantos años. ¿O es que las tías solteras solo sirven para heredarlas?…

Llamé a una abogada laboralista y ella me dijo que eso no estaba bien calculado. Que en el año 1997 hubo un corte en la Ley Orgánica del Trabajo, cuando mi profesora ha debido cancelarle a Joselia lo que le correspondía, pero eso no sucedió. Que como las prestaciones sociales no fueron canceladas en aquel momento, han generado unos intereses que deben ser tomados en cuenta. Por otra parte, después de 1997 se debe incluir una antigüedad doble, porque la relación laboral no terminó por una causa imputable a ella, sino que fue despedida sin justificación. Tiene que añadir también los intereses sobre prestaciones sociales, vacaciones, utilidades. La cuenta no está ajustada a derecho. No puede regatearle. Los intereses deben ser pagados a la tasa más alta hasta 1997. Lo más increíble es que diga que “cuando tenga dinero le paga”… y en bolívares. Eso también genera intereses de mora. No es que él pague cuando le dé la gana…

En fin… relato esta historia porque me sublevan las injusticias. Joselia es la protagonista de esta en particular, ¡pero hay tantos “Joselias” en su misma situación! Trabajar toda la vida, cuidar con amor y dedicación a dos personas para luego no tener nada en su vejez… Y venir a caer en manos de un sinvergüenza, que le importa tres pitos lo que le pase… ¡Si no le importó la tía, no le importa el tío, menos le va a importar Joselia!  Porque el heredero en estos momentos es su tío, a quien no cuida, será esperando que se muera rápido. Ojalá que exista la justicia divina…

Quienes me conocen, saben de quiénes hablo. Estamos recogiendo para ayudar a Joselia, pero exigimos también que le paguen hasta el último centavo que le deben. Si mi profesora resucitara, se volvería a morir de la tristeza…

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Jose A. Guerra Abr 11, 2021 | Actualizado hace 6 días
Venezuela política y vacunas

@JoseAGuerra

El 8 de abril de 2021, el Fondo Monetario Internacional dio a conocer las principales cifras de los países que conforman ese organismo, destacándose la estrepitosa caída del ingreso por habitante anual de Venezuela desde US$ 8900 en 2000 a US$ 1541 en 2021. Para vergüenza de los venezolanos, ese nivel se ubica por debajo del de Honduras, Haití y Nicaragua, los tres países más pobres de América.

El nivel de destrucción al cual el régimen chavista-madurista ha sometido a Venezuela es incuantificable y tardará tiempo la recuperación, pero será posible con políticas claras, que incentiven la inversión y la inclusión social, todo ello con un nuevo liderazgo político.

Entretanto, el régimen de Maduro sigue dando tumbos en materia de tratamiento de la pandemia de COVID-19.

La improvisación ha venido girando desde un tratamiento basado en suero de caballo, la ozonoterapia, la molécula DR10 y las gotas de Carvativir, en una secuencia de irresponsabilidad única entre los países que han sido afectados por el virus.

Como si eso fuese poco, Maduro anunció el 15 noviembre de 2020 que para el primer trimestre de 2021 llegarían a Venezuela diez millones de vacunas rusas y apenas llegaron 700.000, parte de las cuales han sido aplicadas a la nomenclatura política en el poder, varios de cuyos integrantes tuvieron el descaro de hacer de su vacunación un hecho noticioso, lo cual enardeció la conciencia de la gente decente del país.

Con la pandemia tomando fuerza a partir de febrero de 2021, la respuesta del régimen consistió en cerrar la economía, profundizando con ello la recesión y hacer politiquería ante la ausencia de vacunas. En ese contexto y por la presión social se fue materializando el acuerdo de COVAX con la facilitación de la Comisión Técnica y Juan Guaidó, para que Venezuela pueda acceder a las vacunas ante el aumento significativo de la cantidad de contagiados y fallecidos.

No se había secado la tinta con la cual se firmó el acuerdo cuando Delcy Rodríguez descalificó a la vacuna de AstraZenca, una de las que forma parte del mecanismo de COVAX, supuestamente por los efectos secundarios de la misma, sin reparar en el hecho de que la entidad europea encargada de la certificación de las vacunas había expresado días antes que la vacuna era segura.

Pero lo que más indignación causó fue el anuncio de la señora Rodríguez el 9 de abril de 2021 al referirse que en alianza con Cuba se administraría la vacuna Abdala en Venezuela y que se participaría en los estudios clínicos al tiempo que se construiría una planta para su fabricación.

Los datos científicos de dicha vacuna son absolutamente desconocidos y mantenidos en secreto, como todo lo que se hace en Cuba. Los venezolanos exigimos vacunas, sin distinciones de ideologías. Que haya un plan nacional conocido de vacunación y que se acabe el mercado negro de las vacunas.

11 de abril 2021.

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Dhayana Fernández-Matos Abr 11, 2021 | Actualizado hace 6 días
La salud es un derecho

@dhayanamatos

El 7 de abril fue el Día Mundial de la Salud. Lo que se busca en los días conmemorativos es hacer reflexionar a las personas sobre las temáticas a las que se refieren.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió que el lema para 2021 era “Construir un mundo más justo y saludable”, un objetivo absolutamente loable, ¿quién en su sano juicio puede negarse al logro de esta meta?, ¿es que acaso este último año no nos ha dejado bastante evidencia de la necesidad de que este ideal sea alcanzado?, ¿no queremos todas las personas, salud para nuestras familias y para nosotras mismas?

Pero si algo nos muestra la realidad descarnada es que esa conjunción de justicia y salud está lejos de lograrse.

En el mundo hay muchas desigualdades para creer que estamos cerca de la construcción de un mundo más justo y saludable. Lo vemos en la inequidad en el acceso a las vacunas contra la covid-19, situación que ha sido denunciada por el presidente de la OMS, quien hizo un llamado a países ricos, como Israel y la Unión Europea, para que dejen el acaparamiento y compartan las vacunas con países pobres que enfrentan dificultades muy grandes por causa del virus.

También se observa al interior de los países en relación con la atención que reciben las personas de acuerdo con su condición social.

Se dice que el virus no discrimina, que no distingue las clases sociales. Puede que la covid-19 no lo haga, pero la atención a la salud que reciben las personas no es igual en ricos que en pobres, de eso no hay ninguna duda. ¿O es que acaso ustedes tienen dudas de que si Elon Musk o Jeff Bezos llegaran a necesitar un respirador (¡y que conste que no se los estoy deseando!), van a tener los problemas que tiene que enfrentar el ciudadano de a pie para conseguirlo? La respuesta a esta pregunta es un no rotundo, ya sabemos que “poderoso caballero es Don Dinero” y de alguna parte saldrá uno.

Ni hablar de las desigualdades de género en la salud, que se han visto agravadas por la pandemia de la covid-19 de distintas maneras. Aumento de la carga laboral de las mujeres, donde se yuxtaponen el trabajo productivo y reproductivo, sin que se diseñen políticas públicas destinadas a hacerle frente a este problema, lo que genera una grave afectación no solo en la salud física sino también en la salud mental. A esto se le debe agregar el aumento de los casos de violencia contra las mujeres en el contexto de relaciones de pareja, al estar encerradas con su agresor. En definitiva, que las mujeres viven una pandemia dentro de otra pandemia.

A lo dicho en el párrafo anterior debe agregarse que, según ONU MUJERES, el 73 % de las personas que trabajan en el sector salud en América Latina y el Caribe son mujeres y si se hace referencia a las personas licenciadas en enfermería, la cifra aumenta hasta el 87 %. Esto implica que las mujeres están en primera línea de atención ante la covid-19 y también en la primera línea de riesgo.

Pero otros factores o condicionantes sociales, están presentes cuando hablamos de la salud, por ejemplo, ese terrible flagelo que azota a América Latina. Me refiero a la corrupción (aunque también se da en otros países fuera de la región) y que genera que se desvíen los recursos destinados a la salud para el peculio de alguna persona corrupta. Y dicho en término coloquial, de esa cabuya, en Venezuela tenemos varios rollos.

Es importante reiterar que la corrupción tiene impacto en la protección de los derechos humanos y es una actividad que genera la violación de estos. Entre ellos, del derecho a la salud.

La salud es un derecho humano y no se refiere a la ausencia de enfermedades, sino, de acuerdo con la Constitución de la OMS, se trata del “goce del grado máximo de salud que se pueda lograr”. Además, como derecho humano, implica obligaciones para los Estados de reconocerlo, garantizarlo y satisfacerlo.

Repito, el Estado venezolano está en la obligación de satisfacer el derecho a la salud de la ciudadanía.

Ya sabemos que la salud pública de calidad en Venezuela es una quimera. Como ejemplo, basta con revisar la página de GoFundMe y ver cuántas campañas hay activas en Venezuela, de personas que buscan recaudar fondos para hacerle frente a la covid-19, a algún cáncer o a cualquier enfermedad grave, ya que el Estado no les garantiza su salud y no tienen recursos para pagar los tratamientos. La cifra es alarmante y preocupante… ¡Cómo me gustaría que nuestro país tuviera los índices de calidad que muestra la salud pública de los países nórdicos! Sí, la pública, aquella que no es gratuita, sino que es pagada con los impuestos de la ciudadanía, ya que los recursos no se desvían a los bolsillos de los corruptos de turno, sino que se usan para lo que fueron programados. Pero bueno, ya sabemos que no somos Suecia, Finlandia, Dinamarca, Islandia o Noruega.

Pero, aunque no seamos nórdicos, sí somos personas con derechos humanos que son exigibles. Y no puede el Estado ampararse en el bloqueo económico para dejar de cumplir con la garantía de estos.

En este punto, me gustaría recordarle a Nicolás Maduro, quien ya está vacunado, que la vida de las personas vale más que cualquier razón política; y a Guaidó, por su parte, recordarle que no estamos para repetir el mantra “cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Lo que quiere la gente es que lleguen las vacunas y que lleguen pronto.

En momentos como estos es que los grandes estadistas se crecen y ponen el bienestar de su población por encima de sus apetencias personales, así que, a ambos, me gustaría recordarles que es un momento excepcional para todos y todas. Necesitamos las vacunas, tráiganlas, pónganse de acuerdo, nadie, salvo ustedes, está pensando en elecciones regionales, todas las personas en Venezuela solo piensan en cómo hacerle frente a este virus y tener salud, borrar de la memoria ese olor a muerte que tenemos impregnado.

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Humano Derecho #190 con Rogsel Castillo, fundadora de Comunica ONG

@_humanoderecho

¿De qué va Comunica ONG? ¿Qué quiere decir «feminización de la pobreza»? ¿Cómo logran ejecutar sus proyectos? Conversaremos de estos y otros temas con Rogsel Castillo, fundadora y directora de Comunica ONG, quien nos hablará de todos los temas relacionados con sus proyectos.

«Comunica ONG es una organización que trabaja en defensa de los derechos de las niñas y mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica y pobreza extrema».

Castillo agrega: “nuestra ONG busca promover la comunicación asertiva como una habilidad humana que nos ayuda a conectar más y mejor en todos los aspectos de nuestras relaciones sociales y económicas”. 

Aquí el enlace: https://soundcloud.app.goo.gl/pPwvq

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente.

Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

Más contenido en humanoderecho.com

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Juan E. Fernández Abr 11, 2021 | Actualizado hace 6 días
No se puede vivir sin humor

Ilustración de Alexander Almarza, @almarzaale

@SoyJuanette

Desde hace algunas semanas he experimentado el miedo de estar frente a la pantalla del computador viendo una hoja de Word totalmente en blanco. Y es que ¿cómo se puede hacer reír cuando todo lo que ves alrededor es un desastre?

La verdad es que para aquellos que usamos la cotidianidad para buscar temas y sacarle ese lado humorístico no ha sido fácil. El aislamiento, la segunda ola, y todo lo que dicen que se va a venir te consume los nervios. Sin embargo, estoy convencido de que es importante ver el vaso medio lleno ya sea de agua, de vino o del líquido de su preferencia.

A los humoristas nos toca la difícil tarea de hacer reír al que no tiene ganas, ni tiempo de hacerlo; y esa tarea se pone más cuesta arriba cuando es uno mismo el que no tiene ganas de reír… eso es bien jodido.

Pero tenemos que buscar dentro de nosotros esa chispa para pintar en el rostro del otro las ganas de vivir, las ganas de luchar.

El otro día, mientras googleaba sin sentido, tal vez buscando alguna receta mágica para lidiar con este bloqueo creativo que a veces no me deja dormir, me topé con una publicidad de una compañía de embutidos cuyo eslogan es “Que nadie nos quite la manera de disfrutar de la vida”. Y aunque parezca algo loco, luego de verlo me sentí mucho mejor.

En el primer video, titulado El CV de todos aparece el genial Fofito (sí, el de Miliki, no se hagan que no saben), dando algunas claves para sentirse mejor, en un mundo donde, minuto a minuto, se vive en crisis. Es un video que sin duda todos deberíamos ver, sobre todo si eres migrante, o si te quedaste en tu país luchándola…

Acá se los dejo:

El segundo video lleva por título Cómicos, y tiene que ver mucho con lo que inspiró la columna de esta semana. La pieza es una invitación a buscar el génesis de humor, excelente para cuando no tengas ganas de reír: 

Para despedirme quiero recordarles dos frases que es bueno ponerlas en práctica por estos días. La primera es el eslogan de la empresa de embutidos: “Que nadie nos quite la manera de disfrutar de la vida”.

Y esta última es mía, y fue una reflexión que inspiró el título de mi primer libro: “Que no te quiten las ganas de vivir, de reír, y mucho menos de hacer reír al otro… Miren que la vida no se puede vivir sin humor”.

Hasta la próxima semana.

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