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Impacto

Yeannaly Fermín Jun 19, 2014 | Actualizado hace 10 años

Venezuela's Minister of Planning and Development Jorge Giordani talks to the media during a news conference to announce new economic measures, in Caracas

 

Hay que armarse de paciencia y, digamos, tener un buen hígado para leer la larga carta de Jorge Giordani. Pero hay que leerla. Hay que leerla porque es la mejor confesión, la mayor revelación de la tragedia que hemos padecido los venezolanos a lo largo de estos 15 años.

En primer lugar, hay que decir que es la carta de un fanático. Es la carta de un individuo arrogante, un individuo encerrado en sí mismo, incapaz de reconocer errores, incapaz de ver la realidad tal como es. Manifiesta una idolatría, una pasión obsesiva por Hugo Chávez, solo comparable a la que el difunto Chávez sintió por Fidel Castro y que nos ha traído a esta desgracia. Más allá de esta obsesión por Hugo Chávez, lo que viene luego es desprecio por todas las personas y compañeros de su revolución que lo han rodeado.

Jorge Giordani además de fanático reacciona como un muchachito malcriado en su carta. Según afirma, los problemas arrancan con la muerte de Chávez, por lo tanto el único responsable ahora pasa a ser Nicolás Maduro. De ahí esta cita que se ha repetido tanto en la prensa en los titulares de hoy: “Hay una sensación de vacío de poder en la presidencia”.

¿Señor Giordani, quién puede creer que los problemas económicos del país comenzaron hace poco más de un año? Usted que ha tenido 12 años en este régimen y ha sido el arquitecto de este disparate es el principal responsable. Por  otra parte, si bien todas las críticas a Maduro tienen sentido, sobre todo en lo que señala sobre su debilidad de carácter, su falta de personalidad para conducir los destinos del país, en el fondo se le siente a Giordani algo parecido al despecho. Le han quitado la escalera, lo dejaron agarrado de la brocha, y ahora viene a chillar.

Claro, hace en esta carta revelaciones terribles. Revelaciones como esta que destaca El Nacional: “Desorden en el gasto fiscal, uso de recursos del Estado con fines políticos. Revela Giordani que el gasto publico se disparó para superar los desafíos que representaban las elecciones del 2012”. Recordemos: el candidato presidencial del 2012 era Hugo Chávez. Además afirma: “El Jefe del ejecutivo tomó decisiones guiado por una asesoría francesa que nada tenía que ver con el país.” Nunca supimos de esa asesoría francesa, bastante calladito se lo tuvo. Habla de la independencia de Ramírez, que actúa por su propia cuenta, cosa que ya se ha observado y criticado. Y, en definitiva, tenemos pues una situación de debacle total en la economía del país.

Maduro le responde. Correo del Orinoco: “En lo que podría asumirse como una respuesta pública a las críticas formuladas por el ex Ministro de Finanzas Jorge Giordani, el presidente Nicolás Maduro afirmó que no hay excusa para la traición de nadie al proyecto revolucionario. En su opinión en algunos casos ha valido más el gran ego pequeño burgués y el orgullo que la humildad de un pueblo”.

No se entiende muy bien esto de la humildad de un  pueblo. ¿Cuál pueblo es el que es humilde? ¿Cuál es el orgullo pequeño burgués? Poco importa, en definitiva es un pleito entre el señor Maduro y Giordani.

Ahora, para cerrar, hay algo interesante. Me ha llamado la atención Lila Vanorio. Nuestra productora dice: Giordani fue quien lanzó la consigna de la “guerra económica”. La guerra económica es la que nos ha traído a este desastre que vivimos hoy en dia. Qué curioso que en toda la larga carta del señor Giordani no hay una sola mención a la fulana “guerra económica”. Es decir, reconoce Giordani, por fin, tarde, muy tarde, que toda esta desgracia, todos estos disparates en la economía han sido culpa de ellos y sólo de ellos, porque no ha habido tal guerra económica.

Giordani, usted, con la arrogancia que le caracteriza, ha escrito una carta que, según su propia definición, es para la historia. Pues la historia le van a condenar y muy feo. Tiene razón cuando dice todas esas cosas de Maduro, pero asuma usted que fue su fanatismo, su ceguera, su obstinación, su ignorancia lo que nos trajo a esta desgracia.

 

@cmrondon

César Miguel Rondón 

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El fútbol comenzó a existir para mí antes de los mundiales, a partir de un caso muy sonado. En 1962, vino de gira a este país, como era rutinario en aquellos tiempos, el Real Madrid, el equipo de fútbol más famoso de Europa. España era un país pobre, el balompié, aunque se practicaba en todo el mundo, no estaba globalizado y venirse a “hacer las Américas” era quizás la única forma de llenar un poco las arcas de pesetas antes de comenzar la temporada española. Igual hacen ahora, solo que las giras no nos tocan, se van a Estados Unidos, Japón, China o Qatar.

Eran los tiempos de la Venezuela de Rómulo Betancourt y el país estaba azotado por las guerrillas armadas. En una operación terrorista, las FALN secuestraron a Alfredo Di Stefano, la famosa “Saeta Rubia” del fútbol mundial. La idea era causar un impacto publicitario y llamar la atención del mundo sobre la lucha armada en Venezuela, y vaya si lo lograron. Recuerdo que aquel episodio ocupó por varios días, hasta su feliz desenlace, la atención de todo el mundo.

Desde bien temprano –mi padre abría su sastrería a las 7:00 de la mañana– comenzaban a llegar los amigos a escuchar Noti-Rumbos, “el periódico impreso en la radio” y enterarse de los avatares del secuestro de Di Stefano. Fue entonces, imposible no enterarse, cuando supe que había un deporte que se llamaba el fútbol y que el argentino era, junto con un brasileño llamado Pelé, su estrella más fulgurante. Igual pasaba al final de la tarde, con la emisión vespertina del noticiero, solo que había más gente y los comentarios eran más nutridos.

Después de la liberación del insigne jugador, el fútbol se disipó y el beisbol volvió a ocupar todo el espacio deportivo de nuestra vida. En aquellos años, Magallanes era un perdedor consistente y los pesares que nos causaba eran demasiado cercanos como para ponerse a seguir un deporte tan distante como el fútbol.

Sin embargo, el fútbol llegó para quedarse en 1966, con el Mundial de Inglaterra. En la sastrería se seguían con pasión las trasmisiones radiales de los partidos y además sucedieron varios episodios que indignaron a aquellos, hasta antes del mundial, apacibles parroquianos. Primero lesionaron a Pelé, “para evitar que Brasil fuese campeón”, y luego con la complicidad de un árbitro “robaron” a Argentina, dejándola solo con nueve jugadores en la cancha en el histórico encuentro contra Inglaterra en Wembley. Detrás de todas esas trampas y componendas, me aseguraban mi padre y sus amigos, estaban los ingleses y su empeño por ganar la copa Jules Rimet, como se llamaba entonces el trofeo.

En la gran final del Mundial de 1966, en la que unánimemente se ligaba a Alemania, los hijos de la pérfida Albión fueron aún más allá y con un gol que todavía se discute, también le robaron el triunfo a los alemanes. Producto de ese bombardeo “ideológico”, mi pasión futbolera inicial estuvo teñida de un profundo sentimiento anglosajón, que se acrecentó con las disputas entre equipos argentinos e ingleses de la Copa Intercontinental, en 1967 y 1968.

En 1970, con las trasmisiones directas por parte de la defenestrada RCTV, el fútbol se asentó definitivamente como una gran pasión y, como mucha gente, admiré aquella selección de Pelé, Tostao y Gerson. Con mis raíces en el mundial anterior, ligué con igual empeño a Perú, Uruguay y México, las selecciones de nuestros hermanos latinoamericanos. Recuerdo que en la final estaba ya de vacaciones en Caracas y que los goles brasileños fueron coreados como propios en toda la ciudad.

A lo largo de los mundiales que se sucedieron desde entonces siempre estructuré mis simpatías a partir de los equipos suramericanos (exceptuando a Brasil porque detesto las hegemonías). Sin embargo, algo cambió desde que la selección venezolana, esa querida Vinotinto que se me parece tanto al Magallanes de los sesenta, participa con algún chance en las eliminatorias suramericanas.

Ha sido tanto el irrespeto expresado por los competidores suramericanos –sus jugadores, directivos y medios de comunicación– por nuestra selección durante la fase eliminatoria que ya para este mundial explotó mi rabia de hincha: no le voy a ninguna selección, ni suramericana ni un carajo. La mía, la Vinotinto, la única a la que voy e iré, no está ahí. Admiro y disfruto, eso sí, ese gran espectáculo que es el Mundial de Fútbol y que gane el mejor.

Pero como desde sus inicios y los míos, el fútbol siempre estuvo teñido de política, también participa, y mucho, de esta actitud, el reconcomio que tengo contra todos los países que han sido por lo menos políticamente indiferentes con el proceso de destrucción de la democracia venezolana. Indiferencia que, si acaso, habría que reciprocar de Estado a Estado llegado el momento, pero que por ahora se las devuelvo desde mi humilde condición de aficionado y en el único campo posible, en los 70 x 110 de la cancha de fútbol. ¿Ligar a un equipo suramericano en el fútbol? Sí, a la Vinotinto, en las eliminatorias de 2018.

 

Harina de otro costal: Tomo esta frase propiedad de Ignacio Ávalos para apartarme solo un poco del tema anterior y celebrar su libro, El alma en los pies, de reciente publicación. Ignacio Ávalos no solo es un insider del fútbol, deporte que, a pesar de su edad, practica con envidiable habilidad y dedicación, sino que además es un estudioso que lo analiza, opina sobre él y expone sus fenómenos con profundo conocimiento. Es un deleite leerlo porque –aunque en algunos casos también la pasión futbolera nubla su raciocinio y preclaro sentido común– trasmite su conocimiento del juego con una prosa impecable que rezuma simpatía por el fútbol y su gente, nunca más inefable que en estos tiempos de mundial.

 

@FSuniaga

El Nacional

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Burlándose de todos los venezolanos, el señor Rafael Ramírez dijo que no se iban las líneas aéreas de Venezuela, sencillamente estaban desviando los vuelos al Brasil por el Mundial de Fútbol. Tan descabellada opinión fue luego, para sorpresa de todos, refrendada por Nicolás Maduro. Con lo cual, la burla, la bofetada a los venezolanos subió de categoría. Sin embargo, el señor Maduro luego entró en una abierta contradicción porque dijo: “línea aérea que se va no regresa”. ¿Se van o no se van? Ese era el dilema en ese momento. Era una manera realmente absurda de querer tapar el sol con un dedo, cuando ya se sabía, abiertamente, que la inmensa deuda del gobierno con las aerolíneas iba llevar a una virtual salida de éstas.

Luego, en la reunión de la IATA en Doha, el CEO de IATA (Asociación de Líneas Aéreas Internacionales) Tony Tayler, dijo que el gobierno de Venezuela debía asumir los compromisos y respetar las reglas establecidas. Es decir, debía pagar la inmensa deuda que asciende casi a 4 mil millones de dólares. Y remató con una sentencia: “Venezuela corre el riesgo de quedar incomunicada”. En ese entonces dijimos: el gobierno está logrando su cometido, que nos parezcamos cada días más a Cuba, porque nos está convirtiendo en una isla, nos está aislando.

Ese riesgo, esa amenaza, pues ha llegado ya a concretarse. Diario 2001: “Menos vuelos para Estados Unidos”. El Universal: “15 aerolíneas extranjeras han recortado operaciones. Según las estadísticas que maneja la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV) al 17 de junio de los corrientes.Alrededor de 60% de las aerolíneas internacionales que operan en el país han disminuido frecuencias y asientos entre 2013 y 2014 y solo una ha elevado esos indicadores. La deuda que mantiene el gobierno con el sector es la principal causa de esta reducción”. Notitarde, en Valencia -cable de la agencia EFE desde Nueva York-: “American Airlines reducirá el 80% de sus vuelos a EE.UU desde el 2 de julio”. De todas las líneas aéreas internacionales en el país, evidentemente American Airlines era la de mayor peso, la de mayor envergadura e importancia. Además, tenía una frecuencia alta de vuelos a Miami, que es un destino muy usado por los viajeros venezolanos y norteamericanos. Pues bien, si American Airlines reduce el 80% de sus vuelos, quiere decir que de 48 vuelos semanales ahora son sólo tendrá 10. Quedan suspendidas las rutas a Nueva York, Dallas y San Juan de Puerto Rico.

En el gobierno quizá alguno podrá pensar: “eso afecta a la clase media y la clase media total no me quiere y la tengo en contra”. Pero el problema es muchísimo más grave que un desprecio más a la clase media. Significa mucho puertas adentro que American Airlines prácticamente cierre su operación en el país, porque una reducción del 80% es prácticamente un cierre.

Y a nivel internacional ¿cómo queda el país? ¿Cómo queda este señor Ramírez que dice que va a vender bonos aquí y bonos allá? ¿Cómo quedan esos bonos cuando el mundo sepa que American Airlines se va porque no les pagan los casi 800 millones de dólares que les deben?

En definitiva, sería bueno que alguien en el gobierno nos dijera y asumiera la verdad. Ya la tenemos, ya lo sospechábamos, ya lo sabemos: no se fueron porque desviaron vuelos a Brasil. No, se fueron porque no les pagan. Es el drama de todo lo que nos está pasando. No hay medicinas porque no pagan. No hay nada porque no pagan. La deuda del gobierno es inmensa con todos los sectores.

Y uno se pregunta: si nunca un gobierno manejó tanto dinero como éste, ¿qué se hicieron esos reales?

@cmrondon

César Miguel Rondón

 

Ni la pasión que genera un Mundial de Fútbol ha jugado a favor del gobierno para tapar la crisis. La pésima gestión nacional “jugó” a que Brasil 2014 les sirviera para bajar la tensión y que la gente se apartara de los graves problemas que vive Venezuela. Pero hasta en eso fracasan.

Históricamente el pueblo venezolano se apartaba parcialmente de sus preocupaciones cuando llegaba el Mundial de Fútbol. La actual crisis es tan grave que ha sido la excepción en esa tradición. Hoy el pueblo sigue los partidos de sus selecciones favoritas, pero continúa angustiado con la profundidad de los problemas que lo agobian.

Hoy la mayoría casi absoluta de los venezolanos disfruta de los partidos encerrados en sus hogares, o como decimos popularmente “encapillaos”, por temor a salir a la calle a disfrutar con los amigos en algún sitio que ofrezca las comodidades más especiales para ver cada juego. Y más se aleja la gente de esos placeres, cuando sacan las cuentas del dinero que debería desembolsar por esa diversión.

Pocos son los venezolanos que hoy en día invitan a familiares y amigos a disfrutar, por ejemplo, de una parrillada en familia y presenciar el juego estelar del día, ante los elevados precios de la carne y demás integrantes de la alineación gastronómica. Eso sin contar con los costos prohibitivos de las cervezas u otras bebidas. Todo está tan caro, que esa recreación se realiza en “íntimo”.

La crisis venezolana no es un juego. Para los venezolanos sus penurias sobrepasan el interés por un Mundial de Fútbol. Estamos acostumbrados a las colas, pero no para ingresar a un estadio, sino para tratar de conseguir los alimentos y demás productos de primera necesidad.

Este supuesto proceso revolucionario es amante del show y la fanfarria. Por eso esperaban que Brasil 2014 bajara la presión social por la inseguridad, escasez e inflación. Nada más lejos de ese resultado. Cada día hay mayor conciencia sobre las dificultades que vive el país.

Lo peligroso de “jugar” al Mundial de Fútbol es pretender “esconder” detrás del juego de Colombia, Argentina, Brasil, Alemania, España o Italia, por ejemplo, las decisiones impopulares que están tomando. Lo hacen adrede para evitar el rechazo colectivo y eso terminará siendo muy peligroso.

Insisto en mi permanente prédica: el gobierno debe asumir con seriedad el volumen real de la crisis. No puede seguir jugando con fuego. El país se está deteriorando a un ritmo muy acelerado y a una velocidad mucho mayor se acaba la paciencia del pueblo.

Lo mejor que pueden hacer es aceptar que el modelo socialista y centralista se agotó, fracasó y debe ser cambiado. Con mucha sinceridad debe hacerlo si de verdad quiere frenar el estallido social que está en puertas. De hecho ya la gente está en la calle en largas y agobiantes colas. ¿Cuánto más podrá aguantar Venezuela?

Al gobierno nacional se le agota su tiempo, mientras las ideas se le agotaron hace mucho. Hoy la crisis los tiene encerrados en su área. Tratan de defenderse, pero erran en su estrategia. Están a muy poco de ser goleados por los ciudadanos. La mejor táctica no es replegarse, sino enseriarse y si no saben cómo resolver la crisis, lo mejor es retirarse. La crisis venezolana es “mundial”.

 

@PabloPerezOf

El Nacional

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Suelen decir los textos de teoría económica que, según su gravedad, la inflación puede ser “moderada” (1 dígito), galopante (2 dígitos) y finalmente se llega a un estado de “hiperinflación” cuando se alcanzan los 3 o 4 dígitos.  En nuestra golpeada Venezuela ya no recordamos lo que es una inflación moderada porque tenemos muchos años galopando en los dos dígitos, e incluso hubo un año (1996), en que sufrimos un terrible 103%, récord histórico hasta ahora.

Durante la última década la tasa de inflación osciló todo el tiempo entre un 20% y un 30%, lo cual podría parecer “normal” dentro de una economía que no ha logrado dominar el crecimiento permanente de los precios desde mediados de los años setenta. Pero en 2013 cerró en un abultado 56,2%, cifra que, lejos de quedar atrás para la historia, aumentará aún más este año, toda vez que la inflación anualizada (últimos 12 meses) asciende a más de 60%, y en lo que va de 2014 ya acumula un pesado 23%. A estas cifras, que de por si son alarmantes y flagelantes a la vez, hay que añadirle el análisis de, al menos, dos factores que las convierten además en insólitas.

En primer lugar, hay que acotar que todo esto ocurre, paradójicamente, en medio de un control de precios que lleva más de una década. Este elemento hace de esta inflación un hecho más grave que el 80% alcanzado durante CAP II (1989) y el referido 103% de Caldera II, ya que en estos dos casos la inflación llegó a esos niveles como consecuencia de un programa de ajustes que, entre otras medidas, incluyó precisamente la remoción del control de precios. Es decir, la inflación subió sensiblemente porque se acababa de quitar el engañoso telón de los precios regulados, mientras que ahora sube aún con ellos.

El otro factor insólito es que el índice de precios del año pasado y el que va de este año han sido descaradamente maquillados por el BCV, y aún así tenemos la inflación más alta del mundo y la seguiremos teniendo. En 2013 se llegó al absurdo de publicar las cifras de diciembre y de todo el año antes de que ambos terminaran, lo cual es simplemente imposible, constituyendo tales cifras una burla al país. Desde esta tribuna no tenemos ninguna duda en afirmar que la inflación verdadera del año pasado superó el 60%. Y por otro lado, este año ya es norma la política del retardo en la publicación de las cifras oficiales del mes anterior. De hecho, apenas a mediados de junio se dio a conocer la inflación de abril, y con ella se publica la de mayo, lo cual es totalmente irregular, pero además, el descaro es tal, que la cifra de 5,7% del primer mes se repite para el segundo. La verdad es que el BCV ya perdió toda credibilidad.

Pero aquí no termina la tragedia, los economistas más respetados y serios proyectan que este año cerraremos en medio de una terrible recesión y con un índice de inflación que superará el 70%, lo cual significa que en realidad rondará el 100%, dado el elemento descrito anteriormente. Mientras, el gobierno aumenta todos los aranceles de importación a tasa SICAD II (Bs. 50/$), sigue emitiendo dinero inorgánico (sin respaldo), aumenta el gasto público no reproductivo y se endeuda con China por más de lo que tenemos en reservas internacionales. No obstante, le sigue echando la culpa cínicamente a los empresarios y a la supuesta “guerra económica”.

Venezuela se adentra en el peor de los mundos: la estanflación (estancamiento con inflación). Un golpe de timón podría salvarnos de la hecatombe económica, pero como el radicalismo rojo no va a rectificar, pareciera que estuviésemos condenados a hundirnos con el barco por culpa del Capitán y su tripulación. Sólo el pueblo organizado y una decidida y audaz dirigencia política puede provocar el cambio necesario.

cipriano.heredia@gmail.com

@CiprianoHeredia

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Desde Venezuela seguimos con atención cercanísima la vida colombiana. No nos queda al lado. Nos queda adentro. Aprendamos de su experiencia, tanto en lo que debemos procurar como en aquello que debemos evitar
Al final de una campaña electoral que ha sido muy dura, a veces inclemente, Juan Manuel Santos ha sido reelecto presidente de Colombia. Su discurso de victoria fue un llamado a la unidad nacional, la palabra madura y sensata de quien, por demócrata, entiende que ganar una elección no otorga un título de propiedad sobre el país.

Con cortesía democrática, el doctor Oscar Iván Zuluaga reconoció el triunfo de su rival, a lo cual correspondió calificándolo de gallardo el Primer Mandatario. Los resultados se dan de un modo rápido y confiable y puede ser muy enconada la lucha política, como lo fue en este caso, pero la tranquilidad llega temprano a la sociedad entera, sin zozobra. Qué importante.

“Todos unidos haremos la paz”, fueron las palabras de Santos al cerrar su mensaje de agradecimiento el domingo en la noche. ¡Que así sea! Como venezolanos no podemos desear otra cosa. La paz de esa nación vecina y hermana será siempre una buena noticia para Venezuela. La ruta por transitar hacia esa ansiada meta no es corta ni fácil. Pero recorrerla con éxito es la aspiración sentida en el alma por los colombianos. La fuerza de esa esperanza es la que ha producido el resultado de hoy, sirviendo de espacio de encuentro para votantes de muy distintas ideas y motivaciones, pero ninguna más fuerte, más poderosa, que el deseo de vivir en paz.

Si Colombia ha sabido crecer económicamente y progresar, sin una renta, cargando el peso terrible del conflicto que la desangra, uno puede suponer que sería como un cohete si se libra de él. Tal es nuestro deseo.

El Congreso a instalarse el 20 de julio tiene una correlación fragmentada que exigirá construir acuerdos. Eso tampoco será coser y cantar, luego de una campaña tan agria. Pero hay progresos que consolidar, y también temas que reclaman corrección. Procesar desacuerdos, generar entendimientos, buscar soluciones; para eso existe la política.

Desde Venezuela seguimos con atención cercanísima la vida colombiana. No nos queda al lado. Nos queda adentro. Aprendamos de su experiencia, tanto en lo que debemos procurar como en aquello que debemos evitar. El trabajo y la creatividad como bases del progreso, el respeto al derecho como marco de la convivencia; por otro lado, la violencia política y social como tragedia y lastre. Cada cambio allá debe motivar observación, reflexión y acción acá. Porque prepararnos para el futuro también es tarea común.

@aveledounidad
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Jorge-Giordani-

 

Me veo obligado por razones de conciencia a hacer público este documento, donde expongo una serie de consideraciones respecto al cumplimiento de mi deber como militante de la causa del socialismo y su relación con lo que han sido mis últimas actuaciones como servidor público. Habiendo sido Ministro por tanto tiempo es mi deber rendir cuentas al país.

Mi activa participación en la revolución bolivariana ha venido acompañada de periódicas publicaciones de resúmenes de las actividades y responsabilidades que asumí bajo el mandato del Presidente Chávez. Súmese a los constantes ejercicios de propuestas y evaluaciones que signaban la labor de los Ministros con nuestro Comandante. Al poner fin a mi participación Ministerial sumaré a mis testimonios escritos mencionados una exposición de las circunstancias en que se desempeñó mi trabajo desde la partida a la Habana del Comandante en su última crisis de salud hasta el día de hoy, donde paulatinamente se perfilaron los contornos de una nueva propuesta, en gestación, cuya matriz conceptual está por aclararse.

Simbología de una relación

Como primera consideración debo dejar sentado el camino recorrido de manera conjunta con el Comandante Chávez, desde el mismo momento en el cual nos conocimos en la Cárcel de Yare, el 26 de marzo de 1993. A tal efecto, narro en anexo, nuestro encuentro inicial y los sentimientos y respeto que me ligaron a esta persona que fue capaz de inmolarse por y para el pueblo venezolano. 1 A lo largo de esas casi dos décadas de permanente colaboración, como verdadero compañero de viaje, nos tocó un intenso vínculo de carácter ideológico, personal, y programático, reconociendo siempre en él las dotes de un conductor de pueblos, con posiciones desde las cuales pudimos compartir un trato de permanente respeto teniendo en cuenta las diferencias entre los dos modos de percibir la existencia humana, y la forma como debía o podía construirse un cambio social profundo y radical en Venezuela, orientado después que él lo declaró como camino y diseño de una sociedad socialista. Las diferencias que surgieron a lo largo del tiempo, primero con la despedida del gobierno por parte de mi persona luego del Golpe de Estado de abril del 2002, o con la renuncia que le presenté en diciembre de 2007 luego de una severa diferencia de concepto y comprensión de un grave problema que se venía confrontando; sin embargo, tales desencuentros no fueron nunca obstáculos para mantener vínculos de afecto, respeto y plena colaboración, reconociendo los roles que a cada quién le ha tocado en este proceso de los últimos veinte años, antes de su fallecimiento, el 5 de marzo de 2013.

Como líder de este proceso bolivariano, como compañero de viaje, como amigo, siempre primó entre nosotros la búsqueda de un mundo mejor, más justo para la mayoría del pueblo venezolano, y más allá de nuestras fronteras, el encontrarse con la utopía del sueño bolivariano, de la Patria Grande por la que dieron su esfuerzo y hasta la propia vida, como terminó inclusive con la del propio Comandante Chávez. Un estilo de colaboración que resultó prolijo en resultados, en el marco de nuestra permanente colaboración para la construcción del Proyecto Nacional ¨Simón Bolívar¨, fue la elaboración de propuestas tanto teóricas como prácticas, en el diseño de modelos y mapas, tácticos y estratégicos, que orientaran al pueblo venezolano en términos de programas y planes para concretar sus justos anhelos para su desarrollo. Allí están las muestras en cantidad de documentos públicos y otros que la historia se encargará de hacerlos conocer, que resultaron de la acción generosa de tantas personas, bajo la guía del Comandante Chávez y los aportes que se pudieron hacer en esa dirección programática. Documentos que tuvieron un primer importante encuentro en la llamada ¨Agenda Alternativa Bolivariana¨ presentada en julio de 1996, como un documento que permitió seguir elaborando posteriormente los programas de gobierno y los planes de la Nación, en un camino que concluyó en la elaboración última del Programa de la Patria, presentado al electorado con motivo de la candidatura para su reelección como Presidente de la República el 11 de junio del 2012.

A comienzo del año 2013 entregué al entonces Vicepresidente Maduro un documento preparado a pedido del Presidente Chávez, que planteaba lo acordado con él como programa de acción para el nuevo período presidencial. Se iniciaba con una síntesis de lo logrado y una estrategia de acción, la que copio:

¨Orientación de la política económica pública en el inicio de un nuevo período presidencial¨.

Una mirada hacia atrás nos permite identificar tres grandes objetivos que se propuso y logró nuestro proceso revolucionario.

  1. Sacar del estado de abandono a importantes grupos desprovistos de las herramientas para superar graves privaciones materiales, culturales, de participación que les aquejaban. No le pareció al Gobierno ético no movilizar y transferir recursos a esos grupos tantas veces postergados y tratar de satisfacerlos con promesas para el futuro.
  1. Desmontar la máquina de poder que tenían instalados los grupos externos e internos y que les habían permitido manejar a su favor el Estado y entre otros logros usufructuar en alta medida del excedente petrolero. Es posible ilustrarlo con la recuperación de PDVSA, de las concesiones petroleras, del Banco Central, del control del Comercio Exterior, de la tierra en poder del latifundio y de las comunicaciones públicas. Alinear a las FANB con los intereses populares y dotarlas de capacidad efectiva para defender los intereses del país frente a los intereses externos.
  1. Crear un aparato público que en lo productivo dominara sectores claves de la estructura productiva, tales como insumos básicos, exportaciones de minerales, puntos clave del abastecimiento popular. Fortalecer paulatinamente las capacidades del sector público en su función de planificación y ejecución de la inversión productiva, en el manejo de empresas públicas y la formulación y puesta en ejecución de programas y políticas públicas diseñadas para construir una nueva organización social.

 

El camino de desarmar y construir es arduo. La construcción del socialismo históricamente siempre ha constituido un desafío notable. En nuestro camino debimos enfrentar un Golpe de Estado, un sabotaje petrolero, y un ambiente externo hostil.

En este camino del proceso bolivariano era crucial superar el desafío del 7 de octubre de 2012, así como las elecciones del 16 de diciembre de ese mismo año. Se trataba de la consolidación del poder político como un objetivo esencial para la fortaleza de la revolución y para la apertura de una nueva etapa del proceso. La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad de la trasformación económica y social.

Cabe citar:

  1. Ingentes recursos dedicados a la Seguridad Social.
  2. Mejorar la calidad de vida de la mayoría de los venezolanos vía gastos del sector público.
  3. Importantes subvenciones a servicios públicos de primera necesidad (alimentación, electricidad, combustibles, agua, trasporte, bienes de consumo masivo, servicios de vivienda)
  4. Lograr el acceso a los recursos necesarios con un aumento sustancial del endeudamiento de PDVSA y endeudamiento interno del Gobierno Central, y con endeudamiento externo moderado.
  5. Mantener la tasa de cambio que favoreció las importaciones y redujo las exportaciones, ya limitadas de la economía privada.
  6. Subvención a empresas públicas con grandes déficits operacionales para velar en el corto plazo por el empleo y los salarios de quienes allí trabajan.

El Presidente nos ha llamado a revisar nuestra acción, superando ineficiencias, y haciendo los sacrificios que fueren necesarios para sentar el funcionamiento de la sociedad sobre bases sólidas. (Fin de la cita).

 

Pilares de la construcción del gobierno bolivariano durante el gobierno del Presidente Chávez.

Como uno de los pilares en la construcción del gobierno bolivariano, se encuentra la unión cívico militar, la cual se desarrolla de manera clara a partir de la explosión popular de febrero de 1989, donde el pueblo salió a la calle indefenso y fue masacrado, y las rebeliones militares de febrero y noviembre de 1992, donde jóvenes militares empuñaron las armas sin un apoyo popular. Fórmula esta que debe prevalecer en el tiempo, la unión del pueblo y de su Fuerza Armada, si no se quiere volver atrás en los tiempos de la Cuarta República. La confluencia entre un pueblo desarmado intentando hacer valer sus derechos y la organización armada del pueblo encapsulada durante tanto tiempo, el de la Cuarta República en los cuarteles, se ha venido modificando a lo largo de estas últimas décadas, posteriores al grito popular de febrero de 1989, y a las rebeliones militares de febrero y noviembre de 1992. Con esa unión que debe ser perdurable en el tiempo como condición necesaria, que junto al legado del Comandante Chávez, la generación de un liderazgo político colectivo que una a las bases del pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esa unión profesada, practicada y cultivada hasta la saciedad por el Comandante Chávez, debe mantenerse si se quiere preservar la independencia nacional, la lucha contra el imperialismo norteamericano y la conspiración de aquellos sectores súbditos de dicho imperio, y definitivamente por los sueños de conquistar la Patria Grande por los cuales lucharon y murieron nuestros Libertadores. El delicado equilibrio en la relación logrado por el Comandante Chávez y su talento de conductor le permitía hacer primar la convicción por pedagogía popular antes que la decisión autoritaria.

Otro elemento que ha funcionado como pilar soporte del gobierno bolivariano, ha sido la relación entre el Jefe de Gobierno y sus Ministros, imbuidos en una dinámica que ha tenido que pasar primero por un Golpe de Estado en abril del 2002, y un sabotaje petrolero posterior con ingentes pérdidas humanas y materiales, al tener que confrontar a una tecnocracia que manejaba el campo de los hidrocarburos como un Estado dentro del propio Estado, siendo ella la que ha acaparado una cuantía de recursos provenientes de la renta petrolera, calculada entre un 15 y un 17%, que en buena parte nadie produce y todos la quieren captar. Este pilar de la estructura económica nacional sigue siendo y lo será por un tiempo el factor que dirime el uso de la renta y su distribución que ha alcanzado un monto dedicado a la inversión social, calculado en unos 650 mil millones de dólares, para el período 1999-2013.

Un tercer elemento de esos pilares, lo constituye la permanente evaluación estratégica que se mantuvo con el Comandante Chávez, a lo largo de todo su gobierno en sus diferentes etapas y a distintos plazos. Combinar lo táctico y específico de las situaciones de gobierno, con la visión de mayor horizonte temporal fue una constante en las relaciones y análisis del gobierno bolivariano de quienes hemos trabajado al lado del Presidente Chávez, su involucramiento en la elaboración siempre fue estímulo para quienes debíamos satisfacer sus continuas exigencias y alcances. Bastaba observar su dedicación más que integral al trabajo, a la lectura, a la crítica, al proceso de innovación y creación, tanto que descuidó su salud para llegar a una entrega total y absoluta con el compromiso que había adquirido desde muy joven en sus tiempos de cadete o deportista a todo empeño. Nada importante escapaba a su interés y al intercambio de opiniones con sus Ministros y principales colaboradores. No pedía, exigía opiniones y propuestas, y como las comentaba.

Un cuarto elemento, se refiere a la corrección de los desajustes y lecciones de la experiencia que se consideraban a lo largo de estos 15 años de gobierno, con un lenguaje claro y sincero, ante el pueblo venezolano, el Comandante Chávez fue capaz de plantear de manera directa y descarnada los problemas y dificultades que se presentaban ante el país, la veracidad de sus posiciones, la crudeza de observar los momentos más difíciles, junto a la verificación del uso limitado de recursos ha permitido avanzar y consolidar el pago de la deuda social y la defensa de los derechos de los más necesitados de la población venezolana. Le acompañé en políticas difíciles y pude palpar su valentía para afrontar los desafíos, como fue por ejemplo la política del 2009-2012, que acomodó el gasto a los recursos petroleros. El Comandante Chávez no evadía, resolvía.

Como quinto pilar es necesario mencionar la preparación de la última campaña electoral del 7 de octubre, antes y después de la misma y lo que se estaba jugando con ella ante la arremetida de los grupos fascistas del país y sus aliados en el campo del gobierno norteamericano, quienes en el fondo no pueden permitir que este proceso político social tenga éxito y por tanto tratan de desestabilizarlo internamente, al unísono que buscan aislar al gobierno bolivariano a nivel mundial.

Finalmente, como último, pero no menos importante se encuentra el protagonismo profundo y verdadero del pueblo venezolano en las decisiones del gobierno, tal de confirmar la necesidad de alcanzar un radical proceso de transformación político, social, económico y cultural. Ante la crisis del capitalismo actual, debe adoptarse una estrategia todo menos que defensiva, lo cual terminaría por poner en riesgo el futuro de nuestro país.

La crisis de salud del Presidente Chávez

Los primeros síntomas de ruptura que han conducido a la situación actual, con la naturaleza y el estilo de la toma de decisiones se comenzaron a manifestar en la medida en que la salud del Presidente se vino haciendo cada vez más complicada, la ausencia de un contacto directo con su persona, y las permanentes mediaciones a través de algunos en particular hicieron cada vez más distante, la toma de decisiones, su contenido y el tiempo para ser llevadas a la práctica. Con la ausencia del Presidente Chávez y las escasas reuniones sustantivas del Consejo de Ministros me llevaron a la elaboración de una serie de documentos para alertar acerca del estado de las situaciones, el alcance de los problemas que se enfrentaban y las soluciones a tomar. Me tocó, durante su estadía en La Habana, elaborar y hacer llegar un documento al Presidente Chávez a raíz del aumento del endeudamiento del país en moneda extranjera, cuestión que positivamente fue tomado en consideración, paralizando un mecanismo perverso de obtención de recursos que venían dilapidados a través de un mecanismo para la obtención de divisas denominado como SITME. 2

Un segundo documento se preparó como resultado de la única reunión que se pudo realizar con el Presidente Chávez como Consejo de Ministros el 20 de octubre de 2012. 3 Como reflejo de los planteamientos del Presidente Chávez y como un cierre del ciclo anterior, presenté un documento que no fue posible entregárselo directamente a él luego del dramático anuncio del recrudecimiento de su enfermedad y la necesidad de someterse a una nueva operación en La Habana, dicho documento se lo entregue a Nicolás Maduro, el 9 de enero de 2013, haciéndole ver la necesidad de asumir la gravedad de la situación planteada y las medidas que se estaban considerando luego del triunfo electoral del 7 de octubre del 2012. Los párrafos citados anteriormente corresponden a las dos primeras páginas de ese documento. 4

Con la entrega del anterior documento a Nicolás Maduro, para la fecha en sus funciones de VicePresidente Ejecutivo y nominado por el Comandante Chávez en las circunstancias que pudieran ocurrir como candidato a sustituirlo, comenzaron a observarse modificaciones en cuanto a la direccionalidad del proceso bolivariano, a la viabilidad económica financiera inmediata por efecto de la creciente dependencia de los ingresos petroleros, el crecimiento de las obligaciones del gobierno en términos del aumento de la burocracia y los justos compromisos para atender a los pensionados y jubilados, la imposibilidad de seguir manteniendo niveles de inflación que para la fecha aún se mantenía por debajo del 20%, tendencia sobre la cual debían tomarse medidas, el problema estructural de la agricultura y la electricidad, de los precios relativos y las relaciones entre crecimiento e inflación.

Se planteó a su vez la necesidad de construir un liderazgo político colectivo para hacerle frente a la relativa ausencia del Presidente Chávez y sus preocupantes condiciones de salud, ya anunciadas por él mismo en su alocución del 8 de diciembre. La urgencia de una mayor y más profunda articulación del sector militar con el pueblo venezolano, el peligro de tratar de imitar el comportamiento del Comandante Chávez en cuanto a la política comunicacional, el desconocimiento del hecho económico sobrepuesto a la voluntad política, las decisiones inconsultas con el equipo económico financiero que tendían a crear un nuevo estilo de gobierno, la injerencia de una asesoría francesa que nada tenía que ver con la situación que vivía el país, las nominaciones realizadas en CADIVI cambiando las medidas anteriormente sugeridas en reuniones a tal efecto, el tratar de modificar el proceso de subasta que estaba en curso sin un fundamento racional, la delegación de la responsabilidad de lo económico antes de la fecha de las elecciones del 14 de abril luego del lamentable fallecimiento del Presidente Chávez el 5 de marzo de 2013.

Todo ello vino precedido por la solicitud de un documento pedido por el Comandante Chávez en su lecho de enfermo que se pudo terminar en un borrador el día 2 de marzo de 2013, documento que fue discutido con Nicolás Maduro y un equipo de Ministros y que le fuera entregado en fecha del 2 de marzo de 2013. 5 Este documento por supuesto, no pudo conocerlo el Comandante Chávez, tanto por el progresivo empeoramiento de sus condiciones de salud, como por el tiempo que tuvo su elaboración, quedando el documento en cuestión, como un referente para la acción de gobierno una vez que se procediese a las nuevas elecciones presidenciales que se dieron el 14 de abril de 2013. Lamentablemente las cosas fueron tomando un nuevo rumbo con la desaparición física del Comandante Chávez y el comportamiento de las instituciones que se encontraban bajo su control como PDVSA y el BCV, comenzaron a aparecer signos de independencia que se agravaban con la caída de los aportes al fisco fruto del actuar independiente del gobierno central de PDVSA guiada por sus intereses y problemas particulares, al unísono que se tomaban decisiones de gasto público ajenas a un control presupuestario. Cuestiones estas que fueron agravando la situación financiera del país sometido a una campaña desestabilizadora en lo interno y de aislamiento en lo externo.

Con la campaña electoral en plena ejecución desarrollada se empezaron a notar elementos muy diferentes a la solidez del liderazgo del Presidente Chávez, mostrando debilidades y diferencias notables en cuanto a su ejecución, los resultados obtenidos favorables al proceso bolivariano, sin embargo no fueron sometidos a un severo y crítico análisis ni por parte del gobierno, ni tampoco por las organizaciones políticas y sociales que acompañaron la solicitud de apoyo a Nicolás Maduro. Esta actitud acrítica en una situación política cada vez más complicada, enfrentando a una oposición política de neto carácter fascistoide, con notable injerencia de factores ajenos al proceso bolivariano que se venía construyendo, no han hecho más que profundizar los ataques a dirigentes revolucionarios, incluyendo la misma figura del Presidente electo quién ha sido sometido a una campaña de descrédito personal y político. Todo ello como parte de la grave coyuntura que vive Venezuela después de la desaparición física del Comandante Chávez, sin duda difícilmente reemplazable y menos aún de ser copiada en su estilo por la originalidad y entrega al pueblo venezolano. La preservación y desarrollo del ¨legado de Chávez¨ se presenta como un patrimonio del proceso de cambio y construcción de una sociedad socialista para Venezuela, dicho legado no puede ser confiscado a nombre del propio Chávez ni pretender ser el actual Presidente su único destinatario y delegado.

Distanciamiento en las relaciones con el nuevo Presidente

El distanciamiento de las relaciones con el Presidente electo Nicolás Maduro, comenzó en primer lugar con mi reclamo por la interferencia de unos asesores franceses en la operación del Ministerio de Planificación y Finanzas. 6 En el documento denominado ¨Contraofensiva económica¨ y en otros se documenta de manera detallada la crisis que produjo la subasta de divisas dentro del proceso de la creación del Organo Superior de Administración de Divisas. La actitud por demás absurda por el candidato en ese momento a la Presidencia de la República marcó el sentido de una incomprensión del hecho económico, agobiado tal vez por el avance de la campaña electoral previa al 14 de abril y la grave decisión de desvincularse de la dirección de la economía nacional, la cual estaba atravesando momentos difíciles y de alta complejidad. Todo ello me llevó a escribir una ¨Carta abierta¨ redactada pocos días antes de las elecciones del 14 de abril, 7 cuyo texto fue conocido por algunas pocas personas a quienes alertaba sobre la gravedad de la situación económica y política del país y sus consecuencias en plazos breves, tales como el desabastecimiento. Luego en las elecciones el pueblo venezolano honró el pedido del Presidente al nominarlo como posible candidato si alguna causa desavenida pudiese ocurrir. El pueblo venezolano igualmente acudió a cumplir de manera disciplinada la petición formulada por su líder indiscutible.

Nuevas responsabilidades

El Presidente Nicolás Maduro en acto celebrado en el Teatro ¨Teresa Carreño¨ anunció su nuevo equipo de gobierno el día 22 de abril del 2013, en dicho grupo definió mi participación como Ministro de Planificación y VicePresidente de Planificación Estratégica. Nuevas responsabilidades con viejos temas, ahora en una coyuntura cuanto más compleja y complicada. El nombramiento recibido significa una gran responsabilidad a través de la cual se podría poner al día el fruto y las lecciones de la experiencia que se ha tenido desde el 2 de febrero de 1999, cuando se inició el gobierno bolivariano con el Comandante Chávez, a tal efecto se preparó un documento que contiene una conceptualización de la actividad de planificación, 8 en el contexto del Estado venezolano en su fase actual de desarrollo, bajo la perspectiva de una sociedad que tiene como norte el socialismo. Se considera a la planificación como una actividad transustanciadora, que debe contribuir como mecanismo ex ante a la ordenación y racionalización de la sociedad venezolana. Modelo de acumulación, definido en cinco aspectos: el primero la modificación de la base productiva del país buscando una mayor democratización del poder económico. Segundo, El cambio en el rol del Estado, para lograr que el proceso acumulativo se oriente a la satisfacción de las necesidades básicas de la población y a la defensa de la soberanía. Tercero, la incorporación de mecanismos de autogestión productiva a nivel colectivo. Cuarto, La utilización de una planificación democrática como mecanismo regulador de las relaciones productivas, y Quinto, La ubicación autónoma del país frente a la internacionalización del sistema capitalista. Y cuanto al modelo de desarrollo, alcanzar una revolución política ligada al establecimiento de nuevas relaciones de poder que defienda los intereses de los sectores populares y los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, tal de establecer un nuevo bloque hegemónico. 9

Con el inicio de la nueva responsabilidad se comenzaron a elaborar una serie de tesis en diferentes aspectos importantes de la realidad actual y futura del país, tales como: las exportaciones, el sector eléctrico, el sector manufactura, la creación del Banco del Sur, los resultados de la primera subasta del SICAD, el balance energético, la política de endeudamiento, la cooperación internacional, los servicios públicos, la producción agroalimentaria, las reservas internacionales, una propuesta estratégica para MERCOSUR, las metas y proyectos del II Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, propuestas todas estas y recomendaciones que simplemente fueron diferidas en respuesta escrita del Presidente a pesar de la urgencia e importancia de muchas de ellas.

Adicionalmente, se incorporaron las actividades de muchos Ministerios como forma de materializar la actividad transustanciadora de la planificación como demostración palpable del contenido que se le quiere dar a la actividad, lo cual fue siempre una actividad realizada con la participación del propio Presidente Chávez, quién las estudiaba, las analizaba y al final tomaba las decisiones que eran pertinentes.

Manejo de la gestión de gobierno

Desde que el Presidente Maduro asumió el cargo pronto anunció el nuevo conjunto de medidas en el área económica. Si bien el acto con mayor impacto político mediático pareció ser la devaluación, el resto de los anuncios, un aluvión de gastos, me hizo dudar acerca de la medida en que se había aceptado el estructurado conjunto que yo le había presentado. En este ambiente confuso, una de mis preocupaciones centrales fue el avanzar en la dirección de ajuste a un nuevo escenario marcado por el incremento nuclear de la eficiencia y lucha a la corrupción tan claramente anunciado por el presidente Chávez antes y después de su elección.

Dos frentes ocuparon mi preocupación. El primero atacar la corrupción frenándola por un nuevo control de los grandes fondos del Estado. El segundo introduciendo nuevos mecanismos de manejo en el gasto público que le permitieran retornar a causes sostenibles en el tiempo.

Para el primer frente me fue posible avanzar en la propuesta de dos medidas asociadas a un gran fondo del país, marcado por la opinión de los agentes del Comercio exterior como un foco de corrupción: el CADIVI y su mecanismo asociado el SITME. Nicolás Maduro acogió en ese ámbito una de las 2 medidas que le propuse. La creación de un Comité que aprobaría los permisos de uso de divisas a los precios privilegiados que el Estado otorgaba para las importaciones básicas para la economía y el reemplazo del SITME por el SICAD. La segunda consistente en mi nombramiento como la autoridad del CADIVI, para aprovechar el peso del Ministro de Planificación y Finanzas, en la instauración de un funcionamiento transparente. Medida esta que él no aceptó. Prefirió una dispersión del mando.

Una potencial nueva actitud en los nombramientos ni siquiera tuve oportunidad de planteársela al Presidente. Se trataba de efectuar los nombramientos de dirección en los grandes fondos financieros del Gobierno,   (FONDEN, Fondo Chino, Tesorería, Bco. Exterior, BIV), teniendo presente la necesidad de romper con la percepción de corrupción en el manejo de esos fondos. Me parecía necesario hacer un recuento de figuras de la   revolución que el país considerara símbolos de lo impecable en el manejo de fondos públicos . No era necesario ni juzgar ni vetar a otros candidatos. Era partir por lo positivo y sano.

En el segundo frente la propuesta de una reducción del gasto público real que acogiera las prioridades de defensa del poder de compra de los grupos más vulnerables y la corrección de derroches y corrupciones, por la vía de una medida de asignación del gasto público que se otorgaría crecientemente contra un calendario de gastos acompañado de indicadores de éxito que facilitarían una expansión gradual y un freno a los gastos que no cumplieran con sus compromisos de logros. En esta área no solo no se aprobó lo propuesto, sino que se inició una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos diseñados, y con el agravante de los gastos aprobados por el ¨Gobierno de calle¨, decididos sin estudio previo, improvisados de hecho. La suma de estos gastos no se ha presentado como un todo, salvo la necesidad de que la Asamblea Nacional aprobara una maciza ampliación del presupuesto público.

El recuento presentado debe interpretarse como un intento de revivir en el ámbito de los que hemos participado en el proceso de la revolución bolivariana los mecanismos de confrontación de ideas y trabajo conjunto bajo una dirección respetada por todos. Es también una forma de crítica a la situación actual, identificando la medida en que se aparta de lo construido en los 20 años previos.

Resulta doloroso y alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo, y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los planteamientos como los formulaba el Comandante Chávez, y en el otorgamiento de recursos masivos a todos quienes lo solicitan sin un programa fiscal encuadrado en una planificación socialista que le de consistencia a las actividades solicitantes. A la vez la política frente a los agentes privados es al menos confusa y las presiones de esos agentes parecen abrir camino a la reinstalación de mecanismos financieros capitalistas que satisfagan los intentos de recapturar excedente petrolero por la vía financiera. A la luz de estos hechos surge una clara sensación de vacío de poder en la Presidencia de la República, y concentración en otros centros de poder, destruyendo la tarea de instituciones como el Ministerio de Finanzas y el Banco Central, y dando por hecho consumado la independencia de PDVSA del poder central.

En particular, los desafíos que genera el apetito externo, y en particular de quienes pugnan por ganar terreno en la explotación del petróleo y en la expansión de la capacidad productiva del sector, esta última el negocio de mayor magnitud en la historia del país, y en los empréstitos en que se embarcara PDVSA, no se pueden enfrentar con una empresa pública autónoma, ni con una política externa no meditada y consensuada en el seno de las instituciones políticas bolivarianas.

Otro tanto sucede con los desafíos políticos internos, donde un esfuerzo disperso y dispendioso en recursos no parece ser la mejor forma de enfrentar a una oposición crecientemente articulada con los enemigos externos. La improvisación de cuadros sin experiencia y designaciones poco adecuadas para el manejo de los grandes fondos del Estado pone en jaque la unidad de los cuadros bolivarianos.

Finalmente, en términos de la elaboración de algunos documentos debemos mencionar entre ellos, algunos solicitados por el propio Presidente Nicolás Maduro, el primero relativo al Mapa Estratégico Internacional 10 el cual fue entregado en su oportunidad al Canciller de la República, Elías Jaua Milano para su consideración y análisis. El segundo documento se refiere al análisis estructural de la economía nacional, con el nombre de ¨Elementos para la construcción de una Agenda Productiva Socialista Bolivariana¨. 11 Adicionalmente, se elaboró un documento sobre la coyuntura económica actual denominado ¨Propuestas para la coyuntura económica 2014¨, 12 material que fue entregado al Presidente de la República y algunos Ministros, y luego consignado ante la Comisión Central de Planificación. Estos últimos documentos son propuestas acerca de la política económica de corto plazo, como la de mediano plazo relacionadas con la ejecución del Plan de la Patria 2013-2019. En el caso del Mapa Internacional, se sigue aplicando aquellos trabajos que se iniciaron en Yare y que continuaron en conjunto con el Comandante Chávez, luego de la salida de ese recinto el 26 de marzo de 1994.

Antes de concluir con este testimonio y al asumir las responsabilidades ante la historia de este país, las cuales nunca he evadido, ni evadiré jamás, quiero reafirmar que continuaré luchando por la independencia de Venezuela y la del continente latinoamericano y caribeño, con la misma constancia que lo he hecho desde que decidí empuñar las armas contra la dictadura oprobiosa de Trujillo, siendo aún estudiante de ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, en 1959, y en ese territorio donde nací, San Francisco de Macorís, lugar donde llegaron mis padres y mi hermano al salir de un campo de concentración en Francia, como exilados, luego de haber participado mi padre como digno miembro de la Brigada Internacional ¨Garibaldi¨, allá en territorio ibérico defendiendo los ideales de la República Española.

Opto de esta manera, por seguir asumiendo responsabilidades en mi existencia, como lo he hecho siempre, dejando este testimonio personal, pero lo que no puedo hacer es ser partícipe de otras circunstancias y decisiones en las cuales no se actuó de acuerdo a mi conciencia y a la de mis más profundas convicciones. Luego de la muerte del Comandante Chávez, como se expresa en esta nota, decidí seguir colaborando en el gobierno, en el lugar que se me asignó, poniendo siempre por escrito a la dirección política del proceso, no solo mis discrepancias, sino también propuestas concretas, que ni siquiera fueron comentadas, pero que son hoy aval de mi comportamiento y mi lealtad a la revolución. En estas circunstancias prefiero apegarme a la frase atribuida al gran escritor universal José Saramago, ¨ mientras más viejo más libre, y mientras más libre más radical¨.

 

Aporrea

¿Salida de Giordani o antesala a nuevas medidas económicas? 

Escuche a los economistas Ronald Balza y Luis Oliveros con Eduardo Rodríguez Giolitti

OEA2

Se celebró, recién, el 44º Período de Sesiones Ordinarias de la Asamblea General de la OEA, en Asunción. Pasó sin pena ni gloria, como suerte de rezo profano entre espíritus agonizantes.

A la luz de dos declaraciones de su secretario general, José Miguel Insulza, y tres resoluciones adoptadas por dicha Asamblea, no obstante subrayo, otra vez y a disgusto, la doble moral que anida ésta y la desnuda como templo de la ignominia. Lejos quedan las luces de 1826 y 1948, que le dieran su fundamento al eje de la seguridad democrática, del Estado de Derecho, y de la garantía de los derechos humanos que fuera la OEA.

Ante la prisión ilegal, en cárcel militar, que Nicolás Maduro ordena imponerle a Leopoldo López por el delito de practicar la democracia: manifestar y reunirse pacíficamente en espacios públicos y demandar la renuncia de aquél antes de que sus funcionarios asesinen a dos estudiantes el pasado 12 de febrero, interpelado al respecto dice Insulza que nada puede hacer. Nada tiene que decir.

No obstante, desde Paraguay, la OEA insta a sus Estados miembros -a la manera de un ruego taimado para que dicten medidas a objeto de que las personas privadas de libertad cuenten con «acceso a la justicia, la cual debe ser pronta y efectiva» y «limitar la aplicación de la prisión preventiva a situaciones eminentemente excepcionales, sujetas a los principios de legalidad, presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad, y considerar la reglamentación y uso de medidas cautelares no privativas de la libertad».

A la sazón, junto al miedo conveniente que le suscita opinar acerca de toda cuestión que irrite al gobierno de Caracas, a pocas horas de distancia el «diente roto» de Insulza -que recrea el personaje de Pedro Emilio Coll- se lanza a las aguas profundas de la política colombiana. Interviene, aquí sí, con desenfado. Afirma compartir la iniciativa «histórica» del presidente Juan Manuel Santos, quien promete negociar la paz también con los «elenos», los narco-guerrilleros miembros del Ejército de Liberación Nacional, siendo que tal anuncio tiene propósitos manifiestamente electorales.

En contrapartida, según el texto de la resolución que lleva ante la Asamblea de Paraguay, relativa al seguimiento de la Carta Democrática Interamericana, el Secretario de la OEA se encarga de encadenar a la democracia. Le resta sus tintas. Reedita, desde sus primeros párrafos y en forma categórica, la doctrina de su compatriota, el dictador Augusto Pinochet, para quien la soberanía nacional y el principio de la No intervención están por encima de la dignidad de la persona humana.

Derechos humanos

La prisión de López hace parte, cabe decirlo, del conjunto de violaciones masivas y sistemáticas de derechos humanos que comprometen las responsabilidades internacionales del triunvirato venezolano: Maduro, Diosdado Cabello, y Luisa Ortega Díaz.

Pero Insulza, con sangre de lagarto, distante, a la vez que calla y obvia ante el desgarramiento profundo que sufre Venezuela, en suelo guaraní habla del «derecho a la verdad». Solo allí.

En el auditorio de los gobiernos a quienes sirve con lealtad cortesana y más allá de sus obligaciones para con el Bien Común hemisférico, reconoce «la importancia de respetar y garantizar el derecho a la verdad que le asiste a las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos… , así como a sus familias y a la sociedad en su conjunto, de conocer la verdad sobre tales violaciones de la manera más completa posible, en particular, la identidad de los autores, las causas, los hechos y las circunstancias en que se produjeron, … «.

El dualismo ético que afecta a la OEA y su Secretario puede inscribirse o explicarse, no lo dudo, en esa transición global que describe Jürgen Habermas en su diálogo con el cardenal Joseph Ratzinger -Papa Emérito- y dice bien sobre el desencanto actual de los ciudadanos con el Estado y las organizaciones internacionales.

Observando la pérdida del sentido de la solidaridad ciudadana y el avance de las personas hacia mónadas o cavernas aisladas, extrañas a las «patrias de bandera», advierte Jürgen Habermas sobre la urgencia de un nuevo consenso social que, como en 1945, llegue animado por la común indignación que deben provocar las violaciones masivas de derechos humanos.

La validez de tal contexto y su razonabilidad, sin embargo, no excusan sino que acusan el comportamiento de José Miguel Insulza, en una hora crucial que demanda de coraje y compromiso. Mas creo, como Lacroix, que el optimismo de la voluntad triunfará sobre el pesimismo de la inteligencia, y nuestra generación, apoyando a la sucesiva, logrará revertir los efectos de la desintegración social y política que hoy muestra el Continente.

@asdrubalaguiar

El Universal