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Economía

“Este año ni de broma ahorro en bolívares” por Henkel García

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Esta expresión le debe pasar por la cabeza a más de un venezolano, de los pocos que tienen capacidad de ahorro. El pensamiento está más justificado cuando vemos que la brecha entre lo que nos pagan los bancos y la tasa de inflación se hace cada vez más grande.

Hace unos meses atrás abordamos el tema del ahorro en Bs, en un artículo titulado “Quiero ahorrar en bolívares… pero sin perder”. En 2013 estamos sufriendo una inflación que se acelera más y más. Sólo en mayo el BCV reportó que el incremento de la canasta de bienes y servicios que sigue fue de 6%, dejando la inflación interanual (últimos 12 meses) en 35,2%. Mientras tanto las tasas de depósitos de ahorro siguen estables en 12,5%.

Con los números de inflación y tasas pasivas que les menciono, la pérdida de poder de compra de nuestros ahorros está alrededor de 16%. Es decir, de mantenerse  la situación actual durante un año, entonces dentro de 365 días nuestros ahorros comprarían 16% menos de lo que comprarían ahora. Y lo que es peor, la perspectiva es que la inflación se acelere más, superando el 40% anual y en ese caso la caída de poder de compra de los ahorros sería aun mayor, superior al 20%.

Esto ya lo hemos vivido, llevamos décadas viviéndolo, pero este año el efecto negativo en los ahorros, debido a la brecha que les comento, será el peor de los últimos 10 años. Ahorrar en bolívares no será “negocio” y será completamente normal observar una serie de estrategias defensivas por parte del ciudadano.

En 2013 el venezolano verá aumentar su sed de ahorro en divisas, aquellos que no puedan ahorrar en divisas buscarán realizar gastos, muchas veces no tan necesarios, para que sus bolívares no pierdan poder de compra con el tiempo. Los bolívares serán una papa caliente, de la que será muy difícil deshacerse en medio de un control de cambio.

Son pocas las alternativas que tenemos para protegernos de la inflación. Tener una vivienda secundaria no es una opción debido a las invasiones, comprar vehículos se hace cada vez más difícil, remodelar nuestra vivienda es otra tarea que se hace compleja por la gravedad en el abastecimiento en los productos de la construcción, y así sucesivamente. Los venezolanos estamos expuestos y vulnerables producto de años de políticas erradas que terminan atándonos de manos ante una economía que se nos torna hostil.

Por último, es sensato alertar sobre la posible formación de una burbuja en activos reales como carros y bienes inmobiliarios, la cual podría verse propiciada por tasas activas reales negativas. Es decir, así como ahorrar en bolívares es negocio, muchos verán como buena idea endeudarse en bolívares para invertirlos en activos que se revaloricen al mismo ritmo de la inflación (y a mayor ritmo que la tasa que se paga por el crédito solicitado). Esta práctica puede que sea una alternativa atractiva en el corto plazo, pero tendremos que estar pendientes de la formación de burbujas en el mediano plazo.

La inflación es uno de los problemas recurrentes en la economía venezolana, y es la raíz de muchas de las distorsiones que hoy vivimos. Dominarla ha sido una tarea fallida para los distintos gobiernos, incluyendo éste. Como les comenté en el artículo anterior, creo que este azote nos acompañará de manera muy dañina  por lo menos este año y el próximo.

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia

Escasez, Inflación y Racionamiento: Comunismo a la cubana por Alexander Guerrero

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El Presidente exhibe una recurrente batalla contra la verdad. El político se sirve de la demagogia, también es cierto que ciertos prejuicios republicanos marcan la distancia entre aquella y la mentira, sobre todo, cuando a esta última se le utiliza recurrentemente para justificar lo injustificable. Maduro rompe esos límites, corre el riesgo y queda descolgado fuera de lugar como en el football. Maduro dijo que la inflación es por “sobrecalentamiento del consumo”, y lo dijo sin parpadear, sabiendo que ello no es cierto. Expliquemos.

El Presidente entre la mentira y la responsabilidad

La economía comenzó su desaceleración en camino a una severa contracción en el último trimestre del 2012, cuando se encontraron la crisis de balanza de pagos y la crisis fiscal. En Venezuela si escasean los dólares, escasean los bolívares, los gobiernos compensan los últimos imponiendo al BCV a imprimir todo lo que el fisco requerirá, el mecanismo monetario utiliza el by pass de PDVSA para financiar el déficit fiscal, en la calle el impacto es inflación, lo que sumado al control de cambio y a la escasez de dólares se produce esa simbiosis de inflación con escasez.

El Presidente debe saberlo, o lo esconde y miente, o sus ministros le mienten; aunque también es probable que en el gobierno exista un serio problema de conocimiento e información dado que el mantra de los ministros y asesores es el marxismo, y este no puede explicar ni la inflación ni la escasez, por el contrario, lo promueve y justifica. A Maduro o no le explicaron o le escondieron que la economía entre el último trimestre del 2012 y el 1er trimestre del 2013 es una brutal desaceleración de 5.5 puntos porcentuales, la contracción comienza a mostrarse.

En ese entorno, de fuerte desaceleración y contracción, no es materialmente posible un “sobrecalentamiento del consumo”, todo lo contrario a lo dicho por el Presidente, la inflación y la escasez, y la contracción imponen una caída en el consumo y en la inversión, y un crecimiento del desempleo, lo contrario a lo que él dijo, el país se hunde en una contracción severa.

En un régimen de libre mercado, no hay ni escasez ni inflación

Cuando un gobierno controla precios inmoviliza los mercados y detiene el proceso de creación de riqueza y conocimiento requerido para que los consumidores y quienes ofrecen, productores y comerciantes, cooperen distribuyendo a través de los precios la riqueza producida.  En un sistema de precios libres, el incremento de estos indican una caída de la oferta o un aumento de la demanda, independientemente que el consumidor conozca la causa de ese incremento en el precio, su comportamiento transmite la idea –conocimiento- que la demanda (en este nuevo precio, más alto) caerá irremediablemente. Los consumidores que continúan adquiriendo ese bien a precios más altos, le están dando al bien mayor utilidad marginal. Esto de inmediato induce a una corrección natural del mercado, es lo que se denomina cataléctica, o economía!

Cataléctica es la teoría praxeológica que explica la manera como el sistema de libre mercado forma las relaciones de intercambio y los precios a los cuales esas transacciones se efectúan. Su objetivo es conocer a través del cálculo monetario y la formación de los precios el punto en el cual un agente realiza sus opciones en el mercado. Explica los precios tal como son y no como deberían ser. Las leyes de la cataléctica no son juicios de valor, sino que son postulados objetivos y de validez universal; es decir, el orden provocado por el ajuste mutuo de muchas economías individuales en un mercado..

En régimen de precios controlados: escasez, racionamiento con inflación

Por el contrario, en un régimen de precios regulados, estos son establecidos por el gobierno, las señales que emiten y envían los precios ya no son confiables, los consumidores y productores pierden los caminos de sus acuerdos, equilibrios. La reacción de la demanda y la oferta ya no se relacionan bajo su natural lógica. En razón de ello, se forman fuertes desequilibrios entre oferta y demanda causando de inmediato escases, –o sobreproducción y derroche de recursos– interrumpiendo el proceso de creación de conocimiento que es fundamental para que consumidores sean agentes vivos en la creación de los precios.

En esas condiciones se establece un régimen artificial incapaz de producir u ofrecer bienes suficientes a la demanda. El fenómeno económico creado por reacción de los agentes es lo que conocemos como escasez, y si este se hace sistemático, lo que estaría en ejercicio es un mecanismo de racionamiento, que el gobernante presupone, es la administración ordenada de la escasez; los regímenes comunistas ignoran esto, y convierten la escasez en racionamiento sistémico. La gente ya no investiga ni sale al mercado, simplemente espera a que el agente que raciona, el gobierno, avise y comunique la disponibilidad del bien, pero en condiciones de control y racionamiento.

La escasez y el racionamiento de hoy

Cuando Chávez impuso el control de cambio en Febrero del 2003, afirmo sin complejos, “el control de cambio y los controles de precios son políticos”, con ello eliminó el sentido de provisionalidad de los controles, los que en la historia económica contemporánea, Venezuela conoce. El venezolano común, el empresario, propios y extraños, no tomaron esas palabras en serio. En esos días, opinábamos y escribíamos que la agenda del socialismo que Chávez había proclamado, traía los controles de cambio y precios, incluida las tasas de interés. Tomo diez años para que la gente terminara aceptándolo y con resignación, esperando solo el término del gobierno, para retornar la senda de la normalidad económica.

La Asamblea Nacional –la fábrica de leyes de la revolución– comenzó a legislar sobre cada sector de la actividad economía, leyes, decretos leyes,  fueron rápidamente escritas y aprobadas, la economía terminaría al cabo de algunos años, totalmente maniatada, los mecanismos de formación de precios, penalizados, el ejercicio libre de la economía terminaría regulado por leyes de naturaleza penal. Así los controles administrativos, pasaron a ser administrados por leyes y decretos, con lo cual se le introducía a la actividad económica privada grandes restricciones.

Descapitalización del sector agrícola y agroindustrial

La Ley de Tierras, por ejemplo, es la guadaña con que se decapita el sector privado en el campo, ganaderos y agricultores se han descapitalizado considerablemente, el número de vacuno en pie se ha reducido en casi un 40%, la agroindustria ha sido sacrificada por el gobierno con el ingreso al Mercosur; el Estado venezolano (PDVSA y asociados)  son los únicos importadores de productos agroindustriales y materias primas para la agroindustria por volúmenes superiores a los 3500 Millones de dólares. Decenas de acuerdos bilaterales con países del Caribe, el gobierno canjea petróleo por vitualla agropecuaria, pollos, leguminosas, aceites, para abastecer los mercados de PDVSA y asociados. Todos esto se ha administrado con un curioso concepto de “soberanía alimentaria”, el cual, se entiende finalmente como unos mecanismos administrado por el gobierno para “independizar” del productor privado venezolano la dieta alimentaria del venezolano. Un ejemplo para ilustrar el comportamiento del gobierno comunista venezolano. República Dominicana canjea petróleo por caraotas, estas son compradas por el gobierno dominicano en Asia, para enviárselas a Venezuela a cambio de petróleo. Con esta operación, el gobierno empobreció a pequeños y medianos productores de caraotas y otras leguminosas.

El resultado neto de estas políticas de estatización de vastos sectores agrícolas y agroindustriales, en conjunto con cadenas distributivas, abastecidas por productos importados, afectando, no por intermedio de esquemas competitivos en procura de mejores precios para el consumidor, sino forzando la descapitalización, desinversión y cierre de empresas del sector. Fenómeno que solo han podido resistir algunos grandes, Polar entre ellos. Todos esos volúmenes de alimentos procesados, materias primas, y productos agroindustriales  provenientes de Mercosur, de socios  de PDVSA en el Caribe y América Central, así como otras regiones, son adquiridas con divisas o con petróleo, que para los efectos de PDVSA es lo mismo.

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Un gobierno metido a empresario quebrado

Imaginémonos, entonces como operaria esa extravagancia estetizante en la importación de alimentos, materias primas, etc., en condiciones de una crisis de balanza de pagos por caída no solo de las exportaciones de petróleo, sino por la caída del ingreso petróleo y valores de exportación. A ese efecto agregamos la crisis fiscal consecuentemente producida por caída del ingreso fiscal petrolero; por las mismas razones que determinan el menor ingreso de divisas. Ambas crisis de pagos, la de balanza de pagos por brusca caída de reservas internacionales –menos ingreso de petrodólares- y la fiscal, desde hace varios trimestres gobierno y BCV entraron en la ecuación fiscal financiando el déficit fiscal, el efecto neto inflacionario de ese mecanismo de financiamiento inflacionario del déficit fiscal está a la vista, la inflación promedio anual esperada estaría en el 45-50%. La caída en las reservas internacionales colapsó a CADIVI, y a las vías alternas para la adquisición de divisas a precios mayores que la tasa de cambio oficial, el fiasco de las subastas del SICAD, y la explosión del dólar off shore del llamado mercado paralelo.

El impacto neto de esa crisis de pagos no se hizo esperar y se expresa crudamente en escasez severa de alimentos, medicinas, bienes diversos, y en deficiencias en servicios públicos –electricidad y otros. El gobierno quedó literalmente limpio en divisas, –crisis de balanza de pagos por drenaje de reservas internacionales– la escasez escaló, lo que obligó a Maduro a viajar al Mercosur en un curioso viaje de “búsqueda de comida” pero con la chequera sin fondo, como la había dejado Chávez.

La escasez: sin dólares, no hay remedio. Salida ? La hiperinflación y la calle

En un entorno político y social que se fue tornando violento, comenzando por la violencia del gobierno que trae a los militares a las calles, por temor de disturbios sociales y como instrumento del miedo al país que aun cuestiona la legitimidad de Maduro. La situación política es realmente precaria, cruzada con escasez e inflación, y entrando en un umbral hiperinflacionario, el gobierno no parece darse cuenta que su piso político se ha fundido. Escasez, inflación, desempleo y contracción económica, no son fenómenos que garantizan estabilidad política, todo lo contrario, la tormenta perfecta. El gobierno en los hechos se deshace en medio de ineficiencias en servicios públicos, electricidad, en corrupción, y en su rol de empresario del sector que produce y mercadea alimentos y materias primas de origen agropecuario.

Esta situación de escasez, sintetizada en inflación, crisis de pagos, ha limitado severamente el acceso a los mercados de deuda, dada las continuas negativas calificaciones de riesgo que han encarecido los costos financieros a Venezuela, a niveles que luce financieramente criminal emitir títulos de deuda en esas condiciones. Ello desde luego limita la acción de gobierno; fenómeno, el cual el gobierno no pareciera comprender. Es protuberante la presencia, no solo de ineficiencia, ingobernabilidad, sino de lo básico, conocimiento e inteligencia para resolver una crisis política que ha coincidido fatalmente con el actual descalabro económico que ha puesto al gobierno en un entorno de inestabilidad político-institucional, perdiendo peso político y apoyo en la calle, la posición del gobierno es mediocre, pero no tienen agenda de acuerdo nacional, la única solución posible!

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El empobrecimiento del capital ante el acoso de la ideología: la escasez como control social

El aparato productivo privado, respondió  descapitalizándose, cae la inversión bruta fija, no se acumula capital, fábricas y empresas de todo tamaño, privadas nacionales  y multinacionales cierran y/o  se mudan a otros países,  otras son privatizadas, expropiadas, secuestradas, y estatificadas o nacionalizadas, ello ocurre en todos los sectores, petróleo, acero, aluminio, cemento, cerámicas, vidrios, centrales azucareros, torrefactoras del café, industrias lácteas, fábricas de harina procesadas para arepas. Lo que es normal en el mundo moderno, sociedades y empresas multinacionales privadas es perseguido por la legislación y los controles, solo se privilegia la asociación del Estado/Gobierno con empresas extranjeras, -el modelo cubano.

Los controles de precios y de cambio, y la legislación que rompe los derechos de propiedad han reducido a Venezuela a un espacio donde pese a la presencia de materias primas no ingresa capital extranjero. Los indicadores de competitividad a atandadores internacionales colocan a Venezuela como el país de menor competitividad en el mundo. El control de cambio ha sido utilizado como un instrumentos militar para demoler la posibilidad exportadora de la economía nacional. El objetivo, explicado hasta la saciedad por el sempiterno Ministro de Planificación, J Giordani es crear pobres para que ellos dependan del Estado, el mantra del Ministro, el socialismo y nacional-socialismo cubano o hitleriano, cuyos objetivos fueron esos.

@AlexGuerreroE

La eutanasia del petropopulismo por Ángel García Banchs

Petropopulismo

El próximo par de años de ajuste, devaluación, estanflación, y disminución del consumo y el endeudamiento, serán sumamente duros y dolorosos para la economía nacional, al menos desde una perspectiva de corto plazo. Pero, a mediano y largo plazo habrán significado el período durante el cual se habrán sembrado las semillas de la prosperidad, una prosperidad que durará décadas, muchas, por demás. Serán los años en los que se habrá acabado con un modelo que arrancó a mediados de los 70 del siglo pasado, y que se exacerbó en los últimos 14 años, hasta conducir a su fin por implosión. Serán los años de la eutanasia del petropulismo y el rentismo, los años de la liberación.

Al igual que su economía, la sociedad venezolana en general está en transición; está en el tránsito de un régimen autocrático, voluntarista, oligárquico, e irracional, hacia una República en la que imperen los verdaderos valores de la venezolanidad, nuestras normas y principios, la civilidad, los pactos entre partidos, gremios, sindicatos, la Iglesia, los poderes y militares y, en fin, el Estado de Derecho y la Ley.

La razón es sencilla. Ha muerto el árbitro y caudillo para el que, definitivamente, no hay substitución, y el modelo que sostenía al régimen ya entró en contradicción. Muerto el caudillo, la solución pasa por reemplazarlo con una nueva institucionalidad. Y agotado el modelo, no queda otra, sino su substitución.

En particular, el modelo petropulista de reparto de la renta externa petrolera para el consumo abaratado de bienes importados y la fuga de divisas al exterior; el modelo de apropiación discrecional e irracional del ingreso y la riqueza; el modelo conflictivo de lucha de clases; el modelo rentista petrolero; el modelo de estatización de la producción de bienes privados y de privatización de la provisión de bienes públicos; el modelo de secuestro institucional; y el modelo socialista petrolero, se ha agotó a partir de 2012 cuando dejó de crecer el precio del petróleo a un ritmo superior al de nuestro inflación.

Ahora, los desbalances y desequilibrios a los cuales tanto hacíamos referencia los economistas empiezan a ser palpados por el ciudadano. Llegó la hora en que cobra el populismo, aunque ello sea al costo de su autodestrucción. En este y el próximo par de años vendrá más devaluación, inflación, escasez, caída del poder de compra de los salarios, el consumo y la actividad económica en general. Pero, ello coincidirá con un proceso ya iniciado de transición política, que sólo un demente en un manicomio podría negar. Serán estos, entonces, los años de la eutanasia del petropulismo y el rentismo, los años de la liberación.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

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Uno de los retos más importantes que se presenta en la vida del emprendedor es reconocer sus propios límites. Como hemos descrito anteriormente la mayoría de personas que deciden emprender lo hacen por necesidad, obligándose a tomar ese camino para poder crecer y cambiar su realidad actual.

Lo primero que todo emprendedor busca es un aliado, la mayoría pudiese pensar que es un socio, generalmente capitalista de hecho pero resulta que lo que da de comer al emprendedor inicialmente no necesariamente es el dinero sino es el espaldarazo de una persona que le dice: yo creo en ti, en tu idea, en que puedes lograrlo. Esas palabras tienen un valor incalculable para el emprendedor en su etapa inicial.

Una vez consigue ese aliado que le da el espaldarazo para arrancar, el mismo se siente valiente para afrontar el futuro incierto que se le presenta y comienza entonces la búsqueda de ese capital del que carece junto con las demás herramientas necesarias para lograr sus objetivos. Para eso el emprendedor tiene un solo capital que realmente vale, que es su palabra y es la que deberá cuidar por el resto de su vida.

Tanto el aliado como el/los socios que deciden acompañar al emprendedor en su aventura lo hacen solo por un vinculo invisible que se llama confianza y es el mayor de los tesoros que puede existir en las relaciones humanas, por ende el emprendedor deberá proteger ese tesoro a toda costa y para eso es clave medir sus límites con el fin de no exceder los mismos y quedar mal a quienes en él han confiado.

Es allí donde se presenta la gran responsabilidad que debe asumir el emprendedor, en reconocer hasta donde es viable su proyecto y en donde termina lo que es posible para que no se convierta en un simple sueño.

Si su proyecto es viable debe hacer todo por seguir adelante, valiéndose como hemos comentado de las herramientas con las que cuenta a su alrededor para lograr su objetivo navegando en contra de la corriente. Sin embargo si logra reconocer que el proyecto no es viable, debe poner freno a su imaginación para no cometer el error de pasar el límite y caer en un terreno donde el proyecto se hace inalcanzable, ya que esto pondrá en riesgo la confianza ganada que difícilmente podrá recuperar.

Según cifras del Banco Central de Venezuela para 18 de Enero del 2013 había depositado en los bancos nacionales más de seiscientos sesenta mil millones de bolívares (660.000.000.000 Bs). Eso quiere decir que el dinero existe, de hecho se imprime constantemente, así que cualquiera tiene y puede tener dinero, pero no pasa lo mismo con la credibilidad.  La credibilidad no se imprime, ni se compra ni se vende, la misma solo es producto de la confianza y la confianza solo es ganada con los años.

En todos los aspectos de la vida a veces se gana y a veces se pierde, el emprendedor tiene la fortuna que siempre gana al menos experiencia que es algo importante para su trayectoria pero si además de eso gana la confianza de otros puede tener la tranquilidad de que esta en el camino correcto, porque tendrá en sí un capital invaluable que será el contar con aliados, familiares, amigos y socios con los cuales afrontar cualquier dificultad que se le presente en sus próximas aventuras.

 

Ing. Luis Miguel Colmenares Márquez

@lmcolmenares

http://www.facebook.com/CapitalismoEmprendedor

El cielo encapotado… por Francisco Ibarra Bravo

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Las cifras llegaron tarde, en este caso lo malo se hizo esperar. De todas formas ya era un secreto a voces: las cifras de crecimiento iban a poner en claro las dificultades por las que atraviesa la economía venezolana. Ha habido poca autocrítica en el Gobierno, y cuando digo Gobierno incluyo al BCV que opera como un ministerio. La mejor de las excusas fue que el fallecimiento del Presidente Chávez era la causa de la abrupta desaceleración que sufrió la economía. La verdadera causa  de lo que vivimos y estamos por vivir, no fue su muerte sino lo que hizo en vida. Ya va siendo hora que de se diga fuerte y claro.

La economía pasó de crecer 5,5% en el último trimestre de 2012 a solo 0,7% en el primero de 2013. La desaceleración de la economía es incluso más pronunciada que la ocurrida en 2009. En aquel momento la recesión nos acompañó por 6 trimestres. Hay sectores como la manufactura que todavía no se habían recuperado de la pasada crisis y ya se enfrentan una nueva. No hablemos de la minería cuyo futuro, al parecer, es quedar resumida en la categoría “resto” que agrupa aquellos sectores de menor tamaño en la economía como agricultura. El sector de la construcción también se sumó a la caída. El espejismo que se vivió con la construcción pública tenía sus días contados.

Todo apunta que la economía va hacia una nueva recesión, todavía es pronto para anticipar la profundidad y la duración de la misma. Sin embargo podemos evaluar como salimos de la anterior para ver como podríamos salir de la próxima. Fueron tres sectores los que impulsaron la economía hacia su recuperación. De estos tres sectores los dos que primero se recuperaron fueron comercio y servicios de reparación e instituciones financieras y de seguros; luego se les sumó el sector de la construcción hacia finales de 2011 y con mucha vitalidad en 2012. Estos tres sectores han agregado en promedio en los últimos cuatro trimestres el 62,4% de impulso de crecimiento en la economía. La recuperación que experimentó la economía venezolana fue producto del crecimiento de su sector no transable (aquel que no puede ser llevado a mercados internacionales), mientras que su sector transable ha seguido languideciendo. La sostenibilidad de la recuperación económica vivida entre 2011 y 2012 era muy precaria y es por ello que era relativamente fácil anticipar las dificultades actuales y venideras. No podíamos, ni podemos seguir creciendo solo de la mano del sector no transable de la economía.

Hasta el momento ha habido poca reacción en el Gobierno, es posible que requieran de más indicios para constatar que su modelo económico y social solo conduce a la miseria. Es más, siempre queda la posibilidad de que no terminen de entenderlo. Lo peor de la recesión que se viene es que el Gobierno se ha quedado sin balas para combatirla: no hay reservas internacionales suficientes, no hay ahorro público y además el país sigue inmerso en un clima conflictivo. Las conversaciones que ha tenido el Presidente Maduro con el sector privado son positivas pero insuficientes. Venezuela ha de enfrentar las dificultades económicas futuras tratando de impulsar su sector transable, esto incluye: petróleo, minería y manufactura.  Para lo primero necesita del capital internacional, mucho de lo andado en materia petrolera durante este gobierno tendrá que ser revertido. En el sector de la manufactura el tema es más delicado porque requiere una revisión, primero de la política cambiaria, y segundo de las posturas de acoso al sector privado. Si el gobierno opta por huir hacia delante y hacer caso omiso a las señales, el futuro económico del país a mediano plazo se verá aún más comprometido y con total seguridad también apoyo del electorado que aún le queda.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10 

No hay salida fácil para la economía venezolana por Henkel García

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Para nadie es un secreto los problemas económicos que hoy tenemos. Estos van desde fallas en la economía macro y terminan en la esfera micro en la que nos desenvolvemos la mayoría de los venezolanos, los cuales padecemos principalmente en forma de escasez e inflación. La situación es tan compleja que resulta claro que la salida de ésta no será sencilla y a la vez será costosa.

Para entender lo que pasa hay que revisar las razones que nos trajeron hasta acá. Por supuesto que les tengo que decir que la raíz de todos los males tiene que ver con un modelo económico fallido, pero vale la pena ser un poco más específicos.

2012 fue un año electoral y con esto en mente el gobierno desarrolló políticas para bajar temporalmente la inflación, subir los salarios a un ritmo mayor a la productividad, sumado a un elevadísimo gasto público traducido en un gran déficit fiscal. Esto provocó que el poder de compra de los ciudadanos aumentara circunstancialmente en un año electoral. Simultáneamente tuvieron que aumentar el producto disponible utilizando endeudamiento y quema de reservas y así poder traer producto importado barato debido al anclaje del tipo de cambio. Todo esto condujo a que 2012 fuese un año record en importaciones en el que trajimos entre Bienes y Servicios (más fletes y seguros) más de US$77.000 millones.

En otro escenario, 2012 hubiese sido un año de devaluación, con una inflación de más de 20% y con importaciones menores a las que tuvimos. Es claro que 2013 era un año en el que debíamos pagar los desajustes ocasionados con el fin de ganar unas elecciones, y precisamente esto es lo que estamos viviendo.

La realidad es que no tenemos los US$ suficientes para volver a importar US$77.000, tenemos una gran inflación represada producto de la postergación de la devaluación y de la desactualización de precios de los productos regulados, y un ritmo de gasto fiscal insostenible en el tiempo. Esta situación es una bomba de tiempo que hay que desactivar con mucho cuidado,  en mi opinión todo pasa por poner orden en las cuentas fiscales, concentrar esfuerzos en mejorar el flujo de caja de PDVSA, mejorar la eficiencia en la entrega de divisas vía ajuste en el tipo de cambio, una revisión de los precios de los productos regulados y dejar la hostilidad hacia el empresario privado.

Como verán, sólo para corregir los desajustes actuales tendremos que vivir un aumento de precios significativo, más aún cuando tenemos este año un aumento de salario mínimo que puede superar el 40%. No hay atajos, para mejorar el abastecimiento debemos vivir dos años de alta, muy alta inflación. Podríamos estar hablando de inflación que pueda superar más de 50% para 2013 y un poco inferior a esa cifra en 2014. Si por la vía de controles rígidos logran mantener la inflación por debajo de 40%, igual en algún momento nos tocará sufrir ese ajuste de precios generalizados que hoy exige la economía venezolana.

Mis amigos me mencionan que soy muy pesimista. Lamento sonar así pero mi percepción de la realidad me obliga a serlo. Los que me escuchan por diferentes vías saben que soy pesimista para los próximos 2-3 años, pero muy optimista con lo que viviremos después del fin del presente ciclo político-económico, que no empezó con la actual gestión de más de 14 años, sino mucho antes cuando el populismo entró de lleno en la escena venezolana. Ya nos tocará ser optimistas, de eso no me cabe la menor duda.

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia

 

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En caso tal de que se animen a asistir, este es el resumen de un trabajo que presentaré en la Academia Nacional de Ciencias Económicas el 26-06-2013.

El gasto social en la Venezuela contemporánea: ¿inversión sostenible o petropopulismo malsano?

En este trabajo sostenemos que en Venezuela, para el período de estudio de 1999 a 2012, el gasto social ha constituido, más que una inversión, un gasto político. Por un lado, la razón fundamental estriba en el hecho de que las misiones y programas sociales (indiscutiblemente, con sus excepciones), estarían estratégicamente diseñadas con el propósito de alcanzar objetivos políticos privados a corto plazo, y no objetivos sociales y económicos de mediano y largo plazo; y, por el otro, tiene que ver con el hecho de que, tales programas habrían sido financiados en base al reparto de la renta externa petrolera, y el endeudamiento de la República y la estatal petrolera, Pdvsa, en lugar de impuestos, o ingresos menos volátiles y sostenibles provenientes del esfuerzo y la producción.

Acá sostenemos que, es sencillo diferenciar entre programas sociales y políticos. Mientras los primeros insertan al individuo en la esfera del consumo y de la producción, los segundos sólo lo hacen en la del consumo, excluyéndolos intencionalmente de la posibilidad de aportar al producto social. Mientras el retorno de los primeros es la transformación de la vida de los seres humanos, el de los últimos es el voto condicionado. Así, mientras los programas sociales liberan al individuo, los políticos le condenan a la dependencia del Estado, del gobierno o de un partido político. Dicho de otro modo, mientras los programas sociales implican un período de asistencia, uno de capacitación, y uno final de inserción a la esfera productiva, los políticos sólo implican asistencia. Mientras los primeros hacen que el individuo termine independiente con un empleo o un emprendimiento en el sector privado de la economía, los últimos le excluyen adrede del mercado de trabajo para garantizar su dependencia.

El trabajo hace una comparación empírica entre los logros alcanzados por Venezuela y los países de Latinoamérica y el Caribe, y concluye que, las más de las veces, los resultados del resto de los países de la región son mejores o similares, sin tanta alharaca. Peor aún, la revisión de la evolución de las cifras de exportaciones reales de los países, permite concluir que, mientras los logros alcanzados serían sostenibles en el caso de los países restantes cuyos volúmenes de producción y exportación han aumentado, aparentemente, no lo serían en el caso venezolano por la dependencia de la dinámica del precio del petróleo.

Finalmente, en el trabajo aprovechamos para acuñar nuestro concepto de petropopulismo: el petropopulismo es una forma de hacer política caracterizada por fomentar, mantener, y exacerbar la dependencia del ciudadano de la renta externa petrolera en sustitución a su esfuerzo productivo, el cual no puede desarrollarse plenamente debido al interés político por sostener el desempleo y subempleo como base político-clientelar. El rentismo, pero, ante todo, el petropopulismo determina la relación entre Estado y ciudadano, haciendo al último dependiente del primero y no al revés.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

Sendai Zea May 29, 2013 | Actualizado hace 11 años
No hubo función por Francisco Ibarra Bravo

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La gente se quedó esperando vestida y alborotada. Lo había anunciado nada más y nada menos que el Presidente de la República: el SICAD sería reactivado “con mucha fuerza” la semana pasada. El anuncio lo había hecho desde Táchira, done comentó que había hablado con Merentes para indicarle la necesidad de reactivar la entrega de divisas. No mencionó a Giordani, esos problemillas mundanos no están para la atención de una mente tan dada a las abstracciones.

La semana transcurrió  sin que hubiese la esperada y anunciada subasta. No fue esto lo único que se esperaba y no llegó; tampoco llegaron los números de del BCV sobre el primer trimestre del año. Algo debe estar pasando en el BCV para que se estén retrasando las entregas de las cifras, en otras ocasiones ha ocurrido con la inflación. A media semana el vicepresidente de CADIVI, José Khan, indicaba que no habría subasta porque se estaba ajustando el mecanismo, en particular la tasa. Debemos recordar que en la pasada subasta el precio de corte no fue publicado.

La idea detrás del SICAD no es mala, lo realmente ingenuo es pensar que si el sistema funciona realmente como una subasta se va a poder fijar el precio del dólar en un valor cercano al oficial. El control de cambio parece estar haciendo agua por diversos motivos. Uno de esos motivos es el entramado de trámites para poder acceder a las divisas. La negativa del Gobierno a asignarle un valor al dólar medianamente sensato es la causa fundamental del desastre en la asignación de las divisas. El SICAD puede ser una alternativa para flexibilizar el control de cambio si se adoptan medidas para garantizar que las divisas fluyan a los sectores que los necesitan. El costo de ello será el de permitir un tipo de cambio muy superior al actual. El Gobierno está corriendo contra el tiempo y contra la realidad. En algún momento se tendrán que pagar los costos del desastre económico y esos costos serán en gran parte devaluación e inflación. El tema no es si esto llegará sino cuando. Si se siguen postergando los ajustes y se siguen retrasando las necesarias medidas, al final solo terminaremos agravando el problema. Es la hora de la sensatez.

Habiendo dicho lo anterior, hay otro punto que tenemos que desatacar: no se puede poner al Presidente de la República a ofrecer algo que no se va a cumplir. En materia cambiaria los anuncios generan expectativas. Estas expectativas pueden ser positivas o negativas y pueden ser un instrumento para generar condiciones favorables respecto a la entrega de divisas. No puede el Presidente de la República dilapidar la escasa credibilidad que tiene, haciendo anuncios que luego no se cumplen. Es hora de que se tomen las decisiones adecuadas y que también exista un buen manejo comunicacional para ayudar a que los sectores productivos puedan formarse expectativas sobre el acceso a las divisas. En las últimas semanas se han producido reuniones entre el Gobierno y diversos sectores productivos. Estas reuniones son positivas, no entro en este caso a discutir cuál es la razón de que estas reuniones se estén dando, lo importante es que el país las necesita. Para poder resolver el problema del abastecimiento que actualmente vive el país los empresarios deben poder formarse expectativas sobre el acceso que tendrán a las divisas. Hacer anuncios y luego no cumplirlos erosiona la credibilidad del Gobierno en esta materia, mucho más cuando estos anuncios vienen del Presidente.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10