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Economía

Sendai Zea Ago 02, 2013 | Actualizado hace 11 años

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¿Qué pasaría si mañana legalizasen el dólar paralelo (el tipo de cambio del mercado negro)?

Sencillo, en cuestión de semanas aparecerían exportaciones privadas no petroleras y, por tanto, una oferta de divisas complementaria a la tradicional; la industria manufacturera rápidamente crecería, y la inversión privada retornaría; la economía se recuperaría; y la escasez disminuiría.

Entonces, ¿por qué no lo legalizan ya?

Sencillo, porque a quienes disfrutan del status quo (a los comunistas y a las mafias) no les conviene.

¿Y por qué no les conviene?

A los comunistas, porque si los privados empiezan a exportar, se independizarían de las divisas del Estado y, por tanto, del Estado, el gobierno, y el partido, lo que va en contra del objetivo comunista de control político del ciudadano (los comunistas, monopolizando la oferta de divisas, han hecho depender al sector privado del Estado; luego, vienen los controles de cambio y precios, y se arrodilla al ciudadano).

¿Y a las mafias, por qué no les conviene? Porque si los privados empiezan a exportar y a generar divisas propias, tendrían que enfrentar su competencia, lo que perjudicaría su negocio.

¿Cómo logran su objetivo, o dónde está el truco?

Sencillo, primero el gobierno fija la tasa de cambio oficial artificialmente baja, para que sólo el sector público (Pdvsa y la industria petrolera bajo control del Estado) pueda exportar (a 6,3Bs/$ ni la empresa más eficiente y competitiva del mundo podría exportar producto no petrolero desde Venezuela). Luego, al exacerbarse la demanda de divisas a la tasa oficial, el Estado las raciona, a través de mecanismos de exclusión como CADIVI y SICAD, por lo que aparece naturalmente un mercado negro o residual (de gente urgida, dispuesta a pagar por los dólares tasas muy superiores a la oficial). Y, finalmente, el conejo en el sombrero, se ilegaliza la tasa de cambio del mercado paralelo, para evitar que sea negocio para industriales y productores de servicios colocar su producto en el exterior. Así, el mercado ilegal queda bajo el control de las mafias, o privilegiados que monopolizan la oferta, comprando el dólar barato, a 6,3Bs/$, para vender a casi 5,5 veces ese nivel. De esta forma, unos pocos se hacen ricos, a costa de unos muchos, 29 millones de personas, que se empobrecen.

¿Y hasta cuándo podrá el país seguir así; hasta cuándo una minoría de mafias y comunistas podrá imponer su voluntad por encima de los 29 millones de personas, incluidos los pragmáticos del gobierno que, dada la crisis económica, favorecen un cambio de modelo y un proceso de flexibilización?

No mucho más. Pronto tendrá que ocurrir un proceso de transición económica y política. La razón: la crisis económica de escastanflación que vive el país (el proceso de escasez con estancamiento e inflación), asociada al incumplimiento de la regla de oro del petropopulismo a partir de 2012 (i.e. el hecho de que ya el petróleo, o la oferta de divisas, no crezca a un ritmo superior a su demanda o la liquidez en bolívares). Y, cuidado, no lo digo por el ciudadano de a pie, sino debido a las contradicciones internas del chavismo, entre comunistas y mafias, por un lado, y pragmáticos, por el otro.

Claro, esto no se observa a la vista, ni en la superficie, sino en la profundidad de las aguas, donde el conflicto implosivo tiene lugar.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

Lecciones de Detroit por Francisco Ibarra Bravo

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La que fuese una de las ciudades de EE.UU. más prósperas durante el siglo pasado se ha declarado en quiebra. Lo ha hecho solo algunos años luego que el gobierno federal de ese país haya tenido que rescatar de una situación similar a las automotrices. Detroit, el “orgullo americano” como decía con cierta ironía Richard, quizás el mejor profesor de bachillerato que tuve, ha doblando. La ciudad tiene una deuda que supera los US$ 18.200 millones, de los cuales alrededor de la mitad son beneficios de pensiones sin ningún respaldo.

El declive de la ciudad había comenzado varías décadas atrás con la disminución de la población.  Hoy Detroit tiene menos de la mitad de los habitantes que tenía en los años 50. En teoría cada residente tiene una deuda de US$ 27.000, claro está, siempre se puede emigrar e ir a pagar impuestos a otro lado.  Al final los que se que se terminan quedando son los que tienen menos posibilidades de establecerse con éxito en algún otro lado, por lo general los más pobres. Detroit es hoy probablemente la cuidad más violenta de EE.UU. y una de las pocas que no ha visto disminuir notablemente sus índices de criminalidad respecto a los que existían en la década de los 70. Detroit es una muestra de que el éxito puede ser efímero y que si se hacen las cosas mal, incluso la abundancia puede derivar en miseria.

La ciudad y también su principal industria sufrieron del mismo mal. A la industria automotriz se le rescató por motivos políticos, es realmente poco probable que el gobierno federal tome una medida similar con la cuidad. Ambos creyeron que podían ofrecerle a sus empleados jugosos planes de retiro sin generar los recursos para cubrir dichos planes. Ambos creyeron su crecimiento no tendría límite y que podrían hacer frente a esos compromisos solo destinando una fracción de sus ingresos. No contaron con dos cosas, primero que los ingresos, ni de las compañías, ni de los entres públicos crecen por decreto y segundo, no previeron que la esperanza de vida de sus pensionados fuese a expandirse de la forma que lo hizo. En algunos casos los planes de retiro ofrecían lo que en Venezuela han soñado algunos con restaurar: calcular los beneficios de retiro con él último salario del trabajador.  Al final las empresas automotrices y la ciudad que las vio nacer han sucumbido, entre otras cosas, por el peso de sus pasivos laborales.

En los últimos años en Venezuela se ha pretendido volver a esquemas fracasados. Los sistemas de retiro públicos a lo largo de todo el mundo son un quebradero de cabeza porque solo funcionan bien cuando la población crece. Es fácil tomar una fracción del ingreso de 4 para pagar la pensión de uno, no es tan fácil tomar la de uno para pagar la de otro. Estos esquemas están destinados a fracasar en todos lados cuando la pirámide poblacional se invierta. No por el hecho de que cuenten con respaldo público, como en el caso de Detroit, los compromisos podrán ser honrados. En Venezuela en materia de planes de retiro hay muchas cosas por hacer, lo primero es desandar mucho del camino recorrido en los últimos años. Por ahora la demografía del país, ni la cantidad de personas que cubre el sistema de pensiones invitan a preocuparnos, pero igual el problema se está incubando. Lo siguiente es avanzar en cuentas de retiro individuales. La decisión de ahorrar para la vejez es una decisión individual. El sistema de cuentas individuales tiene sus bemoles pero ofrece al final mayor solidez. Los ingresos de la vejez de las personas deben ser generados por ellos mismos, no esperar que las nuevas generaciones los cubran, bien sea con sus contribuciones o directamente con impuestos.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10 

Sendai Zea Jul 26, 2013 | Actualizado hace 11 años
SICARDE por Ángel García Banchs

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El Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD) debería llamarse, más bien, SICARDE (Sistema Complementario de Administración del Racionamiento y las Devaluaciones Escondidas).

Las autoridades habrían podido, de forma sencilla, contener la escasez y el cambio negro, usando el SICAD como un mecanismo de subastas, es decir, un mecanismo de mercado. Pero, hasta ahora, han preferido hacer lo contrario: utilizar el SICAD como una lotería, cuyos números ex-post, probablemente, sean conocidos por unos privilegiados ex-ante, para racionar al azar las divisas (80% de la demanda), adjudicando a una minoría (20%), mientras se esconden devaluaciones, y no se reduce la escasez, ni el cambio paralelo.

Pareciera que los intereses individuales de comunistas y mafiosos siguen imponiéndose, en detrimento de parte del gobierno, y el grupo de pragmáticos y la gran mayoría del país, que proponen un cambio (una mayor flexibilización y participación del sector privado).

Pero, las presiones cambiarias se exacerban, hasta el punto de que podemos afirmar que, falta ya muy poco para la próxima devaluación.

De hecho, no creo que pasen más de 6 meses antes de que venga otra devaluación oficial. La inyección de liquidez (la demanda de dólares) crece al ritmo del 60% anual o más, y la oferta de divisas (el precio del petróleo) ya no crece.

Tal y como pronosticamos hace unos años, era simplemente cuestión de tiempo para que la regla de oro del petropopulismo (i.e. que el petróleo subiese más que nuestra inflación) dejase de cumplirse, para que llegasen las devaluaciones, y la caída del poder de compra, no sólo de los salarios, sino de los ingresos en bolívares en general.

La historia de las devaluaciones apenas comienza. Lo lamentamos, pero, lo alertamos, mucho tiempo atrás, y así ha sido.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

Números eléctricos por Francisco Ibarra Bravo

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La realidad eléctrica nacional nos expone a ser bombardeados todos los días por números relacionados con el sector eléctrico. Recién me entero que existe un Estado Mayor Eléctrico, en Venezuela la obsesión de algunos por pretender controlarlo todo los lleva a asignarle nombres militares lo que sencillamente debería ser un organismo de control de gestión. Por cada Estado Mayor en Venezuela existe un estado deplorable de algo, el sector eléctrico no es la excepción.

Los funcionarios del gobierno nos indican que había un plan de reducción de demanda de 1.000 MW, entre mayo y agosto y que se ha logrado alcanzar el 43%. Nosotros sabemos que los funcionarios del gobierno no son muy duchos con los números, pero si la meta ha sido alcanzada en 43%, solo se tiene mes y medio para lograr alcanzar el 57% restante.  Supuestamente la reducción de la demanda se alcanzaría con ganancias de eficiencia, en realidad lo hacen con apagones. Los apagones continúan y probablemente continuarán en el futuro. A pesar de todas las personas que han pasado por Corpoelec y de todas las modificaciones que el actual gobernó ha realizado en el sistema eléctrico, entre las cuales destaca la estatización del la electricidad de Caracas, el servicio eléctrico en Venezuela es peor hoy de lo que era hace unos años.  El Gobierno insiste en culpar al gobierno anterior, ya van más de 13 años gobernando pero todavía sigue dando rédito político culpar a los otros de las deficiencias propias. En el pasado se podía utilizar la demanda eléctrica como indicador temprano de actividad económica debido a que había capacidad de generación excedente, hoy eso no tiene ningún sentido. En 1999 el Gobierno recibió un sistema que cumplía, hoy lamentablemente no podemos decir lo mismo.

El Caroní ha sido infinitamente generoso. Es el corazón energético del país y las inversiones que en él se realizaron son las que permitieron por un largo período de tiempo que el país gozase de energía abundante, tan abundante que los venezolanos hemos creído que es gratis. En pocos países del mundo el sector energético está tan distorsionado como en Venezuela. No hablamos solamente de la gasolina, el gas o el diesel, también el mercado de la electricidad lo está. En Venezuela parte del dinero petrolero fue empleado en desarrollar la hidroelectricidad, es quizás uno de los pocos sectores donde no se empleó la renta para desarrollar negocios ruinosos. Obviamente, a medida que la población ha ido creciendo y que las necesidades eléctricas han ido aumentando, la capacidad de generación se ha ido quedando atrasada, pero no eso no es culpa de los de antes, es culpa de los de ahora.  Las sequías demostraron que Venezuela necesita diversificar su matriz de generación y que también necesita hacer uso eficiente de la energía.  Hoy no vemos donde están los grandes desarrollos en generación eléctrica. Lo último con lo que se hizo show fue con Caruachi, iniciada por el Gobierno de Caldera y Tocoma  que se sigue retrasando.

 

Venezuela necesita diversificar su matriz eléctrica y para ello necesita recursos. Los proyectos de generación requieren cuantiosas sumas de dinero, además de una enorme capacidad técnica. Hoy por hoy, el gobierno no cuenta con ninguno. Lo único que puede hacer el gobierno es tratar de conseguir que el sector privado, nacional e internacional, se involucren en la generación eléctrica. El problema es que ninguno de ellos trabaja gratis. Venezuela necesita comenzar a generar un mercado energético que tenga cierta racionalidad económica. La mejor manera de generar una demanda eficiente es mediante un precio que refleje la escasez del recurso. Mientras tengamos todos los combustibles fósiles subsidiados y también tengamos subsidiada la electricidad, la generación eléctrica no podrá incrementarse de la manera que el país necesita. El Río Caroní ha sido muy generoso con nosotros, también aquellos que planificaron y llevaron a cabo las grandes obras para su electrificación. No merecen que la ineptitud actual descargue sus culpas en ellos.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10

Más mercado, menos planificación central por Henkel García

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Hay un debate que debemos dar de manera abierta, y tiene que ver con el avance y fracaso de la planificación central en Venezuela. Muchos han sido los intentos que la presente gestión ha realizado para controlar y ahogar la economía. Hoy nos toca vivir las consecuencias de una forma de plantear políticas económicas que ya ha fracasado en múltiples oportunidades. Mientras tanto, el importante rol que tiene el mercado y la formación de precios ha sido relegado, negado y hasta vilipendiado.

En los últimos años los venezolanos fuimos los conejillos de indias de un experimento ya realizado en el pasado, tanto por nosotros mismos como por otras naciones. En medio de sendos booms petroleros, el gobierno decidió llevar a cabo férreos controles de cambio y de precios con la excusa de “salvarnos” de las “peligrosas” consecuencias que una economía de mercado trae consigo. No sé si valga la pena rescatar la intención, pero la dura realidad muestra lo que era sensato esperar, el fracaso de esos controles.

China y la Unión Soviética intentaron, sin éxito, imponer un régimen de planificación central. En ambos procesos los precios no subían o bajaban para balancear la oferta y demanda de los productos. Ambas economías no contaban con el inmenso valor informativo que proporcionan los precios formados en un libre mercado. Este hecho impedía que los recursos fuesen a los lugares que realmente eran necesarios, lo que a su vez tenía un terrible efecto tanto en la producción como en la productividad. Los planificadores centrales fallan porque la producción en sus modelos es incapaz de adaptarse a las necesidades de la comunidad.

En Venezuela vivimos un proceso similar. La política de controles beneficia a unos pocos y perjudican a las mayorías. Precios que son forzados a mantenerse por debajo del precio del mercado generan escasez, en ambiente de escasez sólo son beneficiados aquellos pocos que pueden adquirir los productos con esos precios fijados, los demás demandantes y también los productores salen perjudicados con este tipo de prácticas. Y como ya hemos explicado anteriormente, hoy los venezolanos no tenemos muy claro sobre cuales productos estamos dispuestos a pagar más o menos. Estamos en la peligrosa situación en la que no estamos dirigiendo tanto esfuerzo como recursos hacia los destinos que nosotros como sociedad queremos y deseamos. Es por ello esa sensación que nos lleva a pensar en voz alta o en voz baja que “las cosas no funcionan bien”.

El otro aspecto a considerar es el inmenso poder que tienen los planificadores sobre la economía. Ellos creen saber nuestras preferencias y en base al criterio de una élite se nos imponen precios y un conjunto de productos que son los que “deben” producirse o importarse. Ese poder les da una gran discrecionalidad, la cual termina en decisiones arbitrarias y ajenas a lo que de verdad la sociedad necesita. Por otro lado, todo ese poder desmedido y no controlado desemboca en la formación de grupos inescrupulosos que aprovechan las fallas del sistema para enriquecerse tanto ellos como los grupos cercanos que los acompañan.

Los mercados tienen sus fallas, son una invención humana que por cierto fue creada mucho antes del nacimiento del capitalismo. Si esos mercados trabajan bajo un marco institucional claro, con reglas y procedimientos que garanticen su buen funcionamiento, entonces funcionarían como el medio propicio para dirigir el trabajo y los recursos hacia donde agreguen más valor social, hacia donde generen mayor bienestar colectivo.

Como menciona John McMillan en su extraordinario libro “Reinventing the Bazaar”, así los mercados tengan sus fallas, seguramente estos cometerán menos errores que los planificadores centrales, y eso es porque en el proceso de pronosticar y de toma de decisiones está involucrado mayor cantidad de personas. Y mientras más competitivo sea el mercado, mayor el número de actores participando activamente en ese proceso.

Creo que llegó la hora de discutir de forma seria, como Venezuela debe dirigirse hacia una economía de mercado. No será una tarea fácil, porque el diseño de esos mercados, el marco institucional y regulatorio debe realizarse de manera cuidadosa. Lo que sí tengo claro es que esa tarea es tan importante, que no debemos dejar que los asuntos ideológicos intervengan en las discusiones. Ya ni en los países ex-comunistas se discute sobre el rol de los mercados en las economías, y es un vergonzoso retraso que acá todavía se cuestione.

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia

SICAD, comunistas y mafiosos por Ángel García Banchs

SICAD

El Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD) ha evidenciado las marcadas contradicciones internas entre pragmáticos, comunistas y mafiosos en el poder, diferencias fundamentales que, me atrevo a afirmar, tendrán un rol determinante en la pronta implosión del chavismo.

Los pragmáticos, quienes recientemente han cobrado fuerza en su asesoría a Maduro, entienden perfectamente la dimensión de la crisis económica que hoy flagela al país; saben que deben flexibilizar, e inclusive que deben substituir el modelo económico, permitiendo una mayor participación del sector privado, particularmente en la inversión y la generación de divisas (i.e. la exportación no petrolera). Pero, comunistas y mafiosos, aunque por razones distintas, desean lo contrario: un sector privado que no invierta y, menos aún, exporte, para que así dependa de las divisas del Estado.

Los comunistas lo desean, porque un sector privado inversor y exportador implicaría un sector privado independiente; es decir, ciudadanos libres, emancipados del gobierno y, por tanto, al margen de su control político. Mientras que las mafias cambiarias lo desean, porque un sector privado inversor y exportador, simplemente, acabaría con su negocio. De allí que, los comunistas y los mafiosos, aunque por motivaciones distintas, repito, hayan pactado desde hace tanto tiempo la imposición del control de cambios (la ilegalización del mercado paralelo o mercado competitivo); así como, igualmente, la fijación de una tasa de cambio oficial artificialmente sobrevaluada que impida exportar y estimule la demanda de divisas.

A la tasa del mercado paralelo serían muchos los productores nacionales de manufacturas y servicios que podrían exportar (independizarse de las divisas del Estado y, por tanto, del gobierno), razón ésta por lo que, tiempo atrás, para evitarlo, comunistas y mafiosos, ilegalizaron el mercado. Y, lógicamente, a los 6,3Bs/$, la tasa oficial impuesta por ellos, es imposible exportar (independizarse) y el mejor negocio importar (depender de ellos).

Pero, pronto se acabará su cuarto de hora, pues ahora la regla de oro del petropopulismo, que implicaba incrementos del precio del petróleo (i.e. aumentos de la oferta de divisas) superiores a los de nuestra inflación (i.e. mayores a los de nuestra demanda de divisas), dejó de cumplirse, por lo que cambios, contrarios a los intereses comunistas y mafiosos, tendrán necesariamente que ocurrir más temprano que tarde.

Hasta ahora, sin embargo, el SICAD, aunque sirvió a unos pocos ciudadanos decentes, sigue en los grandes números favoreciendo a las mafias cambiarias y a los comunistas. En verdad, hasta ahora no es un mecanismo de subasta, sino una lotería o juego de azar, pues que quien ofreció más bolívares por dólar no recibió más divisas; por el contrario, fue excluido de las adjudicaciones. En ese sentido, el tipo de cambio lo fijó, y muy mal, el Estado, no el mercado, por lo que la asignación de las escasas divisas fue arbitraria, discrecional e ineficiente, lo que significa que no contribuirá a controlar la escasez (lo que desean los comunistas) y menos aún a contener el alza del tipo de cambio del mercado negro (lo que desean las mafias).

Si hubiese sido una subasta, al tratarse de un bien divisible, todos habrían sido incluidos. Pero, al no serlo, muchos quedaron por fuera, lo que frustró sus expectativas, obligándoles ahora a recurrir al mercado negro.

Existen, pues, contradicciones fundamentales en el gobierno. Existe un grupo del chavismo que quiere que la economía prospere. Pero, existen otros dos que se oponen. Ambos quieren que el sector privado genere divisas, por lo que fijan el cambio oficial artificialmente bajo, e ilegalizan la tasa de cambio más alta (la que permitiría exportar). Los comunistas, porque no quieren que el sector privado se independice de las divisas del Estado y del partido (i.e. porque no quieren que el sector privado coja vuelo propio); y las mafias, aún más simple, porque si el mercado negro fuese legal perderían su negocio. Así, probablemente, lo económico y lo político ya están en coincidencia inminente: la transición política y económica ya está en camino. El resto, simplemente, está por verse, y, a juzgar por lo que ya hemos dicho, muy pronto.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

En la fiesta equivocada por Francisco Ibarra Bravo

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La semana pasada Venezuela asumió la presidencia del MERCOSUR. El evento fue festejado por numerosos personeros del gobierno. La realidad es que la presidencias pro tempore en estos organismos siempre son un saludo a la bandera. Sin embargo son una buena oportunidad para ir a sacarse fotos y que los presidentes se reúnan; después de todo, muchos organismos internacionales y algún que otro esquema de integración eso es lo que terminan siendo: un club de presidentes.

Por otro lado, la Alianza del Pacífico realizó una nueva cumbre el 23 de mayo en Cali. En esta cumbre no solo participaron los cuatro mandatarios de los Estados Miembros, también participó la Presidenta de Costa Rica y el Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá. Ambos países son candidatos a ingresar al esquema de integración. La lista de participantes no terminó ahí, incluyó otros fejes de estado y ministros de Europa, Asia y Oceanía. La Alianza del Pacífico ha tenido un impacto tremendo en la región pese a ser algo relativamente reciente. No en vano ha recibido copiosas críticas de Brasil, que ve como su teórica área de influencia se le fracciona. A diferencia de los otros esquemas de integración la Alianza del Pacífico está decididamente orientada a lograr el libre tránsito de mercancías, capital y personas. No nace como un esquema de integración con ambiciones geopolíticas, aun cuando el resultado será sin ninguna duda un serio contrapeso para Brasil. Los países de la Alianza del Pacífico son los más prósperos de la región. Son las economías de la región más abiertas, en todas hay libre convertibilidad de la moneda y son también las que han dedicado mayores esfuerzos a incursionar en nuevos mercados y en la internacionalización de sus empresas.

En el año 2006, en quizás una de las peores decisiones en materia de política exterior, el Presidente Chávez decidió que había que retirarnos de la CAN. Todos los grandes esfuerzos de integración hechos durante más de 30 años había que tirarlos a la basura. El problema no quedó ahí, también como quinceañera despechada se decidió que había que entregarnos a ser un satélite del esquema de integración de Brasil. MERCOSUR es un esquema de integración por y para Brasil. Está hecho a su imagen y semejanza. Es un esquema profundamente proteccionista y con un desarrollo institucional extremadamente pobre. La forma en que finalmente se aprobó la entrada de Venezuela al esquema es la muestra más fehaciente de ello.

El año pasado Venezuela exportó hacia los países del MERCOSUR US$ 1.634 millones e importó de estos países US$ 7.858 millones. La balanza comercial es deficitaria en US$ 6.224 millones, de los cuales el 73% es solo con Brasil. No es difícil entender porqué Brasil hizo todo lo que hizo para que Venezuela entrase en el esquema, lo difícil de entender es como Venezuela accedió a ello. A la Venezuela actual no le sirve ningún esquema de integración por la sencilla razón que mientras exista un control de cambio con una moneda sobrevaluada, su sector exportador no podrá desarrollarse. A Venezuela se le metió con calzador en MERCOSUR, no para incentivar la exportación de bienes venezolanos, sino con miras a supuestos beneficios de geopolítica. La realidad es que en Venezuela el manejo económico interno es desastroso y también lo es su política de inserción en los mercados internacionales. Venezuela ha sido llevada a una fiesta donde son otros los anfitriones; mientras tanto en la región hay otra, una de iguales, donde tendríamos que haber estado. Venezuela tenía tratados de comercio con los cuatro países de la Alianza del Pacífico. Las decisiones impulsivas nos separaron de los socios que debíamos tener. Mientras tanto en Brasil festejan, en la Alianza del Pacífico se avanza y en Venezuela se llora por las oportunidades perdidas.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10

Sendai Zea Jul 16, 2013 | Actualizado hace 11 años
Panorama económico por Jesús Casique

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La convocatoria de la subasta vía Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD) monto $200 millones de dólares ($170 millones personas jurídicas + $30 millones personas naturales); tiene como objetivo aliviar la presión cambiaria en el mercado. El gobierno a través de las expropiaciones (confiscaciones) deterioro significativamente el aparato productivo del país, el sector manufactura 1er trimestre año 2013 reporto una caída 3,6%, sector fundamental para la creación de empleo y desarrollo económico del país.

La reactivación económica. Es muy prematuro indicar que la economía será reactivada con 4 o 5 subastas, incluso la asignación de los recursos y la discrecionalidad en el otorgamiento (transferencia) de recursos son indicadores que varias empresas quedarán fuera de la subasta de la misma forma personas naturales. No hay suficientes divisas en el país para satisfacer la demanda insatisfecha de los agentes económicos. PDVSA año 2013 transferirá al BCV $41.469mm cifra inferior año 2012 $46.080mm, las reservas operativas mayo 2013 $1.742mm (11 días de importación).

La volatilidad del tipo de cambio, brecha cambiaria, genera una fuerte distorsión de precios, el ejecutivo no reconoce ajustar precios en el mercado la escasez continuara en niveles difícil de controlar. La inflación mes junio 4,7% superior Uruguay 0,43%; Ecuador -0,14%; Paraguay 0,5%; Perú 0,26%; Colombia 0,23%; Brasil 0,26%; Bolivia 0,31%. Inflación acumulada 25% superando a Colombia 1,73%. Perú 1,64%. Uruguay 4,84%. Ecuador 0,94%. Paraguay 0,6%. Brasil 3,15%. Todo indica que la inflación en Venezuela año 2013 cerrará alrededor 46% – 48%.

El SICAD atizará la inflación producto de la multiplicidad en el tipo de cambio aunado al desorden fiscal y monetario. Bajo el esquema actual completamente inviable controlar o abatir la inflación. El país requiere Inversión Extranjera Directa (IED) fuente inmanente de riqueza, el informe CEPAL año 2012 en materia de IED Brasil recibió $65.272mm; Colombia $15.823mm; Chile $30.323mm; Argentina $12.551mm; Perú $12.240mm; Venezuela $3.216mm. Aproximadamente el país requiere 6% – 8% del producto en IED $16.000mm – $18.000mm.

                                  Profesor Jesús Casique

Correo: casique6260@yahoo.es

Twitter: @jesuscasique1