Víctor Suárez, autor en Runrun

Víctor Suárez

Víctor Suárez May 05, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
Pablo Iglesias en noche de pulseritas

@VV_Suarez

Cinco amantes, tres hijos, un chalet con piscina y 40 custodios, tres diputaciones, una vicepresidencia, una pesada mochila de acusaciones nacionales e internacionales y un proyecto tan fallido como destructor, ha dejado Pablo iglesias a su paso fugaz por la política española. Las elecciones del 4 mayo en Madrid le han clavado tres cruces en el monte del olvido, y así lo ha aceptado.

En la medida en que los escrutinios reflejaban sin dudas la victoria del Partido Popular (PP) en los comicios sobrevenidos de la Comunidad de Madrid, los candidatos comenzaron a salir de sus búnkeres. Isabel Díaz Ayuso, la candidata del PP, portando una pulserita tricolor en honor a la resistencia venezolana, se prodigaba en explicar sus conceptos de libertad (“tomarme una caña, decirle no a mi ex…”). Ángel Gabilondo, pararrayos de la derrota estruendosa del Partido Socialista, ni se molesta en sonreír. Mónica García, abanderada de Más Madrid, sucedáneo de Podemos, se abre como promisoria alternativa de la izquierda. Abascal, el presidente del ultraderechista Vox, proclama que nuevamente ha sido derrotado el Frente Popular (añoranza de la preguerra civil). Edmundo Bal, sobreviviente de Ciudadanos, declara que su desaparecido partido sigue vivo.

A las 11:25 p. m., hora española, apareció Pablo Iglesias, el último en comparecer ante las cámaras, el último entre los partidos con representación en el nuevo parlamente regional, el último de los mohicanos en insinuar un “por ahora”, pero en mala hora.

– Dejo la política, dejo todos mis cargos, dijo.

Esa espantá Iglesias la tenía pensada meses atrás. El alud que desató no tenía intenciones de parar. Hasta que se encontró ante una situación sin salida. En el gobierno de Pedro Sánchez se había convertido en un palo en la rueda. No le dejaba avanzar (los votos de Podemos en el Congreso de los Diputados habían resultado determinantes para que el Psoe lograra proclamar a Sánchez como presidente del gobierno español). Obstaculizaba los proyectos. Presentaba soluciones paralelas a las del gobierno central. Apoyaba a los independentistas catalanes. En política internacional obligó al gobierno a rebajar (aplanar, diluir) sus posiciones ante situaciones como, por ejemplo, Venezuela, con gran incidencia en la Unión Europea.

Iglesias se había convertido en un problema para la gobernabilidad de España, para la coherencia del gobierno, para la convivencia.

En su calidad de vicepresidente segundo quiso convertirse en un presidente paralelo, y ello resultó intolerable para el Psoe, aunque Sánchez lo quisiera disimular.

Entonces Iglesias dio un paso atrás, comprendió que el aluvión desatado estaba llegando a sus propios talones, y amenazaba con arrollarlo en cuestión de semanas. Pero lo disfrazó de sacrificio personal. Renunció a su cargo en el gabinete de Sánchez. Una falsedad argumental (“el fascismo quiere apoderarse de Madrid y luego de España”), le sirvió para lanzarse como abanderado de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. De antemano sabía que su chance era ínfimo. En las elecciones de 2019 había perdido millones de votantes en el país, en Madrid había sido arrollado por Íñigo Errejón (Más Madrid), en las encuestas disputaba con su contraparte Vox las últimas posiciones.

Pablo Iglesias, que en 2015 resultó un revulsivo en la política española, seis años después se le percibía como el personaje peor valorado. Podemos se resquebrajaba, al tiempo que perdía presencia orgánica y combatividad militante. Dirigentes andaluces, gallegos y catalanes le abandonaron, decenas de juicios por corrupción le asaltaban en todas las comarcas, dirigentes connotados eran llevados a los tribunales, relaciones infectas con gobiernos despóticos en Venezuela, Bolivia y Ecuador todavía cursan en los tribunales. Iglesias observaba que mientras su peculio se incrementaba a toda prisa, su prestigio político rodaba en el fango por su propia mesmedad.

Estas elecciones de Madrid, desde su origen, tenían intención plebiscitaria, no contra Iglesias sino contra Pedro Sánchez, presidente de gobierno. El Partido Popular quería llevar la disputa en Madrid a una escala superior. La pandemia, el desempleo, la debacle económica eran simple escenografía. Lo importante era llevar a Sánchez (y al Psoe) al límite de la defensiva. En España y en la Comunidad Europea. Y derrotarlo en Madrid significaba que en los dos años por venir sería posible derrotarlo en todo el reino. Pero la realidad resultó otra. Fue derrotado el Psoe (que dejó de ser la referencia socialista en Madrid en sus 140 años de historia). Desapareció el partido Ciudadanos como alternativa de “centro”. Contuvo a Vox como fuerza que se sostenía en la remembranza guerracivilista. Y, como bagazo, lanzó al estercolero a Pablo Iglesias, quizá con su beneplácito. Esta fue una jugada inesperada que en el billar ocurre en una de cada quince tacadas.

Al comienzo de la campaña electoral el gobierno central intervino descaradamente en las estrategias de Gabilondo, candidato del Psoe. El principal partido de izquierdas había ganado las elecciones en Madrid en 2019, precisamente con Gabilondo al frente, pero la conjunción de fuerzas de centro-derecha-ultraderecha le impidió gobernar. Y de allí resultó Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad. Es una niña decente, pero, dicen, le falta un hervor.

El PP no apuntó a Podemos en la campaña, sí lo hizo Vox. Se pelearon, se enfrentaron, se cayeron a coñazos, extremo contra extremo. Un mitin de Vox en Vallecas fue saboteado por Podemos, en el que resultaron varios heridos, muchos de ellos funcionarios policiales. Los tribunales determinaron que dos escoltas de Pablo Iglesias, empleados de Podemos, habían dirigido el altercado.

Y los resultados fueron esos.

Sánchez, sin Iglesias (en lo personal) como socio de gobierno.

El Psoe desdibujado como referente de izquierdas.

Más Madrid como fuerza emergente.

Vox con techo previsible, al igual que Podemos.

Ausencia de fuerza bisagra, en el centro.

Podemos en desbandada.

PP arrollador, con Pablo Casado (presidente del partido) en situación menoscaba, con nuevos dirigentes (Díaz Ayuso, en la Comunidad de Madrid; Martínez Almeida en el ayuntamiento de Madrid, y Cayetana Álvarez de Toledo en las barras pidiendo paso).

La pulserita tricolor de Díaz Ayuso, la mención solidaria en su discurso victorioso, la bandera venezolana ondeando en medio de la celebración en la calle Génova, hicieron que los exiliados venezolanos la noche del 4 de mayo se levantaran de sus sofás en gesto de aquí estamos.

Exiliados venezolanos manifiestan su apoyo a Díaz Ayuso en calle Génova. Foto: gentileza de Andreína Monasterios.

– Esfaratamos a Pablo Iglesias, me dijo un amigo a las 11:30 p. m., parafraseando a Aristóbulo Istúriz.

Es así. Pero no fuimos nosotros, que apenas contamos 12.000 con capacidad de votar. Fue Madrid, la cuna del requiebro y el chotis (póngale usted acento en la í).

Los tres ligaditos

Los tres ligaditos

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Pastor Heydra, jodedor de oficio, por Víctor Suárez*

Imagen: captura de pantalla del programa Vladimir a la 1, por Globovisión (intervenida por N. Silva / Runrunes).

@VV_Suarez

-¿Cuánto has gastado en reponer los anteojos desde que estabas en el liceo?

Esa cuenta no la lleva Pastor Heydra. En las lides estudiantiles y parlamentarias se distinguió siempre como personaje fornido, arrojado y vehemente, cuyas discusiones terminaban a veces a puño limpio.

A los 13 años de edad ya estaba incorporado a la lucha política. Fue dirigente de centros de estudiantes liceístas, donde fue compañero de pupitre de un muchacho apendejeado que posteriormente resultó ser Carlos Ramírez “El Chacal”, el terrorista internacional más buscado que ahora paga triple cadena perpetua en París. A la hora de entrar en la UCV, a mediados de los años 60, “la Juventud Comunista necesitaba un dirigente fogueado en la facultad de Ingeniería, porque allí los copeyanos dominaban”. A partir de entonces hasta su muerte el martes 2 de febrero en Porlamar, se le conoció como El Perro Pastor.

El Perro estaba en todos los tumultos universitarios. Contra los adecos, contra los copeyanos, contra los “anarco-aventureros” del MIR, contra los fraccionalistas de Douglas Bravo. “Por la edad de los participantes, esas confrontaciones derivaban en esgrimas físicas que casi nunca pasaron a mayores”, suaviza.

En la madrugada del 21 de agosto de 1968 hizo su debut en la arena internacional. Había estado en Sofía, capital de Bulgaria, en un Festival de Juventudes; luego pasó a Moscú y Volgogrado, en la URSS; cuando llegó a Praga (capital de Checoslovaquia), en la noche salió a pasear junto con un grupo de venezolanos y culminó en una cervecería centenaria (U-Flekus). A la hora de marcharse el grupo, que entonaba himnos y canciones revolucionarias en español, fue atacado por jóvenes radicales checos que les imprecaban al grito de Kommunists Kaputt (¡Muerte a los comunistas!). Se formó la sampablera, que debió ser reducida por la policía. “La tángana –me dice Pastor cinco décadas después, como si yo no hubiera estado con él en esa trifulca- fue para mí muy significativa, pues le había dado un golpe a uno de los checos y supongo que le partí la nariz o la boca. El individuo me veía muy calmado aunque sangrando, haciéndome señas de que iría por mí, hasta que, en un descuido, cuando apuraba a mis compañeros para abordar el último autobús, me bajó de la portezuela. De pronto me vi de frente con los adoquines. Fui rescatado por un uniformado de la milicia, que le había propinado un porrazo al hooligan”. Al despertar ese 21 de agosto, los ejércitos del Pacto de Varsovia habían tomado el país y la Primavera de Praga de súbito había comenzado a morir.

La UCV es allanada y cerrada por el gobierno de Rafael Caldera. Viaja al sur. Al volver de Chile, tras el golpe militar que derrocó a Salvador Allende en septiembre de 1973, fue electo presidente del centro de estudiantes de la escuela de Periodismo de la UCV, y más tarde, en 1975, electo presidente de la Federación de Centros Universitarios UCV. Siguió discutiendo, peleando y perdiendo espejuelos en cada escaramuza.

En enero de 1971 había surgido el MAS. A decir del periodista, analista e investigador estadounidense Norman Gall en un ensayo-entrevista a Teodoro Petkoff, publicado en 1972, “El elemento más sorprendente del grupo de jóvenes comunistas que dejaron el PCV en diciembre de 1970 y formaron el Movimiento al Socialismo, es que son un cuerpo coherente de revolucionarios profesionales, en el sentido leninista clásico del término, fenómeno acaso único en América Latina”. Un revolucionario profesional es alguien totalmente dedicado a las tareas de una organización subversiva específica, como era el caso de Pastor.

Entonces comenzó a pelear, en tono más civilizado, con lo que consideraba la cúpula neoestalinista que ostentaba el poder en la nueva formación política. A El Perro, y a un grupo de dirigentes, le rondaba en la cabeza la necesidad de reafirmar el concepto de “socialdemocracia avanzada”, que el MAS, una vez despercudido del comunismo tradicional tutelado por los soviéticos, debía seguir, como también lo hicieron otras formaciones comunistas en España, Italia, Francia, Finlandia, Japón y hasta en Nueva Zelanda. Observaba que Carlos Andrés Pérez, ya investido presidente en 1974, se había apoderado de algunas banderas que el MAS había enarbolado en sus inicios.

En un libro titulado La esperanza de una gran aurora y su arrebol, escrito en Panamá en 2018, inédito aún, salda cuentas con Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff, Freddy Muñoz, a quienes recrimina por haber aplastado y disuelto la Juventud del MAS, que había sido fuerza fundamental para su implantación como partido político en todo el país. Se salvan en su análisis apenas dos dirigentes: Antonio José Urbina (exsecretario general de la Juventud Comunista, fundador del MAS, exembajador en Suecia y directivo del entonces Consejo Supremo Electoral), a quien considera su mentor político, y Joaquín Marta Sosa, exmilitante de Copei que había dado el salto hacia los linderos indefinibles del socialismo con rostro humano que había emprendido el MAS, pero que no practicaba.

En el antiguo Congreso Nacional guerreó y entabló debates casi sangrientos. Me dice: “Las contiendas en el Congreso fueron varias. La denuncia que hice del llamado caso “Dáger-Jattar-Lamaletto” no pasó de un debate encendido, que culminó con la destitución de Douglas Dáger como presidente de la Comisión de Contraloría y el auto de detención a su asistente Braulio Jattar Alonso. Jattar Alonso fue perdonado por Caldera, coqueteó con el PSUV y a la final resultó víctima de la persecución de Nicolás Maduro”.

En la Asamblea Nacional, a partir del triunfo de Chávez en 1998, los contrincantes estaban mejor definidos.

-Allí tuve varios encuentros, si se les puede llamar así. El primero fue con el teniente ® Eliecer Otaiza, quien manejaba el aparato de seguridad del gobierno. Quería hablar desde el palco de prensa de la Asamblea, donde dijo que estábamos en “estado general de sospecha”. Subí al palco y le conminé a abandonar el hemiciclo. Otaiza no pudo continuar su perorata. A la final, dos cobardones de la bancada chavista de Nueva Esparta me atacaron por la espalda.

-Hubo un encuentro frontal, el único, con el diputado Pedro Carreño, quien vino a agredirme luego de una intervención que hice donde denunciaba hechos irregulares de funcionarios del gobierno.

-Con el presidente de la Asamblea William Lara hubo una confrontación verbal, pues este al darme la palabra para plantear el affaire del Aeropuerto de Margarita, entregado írritamente a un consorcio suizo-chileno, de mala gana señaló: “Tiene la palabra “El Perro Pastor”. Ante lo cual le riposté: “Presidente, mis amigos me llaman “El Perro”, porque es el mejor amigo del hombre, pero yo a usted jamás le he dicho el sobrenombre que le ponen en los pasillos, donde no lo mientan William Lara, sino “William Rara”. Y allí terminó ese round.

En 2014, le vi todavía en forma, listo para “la esgrima”. En una emisión del programa Vladimir a la 1, por Globovisión, las flechas comenzaron a silbar desde el principio.

El periodista Vladimir Villegas, cuya historia política está colmada de saltos y sobresaltos, al presentarlo dice entre risitas:

– Eres todo una leyenda, estuviste en el MAS, luego en Acción Democrática, no sé qué estás haciendo ahorita…

– Tú también has dado tus brincos…

– Todos hemos dado brincos en esta vida…

Pero Sofía Imber y Carlos Rangel, los reyes matinales de la televisión en los 80, en su programa Buenos días (Venevisión) lo veían con otro cristal: “Antes que nada quiero decir que Pastor y yo somos muy amigos, que Carlos y yo lo tuvimos cuando él era un muchachito, él sigue siendo un muchachito pero ahora ya es ministro, anda con guardaespaldas, anda con unas mujeres bellas, etc. etc. Yo lo conocí, Carlos y yo, aquí en Venevisión hizo su primer programa y quedamos encantados de él, venía sin corbata, venías como presidente de la Federación de Centros, estabas militando en el MAS, y nos diste una gran impresión, me acuerdo yo, realmente”. Eran las 7 a. m. del viernes 24 de noviembre de 1989.

-Gracias, Sofía, mi amor…

 EL MÉTODO Y LA CREATIVIDAD

Pero el arco y la flecha, el grito y el puño, no pueden ser las únicas herramientas del político vocacional. En la Juventud Comunista y luego en el MAS, Pastor se cultivó muchísimo. Había escrito una laureada tesis de grado en Periodismo cuyo tutor había sido el exigente profesor Jesús Sanoja Hernández (“La izquierda, una autocrítica perpetua. 50 años de encuentros y desencuentros del marxismo en Venezuela”, 1981). El borrador de ese libro se lo entregó a Teodoro Petkoff para que le hiciera correcciones “y él tuvo la delicadeza de hacerlas, sin tocar los párrafos en los que disentía”.

Así se reveló su interés por las metodologías de investigación documental que luego utilizaría en su capacitación como analista político, que ejerció en El Diario de Caracas, El Nacional y El Universal. En procura de ese desarrollo personal (“Soy un libre pensador”, se definía al estilo de los doctos rosacruces) publicó seis títulos y creo que al menos tres se quedaron en sus gavetas, listos para impresión. Aunque, ciertamente, en estilo no sobresalió.

-Tuve la dicha de estar con ustedes (Víctor Suárez, “El Cojo” Lira, “El Mono” Rosales, “El Checo” Gregory Colomine…) en el trabajo político y propagandístico de la Juventud Comunista en la UCV en los años 60. Aprendí mucho. Somos buenos en propaganda, que es diferente a publicidad y marketing. Esas experiencias me tocó aplicarlas en las campañas de Lusinchi y CAP, al lado de Simón Alberto Consalvi, Armando Durán y creativos como el argentino Juan Fresán, el cubano-venezolano Bernardo Viera, Mario Ábate, Pablo Antillano, y demostramos que esos figurones, como J. J. Rendón o esos gringos que traían, eran y son un gran bluf. Otra cosa fue Joe Napolitan, pero este era asesor: un sistematizador de lo obvio, que sabía resumir y analizar lo elemental, lo que está a nuestro lado y nadie ve, pero que tiene una fuerza aplastante. El jingle “Ese hombre sí camina” es un ejemplo de una expresión popular que cogió el cojo Viera y Chelique Sarabia le puso música, y fue el centro de una campaña exitosa,

 EL DESLUMBRAMIENTO

Los objetivos que el MAS se había dibujado (“Diez años para construir una fuerza, diez años para llegar al poder”, que Teodoro Petkoff había prefigurado como estrategia), para Pastor, se habían convertido en humareda ideológica y política. La llamada Socialdemocracia Avanzada (“en la que sigo creyendo”, me dijo el año pasado) ya no la encarnaba el MAS sino Carlos Andrés Pérez.

– La política de CAP en sus dos períodos fue la de modernizar, renovar el Estado, fortalecer la descentralización y la democratización de la democracia en todos los niveles.

Tan pronto a CAP le colocan la banda presidencial por segunda vez, Pastor es llamado a Miraflores.

-Yo no me identificaba con la dirección de AD, y con esta menos. Conocí dirigentes de peso e importancia, con mucha capacidad de razonamiento, pero no eran los más. CAP me llamó la tarde anterior a su juramentación, el 1 de febrero de 1989. Había montado todo el andamiaje periodístico con una gran rueda de prensa donde la primera pregunta la iba a hacer Gabriel García Márquez y el elenco periodístico era de lujo. CAP simplemente me dijo: “Véngase bien vestido que mañana lo juramento en Miraflores”.

“Yo venía acercándome a CAP gracias a Héctor Alonso López, amigo de Mérida y secretario juvenil de AD, y a mi gestión en la FCU de la UCV que le garantizó la paz estudiantil en su primer gobierno. Trabajaba en el Diario de Caracas y le acompañé en sus giras a República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Colombia, donde el personaje me impresionó por su audacia, claridad de propósitos renovadores, cordura y tino”.

“En el MAS habían comenzado a cortarnos el oxígeno desde la nacionalización petrolera de 1976, a cuyo acto fui como presidente de la FCU, acompañado de Eleazar Díaz Rangel, de la AVP, Germán Lairet, del Congreso, Jesús Urbieta, de la CTV, y “Caraquita” Urbina, del CNE. La dirección del MAS inicialmente se opuso, pero luego debió ceder. Me querían imponer que sacara manifestaciones contra el gobierno y yo alegaba que no había razones. Al final se impuso la Dirección Nacional del MAS, y yo acuerdo en los siguientes términos: “Si la ultra las sabotea, yo los denunció”. Dicho y hecho. Públicamente dije que los saboteadores eran de la Liga Socialista-MEUP y no los estudiantes, que habían mantenido un comportamiento cívico. Eso trajo cola larga”. “Comienza el hostigamiento para eliminar a la J-MAS hasta que “Los Halcones” (corriente interna liderada por Petkoff) obtienen mayoría y cumplen su propósito”.

“CAP me nombró jefe de la Oficina Central de Información de la Presidencia de la República, OCI (Ministro de Información). Eso causó resquemores en AD y comienzan a ponerme zancadillas. El objetivo final era erosionar el equipo de CAP en el gobierno. Hago un plan de asistencia a los medios según el cual el consumo de teléfonos, seguro social, Ince, agua, etc., les era canjeado por publicidad. El Estado se ahorraba mucho dinero y los medios estaban felices. Pero no así los agentes del partido. El jefe de sus periodistas, publicista, que deseaba el cargo que yo ostentaba, comienza la campaña en contra. Con los diputados Luis Emilio Rondón y Liliana Hernández, con la venia de Alfaro Ucero y otros, me montan interpelaciones todas las semanas, en las cuales llevan, por instrucciones de Alfaro y del jefe de la fracción, a Rafael Poleo, que deseaba acuchillar a CAP”.

“El presidente me llama un día para preguntarme si yo soy militante de AD. Yo le digo: “Usted sabe que nunca he sido adeco, solo su amigo y admirador”. Me dice que tiene una gran presión para que nombre a un militante y me pide que vaya a ver con el célebre Encarnación Rivas, portero de la casa nacional de AD, en La urbanización La Florida, quien me inscribiría en el partido. Voy donde el Negro Encarnación. Me dice con una gran sonrisa: firma aquí y dame copia de tu cédula, y dile al jefe que el mandado está hecho, formas parte del Comité del Negro Encarnación Rivas”.

“Sin embargo, las cosas no terminaron allí. Sigue la guerra de que no soy adeco, y le pido, con el visto bueno de CAP, a Gonzalo Barrios que me reciba en una reunión del CEN. Allí comencé a dispararles a mis francotiradores: Dije: Yo tengo el pecado venial de no haber nacido adeco, pero veo aquí muchos rostros que me dicen lo mismo. Allí está Paulina Gamus. ¿No te acuerdas de los tiempos de la Juventud Comunista con tu hermana Raquel? Y los rostros cambiaban de color. Veo a Arístides Hospédales: ¿Tú no fuiste dirigente de Copei en Monagas? Y hasta allí llego con esta parte del cuento”.

 EL PROYECTO MÁS AMBICIOSO

Muchas han sido las condolencias virtuales que he visto ante el fallecimiento de Pastor Heydra, entre las que abundan los recuerdos de gente de medios en torno al proyecto denominado Venpres Internacional, que impulsó Heydra desde la OCI. Venpres fue una agencia de noticias del Estado que funcionó durante décadas (desde 1977) como procesadora y proveedora de información oficial a todos los medios venezolanos y a las corresponsalías extranjeras. En 2000 cambió de denominación (Agencia Bolivariana de Noticias). En 2008 Hugo Chávez emitió un decreto que la llamaba Agencia Venezolana de Noticias, pero tuvo que esperar dos años más para comenzar a utilizar la marquilla AVN.

¿Ha contado alguna vez el Estado venezolano con una política comunicacional de acción exterior? No. Hasta entonces los medios en manos del Estado habían sido VTV Canal 8, Canal 5, Radio Nacional de Venezuela y la agencia Venpres. No puede hablarse de un proyecto comunicacional específico de los gobiernos del período democrático. El chavismo sí lo ha hecho, con Telesur, el canal multiestatal, cuya idea original, dice Pastor Heydra, la tenía en cartera pero que su director de entonces el uruguayo Rubén Aharonian se la “vendió” a Chávez tiempo después.

-Quien intentó desarrollar una política comunicacional del Estado pero sin intención de capitalizarla en provecho propio–analiza Heydra-, fue Carlos Andrés Pérez durante su primer gobierno, cuando le dio especial impulso a la prensa impresa regional (con estímulos especiales a través de Corpoindustria para la adquisición de maquinaria, papel e insumos), y a los medios radioeléctricos de la provincia y un reparto equitativo de la pauta publicitaria del Estado.

Ese impulso a la prensa regional dio sus frutos. Podría resumirse en que fue descentralizada la producción de información en Venezuela. Aplicaba el exitoso eslogan de Empresas Polar “Cada región tiene su nombre, pero en todas su periódico se llama tal…”. Según estudio realizado por el sociólogo Rafael Quiñones, “la década de los 70 y 90 han sido los períodos de mayor auge de la prensa escrita en el interior del país, cuyo desarrollo se ha dado con bastante autonomía respecto a las políticas públicas incentivadas desde el Estado para estimular la actividad periodística fuera de la región capital. La mayor parte de los medios impresos tienen en su cartera de clientes a sectores vinculados al sector privado de la economía, más que al gobierno central o local donde desarrollan su actividad”. Y en otro aparte: “Los departamentos de medios de las grandes empresas del país han comenzado a recomendar a sus clientes la segmentación del mercado de acuerdo a las regiones geográficas del territorio, ya que la técnica de promocionar a través de diarios de circulación nacional estratégicamente se está volviendo menos efectiva” (Revista Comunicación, #144, 2008).

En 1989, con Heydra en la OCI y Pérez autoproclamado “hombre de mundo”, se inicia el proyecto Venpres Internacional. El soporte económico sería suministrado por las empresas que el país tenía funcionando en el exterior: Pdvsa, Viasa, CVG Internacional…

-Hicimos una selección por concurso –recuenta- de los corresponsales que inicialmente fueron a Londres, París, Madrid, Roma, New York, Miami, Berlín, Moscú, La Habana, México, Perú, Surinam… Similar al que tienen los españoles, mexicanos, argentinos o cubanos, como instrumento de proyección de sus países en el exterior. Hubo algunas resistencias. Uno de los dueños de un medio impreso se quejó de que le estaban sacando a sus mejores periodistas para debilitarlo. En ello coincidía con Luis Piñerúa Ordaz, quien consideraba que los gastos en materia comunicacional eran innecesarios. La experiencia se inició exitosamente, pero posteriormente fue boicoteada por algunos dirigentes de AD, quienes equívocamente veían en ello una plataforma de lanzamiento internacional de CAP, quien realmente era noticia por su naturaleza, funciones y razón de ser.

Los medios que hicieron a Chávez

El Nacional, El Diario de Caracas, El Nuevo País, entre otros medios venezolanos, fueron expresiones puntuales de la entente que virtualmente se armó en contra del gobierno “liberal y tecnócrata” de CAP II. Esos mismos medios fueron víctimas del gobierno de Chávez, al que le habían tendido alfombra para su triunfo electoral en 1988. Veinte, treinta años después, ¿cuál es su interpretación acerca de esos comportamientos de los dirigentes de los medios privados venezolanos?, rebusco en esa lengua pertinaz.

-Rafael Poleo tenía una obsesión enfermiza contra CAP. Dicen, no lo sé, que le molestó que no lo nombró ministro de Información en 1974 y en ese lugar puso a Diego Arria. De él no tengo buen concepto, es un personaje sórdido y laberíntico, me cuesta hablar de él y de sus inauditas conexiones. Sé que con Lusinchi hizo el negocio de su vida con el monopolio que logró con la venta de papel chileno a los medios de provincia (a través de una corporación creada en el primer gobierno de CAP). Es habilidoso y se supo mover en el oscuro universo de los capos de AD. No es necesario dar nombres, que muchos conocen. Los utilizó y lo utilizaron. Si lees lo que decía de Miguel Henrique Otero y de Marcel Granier, palidecerías. Hurga en la revista Zeta, allí está retratado en su pantera rosa chismográfica (columna escrita bajo el seudónimo Porfirio Pomarosa).

(Diálogo entre Sofía Imber y Rafael Poleo en Venevisión el 21 de julio de 1989:

RP: Yo no soy enemigo de Pérez.

SI: ¡Cónchale!

RP: Yo lo que soy es enemigo de la gentuza con la cual Pérez suele rodearse cada vez que llega al poder.

SI: Eso decían cuando andaba contigo, que andaba con gentuza.

RP: No, él no anda conmigo desde el año 1973 en que él se distanció de Acción Democrática y de sus amigos)

-Marcel Granier es un personaje aparentemente inmutable, de trato educado; se montó la idea que podía ser presidente de Venezuela, fundó el grupo “Roraima”, editó un libro que alguien le escribió, se guareció en El Diario de Caracas y lo quebró, en RCTV hizo lo indecible para cumplir su propósito, cuando él debía ser el personaje central de la telenovela Por estas calles. Un Doctor Valerio de bigotico y hablar más rebuscado. Qué de cosas no se pueden decir de la miseria humana. Una moneda sin cara, ni sello.

-De Miguel Henrique Otero, ¿qué te cuento? Lo conocí cuando regresó de Europa a través de un buen amigo uruguayo ya fallecido, el periodista Ernesto González Bermejo, con quien había estado en el Chile de Allende y fuimos a la llegada de Perón al aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires. Este curioso personaje venía de trabajar en la agencia Prensa Latina y tenía excelentes contactos con los tupamaros uruguayos y con los montoneros argentinos, muchos de ellos asesinados y a quienes conocí gracias a él.

-Miguel fue encumbrándose. Me dio acceso a El Nacional en la campaña de CAP, donde escribía con el seudónimo “Arquímedes” que respondía a otra columna de Rubén Carpio que atacaba al precandidato, firmada como “Pitágoras”, pero luego de yo salir del gobierno me hizo una mala pasada con Alfredo Peña, director, e Ibéyise Pacheco, jefa de redacción. Publicaron un domingo en el Cuerpo D, desplegado en primera página, fragmentos entrecortados de la transcripción de una conversación mía con el general Herminio Fuenmayor, que les había entregado José Vicente Rangel, donde le hablaba de un mensaje que este le había enviado a CAP a través de mi persona, sobre la preparación de dos golpes de Estado que estarían montando, por un lado los Comacates de Chávez y Arias Cárdenas (primera vez que oía esas siglas) y por otra los generales encabezados por el jefe del Ejército Juan Pablo Peñaloza, quien, por añadidura, era su informante en asuntos de la FAN y le había hecho llegar esa y otras cintas trucadas a JVR.

-Sin tener la delicadeza de llamarme, dado el grado de amistad que supuestamente teníamos, dispararon a mansalva sin medir consecuencias. Esto hizo que reaccionara con fuerza. Tuve con él encuentros fuertes en los pasillos del hemiciclo del Congreso. Cuando me presenté en El Nacional con un juez para que entregaran la cinta que era inexistente pues era una transcripción de Peñaloza y JVR, Peñita corría y se escondía. Un día en el restaurante Shorthorn Grill, estando yo con “Caraquita” Urbina y el abogado Mario Valdez, saqué una Sig Sauer 45 con mira laser y le pasé varias veces la luz por la frente.

-Luego hice las paces. Los disgustos no pueden ser eternos. El Nacional, coordinado por Sergio Dahbar, me publicó un libro, Las promesas de Hugo Chávez, pero hasta allí.

El Nacional y él mismo han pagado muy cara la entente con Chávez y los ministerios que le dieron a Peñita y a Carmen Ramia en ese gobierno. Sé que vive en España, que tiene una nueva esposa, a quien conozco, y espero haya aprendido la lección de lo negativo que son los caprichos en la política, que le ha costado demasiado a Venezuela y a los venezolanos.

-Ello, y muchas cosas más, condujo a Chávez, quien fue estimulado por los mismos que se conjuraron contra CAP y donde jugaron un papel relevante algunos medios de comunicación nacional. Uno impreso y tres televisivos que cogobernaron con Chávez en 1999-2000, pensando que este modificaría su rumbo anunciado en su toma de posesión. Cuando esto no ocurrió, se percataron del monstruo que habían creado, comenzaron los deslindes negociados como fue el caso de los Cisneros con Venevisión y Armas Camero con Televen, al igual que las rupturas más abruptas como las de RCTV y El Nacional.

 EL NÁUFRAGO REVELADO

Podías estar hablando con Pastor Heydra día y noche, con tragos o sin ellos, a solas o en grupo, en sus tascas favoritas o bajo el crepúsculo de Juan Griego. En cada ocasión jamás dejaba de referir, aun con nuevos detalles, lo que ocurrió la noche entre el 3 y 4 de febrero de 1992 en el triángulo Maracaibo-Maiquetía-Caracas. “Eso fue una suma de casualidades que permitieron que el presidente Carlos Andrés Pérez no fuese atrapado, vivo o muerto, en La Casona. No me considero El Salvador de CAP”. Me lo decía, y se reía, a sabiendas que ni él se lo creía.

La mayoría de los tópicos que destacaban los medios sobre su trayectoria se refiere a esa experiencia ocurrida hace 29 años. “Chávez no parece vencido y, de parte del gobierno, un solo héroe sale de su anónima condición: Pastor Heydra, el salvador de Carlos Andrés Pérez”, decía la revista Exceso en su edición #40 de abril de 1992.

“Usted fabula mucho, Pastorcito”, calculaba que le habría dicho CAP si le hubiera escuchado narrar una y otra vez las correrías de esa noche fatal.

Admiraba tanto a CAP que cuando el duende que camina estuvo preso en El Junquito, ya despojado del poder en mayo de 1993, Pastor se la jugó completa para introducir a escondidas una cámara fotográfica Minox en el retén.

Pastor Heydra, un jodedor de oficio, por Víctor Suárez.

Portada del libro La rebelion de los náufragos, cuya foto fue tomada clandestinamente por Pastor Heydra cuando CAP estaba recluido en la cárcel de El Junquito.

Según el fotógrafo Carlos Hernández, residenciado hoy en Madrid, CAP había accedido a dejarse tomar una sola foto, posiblemente la única suya que existe en esa situación: “Cuando iba a tomarle la segunda, el hombre se levantó de la silla”. Fue la elegida para ilustrar la portada del magnífico libro La rebelión de los náufragos, de la periodista Mirtha Rivero, publicado en 2010.

A la postre, Pastor fue un náufrago, sin puerto. De la izquierda insurreccional, del comunismo dependiente y supletorio, de la inconclusa socialdemocracia masista, de la socialdemocracia que AD había olvidado y que jamás lo aceptó como uno de los suyos.

Fue concesionario de una emisora de radio en Margarita (La Guaiquerí 96.7 FM) que le dio CAP y se la quitó Diosdado Cabello cuando fue director general de Conatel. Dirigió en Margarita una página web informativa. Editaba un compendio noticioso llamado NotiNegro, porque también le conocían como El Negro Pastor. Quiso repetir por Nueva Esparta en la Asamblea Nacional en 2015 pero no encontró apoyo en la oposición. Entonces se lanzó como candidato por iniciativa propia, el único en el país en tratar de llegar por esa vía, y apenas obtuvo 1175 votos (0.49%) en su circunscripción.

 DONDE HABLA DE SUS ANCESTROS

-Háblame de tus padres…

-Ciertamente de eso he hablado poco. Nadie me lo había preguntado antes. Mi padre se llamaba Rafael Heydra Orozco. Fue un buen hombre, cariñoso y bondadoso. Guardo sus hermosas cartas. Era hijo de Alberto Heydra, ebanista muy fino que había llegado de la isla de Bonaire (de allí sus facciones, su tez y su pelo liso y suave). La abuela paterna se llamaba Cruz Orozco Malpica, una mezcla de catiense y valenciana. Su casa, ubicada de Ceiba a Delicias, en Altagracia, sirvió de escenario a muchas películas de época.

-Mi madre se llamaba Iris Eloisa Rojas Rojas, margariteña. Éramos cuatro hermanos. Mi padre murió en Caracas, cuando yo tenía once años y estudiaba primero de bachillerato en el liceo militar Jáuregui, en La Grita. Estuve en su sepelio. Mi nombre Pastor viene de mi abuelo Pastor Antonio Rojas Villarroel, de Los Hatos, quien fue un pionero del comercio con el delta del Amacuro y Sucre, fundó haciendas de cacao en Macareo y Macareíto, traía telas, cigarrillos y licores de contrabando en medianas cargas cuando esa actividad no se consideraba delito, llegó a ser un próspero comerciante insular. Mi abuela Eloísa Rojas de Rojas, nativa de Juangriego (calle de la Iglesia), era de origen humilde, hacía dulces con su madre Isabel y su hermana Carmen, que vendían en el mercado de La Asunción. A la muerte prematura del abuelo Pastor, la abuela Eloísa se fue a Caracas a educar a sus seis hijos. El abuelo Pastor llegó a poseer 46 casas, entre otros muchos bienes que al morir desaparecieron, incluyendo tres lanchas que se las comió el mar y cajitas de morocotas que sabe Dios adónde fueron a parar. La mitad de esas casas estaban en Caracas y la otra mitad en Margarita. De la venta de esos bienes vivieron. Los Rojas Rojas se residenciaron de Aurora a Doctor González 11-7 en la parroquia Altagracia, ubicada a dos cuadras de la Iglesia de La Pastora, hacia el norte, y del Palacio de Miraflores, al sur. La casa se convirtió en una suerte de embajada de Juangriego en Caracas.

Su vida escolar fue bastante accidentada. Cursó en tres escuelas primarias, la secundaria la hizo en cinco liceos distintos y la educación superior transcurrió en dos universidades chilenas y tres venezolanas. Todo un prolongado carrerón para graduarse finalmente de periodista en la UCV en 1981. Su inscripción en Ingeniería 15 años atrás había resultado mera obligación militante.

 LAS RUMBAS UCEVISTAS

Se tomaba muy en serio su carácter siempre jovial. “Soy un jodedor de oficio”, decía como identificación personal. Efectivamente, contra todo pronóstico y apartados los rubores políticos o ideológicos, armó dos fiestones espectaculares el día de la toma de posesión de la presidencia de la FCU de la UCV. El 19 de noviembre de 1975, el Aula Magna y la Plaza del Rectorado se desbordaron. Soledad Bravo y Gualberto Ibarreto bajo techo. El Grupo Mango y La Dimensión Latina (con Oscar D´León y Vladimir Lozano), a campo abierto.

-Una situación similar –recuerda Pastor- se había presentado en 1967 en la campaña de Juvencio Pulgar (JC) a la FCU, quien derrotó a Julio Escalona (MIR), que representaba a los sectores ultraizquierdistas que seguían propugnando la lucha armada. La JC, que estaba en vísperas de participar con el PCV en las elecciones generales de 1968 bajo la fachada legal de Unión Para Avanzar (UPA), lanzó una consigna que descalabró, con un argumento simple y demoledor, la estrategia foquista: “Entre bonche y revolución, no hay contradicción”, interpretando el sentimiento mayoritario del estudiantado”.

Lo que más sonó entonces fue el éxito mundial “Pata Pata”, con la cantante sudafricana Miriam Makeba (Sat wuguga sat ju benga sat si pata pat, narra el coro: Nos dimos la vuelta y dijimos aquí está, toca, toca). Makeba había visitado Venezuela a inicios del 67, y la fuerza de su interpretación aún se mantenía en el gusto de jóvenes y adultos.

Algo parecido también, pero con menos estruendo, a lo sucedido en las carnestolendas de febrero de 1928, en época gomecista, que aun formaba parte del romanticismo juvenil.

Más o menos así creo que fue mi amigo Pastor Heydra, un jodedor de oficio hasta el fin de sus días. Ni tan santo, ni tan malvado…

Su última producción me la entregó en abril del año pasado, como epílogo a La esperanza de una gran aurora y su arrebol, referido al ocaso del Socialismo del siglo XXI y al renacer de una nueva esperanza democrática que aún no se ha concretado. Sus últimos dos años los pasó en Valencia, España. Desde allí me enviaba saludos mañaneros por mensajería, hasta el día 21 de diciembre de 2020, en que supongo regresó a Margarita.

*Víctor Suárez, periodista venezolano. Reside en Madrid, España.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Una latencia llamada Milagros (atentado a Rómulo Betancourt hace 60 años)

La explosión ocurrió a las 9:15 de la mañana. A las 10:15 p. m. Rómulo Betancourt recibió a 22 periodistas en el Hospital Universitario. A las 11:45 p. m. ya estaba en Miraflores, con las manos vendadas y anteojos nuevos.

@VV_Suarez 

Luis Cabrera Sifontes, el hombre que accionó la bomba que por poco catapulta a Rómulo Betancourt directo al Panteón Nacional, abordó el Curtiss C-46 de la línea aérea RANSA con tres maletas. Dos eran color verde, repletas de nitroglicerina en forma de dinamita compacta y de nitrato de amonio reforzado con TNT. La tercera, más pequeña, era de semicuero imitación de piel de caimán barbudo que contenía la estación de acción remota que haría explotar una carga mortífera a las 9:15 de una mañana pluviosa el 24 de junio de 1960 en el Paseo de Los Próceres.

Estaban en Ciudad Trujillo (Santo Domingo). El grupo conspirador, encabezado por el general montonero Carlos Sanoja Rodríguez y el excapitán de navío Eduardo Morales Luengo, había discutido y acordado con el dictador Rafael Leonidas “Chapita” Trujillo una serie de acciones encaminadas a deponer al gobierno venezolano, en asociación con facciones perezjimenistas del ejército nacional.

El atentado de Los Próceres no estaba en los planes iniciales. Trujillo les entregó un lote de armas (ametralladoras, fusiles, pistolas, cacerinas, granadas, todos muy viejos y de escasa potencia), que fue descargado en una hacienda guariqueña propiedad del presidente de RANSA, Carlos Chávez, antes de aterrizar en Maiquetía el día 18 de junio.

El cargamento de explosivos fue añadido en el momento del abordaje de regreso de Ciudad Trujillo, luego de que el temible jefe del Servicio de Inteligencia Militar dominicano, coronel Johnny Abbes García, hubiera convencido a Cabrera Sifontes de su presunta utilidad en el momento en que estallara el golpe de Estado planeado e insinuado un atentado contra el presidente venezolano.

Rafael Poleo ya despuntaba como buen reportero. Fue de los primeros periodistas en trazar perfiles (revista Élite) de los personajes instrumentales en el atentado, Cabrera Sifontes y Manuel Vicente Yánez Bustamante.

Cabrera es radiotécnico y agrimensor, que sabe de ondas y teodolitos. Sufre de ludopatía. Inventa planes inmobiliarios que ahora le tienen en apuros.

A Yánez Bustamante le embargan una cantera en Guatire y en su expediente figuran dos denuncias por estafa de fondos públicos.

Poleo: “Cabrera estaba definitivamente perdido por el juego. No por distinto, el vicio de Manuel Vicente era menos peligroso. Las mujeres le tenían de cabeza. Había desfalcado las rentas municipales de Petare, donde trabajaba. Para tapar el hueco pidió prestado y el prestamista (el general Sanoja) a poco cobró, a modo de intereses, al obligarlo a hacerse conspirador”.

Abbes García instruyó a Cabrera Sifontes sobre el uso del sistema de microondas y le había enseñado fotos sobre las devastaciones resultantes en sus experimentos contra objetos y personas.

Por encima de todos estaban Sanoja Rodríguez y Morales Luengo, quien fuera director del Círculo Militar en tiempos de Pérez Jiménez. Ambos seguían la ruta golpista de Castro León y Martín Parada.

¿Dónde estaban mis amigos periodistas que en los chats de ahora recuerdan aquel bululú? Para el viernes 24 de junio, comienzo de puente festivo en todo el país, Evaristo Marín estaba en “Pedro González” brincando fogatas de San Juan. Jesús Cova, en Caripito celebrando la participación de “La primera lanza de Oriente” en la Batalla de Carabobo. Omar Pineda, sin pelo en el sobaco aún, estaba en Artigas, preparándose para ver una avanzada del desfile del Día del Ejército, que pasaría por la avenida San Martín rumbo a Los Próceres (esa mañana le preguntó a su cuate “Mascavidrio” ¿qué tal me vería con uniforme militar?).

A Betancourt se le había alborotado el hígado y tenía regurgitaciones gástricas con tripa a punto de colitis, y además había amenaza de lluvia, según el Observatorio Cajigal. A las 10 de la noche del jueves 23 decidió que asistiría al desfile. Ese dato se filtró, aún sin explicación 60 años después. Cuando el Cadillac blindado entró por la redoma de Los Símbolos, sus ocupantes, la seguridad presidencial y el SIFA avistaron un chatarroso Oldsmobile verde modelo 1954 matrícula HK-6-ARI aparcado a la vera de la avenida, a 300 metros del puente que da hacia la Nueva Granada. Nadie reparó, sino cuando estalló.

Al igual que en el caso de la intentona chavista del 4 de febrero de 1992, la acción conspirativa y el atentado estaban avisados. A la Digepol y a la PTJ las habían dejado fuera del equipo de seguridad presidencial. Estados Unidos había remitido una advertencia y un delegado del Departamento de Estado se había reunido cuatro días antes con Betancourt. En la portada de la edición del sábado 25 del diario El Nacional, apareció un pequeño recuadro que decía: “Un cable del exterior anunciaba al gobierno el atentado”.

Atentado a Rómulo Betancourt
Detalle de la portada de El Nacional (25-6-1960), donde un pequeño recuadro decía: “Un cable del exterior anunciaba al gobierno el atentado».

Hasta Carlos Andrés Pérez, desde San Cristóbal, envió un radiograma sobre los rumores de la trama. Al ministro de la Defensa, general Josué López Henríquez, le pareció “raro” el ambiente, pero no actuó.

En la mañana, antes de que los agentes de tráfico trancaran las vías de acceso a la zona, Yánez Bustamante fingió un desperfecto que le obligaba a dejar el coche aparcado allí. Ya estaban en el maletero los 65 kilos de dinamita y la estación que debía recibir la orden remota que desencadenaría la explosión. Las dos maletas estaban amorochadas y conectadas entre sí por cables, y encima de ellas el detonador.

Por curiosidad, me paseé muchas veces por el escenario del crimen. Vivía en Santa Mónica, al lado este de la avenida. Iba una y otra vez para tratar de certificar cómo se habían dispuesto los dos encargados del atentado. En paralelo corre el río El Valle, hacia el norte, buscando al Guaire. Del lado de allá estaban (o están) varias fábricas de bloques de concreto y tubería para aguas servidas. Esa quebrada está embaulada, pero con bastante vegetación a la altura de las vías peatonales. Ese mismo recorrido lo habían hecho las comisiones investigadoras, tanto de la inteligencia militar venezolana como de las misiones de la OEA que se encargaron del caso casi inmediatamente.

Manuel Vicente se hacía el loco con lo del auto averiado; se alejó un poco, fuera del efecto de la onda expansiva que se produciría un rato después. No podía abandonar el sitio puesto que tenía que cantar la zona. Debía estar a la vista de su compinche.

Cabrera Sifontes se había instalado en la ribera opuesta. Había armado la estación de microondas que había traído de Santo Domingo en una maleta de cuero de caimán. Con unos binoculares observaba a Manuel Vicente, a la espera de la señal convenida, y también miraba al Oldsmobile verde.

La señal era simple: el gesto de quitarse el sombrero. Esa señal estaba condicionada al momento exacto en que tanto el Cadillac como el Oldsmobile estuvieran en paralelo. Un objeto fijo a la espera de emparejarse con un objetivo que marchaba a media velocidad. La precisión del acto percutivo sería crucial. El objetivo móvil estaba blindado. Había que accionar la carga explosiva en el momento exacto, para que la dinamita surtiera efecto total.

Confluían dos factores decisivos, a cargo de Cabrera Sifontes: el agudo sentido de la vista (Manuel Vicente se quita el sombrero) y la acción no refleja de accionar el suiche que emitiría la orden para que estallara la carga distante.

El sueco Alfred Nobel inventó la dinamita en 1867 y en 1888 el alemán Heinrich Rudolf Hertz demostró la existencia de ondas electromagnéticas. Cuando se unieron ambos elementos veinte años después, el mundo tembló. En todos los conflictos bélicos del siglo XX, los sistemas de radiofrecuencias habían servido de apoyo para la expansión del uso de explosivos, sobre todo con el objeto de incapacitar momentánea o permanentemente al enemigo en un radio limitado. En el XXI, los conflictos en Oriente Medio han acentuado su uso mortal.

Los sistemas de microondas permiten que una orden sea ejecutada a distancia. En 1960 la separación entre emisor y receptor era bastante limitada (entre 100 y 300 metros, según la potencia de la señal y la ausencia de obstáculos físicos entre los puntos).

Para el atentado, la dotación entregada por los dominicanos era sencilla y parecía muy efectiva. El transmisor consistía en dos tubos al vacío colocados dentro de una caja de tocadiscos de 45 RPM, con una batería de seis voltios, con capacidad para actuar dentro de un límite de diez a catorce megaciclos.

Sobre la instrumentación del atentado, Betancourt se atrevió a decir: “Fue usado el novísimo sistema de atentados políticos, que tuvimos el dudoso privilegio de estrenar, de hacer estallar la poderosa bomba desde una distancia de centenares de metros, mediante un mecanismo de microondas”.

Pero un detalle, invisible y para ese momento no cuantificable dejado al libre cálculo del perpetrador, impidió que Betancourt y el resto de los tripulantes del Cadillac murieran en el acto (menos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la Casa Militar).

Se llama latencia.

En comunicaciones inalámbricas, latencia es el tiempo en que una señal (o un paquete de señales) se propaga entre los diversos puntos de una red. Actualmente se mide en milisegundos y hasta en nanosegundos. Hace 60 años, la latencia se medía en segundos. En síntesis, significa retardo. Se refiere al tiempo que tarda en llegar una acción desde su punto de inicio hasta su punto de fuga o cuando la acción se consuma.

La vemos durante las tormentas: primero el relámpago y luego el trueno. La apreciábamos claramente en los comienzos de las transmisiones de televisión satelital. No había sincronía entre la imagen y el audio (nunca será perfecta, puesto que la luz viaja más rápido que el sonido). Cada quien iba por su lado, uno detrás de la otra. “Mueve un pie y el otro le sigue, donde vaya”, cantaba Sergio Pérez, el nieto salsero de Rómulo Betancourt.

Cabrera ve que Manuel Vicente se ha quitado el sombrero cuando cree que ambos vehículos están aparejados (primera latencia), luego Cabrera acciona el suiche (segundo retardo), la onda radioeléctrica cruza el río (tercera latencia), la onda acciona el detonador de la carga explosiva (cuarta latencia). Finalmente, quinta latencia, la dinamita estalla y hace que el Cadillac vuele por los aires, como Aldo Moro en Roma, como Carrero Blanco en Madrid. Pero Rómulo y su pipa no mueren.

Pocos días antes había desafiado al Altísimo: “Que se me quemen las manos…”, había soltado su gañote gruñón. La explosión ocurrió a las 9:15 de la mañana. A las 10:15 p. m. recibió a 22 periodistas en el Hospital Universitario. A las 11:45 p. m. ya estaba en Miraflores, con las manos vendadas y anteojos nuevos. Estaba maltrecho pero no abollado. Cuando se dirigió al país por radio, muchos creyeron que se trataba de la voz del Ciego Hilario, que lo imitaba a la perfección.

Apareció en televisión 22 días después del atentado, con el propósito de mitigar la campaña de desinformación que habían desatado la emisora de radio La Voz Dominicana y el diario El Caribe, ambos controlados por Trujillo, replicadas por muchas agencias internacionales de noticias.

Decían que estaba tuerto, que había quedado ciego, que ahora sí era verdad que no escuchaba a nadie, que ni culo tenía para sentarse, que sus capacidades mentales habían aparcado en la Luna. Cuando, por prescripción médica, debió ser suspendido un encuentro en la frontera con el presidente colombiano Alberto Lleras Camargo, El Caribe tituló: “Sigue incapacitado”.

Una latencia llamada Milagros, atentado contra Rómulo Betancourt, por Víctor Suárez.
Ni ciego, ni tuerto, ni loco. Betancourt salió por la TV a los 22 días del atentado para mitigar la campaña de desinformación liderada por los medios controlados por Chapita Trujillo.

El estallido produjo una onda de calor calculada en 4000 grados centígrados. Pero nada siguió luego del chicharrón: ni rebelión militar, ni otros actos de fuerza, ni movilización popular. Raúl Leoni, Rafael Caldera y Jóvito Villalba tomaron por unas horas el mando político (Pacto de Punto Fijo AD-Copei-URD). A pesar de que en sí el acto no falló, que Rómulo siguiera con vida paralizó todos los planes de la conspiración.

El periodista español Miguel de los Santos Reyero, en su libro “El último hermoso crimen” (1972): “una fracción de segundo de más, o de menos, podía hacer fallar la operación”. El historiador Edgardo Mondolfi, en su libro “El día del atentado” (2013): “eso fue probablemente lo que ocurrió y tal vez, para suerte de Betancourt, la clave radique en la imprecisión de unos cuantos segundos de rezago a causa de la distancia que Cabrera guardaba de su objetivo cuando le correspondió apretar el suiche”.

Unos días después del atentado, tras el arresto de la mayoría de los responsables, Nels Benson, especialista en demoliciones del ejército de EE. UU., cedido por el Pentágono para ayudar en la investigación, rindió un informe sobre la técnica y uso de los explosivos utilizados en Los Próceres. Benson sostuvo que hubiera sido difícil para la persona que operara el transmisor conseguir un cálculo exacto para el momento de la explosión, si hubiera tenido que actuar a base de la señal de otro individuo. La disparidad entre el ángulo de visión de Yánez Bustamante y la ubicación real del objetivo móvil al momento de quitarse el sombrero podría explicar por qué el centro del impacto fue logrado en la parte delantera del vehículo y no en su parte trasera, donde viajaba el presidente. (Cito al investigador histórico y periodista dominicano Miguel Guerrero en Listín Diario el 28-6-2011).

Mientras recogen los vidrios, Morales Luengo, Cabrera Sifontes y Yánez Bustamante se van hacia La Guaira por la carretera vieja. Lanzan por los barrancos el aparato de radiofrecuencia. En Macuto se alojan en una pensión. Al día siguiente, Yánez vuelve a Caracas y se entrega. Delata toda la operación. El 29 de junio Morales Luengo es detenido cuando intentaba asilarse en una embajada. El general Sanoja Rodríguez, enlace con Chapita Trujillo, es detenido en Caracas. El copiloto del Curtiss C46 también es detenido, pero el piloto escapa a Miami. Carlos Chávez, presidente de RANSA se entrega y en 1964 le cierran la empresa.

El radiotécnico Luis Cabrera Sifontes huye hacia occidente, en busca de la frontera colombiana. Es capturado dos semanas después en Cabudare, estado Lara. Andaba disfrazado de peón, con cédula falsa, tripulando un burrito sabanero camino de Belén.

Sobre Chapita Trujillo, en su aparición en TV del 16 de julio Betancourt advirtió: “He dicho al respecto palabras claras, precisas, meditadas y definitivas: si la OEA no adopta las medidas que signifiquen en los hechos la erradicación de ese foco de perturbación en el Caribe, Venezuela, por sentido de dignidad nacional, aplicará unilateralmente las sanciones del caso”.

Se trataba de la “Operación Relámpago”, acción de represalia armada en terreno dominicano que un día después del atentado empezó a zurcirse en la Fuerza Aérea Venezolana, pero que nunca se concretó. La OEA hace lo suyo, aplica sanciones, y once meses después Chapita cae abaleado en Ciudad Trujillo, excapital de la República Dominicana.

* (Datos esenciales tomados de El día del atentado – Edgardo Mondolfi Gudat – 2013 – Editorial Alfa – Caracas – Venezuela).

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

 

La vergüenza de ser fragata, por Víctor Suárez

Como la costa es bonita, yo me vengo divirtiendo

pero me viene siguiendo de afuera una piragüita.

(“La lancha Nueva Esparta”, folklore venezolano)

 

Un capitán se llama Alex Dudov y, el otro, Yermince Aslenlly Granadillo Medina. Uno es georgiano, el otro es venezolano. El primero es gran timonel de dos supercruceros rompehielos árticos y antárticos, el Orión, de National Geographic, y el Resolute, de One Ocean Expeditions. El segundo es comandante de la fragata Naiguatá, de la armada venezolana. Uno se diplomó en el High Engineering Marine College, en Ucrania 1989. El otro egresó de la Escuela Naval Venezolana en 1996, puesto 19 (de 72), promoción “Francisco Javier Gutiérrez”. Uno es maestro mercante mayor, el otro es capitán de navío.

Encuentro de capitanes

Pasada la medianoche del martes 31 de marzo de 2020, ambos marinos se encuentran en alta mar, a 60 millas náuticas de la costa venezolana, al noreste de La Tortuga, la segunda isla más extensa de Venezuela (a 24.076 kms – 1 mn es igual a 1.852 kms). Visten camisas blancas, de esas que tienen dos bolsillos con tapa al frente. Uno no usa franelilla blanca interior, el otro sí. Sus caponas son diferentes. Las de Granadillo, sobre presilla negra, resaltan tres galones dorados y una coca, que es una especie de letra b sobrepuesta a una p. Las de Dudov son de cuatro galones igualmente dorados, pero el más alejado del cuello es de ancho mayor. En el pecho del georgiano no cuelga guilindajo alguno. En el del capitán de navío han sido cosidas seis hileras y un botón condecorativo.

Granadillo ha ido al sitio a todo vapor, en su fragata que desarrolla 22 nudos/hora. El Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofan) le ha enviado en misión urgente. Con sus 44 tripulantes ha salido cagando leches desde La Guaira, en su nave de 1.453 toneladas y tres cañones limpiecitos.

Los dos motores diesel de la Naiguatá han rendido como nunca en sus 9 años de servicio. En dos horas y media han llegado a La Tortuga, sortean cabo Herradura y siguen a norte franco en noche de estrellas hacia las coordenadas indicadas. La tripulación no cesa de entonar el himno de la Armada: 

 

Al combate valientes marinos,

nada importa morir en la mar,

si se salva el honor militar

y la patria y su noble destino…

 

Una vez recorridas otras 13,3 millas, al noreste del atolón quelonio, observan un buque, un hermoso crucero que no se mueve, lleva bandera de Portugal, la proa hacia el oeste, bastante iluminado, pero no se ve a nadie cogiendo el fresco en las ventanillas de sus cuatro pisos.

No se mueve porque el Resolute, con 29 años de edad y un tonelaje bruto de 8.445, nacido en los astilleros de Finlandia, ha estado sin propulsión durante más de tres horas en la mar serena caribeña. La irregularidad ha sido reportada al centro de control de la operadora, Columbia Cruise Services, radicada en Hamburgo, Alemania.

Cruzando rompehielos

El capitán Dudov ha estado demasiado atareado en los últimos meses. De vuelta de los mares australes, el año pasado, en su parada en el puerto de Ushauia (Argentina) se le han enredado los papeles de navegación y los itinerarios.

Es un lobo terráqueo nacido en Tiflis, Georgia, ex república soviética, hace poco más de 50 años. Ha atravesado con el Resolute dos veces el Pasaje de Drake (llamado también Mar de Hoces), que es el tramo de 800 kilómetros de aguas furiosas que separan América del Sur de la Antártida, entre el cabo de Hornos (Chile) y las islas Shetland del Sur. Y, también con igual resolución, al mando del explorador geográfico de lujo Orión, ha surcado el estrecho de Bering, donde se besan Estados Unidos y Rusia, en el Ártico, sorteando los hielos polares.

El Resolute estaba programado para realizar un crucero a las Islas Malvinas, Georgia del Sur y la Antártida desde el 19 de octubre de 2019 hasta el 6 de noviembre de 2019, comenzando y terminando en Ushuaia, ciudad argentina considerada “el culo del mundo”. Se produjo una emergencia médica en el barco mientras se dirigía a puerto, lo que retrasó la partida del próximo crucero, por lo que los pasajeros fueron trasladados a Buenos Aires para encontrarse con el barco. El barco zarpó de Buenos Aires el 19 de octubre. El día 22, el barco ingresó a Puerto Madryn, en la costa norte de la Patagonia, para repostar. Después de permanecer en el puerto durante dos días, se reveló que el combustible no se pudo obtener debido a incumplimiento de pago. La ruta antártica fue cancelada y el barco regresó a Buenos Aires con todos sus pasajeros. Una vez en Buenos Aires, los pasajeros desembarcaron y se quedaron solos, sin reembolso ni compensación. Según informe del portal Vessel Tracker, el barco estuvo bajo arresto en Buenos Aires. Así, había perdido el resto de la temporada antártica de 2019 y la del primer trimestre de-2020.

Los problemas no terminaron allí. A finales de marzo el barco apareció en el Caribe Oriental. 

Los entes especializados en rastreos marítimos constatan que el Resolute estuvo 55 días y medio sin rumbo definido y sin ETA (Tiempo Estimado de Llegada) a ninguna parte. Sí se sabía que navegaba hacia el norte. 

El 25 de marzo fue detectado cerca de la costa norte de Trinidad y Tobago. Al día siguiente se maridó fuera de Puerto España con el tanquero petrolero Kerkyra, de bandera panameña, y supuestamente repostó. Luego siguió navegando hacia el oeste. El 29 de marzo el capitán Alex Dudov perdió el control del crucero a unas 60 millas náuticas de la costa norte de Venezuela. “El barco estaba a la deriva, a velocidad de un mísero nudo, a 13.3 millas náuticas de la isla deshabitada de La Tortuga a las 13:00 (hora estándar del este) del martes”, informó el portal canadiense Halifax Shipping News. 

Estar sin comando indica que el barco no puede maniobrar, y todos los buques deben mantenerse alejados, a un PMA (Punto Máximo de Aproximación) de 2 o 3 millas.

Allí fue dónde lo encontraron el C/N Granadillo Medina y sus 44 marineros. Se le fueron pegando y pegando a estribor y por radio entablaron conversación:

 

-¿Pa´dónde va el barco?

-Pa´Curazao.

-¿Quién lo maneja?

-El capitán Dudov.

-Dígale que se ha metido en un rolo e´peo

-What is peo?

El Resolute estaba más vacío que nunca, aunque bastante alumbrado. A bordo, solo el capitán y 32 tripulantes, un tercio de los habituales. Tampoco iba ningún pasajero, ingrimas las 88 cabinas y las cuatro suites que en cada expedición pueden hospedar hasta 146 turistas con billete.

Antes de comenzar a ser operado por Columbia Cruise Services, en 2018, durante 25 años de servicio con su antiguo dueño Hapag-Lloyd, el Resolute había navegado 1.9 millones de millas (3.1 millones de km), visitado 148 países en 677 itinerarios diferentes (incluyendo 128 a la Antártida y 23 tránsitos por el Canal de Panamá). En su recorrido de tres décadas ha enfrentado bancarrotas, insolvencias, embargos, cambios de propietarios, de nombre y de bandera. Ahora estaba varado en las cercanías de La Tortuga.

Historia igual de turbia

La historia de la fragata GC 23 Naiguatá es muy distinta, pero igual de oscura. Su origen está ligado a uno de los escándalos más sonoros  y aún no resuelto de José Luis Rodríguez Zapatero mientras fue presidente de gobierno de España (2004-2011). En 2005 Hugo Chávez firmó un contrato con Navantia, el astillero militar español, para la construcción de una serie de 8 patrulleros (cuatro oceánicos y cuatro de vigilancia del litoral) por un monto de 1.245 millones de euros. 

Las cuatro fragatas se llamarían GC 21 Guaicamacuto, GC 22 Yavire, GC 23 Naiguatá y GC 24 Comandante Eterno Hugo Chávez. La primera terminó llamándose Warao, y la última, doce años después de iniciada su construcción, todavía no ha salido de los astilleros de Dianca, en Puerto Cabello, donde fue ensamblada a partir de los bloques entregados por Navantia. Los españoles, que no han cobrado completo, desistieron de su apoyo y supervisión de los trabajos finales de la fragata del Comandante Eterno, y en enero de 2019 repatriaron al grupo de ingenieros navales que prestaban asistencia.

Cuando la Armada recibió la primera fragata (Guaicamacuto-Warao), estaba Chávez en la explanada del muelle de Puerto Cabello. La banda marcial de la base naval entonó el himno nacional pero al jefe no le gustó: “Quiero que repitan las notas del himno, porque tanto al comienzo como al final he oído (no sé si tengo algo en el oído, no sé si serán los años que están pasando), hay algo extraño en las notas del himno nacional. No puedo irme sin llamar a la corrección. Mande a tocar de nuevo… coro, primera estrofa, coro”. Música, maestro…

A un año de entrar en servicio, el Warao se estrelló contra un arrecife coralino en Fortaleza, en la punta este de Brasil, en ocasión de los ejercicios navales combinados Venbras2012. Los daños fueron muy severos. Fue llevado a Río de Janeiro. Navantia dijo que no se metía en eso. El gobierno no aprobó los presupuestos que le pedían empresas brasileñas para repararlo. Finalmente fue remolcado hasta los talleres de Dianca en Puerto Cabello, donde yace oxidado.

El contrato con el gobierno de Venezuela está siendo investigado desde hace siete años por un juzgado de Madrid por el pago de una comisión del 3,5% (42 millones de euros) a dos intermediarios venezolanos y a sus socios en España: el expresidente del Instituto Nacional de Industria Javier Salas y su antiguo subordinado Antonio Rodríguez-Andía. En la misma causa están imputados el entonces presidente de Navantia Juan Pedro Gómez Jaén y su director comercial Jesús Arce. El contrato inicial fue abultado para incluir las comisiones pagadas. Al entonces ministro de Defensa de España, José Bono, le da repelús hablar de eso.

En junio de 2011 fue incorporada a la Armada la GC 23 Naiguatá en una ceremonia realizada en El Morro (Isla de Margarita), junto al patrulllero oceánico PC 21 Guaiquerí, primero de una serie de cuatro. Este Guaiquerí comenzó siendo corbeta llamada Guaicaipuro, luego renombrado Caribe, y terminó siendo guaiquerí salao.

La Naiguatá que salió a rondar La Tortuga, según ficha original, está armada de un cañón de 76 mm emplazado en una torreta delante de la superestructura principal, así como un par de cañones de 20 mm y dos ametralladoras calibre 12.7 mm. No porta misiles antisuperficie ni antiaéreos, y tampoco morteros ni torpedos antisubmarinos. La tripulación, eso sí, lleva armas de poco alcance.

De la deriva a la locura

-¿Qué andan haciendo ustedes por aquí?, preguntó el comandante Granadillo al capitán Dudov.

-Estamos en problemas. El motor de estribor se apagó hace unas horas y le estamos haciendo mantenimiento. El motor de babor se mantiene en espera para mantener una distancia segura de la isla en todo momento. Vamos a la deriva, a velocidad de un nudo.

-¿Saben que están en aguas territoriales de Venezuela? (¡Chávez Vive!, clamaron los grumetes en cubierta.

-Estamos en aguas internacionales –dijo Dudov, sin dudar. A sesenta millas de territorio continental. A 13 millas y pico de La Tortuga, el doble de lo establecido.

-Que no.

-Qué sí.

-Miren el tracking en sus pantallas, me llamo Resolute, Portugal, IMO 9000168, vea lo erráticos que vamos. No tenemos propulsión.

-Dése la vuelta, míster.

-No puedo. Sería una desviación grave de la ruta programada. Nos espera en Curazao una DPA…

-¿Qué es una DPA?

-Designated Person Ashore, DPA. Una empresa designada en tierra que es la responsable de monitorear la operación segura y eficiente de cada barco. Eso es obligatorio para cada barco mayor de 500 toneladas brutas.

-Vire en redondo, míster.

-Y si estuviéramos en aguas venezolanas, por algún error de cálculo, sin intención, aun así nos protege el derecho del Paso Inocente; este es un barco de pasajeros, no militar, alegó finalmente Dudov.

-Nada de eso. La nuestra es una rutina de control de tráfico marítimo. Enciendan el motor de babor, pongan proa hacia el oeste. Les escoltaremos hasta Puerto Moreno, en Isla de Margarita, la isla de las perlas. Estas son las coordenadas, indicó Granadillo. (¡Reina del Caribe mar!, clamaron los grumetes)

Pero el georgiano se quedó plantao. Pensó en un secuestro, como ha ocurrido en Somalia, con abordajes de piratas protegidos por las autoridades. También en alguna represalia, debido a las sanciones de Estados Unidos a Venezuela.

Dudov decidió quedarse donde estaba. Mientras Granadillo llamaba a su Ceofan, en solicitud de instrucciones, el Dudov se elevó hasta sus estudios universitarios de ingeniería marítima, en Odessa, 30 años atrás, donde le habían contado de un suceso sangriento, allí mismo en La Tortuga. Los holandeses les estaban sacando la sal a los españoles. Habían construido tres salinas, de gran productividad. El fruto era gratis, sin impuestos, ni siquiera derechos de atraque. En 1631, el gobernador de Caracas envió al capitán Benito Arias Montano con 40 soldados terciados con arcabuces y 114 amerindios armados con arcos y flechas rumbo a La Tortuga para desalojar a los intrusos holandeses. Una vez en la isla, una avanzada tomó el control de las instalaciones terrestres, mientras Arias Montano lideraba un ataque contra dos barcos holandeses anclados en la bahía, uno de 600 toneladas con 22 cañones, y otro de 300 toneladas con seis cañones. Los atacantes subieron a bordo y en la lucha cuerpo a cuerpo tomaron el control de las naves. Los prisioneros fueron llevados a Caracas y los ahorcaron. Fueron incautadas 152 toneladas métricas de sal. Los españoles, a quienes no les interesaba esa posesión sino para preservar la integridad del territorio colonizado, destruyeron el embarcadero y todas las instalaciones.

(400 años después, ni se habita ni se saca sal en La Tortuga, pero ahora se está construyendo un hotel turístico, otorgado en concesión a un consorcio privado por la esposa de Diosdado Cabello, Marleny Contreras, cuando fue ministra de Turismo)

Reflexionó: Pero yo soy más grande que tú. Son más de 8 mil toneladas contra 1.400. Son 122 metros de eslora de eslora versus 24. Aunque no ostento cañones de Oto Melara, tengo un casco acorazado con la mayor calificación del mundo para navegar en mares congelados. No has visto sino la punta del iceberg. Los trabajos sobre el motor averiado están a punto de culminar, con el auxilio remoto de nuestros ingenieros en Chipre y en Hamburgo. Nos mantenemos en contacto con nuestro centro de control. Hemos avisado de la situación al Centro de Auxilio Marítimo de Curazao. Hemos notificado a la autoridad portuaria de Portugal (aunque la operadora se encuentre registrada en Bahamas). Bastará con quedarme de brazos cruzados…

Según el análisis de Dudov, esto sería una pelea de burro contra tigre. Como la Topa Beatriz horadando el subsuelo de Caracas, desde la plaza Pérez Bonalde hasta la plaza de Petare para construir los túneles del Metro en 1984, versus, 20 años después, ver a Chávez en cadena nacional usando un martillo eléctrico durante horas para tratar de abrir la entraña de un cerro por la que pasaría el tren hacia Ocumare del Tuy.

Tenía que ser así

“En lo que parece ser una broma de April Fools Day, un barco patrullero de la Armada venezolana se hundió después de embestir a un crucero en el mar Caribe. El crucero, que no llevaba pasajeros a bordo en ese momento y tiene un casco reforzado para navegar a través de aguas heladas, sufrió daños mínimos en lo que la compañía operadora, Columbia Cruise Services, llamó un «acto de agresión … en aguas internacionales».

Así inicia Joseph Trevithick, su nota del 1 de abril en el portal The Drive.

En Twitter (@DesdeLaCofa), el venezolano Antonio Pérez, oficial de la Armada en situación de retiro, tejió un hilo que ha sido ampliamente aplaudido por buzos y navegaos:

-No creo que sea sustantivo que el crucero estuviese en Mar Territorial o en Zona Contigua. El buque de pasajeros goza del derecho de paso inocente. Quien tiene que dar más explicaciones es el comandante de la guardacostas. En todo buque hay un hombre que, en la hora de la emergencia o peligro en el mar, no puede acudir a otro hombre; hay un hombre que es el responsable en última instancia por una navegación segura, el rendimiento de la maquinaria, el disparo preciso y la moral de su tripulación. Él es el comandante, él es el buque. En eso consiste el privilegio, el prestigio y el peso de un comandante.

El Naiguatá, entrada la tarde, se fue arrimando peligrosamente al Resolute, hubo disparos de advertencia, unos al aire y otros contra la chapa, sin mayores consecuencias. Llegó un momento en que la fragata deliberadamente empezó a darse topetazos con el casco del crucero, para obligarlo a girar 180 grados, en un aparente intento por encaminarlo hacia territorio marítimo venezolano. Se autoflajelaba con furia bolivariana. Muy pronto comenzó a tomar agua, hasta que se hundió en una fosa de 70 metros de profundidad.

Los 45 tripulantes fueron rescatados con vida, pero las autoridades navales venezolanas no han explicado detalles.

Según comunicado de la operadora del buque, el Resolute no huyó, luego de hundimiento de la fragata. Durante más de una hora se mantuvo cerca de la escena. Notificó el hecho al Centro de Coordinación de Rescate Marítimo de Curazao (MRCC), encendió motores y el sistema de señales Asys, aguardó instrucciones y recobró su rumbo hacia el puerto de Willemstad. Lo hizo solo después de recibir la orden de reanudar la travesía y de que ya no se requería asistencia adicional. Columbia Cruise Services asegura que el Resolute permaneció en el área hasta que quedó claro que sus servicios no eran necesarios para ayudar en el rescate de los 45 miembros de la tripulación.

Actualmente el Resolute se encuentra bajo la tutela de las autoridades de Curazao -jurisdicción de los Países Bajos-, mientras se aclara el accidente.

Voytenko Mikhail, redactor de Boletín Marítimo, concluyó en una actualización de su reporte: “No te metas con el Resolute … El capitán del crucero debe ser elogiado por su excepcional valentía personal y habilidades de navegación. Salvó a su tripulación de una prueba muy dura y se prendió fuego a sí mismo, porque él será el objetivo principal de la ira y las demandas de Venezuela, etc.”

April fools day

El primero de abril es el Día de los Tontos en Europa (lo que conocemos como Día de los Inocentes, los 28 de diciembre). 

Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela:

– Decidió embestir al buque de la Armada, lo que provocó el hundimiento.

-¿Qué hacía un buque cerca de la isla La Tortuga, donde se encuentra una pista de aterrizaje de 2.000 metros?

– De manera cobarde y criminal huyó del lugar de la colisión y no trató de rescatar a la tripulación del barco que se hundía.

Nicolás Maduro, comandante en jefe de las FANB: 

– Es un acto de piratería internacional

-Hay un poder superior, fuera de Curazao, que no deja acceder a las autoridades para identificar quiénes son las 160 personas dentro del barco, lo que va confirmando la hipótesis de que estaba siendo utilizado para traer mercenarios a las costas venezolanas y realizar ataques sorpresa contra unidades militares u objetivos políticos.

Jorge Arreaza, canciller venezolano.

-Venezuela exige a la jurisdicción de Países Bajos iniciar una investigación con respecto al incidente, considerado como una violación al derecho marítimo internacional.

Augusto Santos Silva, canciller de Portugal, 

-Existen  versiones contradictorias de lo que ocurrió en realidad.

Alex Dudov, capitán del Resolute:

-Es un barco muy fácil de manejar, girable y receptivo.

Columbia Cruise Services:

Es un acto de agresión en aguas internacionales.

Gaceta Oficial n° 41508 – Martes, 23 de octubre de 2018:

Ministerio del Poder Popular para la Defensa 

Resoluciones Nros. 027102 y 027103, mediante las cuales se designan a los ciudadanos Profesionales Militares que en ellas se señalan, como responsables del manejo de los Fondos de Funcionamiento (Partidas 4.02, 4.03 y 4.04), que se giren a las Unidades Administradoras Desconcentradas, sin firma, que en ellas se indican. (Yermynce Aslenlly Granadillo Medina, Complejo Naval de Soporte Operacional, y Luis Eduardo Parra Calderón, Unidad Educativa Nacional Militar El Libertador).

Víctor Suárez Mar 25, 2020 | Actualizado hace 4 años
Venesat 1, de fabricación china a un costo superior a los 400 millones de dólares, debía funcionar hasta 2024, pero sucumbió 3 años y 7 meses antes de su fecha de caducidad.
Muy a su pesar, el régimen se ha visto obligado a recurrir a la empresa norteamericana,  Intelsat, para que no caiga su plataforma de propaganda

@Actualy_es

Casi todos los servicios de televisión y radio que funcionaban con el satélite Venesat 1 fueron transferidos ayer 24 de marzo al satélite norteamericano Intelsat 14, como medida desesperada del régimen de Maduro ante la agonía y muerte prematura de su nave insignia. Ha fallecido el “Simón Bolívar”, vilmente asesinado en el espacio.

Venesat 1, de fabricación china a un costo superior a los 400 millones de dólares, fue lanzado el 29 de octubre de 2008 y entró en operación tres meses después en la órbita 78 grados Oeste. El proveedor Corporación Industrial China Gran Muralla había garantizado rendimiento continuo durante 15 años para servicios venezolanos de radio, televisión y datos de banda ancha, pero un fallo de origen, advertido por expertos a las autoridades de Conatel y Cantv antes de su negociado, construcción y puesta en órbita, redujo en poco más de 20% su vida útil. De manera que si el Venesat 1 debía funcionar perfectamente hasta 2024, ha sucumbido 3 años y 7 meses antes de su fecha de caducidad.

Satélite llamando a control 

En diez días se consumó el satelicidio. El viernes 13 de marzo fue decretada la cuarentena del satélite. Usuarios de televisión digital abierta (TDA) en Venezuela, informaron que la señal estaba fallando, presentaba intermitencias, momentos en negro o con las tradicionales barras coloridas que suelen aparecer en los receptores de TV cuando las emisiones regulares son interrumpidas. Los reportes se produjeron en varias regiones del país. Algo estaba pasando en el pedacito de espacio exterior operado por el gobierno nacional. 

El 28 de diciembre, Día de los Inocentes, se realizó el llamado proceso de ajuste de los límites (Threshold setting) de los parámetros telemétricos del Venesat 1 en la Estación Terrena de Control Satelital BAEMARI, en el estado Guárico: “Orgullosamente, podemos decir que la inspección de las salas operativas y supervisión del proceso fue realizado satisfactoriamente”, anunciaron con pompa indolente y falaz. Adolfo Godoy, presidente de la Agencia Bolivariana de Asuntos Espaciales (ABAE), había estado al frente de la operación.

Menos de tres meses después ocurrió lo que tenía que pasar, un albur pronosticado 21 años atrás.

El viernes, 13 de marzo acusaron el golpe. Ese día el régimen informó que “por razones técnicas estamos presentando dificultades para el transporte de señal de radio y televisión abierta hacia en el interior del país… Redoblamos esfuerzos para garantizar la normalización del servicio en las próximas horas”. Pero no fue identificado el problema, ni fue mencionado explícitamente el tipo de transporte de señales que se encontraba en observación, si era analógica o digital. En su lugar, el régimen acudió al insólito expediente de aconsejar a los usuarios a “seguir disfrutando de las diferentes señales a través de los sistemas de televisión por cable y otros servicios de suscripción existentes en el país, así como por las plataformas digitales o web”. Un usuario TDA en Venezuela difícilmente se apuntaría solo por unas horas a un proveedor privado que ni siquiera cuenta con decodificadores de recambio para sus propios abonados, aunque le gustaría.

 

Dos maniobras fatales 

Un pedacito errático de cielo se estaba moviendo sin causa aparente. La empresa ExoAnalytic Solutions, con sede en California, EEUU, que opera una red de telescopios de rastreo de satélites y escombros espaciales, el mismo viernes 13 a las 3:15 am (hora estándar del este) había detectado un «significativo cambio de órbita» en el VeneSat-1. El satélite había abandonado su posición a 78 grados Oeste, declaró al portal SpaceNews.com Bill Therien, vicepresidente de ingeniería de ExoAnalytic. “Aproximadamente tres horas después, el satélite realizó otra maniobra que lo hizo caer hacia el oeste”, añadió.

En los siguientes diez días el fatal diagnóstico inicial se reafirmaba y no dejaba dudas de su pertinencia. El Venesat 1 se había perdido, no respondía a las instrucciones que emanaban desde el centro de control principal ubicado en El Sombrero, estado Guárico. Había dejado de prestar servicios cuando las maniobras desde tierra le hicieron caer en una órbita inutilizable, según las empresas que monitorean el espacio.

Bob Hall, director técnico de la sala situacional de AGI, una empresa especializada con sede en Pennsylvania, confirmó el 23 de marzo que el VeneSat-1 se había alejado 30 grados de su posición orbital original. “Si el satélite se desvía otros 40 grados, dijo a SpaceNews, estará fuera de la línea de vista de Venezuela, lo que complicaría cualquier esfuerzo para restaurar el control de la nave espacial, a menos que Venezuela dependa de estaciones terrestres en otros países”.

 

En manos del águila imperial 

Venezuela no cuenta con estaciones terrestres en otros países, y tampoco tiene amigos cercanos, ideológicos o políticos, que puedan asumir la urgencia de tales tareas. Ni siquiera los chinos o los rusos, ni como proveedores o financistas, en este caso están en condiciones de echarle un cabo. De manera que, para que no cayera por completo su plataforma de propaganda de penetración política nacional e internacional apuntalada por el Venesat 1, muy a su pesar el régimen se había visto obligado a recurrir a la más antigua de las corporaciones de la industria espacial, la imperialista Intelsat. Según cifras de 2018, Estados Unidos domina el mercado mundial satelital con 47% de participación por ingresos.

Las observaciones de AGI y ExoAnalytic sugieren que los operadores de VeneSat-1 perdieron contacto con el satélite mientras intentaban moverlo a una “órbita de cementerio adecuada, no elíptica”, que es un lugar ignoto al que van a parar los satélites dañados o inservibles, una especie de morgue de la basura espacial, tan alejada que hace imposible que esos escombros inútiles hagan mella o interfieran con las funcionalidades de los otros viajantes del espacio.

Durante más de una semana Maduro, quien ha estado ocultando los efectos del Coronavirus, ha negado la realidad del peligro que se extiende por todos los rincones del país, y también ha pasado diez días sin explicar lo sucedido con el “Simón Bolívar”, … y tanto que lo quería.

 

Mudanza apresurada 

En la escaleta del “Simón Bolívar” figuran decenas de estaciones de radio y televisión y proveedores de servicios de banda ancha, aunque jamás logró colmar ni de lejos su capacidad instalada. En TV existen estaciones internacionales. En Internet de banda ancha (Cantv Satelital) están los servicios prestados a los sectores de Salud, Militar, Educación, CNE, Seguridad, Centros Comunales, Administración Pública, entre otros.

En el proceso de transferencia de carga al satélite Intelsat 14, que opera en la posición orbital 48° W, han sido dejados de lado todos los servicios de Internet que usaban la banda Ku, una de las características del Venesat 1. Ha sido contratada, no se sabe a qué precio, la frecuencia de 4060 MHz en la banca C. Sin embargo, no cursan en el sobrevenido anfitrión la totalidad de las estaciones de radio y TV que estaban en el occiso sideral.

A las 13:13 del 24 de marzo (hora estándar del este) fue reportada la incorporación de la carga al Intelsat 14, según Portaleds.com.

 

Conglomerado de medios públicos

El paquete de servicios fue contratado por el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SiBCI), el conglomerado de medios estatales bajo el cual el régimen gestiona los servicios públicos de radio, televisión, rotativos y multimedios, adscritos al Ministerio para la Comunicación y la Información, dirigido por Jorge Rodríguez.

Entre las estaciones de televisión están VTV, Tves, Telesur, Venevisión, Meridiano TV, Globovisión, Televen y Vive TV. 

En radio aparecen siete canales de Radio Nacional de Venezuela, Radio del Sur, YVKE Mundial, Miraflores 95.5 FM, Tiuna 101.9 FM, Corazón Llanero y la frecuencia confiscada a la Asamblea Nacional.

Desaparecen Telesur (en inglés), Cubavisión, RT (Rusia), CGTN (China), TNU (Uruguay) y una remesa de canales de libre acceso que hacían bulto en la programación del “Simón”.

El caso de TNU sorprende. La existencia del Venesat 1 se debe a que Venezuela negoció con Uruguay el uso de su posición orbital 78° W a cambio de 10 por ciento de la capacidad del satélite. Durante 11 años solo un canal uruguayo ha estado presente allí, el oficial Televisión Nacional de Uruguay. Y ahora, le han dejado fuera, quizá porque estaba ubicada en la banda Ku. ¿Inexistente el ocupante de esa órbita, se extinguirá el contrato con Uruguay?

En la televisión de factura nacional las desapariciones suman 7, entre ellas Ávila TV, TVO, TeleAragua, Canal I, Alba TV, algunas de ellas también ocupantes de la banda Ku.

 

El poder gringo 

Según las últimas estadísticas de Conatel (primer trimestre 2019), los servicios de televisión por suscripción cuentan con una penetración de 59% en los hogares venezolanos. La mayor participación de mercado le corresponde a DirecTV, con 44,4% de los abonados (equivalente a 4,.5 millones de hogares). 

Los servicios por suscripción llegan a los usuarios en proporción de 32,.98% a través de redes de cable y 67.02 por satélite.

Conatel no registra la penetración de los servicios de Televisión Digital Abierta, por lo que no hay cifras oficiales consolidadas. El prestador del servicio, Cantv, tampoco refleja lo que sucede en ese sector del que es operador único.

Desde 2013 a esta parte, de la TDA siempre se ha dicho que ha ido con retraso, con exclusiones, con escasa oferta, con pobre cumplimiento de las promesas iniciales. El periodista Fran Monroy publicó hace un par de años en el diario El Universal un reportaje en el que aseguraba que, tras un lustro de vigencia, la TDA apenas había logrado penetrar en el 18% de la población venezolana (que no es lo mismo que número de hogares). Se suponía, dice Monroy, que en ese lapso coparía el mercado nacional y desplazaría a la televisión analógica. No ha ocurrido así.

Sin embargo, sigue siendo una plataforma formidable. Son 5,4 millones de usuarios, principalmente ubicados en los estratos sociales de menor poder adquisitivo. Censurados los medios no oficiales y controlados los oficiales, la visión del mundo y del país de los receptores de la TDA es pasto de la reláfica populista dictada desde Miraflores.

En un vuelco total, de ahora en adelante todas las estaciones terrenas y todas las antenas receptoras de los abonados del difunto Venesat 1 tendrán que apuntar hacia el gringo Intelsat 14. El régimen, una vez más, en la inopia, con el agravante de tener que desplegar una inmensa fuerza laboral para resintonizar los receptores de cada uno de sus clientes.

 

Cementerio de engreídos 

Decíamos al inicio que Venesat 1 nació con una falla de origen, en su propia concepción, que a la postre hizo que su vida útil redujera en más de 20% su garantía original de 15 años de operación permanente. Volvamos la mirada a una mañana tranquila en la ribera del Lago Leman, el mayor de Europa Occidental.

Entre el 9 y 17 de octubre de 1999 se realizó en el Palacio de las Exposiciones (Palexpo), en Ginebra, Suiza, la feria mundial Telecom 99, evento que cada cuatro años organizaba la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Los grandes de la industria se reunían y discutían allí con funcionarios de los organismos regulatorios de centenares de países, bajo mediación de la UIT, con el fin de armonizar los planes planetarios en pro del desarrollo de las telecomunicaciones.

Cubrí ese evento para Inside Telecom, columna dominical que publicaba el diario El Universal.

Hugo Chávez había designado al frente de Conatel a dos jóvenes tenientes (retirados) del ejército con ínfulas de mariscales de campo: Diosdado Cabello como Director y Jesse Chacón como Gerente de Operaciones.

Ambos asistieron a Ginebra. Al margen de la feria, Conatel firmó el acta de nacimiento del satélite “Simón Bolívar”, con ofertas de financiamiento, proyectos y construcción garantizadas, pero con la falencia de que Venezuela, como país, no tenía dónde colocarlo. La Comunidad Andina de Naciones (exPacto Andino) estaba presidida por el venezolano Sebastián Alegrett, organismo que ofrecía su mancomunada posición en el slot de los 67 grados Oeste para que pudiera operar. La CAN, entonces, estaba conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Ese ofrecimiento no fue aceptado. En su lugar fue firmado posteriormente un convenio con Uruguay, que posee la posición 78 grados Oeste, a cambio de utilizar 10% de su capacidad.

Mucha gente del sector telecom venezolano aún considera que esa decisión fue adoptada por los funcionarios venezolanos a raíz de un pleito pendejo e infantil. 

En la sala en la que se desarrollaba el acto formal se encontraba Reinaldo Figueredo Planchart, quien se había desempeñado como ministro de la Secretaría del Despacho de la Presidencia de la República, encarnada en Carlos Andrés Pérez en su segundo período.

Cabello-Chacón, airados, como si el secretario general de la ONU Kofi Annan estuviera presenciando su gesto de supuesta rebeldía, se negaban a firmar si “ese señor de la cuarta” permanecía en el salón. Figueredo estaba allí por dos razones: su amigo personal Sebastián Alegrett se había alojado en su chalet ginebrino, y luego, en la hora señalada, le había “dado la cola” hasta Palexpo.

-”Por ese pleito el ‘“Simón Bolívar’” nació cojo”, me dijo en Madrid el mes pasado Cristóbal Páez, entonces presidente de Alcatel Venezuela, filial de la tecnológica francesa que también fabricaba satélites (la división Alcatel Telspace fue adquirida posteriormente por la finlandesa Nokia).

Al elegir la posición orbital 78°W, la de Uruguay, Venezuela deberá reducir al menos en una quinta parte su capacidad de emisión y su vida útil. Tendrá que aminorar la potencia del satélite. Si trabajara al 100% interferiría con los satélites que tiene en sus adyacencias”. Eso se lo dije al dúo Cabello-Chacón en Ginebra en 1999, y no hicieron caso.

En la actualidad, por un lado, la posición 78W limita con el Quetzsat 1, propiedad de México, en la posición 77W; y por el otro lado tiene por vecinos al Sky México en la 78.8W y al DirecTV Ku en la 79W.

Los satélites geoestacionarios están colocados en una banda específica, y entre los satélites adyacentes se requiere una banda de guarda, que funge de protección mutua contra interferencias. 

“Eso está en los reglamentos de la UIT y de la industria satelital, eso es sagrado”, dice Cristóbal Páez, quien en el 2000 dirigió junto a la recordada Maritza Escalona la construcción y puesta en marcha de la primera estación terrena de la camada satelital GlobalStar en América Latina, la cual fue inaugurada por el propio Chávez en Barlovento, estado Miranda. 

“Estaban advertidos”, dice.

Una vez recomprada Cantv en 2007, Páez se reúne con Socorro Hernández, recién designada presidenta de la telefónica nacional. Nuevamente plantea el tema, a sabiendas de que estaban cerradas las negociaciones con los chinos. Por supuesto que abogaba en favor de una solución de Alcatel Telspace que incluía la recuperación de la opción de la CAN como slot orbital.

Cuenta que ante las explicaciones, Socorro Hernández exclamó, exasperada:

“¿Será que somos brutos?”

Y Cristóbal, como si le estuviera descubriendo el mundo, respondió:

“Efectivamente…”.

 

El chivo y el mecate 

Desde hace dos años el régimen venezolano ha estado amagando con la firma de un nuevo convenio con los chinos para la fabricación de un satélite sustituto, al que llamarán Guaicaipuro (Venesat 2).

El ministro para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa y el presidente de la Corporación Industrial China Gran Muralla, Liu Qiang revisando los avances de proyectos satelitales entre ambas naciones / Foto: @hugbelpsuv
El ex ministro para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa y el presidente de la Corporación Industrial China Gran Muralla, Liu Qiang revisando los avances de proyectos satelitales entre ambas naciones / Foto: @hugbelpsuv

En noviembre de 2018 anunciaron que habían “definido la ruta” para el lanzamiento, luego de una visita presidencial a China en la que se reunieron con Liu Qiang, presidente de la Corporación Industrial China Gran Muralla, fabricante de los tres satélites venezolanos (Bolívar, Miranda y Sucre).

-Vamos a firmar pronto, en los próximos días, el contrato, dijo Maduro al regresar a Caracas.

Poco después, en enero 2019, Mariano Imbert, director ejecutivo de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) señaló que “este nuevo satélite, cuyo lanzamiento se prevé para el 2022, tendrá un año de coexistencia con el “‘Simón Bolívar’”, que con una vida útil de 15 años, debería finalizar su actividad en 2023”.

Los tiempos no coincidieron. El Venesat 1 ha muerto y el Venesat 2 aún es intención. Los satélites de comunicaciones geoestacionarios generalmente demoran entre dos y tres años en ser construidos.

Y tampoco se sabe con precisión si el alquiler de una porción importante de la capacidad de un satélite perteneciente y operado por una empresa estadounidense (Intelsat), está exonerado de las sanciones económicas de Míster Trump.

El velorio será apoteósico. Nos vemos en el espacio.

“Usted se está comportando más como ministro del gobierno de España que como canciller de Europa”, le soltó un eurodiputado a Josep Borrell en la sesión plenaria del Parlamento Europeo que discutió hoy en Estrasburgo, Francia, cuestiones que a la postre pondrían en duda las fortalezas de la Unión Europea (UE) en materia de seguridad (la solidez y completitud de sus propias normas).

Antes de la sesión, ese mismo eurodiputado, el español Jordi Cañas, del partido Ciudadanos, le había hecho tres preguntas muy pertinentes al Alto Representante para las Relaciones Exteriores de la UE:

1 – ¿Va a llevar a cabo una investigación sobre la posible violación del régimen de sanciones de la Unión Europea?

2 – ¿Por qué la Comisión Europea deja en manos de la parte interesada dirimir si hubo violación del régimen de sanciones?

3 – ¿Qué amonestación tiene previsto tomar el Alto Representante contra el Gobierno de España por no haber asegurado el cumplimiento de las sanciones internacionales que pesan sobre Delcy Rodríguez?

El Parlamento había discutido con la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, el informe anual de la institución financiera. Al término de ese debate, muchos parlamentarios abandonaron el hemiciclo. Y comenzó lo que podría ser considerado una desigual prueba de fuerzas entre españoles y no una discusión de fondo que interesara a los otros 26 países de la Unión. Othmar Karas, del Partido Popular de Austria, dirigía el debate, con un mazo en la mano derecha para no permitir ningún exceso verbal y un cronómetro en la izquierda para punir cualquier desorden temporal. En el derecho de palabra estaban anotados quince oradores, de los cuales 12 eran españoles, una checa, un portugués y un irlandés.

 

Entró al ruedo Josep Borrell, el canciller europeo. Intervendría en la apertura y en el cierre de ese debate y de otro que se realizaría poco después, relacionado con la guerra en Siria y los recientes planes de paz de Estados Unidos para Israel y Palestina, así como una nueva estrategia para las relaciones de la UE con África. Para ambos, Borrell contaba con varios asesores y fajos de documentos que bullían en su atril. El caso “Delcy-Ábalos-España-Europa” al parecer lo tenía resuelto de antemano. Como canciller de Pedro Sánchez, en su etapa de presidente de gobierno en funciones, participó en diversas interpelaciones parlamentarias sobre el caso “Venezuela”.

Ha sido miembro del Congreso de los Diputados durante 18 años consecutivos, y sabe muy bien cómo son las transiciones hacia la democracia desde que se inscribió en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1975, año de la muerte del dictador Francisco Franco. Ha sido presidente de ese Parlamento Europeo con el que ahora le toca lidiar. Y conoce de vista o trato a los 12 eurodiputados españoles que se proponen bombardearle, unos, y auparle, otros.

Lo sorprendente a estas horas en el hemiciclo es que a pesar de haber logrado colar por escaso margen, a última hora, el tema “Venezuela-España” en el orden del día, los partidos PP, Ciudadanos y Vox (“la derecha española”) solo contaban con cuatro voceros, mientras que los factores que apoyan al gobierno de Pedro Sánchez formaban una batería de 8 vociferantes. Por ello, quizá Borrell estaba tranquilo, aunque una hora después luciría despeinado y excesivamente jaquetón.

En la apertura del debate, razonó así:

-Las competencias de la Comisión Europea (CE) se limitan al monitoreo y seguimiento de las medidas adoptadas en su seno. Esas normas se pueden discutir, pero (modificarlas) implicaría un cambio en los tratados (fundamentales de la propia Unión Europea). En estos momentos la situación es clara. La CE no puede incoar ningún procedimiento en lo que hace a una supuesta violación de la prohibición de viajes. Esta es una decisión de la CE que no cae en la jurisdicción del derecho comunitario. Por lo tanto, la CE no desempeña ningún papel en la aplicación (de las sanciones) y no puede incoar ningún procedimiento. (Lo digo) para estar claros.

El tema de la levitación de Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas y las contradicciones del ministro de Transportes José Luis Ábalos al recibirla, conversar con ella en el propio avión, evitar que la detuvieran, volver a la charla en la sala VIP de la terminal y quizá permitir que también hablara por teléfono con el presidente Sánchez, poco antes de que Juan Guaidó plenara la Puerta del Sol el sábado 25 de enero sin pasar antes por Moncloa, continuaba abotagando el cotarro político español.

 

De la defensiva, el gobierno había pasado al bloqueo en las cortes, en aplicación de su mayoría parlamentaria. En la reunión de hoy de la junta de portavoces del Congreso de los Diputados, la coalición formada por el PSOE, Podemos, Partido Nacionalista Vasco y los separatistas CUP y Bildu rechazaron la creación de una comisión de investigación del caso, propuesta por el PP y Ciudadanos.

En Estrasburgo, una vez que Borrell asumió sin pestañear las normas (es responsabilidad de los estados miembros de la UE aplicar las sanciones), la discusión se centró en si ese era un debate español o un debate europeo, si se trataba de beneficiar al pueblo venezolano o de hacerle daño al gobierno de España, de si la derecha estaba haciendo o no el ridículo, si se estaba contribuyendo al descrédito de España ante el resto de Europa. La socialista Mónica González llegó a decir: “aquí no hay caso. Delcy Rodríguez ni pisó suelo español ni cruzó el control de pasaportes”. Borrell no atendía lo que unos y otros decían. Mientras intervenían, firmaba papeles y recibía visitas como si estuviera en su despacho.

El irlandés Mick Wallace, del Grupo Izquierda Unitaria, calificó a Guaidó de “engorro” para Europa. Joao Ferreira, del Partido Comunista de Portugal, señaló que esa discusión exponía a la UE al ridículo internacional. Ernest Urtasum, de Cataluña en Común, recalcó que los mismos del Grupo Popular que aprobaron la realización del debate “ni siquiera han venido por aquí”. Los voceros del PP, Cs y Vox exhibían absoluta falta de munición. Y perdieron.

El venezolano Leopoldo López Gil (PP) no se excedió del minuto permitido ni se hizo acreedor de reprimendas de parte del severo director de debates: “Pedimos al Consejo que investigue a fondo este asunto mediante la formación ´Sanciones´ del Grupo de Consejeros de Relaciones Exteriores (RELEX) e informe oportunamente a esta Cámara. Ciertamente nadie está por encima de la ley, tampoco los estados, ni sus gobernantes.”

Ya Borrell está preparado para el estoque. Le toca cerrar. Repite lo conceptual: la vigilancia de las normas le corresponde a los estados. Entonces se relaja un poco, ve fijamente la banca de los preguntones, sonríe, apoya el codo izquierdo en el atril de los interpelados, entrelaza las manos y vuelve a mirar hacia el tendido. “Para un ciudadano normal, esto le debería sorprender, pero a un eurodiputado, no. La Comisión Europea no tiene ningún papel en el control de la situación. No es una Union Law”.

Se detiene, sonríe de nuevo, baja un tanto la testa y sus mechones blancos se le notan dispersos y alborotados, levanta la mirada y parece enfocar a Dolores Monserrat (PP) o a Hermann Tertsch (Vox): “Ustedes son eurodiputados, ¿no? Ustedes deben saber eso. ¿Me comprenden? ¿Me comprenden? Me parece que deberían estudiar un poco más, porque esto no les debería sorprender. ¿Dónde está el fallo lógico de mi argumento? Y si yo no tengo fallo lógico, lo tienen ustedes”.

Inmediatamente Borrell recoge sus papeles, los asistentes le abren paso, e inicia un nuevo debate.

En Caracas, una vez franqueado el control del aeropuerto de Maiquetía, bajo el acoso de un centenar de enfurecidos chavistas que han ido expresamente a agredirlo, Juan Guaidó, ya en la Plaza Bolívar de Chacao, en sus primeras palabras luego de 23 días fuera del país, cuenta que en Bruselas se ha reunido con Josep Borrell y que habían acordado unificar las sanciones que contra los chavistas han sido adoptadas en Europa y en el resto del mundo.

v.suarez.jimenez@gmail.com

Víctor Suárez Ene 26, 2020 | Actualizado hace 2 semanas
Guaidó en la Puerta del Sol

Noche de sábado emocionante. No se sabe aún cuántas personas asistieron a Puerta del Sol en Madrid para recibir a Juan Guaidó. Esta concentración pudo haber superado todos los récords que en los libritos responden a una pregunta anodina: ¿Cuál ha sido la reunión política más concurrida de una colonia extranjera en este sitio tan centurial? Nelson Bocaranda, editor del portal Runrun.es, me lo ha preguntado. Los helicópteros de la Guardia Civil tienen plenaa certeza de lo que ha pasado allí, los policías terrestres supieron cuánta diáspora cruzó sus diez bocacalles, el gobierno del PSOE ha debido acusar, a esta hora, que lo inusitado de ese convite le ha colocado en posición defensiva.
Juan Guaidó, que venía rejoneando en afamados burladeros de Londres, Bruselas, Davos y París, entró al trapo en Madrid, y triunfó en su toma de alternativa más rutilante. Venezuela allí no se acochipaló, y ganó. Los exiliados fueron exigidos, y respondieron. Maduro y sus podemitas callaron, sus exégetas huyeron. Venezuela expuso su pecho en el centro de Hispanoamérica, y el aplauso fue clamoroso.
No es tontería.
Un masaje diplomático caracterizó el discurso de Juan en Madrid. ¿Voy a recriminarle a Pedro Sánchez que no me haya recibido en Moncloa? ¿Voy a romper esa aldaba que me da entrada y expande nuestro grito en Europa? ¿No voy a ser capaz de comprender por qué Podemos presiona, y por qué Sánchez recula? ¿No sé yo que Borrell, el canciller de Europa, es más importante que cualquier otra Arancha en Exteriores? Guaidó no se refirió en ningún momento a dificultades circunstanciales. Ni allí, ni en los espacios que precedieron la concentración.
Dice el diario El País en su editorial: “No cabe pasar por alto que la incongruencia de promover el reconocimiento de Guaidó como presidente de Venezuela para luego devaluarlo a la condición de jefe de la oposición, según ha hecho el vicepresidente Pablo Iglesias, repercutirá negativamente en el papel de España en la Unión Europea”.
En sus treinta minutos de exposición, Guaidó evitó vientos adversos. En todo momento fue positivo, en cada inflexión (bien modulada, decían a mi alrededor) insistió en conceptos bastante liminales: unidad nacional, certidumbre política, socorro internacional. “Nuestra generación sabe que la democracia no es algo que se regala, sino que es una lucha de todos los días”, dijo.
Una hora y pico debieron esperar los concurrentes. Guaidó estaba constreñido por una pauta sobrevenida. (A las seis es la cita, no te olvides de ir, tengo tantas cositas que te quiero decir…). La medalla, la llave de oro de la ciudad, los parabienes de partidos políticos españoles, los reacomodos de última hora que querían ganar indulgencias, un encuentro con la prensa, la firma de un libro de honor, el tránsito de Cibeles a Sol, los parones obligados ante las cámaras de televisión, los selfies de rigor, hicieron que todos consintiéramos, bajo la frígida garúa, en que si somos los últimos por saludar, con mucho gusto le esperaríamos.
La bella actriz Ana María Simon comenzaba a animar a la multitud, pero la presencia alargada y azul de Juan la interrumpió. Estaba allí, en ese punto colindante con La Mariblanca, la réplica idealizada de las diosas Venus y Fortuna que Madrid aun no sabe por qué la entronizó allí en 1625.
Para las tres oleadas de exiliados que viven hoy en Madrid, Guaidó es un personaje que puede y no puede, que sabe y no sabe, que sueña y despierta, que encandila pero no enceguece. Pero el raudal de jóvenes, de treintones, cuarentones y de tercera edad que vi en el Metro, me sorprendió. Salían, se expresaban, cantaban. Los jubilados y pensionados, que Maduro ha dejado al garete desde 2016, también estaban allí, añadiendo ese calor profundo de la vejez.
Guaidó, desde el lunes, cuando llegó a Europa, vía Londres, había surcado un rebullón muy extenuante. Y se plantó en la tribuna madrileña como si estuviera llegando a la Plaza O´Leary en El Silencio, el Día D, el de la victoria. «Cuando vuelva a Venezuela, llevaré buenas noticias», había dicho la semana pasada cuando se apareció de improviso en Bogotá en la Cumbre Hemisférica Anti Terrorista, escapado de tantas alcabalas siniestras.
El premier inglés Boris Johnson parecía sorprendido cuando notó las tres cuerditas a colores que llevaba en la muñeca, la Merkel mantuvo la respiración cuando le habló bastante saltarino, Josep Borrell le tomó del brazo como a los viejos conocidos, Macron se mostró distante y a poco le abrazó en el Palacio del Eliseo, el de Austria conversó como si estuvieran en un bautizo, la hija de Trump, Ivanka, le hizo guiños seductores. No se había visto a Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo, tan contento como cuando Julio Borges se lo presentó en Bruselas. Pedro Sánchez había dicho que prefería presenciar la entrega de los premios Goya y huyó por el callejón malagueño, aunque después, obligado, declaró tartajeante: “Siempre hemos apoyado a la oposición (venezolana). Queremos que se celebren elecciones rápidas”. Maduro, herido, en llanto, a 8 mil de distancia le imprecaba, mientras besaba a Maradona y recibía el Premio Lenin, ofrecido por el minúsculo Partido Comunista ruso, muy distinto al Premio Lenin de la Paz que le otorgó la URSS a Miguel Otero Silva en 1979.
Con aura recién nimbada llegó Guaidó a Sol. «Agradezco a todos». Es una generalidad de libro. Pero Guaidó no habló del incidente protagonizado por Delcy Rodríguez en un avión sin bandera en el aeropuerto de Barajas, caso que tendrá más secuelas el Yo Acuso de Emil Zolá. No se refirió a la conchupancia del trío maléfico Iglesias-Zapatero-Maduro. Ni siquiera rozó la sangre marchita que tiene el coral, prefirió solazarse ante el oso y el madroño de Sol.
Afirmativo, asertivo. Le preguntan, con mala leche, en rueda de medios, y par de verónicas le apuntalan en el ruedo. Guaidó, ni la oposición venezolana, va a romper con España. España es España. Sánchez no ha roto con la Venezuela democrática. Se ha reunido con la ministra de Exteriores Arancha González (que no le abrió las puertas del Palacio de Santa Cruz sino las de Casa de América), ambos se comprenden, ambos aseguran una ruta factible en la Unión Europea (“pleno respaldo del gobierno español a su figura”, le dijo), ambos saben que ni Borrell, en su alto cargo, ni el PSOE, van a dejar a Venezuela en la estacada. Ni que Podemos se lo exija. Podemos y el Psoe se juegan un deslinde soberano. Felipe González ha sacado sus cimitarras, la comisión de Internacionales del Psoe está en guardia, los llamados barones comarcales se muestran prestos a pasar facturas. Eso no se ha había visto nunca. ¿Será que la situación de Venezuela determinará que un gobierno europeo caiga, a raíz de una disputa vecinal?
Guaidó en España tuvo que vérselas con todos. Es probable que el apoyo del ultraderechista Vox no le suene bien a muchos en Venezuela, lo mismo si la oposición a Sánchez (a favor de Venezuela) pudiera ser capitalizada por el Partido Popular y Ciudadanos. Guaidó no habla de eso. Tiene ponchera ancha, donde caben todas las adhesiones.
El gobierno recién asumido de Sánchez tiene un bojote de cuestiones internas por resolver ante una legislatura que se presume altamente frágil. Pero que a medianoche de domingo la policía de fronteras llame al ministro de Transportes, que a su vez es el segundo en el orden al bate desde el punto de vista de la organización socialdemócrata gobernante, para que aplaque a una usurpadora con prohibición de entrada en el llamado Espacio Schengen, en clímax maníaco en la pista del aeropuerto de Barajas, es una situación que no está inscrita en ningún manual. La decisión de no recibir a Guaidó en Moncloa ya había sido un traspié que llevaba poco más de una semana en boca europea: “¡Qué bolas tiene Pedro”. El show de Delcy Rodríguez en el aeropuerto (querer bajar del avión que la llevaba a Turquía, solo para comprarse algún abalorio en el Duty Free), ha puesto en aprietos al gobierno español. Tendrá que explicarlo todo, tendrá que ofrecer satisfacciones o inmolarse ante los partidos que la semana que viene le acribillará en el Congreso de los Diputados. José Luis Ábalos, el personero que se negó a aplicar las sanciones que pesan sobre la susodicha (al igual que a otros 24 malhechores), que evitó que la policía fronteriza la detuviera, que actuó (según una de sus cinco versiones) para “evitar lo peor”, tendrá que sortear la petición de dimisión que están exigiendo al menos 151 diputados de los 350 que componen el parlamento español.
Guaidó obvió todo eso en su discurso en Sol. Ya tenía en sus alforjas la reiteración del apoyo de dos continentes. El lunes 27 se verá con Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. Podría ser recibido el martes en la Casa Blanca, antes de volver a su país por donde mismo salió.
Evacuada la plaza, con los callejones repletos, grupos musicales venezolanos cantando a todo pulmón, carteles y pancartas dejados en los hombrillos, banderas y bufandas tricolores replegándose a casa, un grupo numeroso se refugia en el centenario Café Varela, en calle Preciados, en Callao. En la puerta, un español genuino le dice a su gente en retirada: “¿miraron?, todos son venezolanos, estuve a punto de gritar Maduro coñetumadre”.

La semana que cambió de historia, por Víctor Suárez

@VV_Suarez 

Entre lunes y viernes la temperatura ambiente en Nueva York osciló entre 24 y 32 grados °C, sin lluvias, pero en esas 120 horas el chaparrón diplomático, político y económico que se desató contra la dictadura venezolana resultó continuo, trepidante y arrollador.

La confluencia del diluvio estuvo en la Plaza de las Naciones #60, donde se desarrolló la 74 Asamblea General de Naciones Unidas Y su fuerza centrífuga se extendió mucho más allá de los llamados “márgenes”, hasta conectar con esos larguísimos afluentes que en esta oportunidad emergieron desde el Grupo de Lima, Grupo Internacional de Contacto, OEA, la Casa Blanca, Unión Europea, Cruz Roja, importantes grupos de presión e inversión y los organismos internacionales radicados en Ginebra.

Esta semana, la capacidad de acción estratégica de la oposición organizada se desplegó con brillantez para alinear al mundo democrático a su favor, lo cual está derivando en una situación límite para Maduro y su pandilla. “Tienen que irse”. “Cuanto antes, mejor”.

Que también salieron a toda prisa en busca de alguna alcayata. Maduro aterrizó en Moscú, y al cabo de 48 horas regresó a su cueva apenas con dos consejos y una resolución, expresados por Vladimir Putin: negocie, respete a la Asamblea Nacional, no habrá más créditos.

Cabello voló 14 346 kilómetros hasta Pyongyang para ofrendar a la sanguinaria dinastía Kim (ramito de flores al pie de las estatuas del abuelo y el padre, y entrega de una carta al hijo Jong Un, a quien ni siquiera vio); de allí cruzó otros 2759 km hasta Hanoi, capital de Vietnam, sí se sabe a qué.

En Ginebra, en el 42 período de sesiones del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, hacía su trabajo Jorge Valero, preparando una jugada que no le saldría del todo bien. En Nueva York, al inicio de las sesiones de la Asamblea General de la ONU, pastaban el canciller Jorge Arreaza, el embajador Samuel Moncada y una funcionaria de nombre Daniela Rodríguez, quien chupó más cámara que toda la delegación oficialista pues, mientras hablaba el jefe del imperio Donald Trump, se entretenía leyendo un libro sobre Simón Bolívar producido por aquel expresidente del TSJ y exembajador en Colombia Iván Rincón Urdaneta.

En ningún momento dio señales de vida la adjunta de Moncada, la hija menor de Hugo Chávez.

Maduro en la banca

Una semana sabrosa para disfrutar de Nueva York, fin de verano, al margen de los compromisos políticos y diplomáticos. Pero la pandilla de Maduro no aparece en ninguna pizarra, en ninguna agenda. No puede ir a la reunión de cancilleres en la que se invoca el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). No puede asomar la cabeza ni en el Grupo de Lima ni en el Grupo Internacional de Contacto, que representan a América y a Europa.

Tampoco a la OEA, de la que se ha marchado. Los designados por Juan Guaidó han tomado posiciones desde temprano, en todas las instancias. Julio Borges, Gustavo Tarre Briceño, Carlos Vecchio, Miguel Pizarro, que son funcionarios permanentes, declaran a la prensa y a la TV, la Voz de América les persigue a todos lados. Carla Angola no les pierde pisada, tuitean, se hacen selfis con cuanta celebridad mundial o regional se les acerca. La Asamblea Nacional les ha reforzado con William Dávila y Luis Florido.

También están los embajadores en Francia y Canadá. La pandilla de Maduro deberá esperar hasta el viernes 27 para protagonizar media hora en la plenaria de la Asamblea General. El embajador de Maduro en la ONU, Samuel Moncada, padece movilidad limitada, con una especie de grillete electrónico en la cartera que le impide traspasar el perímetro de la Plaza de las Naciones. La última vez que se le vio un poco más allá, en Central Park, sentado en un banquito, trazaba estrategias con Arreaza y con Rafael Ramírez (entonces todavía enchufado en la ONU). Esta vez Arreaza y Moncada andan nerviosos.

La credencial de la vicepresidenta Delcy Rodríguez habría sido impugnada, por usurpadora del cargo. Han apelado, para curarse en salud. Sería una catástrofe (otra más). Si se sometiese a votación la presunta impugnación, el reglamento habla de la mitad más uno de los presentes en la sala, no de la mitad más uno del número de países miembros de la ONU. Maduro le temía a esa eventualidad. Quizá por ello ha reculado.

 LUNES SIN TEATRO

Julio Borges, el canciller de Guaidó, había empezado sus rondas con mucha antelación, con entrevistas con los cancilleres de España y Portugal. El lunes 23 se presagiaba cargado de retos y emociones. La delegación venezolana se reuniría, primero, con Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Borges le lanzó par de strikes: «Es fundamental que sea creada una comisión de investigación que castigue cada una de las denuncias del informe que usted presentó sobre Venezuela. No podemos permitir más impunidad, los crímenes de la dictadura de Maduro deben ser juzgados».

Y luego: «Todo el informe presentado por usted debe servir para empujar la denuncia sobre crímenes de lesa humanidad de la dictadura de Maduro en la Corte Penal Internacional. De esto hay un consenso absoluto en la región».

Ambas solicitudes estaban coordinadas con lo que se debatiría en Ginebra el viernes 27, en ocasión del 42 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos. 

Las próximas reuniones del día tenían por objeto reforzar las posiciones de América Latina y reclamar a los europeos mayor presión, mayor decisión. Están allí el Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto –América y Europa.

En una declaración conjunta reafirmaron su “invariable compromiso con la recuperación de la democracia, la adhesión al Estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela a través de una transición pacífica mediante elecciones presidenciales libres y transparentes”.

Se mostraron favorables a adoptar medidas económicas y políticas contra Maduro, «sin el uso de la fuerza». Dirige el Grupo de Contacto la Alta Representante de la Unión Europea, Margarita Mogherini. También está allí Enrique Iglesias, asesor especial de la UE para Venezuela, quien ha previsto una nueva visita al país.

El GIC incorpora a Panamá, se reúne con países de Caricom y con el mismo Grupo de Lima. Aparece la figura de Juan Guaidó, quien participa por videoconferencia en la reunión del Grupo de Lima, donde el norteamericano Eliot Abrams y el venezolano Julio Borges se sientan uno al lado del otro. En uno de sus planteamientos, el GdL promueve, de acuerdo a los ordenamientos jurídicos nacionales aplicables, la investigación, captura y sanción de funcionarios y testaferros del régimen ilegítimo de Maduro involucrados en actividades de apoyo a grupos armados y organizaciones terroristas, así como en actos de corrupción, narcotráfico, delincuencia organizada y violaciones a los derechos humanos.

El TIAR, esa luz de bengala

Llegaba la hora del TIAR. Esa luz de bengala había estado encandilando a algunos opositores desbocados, que primero pedían «Marines Ya», luego la «Responsabilidad de Proteger (R2P)» y poco después la aplicación inmediata del TIAR como vara mágica ante sus propias desazones e impotencias. En todos los casos, tales eventualidades estabas asociadas a una intervención militar.

El trabajo paciente de la oposición venezolana valoró la pertinencia del también llamado Tratado de Río y logró que fuera invocado en el Consejo Permanente de la OEA, además de ser admitido su representante en nombre de Venezuela.

Señala el analista Mariano de Alba en el portal Prodavinci.com: “Dieciséis de los diecinueve países miembros aprobaron una resolución que en resumen busca designar a personas o entidades vinculadas al régimen de Nicolás Maduro para sancionarlos y congelar sus activos en los países que forman parte del tratado”.

El periodista de VPI TV , Sergio Novelli, también resumió: “Aprobadas primeras acciones en el marco del TIAR que buscan investigar, sancionar, perseguir, extraditar y capturar a personas del régimen de Maduro al determinar que han convertido a Venezuela en refugio de organizaciones terroristas y criminales”.

Lupa americana sobre el régimen

El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo García asumió la vocería del tratado en rueda de prensa en el Hotel New York Palace. Julio Borges lo hizo por Venezuela. Entre las cuatro medidas que podrían ser adoptadas, la tercera apunta alto: “Crear una red entre las autoridades de inteligencia financiera de los países miembros del TIAR para aumentar la cooperación e investigar actividades ilícitas como lavado de dinero, tráfico de drogas, terrorismo o su financiamiento y delincuencia organizada tradicional por parte de personas o entidades relacionadas con el régimen de Nicolás Maduro”.

No es una declaratoria de guerra, se trata de la generalización de sanciones en el continente americano. Uruguay no lo piensa así, vota en contra y finalmente se retira del Tratado. Trinidad&Tobago se abstiene. Cuba continua al margen.

Y todavía quedaban flecos en el aire. Guaidó había intervenido por videoconferencia en un acto del Atlantic Council: “Este es el momento de que la comunidad internacional le dé la mano a los venezolanos”.

La Unión Europea anunció la organización de una Conferencia Internacional en Solidaridad con la crisis de refugiados y migrantes venezolanos, la cual se celebrará en Bruselas a finales de octubre.

Esta iniciativa será organizada conjuntamente con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones, en estrecha coordinación con el Proceso de Quito. Además, la ONU y el régimen venezolano anunciaron la firma de un documento de cooperación que permitirá mantener a dos oficiales de la Alta Comisionada Bachelet en el país, y abrirá las puertas a los relatores especiales durante los próximos dos años. Ese compromiso estaba pendiente de notaría, parecía que Bachelet no lo exigía con severidad y el gobierno persistía en hacerse el tonto. El martes aparecerán los reales… 

¿Qué teníamos en Nueva York esa noche de lunes tan traumático para la tiranía? Muy poco porque músicos y teatreros también descansan.

Pero al anochecer, en el continente de las redes sociales ya se notaba cierto recogimiento entre los más flamígeros. (Oh, qué bien… Tuvieron que haberlo hecho hace meses… Yo lo dije primero y no me hicieron caso… No se les debe creer absolutamente nada…).

La nube de polvo que la semana pasada había esparcido Maduro a través de su Mesita de Diálogo, había desaparecido de la escena. Los diputados oficialistas se aprestaban a volver al redil de la Asamblea Nacional, con el rabo entre las piernas. La AN Constituyente estudiaba si quedaba sin efecto por efecto de medio chuzo. Las protestas de gremios y estudiantes comenzaban a retomar vuelo.

En Madrid, el exalcalde Antonio Ledezma pregunta, confundido: “¿Maduro qué hace en la ONU?” En Caracas, María Corina Machado asienta sin sonrojos: “Mi reconocimiento al embajador Tarre Briceño”. El diputado Miguel Pizarro, que había soportado ataques inclementes tras su designación como comisionado de Guaidó en Naciones Unidas, estrenó traje, corbata y soberbias zapatillas de suela blanca.

 MARTES DE SANCIONES

El martes 24, el comisionado de EE. UU. Eliot Abrams soltó una de las suyas: “No vamos a levantar las sanciones al régimen de Venezuela, ni las vamos a flexibilizar. Al contrario, vienen más sanciones y mucho más severas… y otras cosas que no puedo decir porque eso le corresponde al presidente Trump”.

Está calentando las tribunas para la reunión del miércoles de Trump y el secretario de Estado Mike Pompeo con la mayoría de los cancilleres de América Latina. “Esta es una señal muy clara (…) La presión va a continuar”, advierte Borges. Y se lo dijo al canciller ruso Sergey Lavrov, además de: “Rusia debe ser parte de la solución a la crisis venezolana”. Lavrov, que es un ogro, seguramente telegrafió el mensaje a Moscú.

Desde muy temprano el grupo venezolano se había estado preparando para su primera gran presentación en un foro cívico de clase mundial, allí en Nueva York. Se trata del Concordia Annual Summit 2019, que se había iniciado el día anterior en el Grand Hyatt Hotel, en la calle 42.

Llamado a la intervención humanitaria

Es el evento no partidista más grande entre los que se realizan en simultáneo con la asamblea anual de Naciones Unidas. Reúne a importantes tomadores de decisiones y líderes de opinión del sector público, privado y sin ánimo de lucro. A las 8:30 a. m. se alinean en tarima las Estrellas de Fania: Lilian Tintori, David Smolansky, Carlos Vecchio y Juan Guaidó (por videoconferencia). La animación corre a cargo del periodista Gustau Alegret, quien se desempeña como director de información para EE. UU. del canal colombiano NTN24. El tema a tratar es “Estrategias para una efectiva intervención humanitaria en Venezuela”.

Guaidó suelta una píldora laxante: «Hoy, Maduro es una amenaza para la región. Lo que está sucediendo en Venezuela no solo afecta a los venezolanos, sino que afecta a todo el mundo».

Smolansky, que es coordinador del grupo de trabajo de la OEA para la crisis migratoria venezolana, repite lo que ha estado diciendo desde hace cuatro o cinco días: “Ayer cinco mil venezolanos abandonaron el país… Somos la segunda mayor población de desplazados en el mundo, justo detrás de Siria… La única solución es restaurar la democracia y la libertad”.

Vecchio, embajador de Guaidó en Estados Unidos, dice que la única solución a la crisis en Venezuela, para detener el sufrimiento del pueblo y acabar con la amenaza narcoterrorista en la región, es la salida del dictador Maduro del poder.

Y cuando le toca el turno a Lilian Tintori, que se proclama activista por los derechos humanos a través de su fundación Rescate Venezuela, casi que la interrumpe el Chacal de la Trompeta. En su inglés campante, se le escapa que para distribuir ayuda humanitaria ha contado “con paramilitares”. Se enreda, pero no se percata de ello. Los rostros de sus compañeros de panel se constriñen.

“Quienes nos ayudan a tener campamentos humanitarios en cada estado del país son los grupos irregulares”, recalca Tintori.

Inmediatamente comienza el fusilamiento, comenzando por el mayamero Panam Post, que sin embargo está a punto de arriar banderas. La artillería amiga, que había estado agazapada, se despliega a todo gas. Le sacan los habituales trapitos al sol. Ella, ataviada con blusa blanca de mangas largas bordadas, falda larga plisada verde variedad Heno de Pravia y un discreto collarcito, arropada por su blonda cabellera, se le nota un poco ajada y ojerosa. Cuando la virtual descarga de fusilería toma clímax, Lilian emite un comunicado: “Lamentablemente, mi manejo imperfecto del inglés, hizo que se malinterpretara lo que quería comunicar”.

Ahora, en español bien construido, se explica mejor: “La situación de Venezuela es tan crítica que los militares y colectivos que históricamente respondiendo al régimen, impedían la distribución de la ayuda humanitaria en el territorio venezolan. Hoy no obstruyen las entregas ni la instalación de campamentos humanitarios. Aclaro que nunca hemos trabajado con grupos irregulares o paramilitares, ni lo haremos”. Pero no le garantizó nada al porvenir, como sí se atrevió en abril de 2012 el rey Juan Carlos I de España tras la polémica por su accidente durante una cacería de elefantes en Botsuana: «Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir».

Allí están las alcancías para las donaciones, tanto para ayuda humanitaria dentro del país como en sus alrededores fronterizos, y también para garantizar el funcionamiento del gobierno interino en sus necesidades esenciales.

Reino Unido se manifiesta con prontitud

El secretario de Desarrollo Internacional Alok Sharma anunció una nueva asignación de hasta 30 millones de libras esterlinas ($36.866.762), como parte del llamado de la ONU a reunir donaciones este año por un monto de 223 millones de dólares. Esta ayuda de Reino Unido se suma a la de £14.5 millones ($17.818.935) anunciada a principios de año, para un total de £44,5 millones ($54.685.697). El apoyo está dirigido a las agencias humanitarias internas y en la región.

“Por razones de seguridad”, el gobierno inglés no identificó a los destinatarios que se encuentran dentro del país. Lo que sí precisó es que esa financiación no pasará por las manos del régimen de Maduro.

Esa misma tarde el gobierno de EE. UU. anunció que triplicaba la ayuda a la oposición venezolana, con lo que, según la agencia AP, “por primera vez aportará dinero directamente a Juan Guaidó”.

Mark Green, director de la Agencia para el Desarrollo Internacional (US AID), ofreció un paquete de 52 millones de dólares, tras una reunión con el embajador Carlos Vecchio. Según el periodista de AP Joshua Goodman, un alto funcionario del gobierno estadounidense, no identificado, dijo que “la ayuda incluye 19 millones de dólares para que las fuerzas de Guaidó dispongan de comunicaciones seguras, dinero para gastos de viaje, capacitación en la preparación de presupuestos y otras herramientas que las preparen para gobernar si logran desplazar a Maduro del poder”.

Estos fondos se suman a los cientos de millones de dólares que Estados Unidos aporta para ayudar a paliar la crisis de los desplazados venezolanos. Desde Caracas, el Centro de Comunicaciones de la Unidad Opositora distribuye un comunicado en el que asegura que los fondos destinados a la oposición venezolana serán administrados por los donantes y no por los beneficiarios.

 MIÉRCOLES DE APLAUSOS

En la mañana, Donald Trump había tomado la palabra en la plenaria de Naciones Unidas. Su discurso era uno de los más esperados. El más televisado. El planeta lo está mirando. Dentro de EE. UU. esperan la respuesta de un jefe de Estado asediado, en vías de destitución (impeachment).

Fuera de EE. UU. esperan sus respuestas en cuanto a Medio Oriente, su guerra comercial con China, el pulso con Rusia. Pero ni a Rusia ni a Putin los menciona, tampoco a Europa ni a la OTAN. Se detiene un poco en Irán: “Ningún gobierno responsable debe subvencionar la sed de sangre de Irán. Mientras el comportamiento amenazante de Irán continúe, no se levantarán las sanciones; al contrario, serán apretadas”. Menciona a China en 10 oportunidades.

En ese discurso de 3800 palabras, el presidente Trump igualmente mencionó a Venezuela en 10 oportunidades, y a Maduro solo una vez. A este le llamó Dictador, le tildó de Títere. Protegido por guardaespaldas cubanos. Se esconde de su propio pueblo. Mientras Cuba saquea sus riquezas petroleras “para sostener su propio régimen comunista corrupto”.

Trump remarcó:

1. Estamos dispuestos a apoyar a los pueblos del hemisferio occidental que viven bajo brutal opresión, tales como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

2. Escuadrones de la muerte han producido centenares de asesinatos extrajudiciales.

3. Estados Unidos y sus aliados hemos construido una coalición histórica de 55 países que reconocen al legítimo gobierno de Venezuela.

4. A los venezolanos atrapados en esta pesadilla: por favor, sepan que toda América está unida a ustedes. Estados Unidos tiene listas y a la espera de ser entregadas grandes cantidades de ayuda humanitaria. Estamos observando muy de cerca esta situación.

Responde China 

China debió esperar hasta el viernes 27 para responder las 10 menciones de Trump. El canciller chino Wang Yi, muy reposado, sin levantar la voz, dijo en su discurso que su país nunca se ha acobardado ante las amenazas ni se ha sometido ante las presiones.

China se ha comprometido a resolver las fricciones comerciales y las diferencias «de una manera tranquila, racional y cooperativa», así como con «suma paciencia y buena voluntad.» 

Trump había advertido el martes que no aceptaría un “mal acuerdo comercial” con China, pero que tampoco esperaba un acuerdo beneficioso. Los chinos están celebrando el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China.

Al respecto, Wang Yi destacó que «850 millones de chinos se han recuperado de la pobreza, y cientos de millones se han unido al grupo de ingresos medios». ¡Chúpate esa, Catirito!

Por el régimen venezolano, Delcy Rodríguez también debió esperar hasta el viernes 27 para exponer lo suyo. Pero ellos no negocian en forma tranquila, racional y cooperativa, ni han sacado a nadie de la pobreza (a menos que sea de su propia pandilla).

Diosdado no comprende

Diosdado Cabello busca enseñanzas en otro lado. Va a Corea del Norte y lo que le cuentan es una historia de 70 años de hambruna y atraso, pero que “hizo más soberano al pueblo”. Va a Vietnam y lo que le cuentan es que ese pueblo, luego de décadas de guerra intensa, logró negociar la paz, primero con los franceses y luego con EE. UU. Cabello andaba con una agendita en la que anotaba cuanto creía entender. No conoce el iPad.

El vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Tuan Phong, le dictaba cuanto se le ocurría. Pudo haberle dicho: Mire el punto 5 de los Acuerdos de París de 1973; allí dice que “Dentro de sesenta días desde la firma del acuerdo, abandonarán Vietnam del Sur todas las tropas, consejeros militares y personal militar, incluidos personal militar técnico y personal militar asociado con programas pacíficos, así como los armamentos, municiones y material de guerra de Estados Unidos”.

Cambie usted Estados Unidos por Rusia, China y Cuba y sanseacabó, ¡evite la guerra! En poco tiempo Venezuela sería como Vietnam, con un PIB de 7% anual. Pero Diosdado no comprende.

En 2013 fue a China y en una fábrica de Shanghái le mostraron los prototipos del novísimo tren de levitación magnética, Maglev, previsto para desplazarse a 600 km/hora, pero Diosdado se desentendió de ese prodigio germano-chino porque “el comandante Chávez me encomendó la tarea de estrechar las relaciones entre nuestro partido, el PSUV, y el PCCh». Solo eso.

Según reportes de entonces, Cabello visitó también en Pekín la Escuela Central del Partido Comunista de China, donde dijo que «la razón fundamental de este viaje es estrechar la relación entre partidos», y adelantó que un primer grupo de «50 de los mejores cuadros» del PSUV viajará próximamente a esa escuela pequinesa para completar su formación política. 

Golpe a todo mogote

Un taparazo descomunal, masivo, en mitad del cuadril, fue dado a conocer el miércoles 25. Decreto oficial sobre la suspensión de entrada a EE. UU. a personas que amenazan a las instituciones democráticas de Venezuela. Lo firma Donald Trump. 

1. Suspendida la entrada a Estados Unidos, como inmigrantes o no inmigrantes, las siguientes personas:

(A) Miembros del régimen de Nicolás Maduro, a nivel de viceministro, o equivalente, y por encima;

(B) Todos los oficiales de las fuerzas armadas de Venezuela, la policía o la Guardia Nacional en el grado de coronel o equivalentes y superiores;

(C) Todos los miembros de la organización conocida como la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela;

(D) Todos los extranjeros que actúan en nombre o en apoyo de los esfuerzos del régimen de Madura de socavar o perjudicar a las instituciones democráticas de Venezuela o impedir la restauración del gobierno constitucional de Venezuela; 

(E) Los extranjeros que obtienen un beneficio significativo de las transacciones financieras o relaciones de negocios con las personas descritas en los apartados (a) a (d) de esta sección; y 

(F) los miembros de la familia inmediata de personas descritas en los apartados (a) a (e) de esta sección.

Sin embargo, advierte que un portón ha quedado abierto: “Esta suspensión no está destinada a ser aplicada a quienes dejan estas acciones y que tomen medidas concretas para ayudar a Venezuela a volver a su funcionamiento como país democrático”.

Son 545 constituyentes, la mayoría dirigentes del PSUV. Son miles los oficiales con grado de coronel o superior. Venezuela es uno de los países de América con mayor número de generales por kilómetro cuadrado o por mil habitantes.

La burocracia oficial es inmensa. La familia directa de los señalados es gigantesca. Todo mundo tiene un “primo pesao” en el gobierno.

A las 10 de la mañana del miércoles Trump ha vuelto a la ONU para reunirse con un ramillete de mandatarios y cancilleres latinoamericanos y con Borges y Vecchio, quienes muy pronto serán aplaudidos a petición del presidente de Estados Unidos. Ante la salva, ambos se ponen de pie y agradecen.

La revolución no tiene quien la defienda

“No nos importan sus sanciones”, ha declarado Jorge Arreaza a la Voz de América. Levantó la mano derecha y comenzó a enumerar los logros de su acción diplomática. “Nos hemos reunido con Simeon Oyono Esono Angue, canciller de Guinea Ecuatorial; con Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL; y con el canciller de Portugal Augusto Santos Silva”. ¿A qué viene usted? “Este año en el 74 período de la Asamblea General ONU abordaremos como temas centrales el cambio climático, la reducción de la pobreza y la inclusión educativa. Desde Venezuela daremos nuestros aportes, seguros de que el multilateralismo es la única vía para garantizar la paz”. Y ya. No han venido a defender su revolución.

“Estoy comprometido con un futuro de estabilidad, prosperidad y libertad para Venezuela. Apoyaremos a su pueblo todos los días, hasta que finalmente estén libres de esta horrible y brutal opresión. Serán liberados…, eso sucederá”, lee Trump ante una larga mesa colmada de lo que parecen crisantemos y decenas de botellas de agua carbonatada. 

Pide Borges, rotundo y decidido:

1. Sanciones contra Cuba;

2. Presión sobre testaferros y familiares;

3. Apoyo para el presidente Guaidó y la Asamblea Nacional;

4. Sumar a Europa a la agenda de presión para que adopte más sanciones contra la dictadura. 

Al poco rato, Juan Guaidó agradece: “En nombre del pueblo venezolano, reconozco el liderazgo y la determinación del presidente Donald Trump en acompañarnos hacia el regreso de la democracia en Venezuela. Nos mantendremos trabajando en alianza para lograr la libertad”.

Algo ha pasado, está pasando. Diego Arria hoy ha fijado un mensaje en lo alto de su cuenta en Twitter: “El único que representa el rescate de Venezuela es Juan Guaidó. Lo apoyé desde el 10 enero y sigo”.

Sobre los aplausos a Borges y Vecchio, larga su buena pro: “Más que merecidos”. A raíz del nombramiento de Miguel Pizarro como comisionado de Guaidó ante la ONU, se desató una campaña virtual que además de acoquinar al diputado por Petare, postulaba a Diego Arria para ocupar ese cargo (el más competente, el mejor diplomático, el liberador de Serbia y de Kosovo…).

Rafael Poleo dice que no, más bien era quien entretenía a Cecilia Matos cuando era canciller de CAP. Dicen en Panam Post: “Ahora a Nueva York, a codearse con el mundo, no llegará la institución Arria en representación de Venezuela, sino un joven diputado, sin currículo que presentar, y con fama de comunista”.

Arria camina derecho por los pasillos de la ONU, se entrevista en un rincón oscuro con el canciller ruso Sergey Lavrov. ¿Quién le ha invitado? El Grupo de Lima. Más tarde apunta: “No formo parte del grupo de los personeros enviados por Guaidó a la ONU”.

Borges y Vecchio cortan rabo y orejas

Apenas comenzaba a hablar Delcy Rodríguez en la plenaria del viernes 27, Arria se confunde entre quienes desalojaron la sala en son de protesta. “Nunca imaginé que un día saldría de la Asamblea General ONU en repudio de un régimen”, dice.

La reunión con Trump termina y los asistentes se dispersan. Todos declaran. El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, comenta: “Discutimos una transición democrática en Venezuela. Colombia seguirá adelantando acciones políticas y diplomáticas para que el hermano país vuelva a vivir en democracia y libertad”.

Borges y Vecchio salen como los toreros luego de tres jornadas con orejas, patas y rabo. Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro, Lenín Moreno, Iván Duque, entre otros, han levantado la voz a favor de la democracia en Venezuela en la plenaria de la ONU.

Ángel García Banchs, PhD y MSc en Economía, pasa la noche pensando en si publica o no el siguiente tuit: “Si es cierto que Trump felicitó a Borges y a Vecchio, quiere decir, bien que se está burlando de ellos en su cara y nadie se ha dado cuenta, o bien que está en desconocimiento de su(s) rol(es) como colaboradores del narcorrégimen, lo cual implicaría que (Trump) requerirá más tiempo para entender”.

El economista y expresidente de la Copre Carlos Blanco, por su parte, considera que la “reunión de Trump/Pompeo, con presidentes y la destacada presencia de Julio Borges y Carlos Vecchio es hecho histórico de respaldo a la causa democrática y al gobierno de transición que debería encabezar Guaidó. Es oportunidad única para generar la amenaza creíble contra Maduro”.

El editor del Panam Post concluye en que hoy ha quedado más que ratificado (que) el continente, y particularmente Estados Unidos, aún mantiene su compromiso con la causa venezolana y con la oportunidad que representa el Gobierno interino de Guaidó.

“Debemos apostarle a su triunfo”. Pareciera que todos quieren ahora sentarse conmigo en la yerbita, en la yerbita…

Los funcionarios no lloran en público, o no debería ser usual que lo hicieran. Pero Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta del Departamento de Estado de EE. UU. para Cuba y Venezuela, no pudo reprimirse al comentar lo que había sentido cuando la esposa del concejal asesinado Fernando Alban le relató lo sucedido momentos antes de su ejecución. Carrie Filipetti reveló que la ayuda humanitaria de EE. UU. ascendía hasta ahora a 568 millones de dólares, distribuidos dentro y fuera de Venezuela.

 JUEVES DE DESPEDIDAS

Mañana jueves será día de despedidas, agradecimientos, numeritos, ensalmes y ovaciones, pero no en Nueva York, sino en Seattle, la sede los Marineros. El lanzador valenciano Félix Hernández se despedirá de su afición, que le ha visto lanzar durante quince temporadas. El Marinero Mayor. Le dicen El Rey…

En Ginebra se estaba urdiendo una trama, que dirigen Iraq y el representante de Maduro, Jorge Valero. El Concejo de los Derechos Humanos de la ONU celebra allí su 42° sesión. Entre las muchas calamidades mundiales a debatir se encuentra el difícil caso de Venezuela.

También se va a elegir a los países miembros del próximo Concejo y el régimen de Maduro aspira a ocupar un asiento. Muchas onegés, por insólita, han rechazado esta última posibilidad, a la vez que han denunciado que la resolución que proponen para el jueves solo servirá para atenuar las medidas en torno a las múltiples acusaciones que se le han hecho a lo largo del planeta.

La Alta Comisionada Bachelet ha estado en Nueva York y ha hablado con los representantes del poder alterno venezolano. A pesar de su negativa a aceptar las conclusiones del informe de julio de Bachelet, el gobierno de Maduro ha admitido finalmente cuestiones que prescribía, entre ellas la presencia y libre acción de funcionarios del HRC.

La cuestión Venezuela se debatirá y votará en dos sesiones consecutivas. Una el jueves y otra el viernes. 

El jueves, la resolución propuesta por Iraq, apoyada por la representación de Maduro, fue aprobada con 18 votos a favor, 23 abstenciones y seis votos en contra. Países como Perú, Argentina y Brasil, que votaron en contra, consideraron que el documento era demasiado transigente con el régimen de Venezuela. Arguyen que esto hará que su gobierno “no asuma ninguna responsabilidad por las graves violaciones de los derechos humanos”.

En Nueva York, el canciller de Maduro aplaudió alborozado, tomando los hechos con pinzas. Desde su punto de vista, el HRC42 aprobó “una resolución histórica que condena los impactos de las medidas coercitivas unilaterales”. Refirió que es la primera decisión de un órgano de la ONU que hace referencia expresa a las consecuencias negativas del bloqueo de EE. UU. contra Venezuela. Pero ese no era el tema.

 VIERNES DE CLAMOR POR LOS DERECHOS HUMANOS  

La alegría le duró solo un día. El viernes 27 fue sometida a consideración una nueva propuesta, patrocinada por el Grupo de Lima. La misma fue aprobada con 19 votos a favor, 7 en contra y 21 abstenciones. Inmediatamente el secretariado del HRC42 emitió una declaración en la que califica la resolución como una fuerte condena a todas las violaciones y abusos de las leyes internacionales en Venezuela y urge a sus autoridades a liberar a todos los prisioneros políticos que han sido detenidos arbitrariamente. Pero, además, la resolución establece la conformación de una misión independiente de verificación de hechos, lo cual ha sido considerado como un paso crucial.

Esa misión de investigación internacional documentará violaciones a los DDHH en Venezuela, incluyendo la tortura y miles de ejecuciones sumarias.

Según la agencia Reuters, el embajador de Maduro en la ONU/Ginebra, Jorge Valero, definió la resolución como «hostil». Y aseguró que ese Consejo está «politizado» debido a que «sigue al pie de la letra las instrucciones del imperio norteamericano» y está formado por países que son «verdaderos y avergonzantes súbditos del Gobierno de Donald Trump».

El lanzamiento de la misión «es un tremendo impulso no solo para denunciar con nombres y apellidos, sino también para castigar a aquellos que han violado los derechos humanos en Venezuela», señaló Julio Borges, jefe de la diplomacia de la oposición venezolana.

La resolución condena «la represión generalizada y la persecución» a través de lo que llamó el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, el cierre de medios de comunicación y la erosión del Estado de derecho.

La resolución expresa «profunda preocupación por el hecho de que ha habido al menos 6000 muertes resultantes de operaciones de seguridad en Venezuela desde enero de 2018 y que, según la información analizada por la Alta Comisionada, muchas de estas muertes pueden constituir ejecuciones extrajudiciales».

La resolución condena las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzadas llevadas a cabo por fuerzas de seguridad, tales como las Fuerzas de Acciones Especiales, conocidas como FAES, y grupos civiles armados gubernamentales.

Una vez más no pudieron. Países que votaron a favor de una, se abstuvieron en la otra. La correlación de fuerzas varió día de por medio. En Ginebra, también estaban en sintonía con lo que había estado ocurriendo en Nueva York.

Estaba prevista su diletantia para las 3 de la tarde, la hora en que mataron a Lola. Son las 4:15 p. m. del viernes 27 y la transmisión de televisión aun no comienza. Algo pasa. A las 4:25 aparece su imagen por Rusia Today, una televisora moscovita financiada por el Kremlin: “es (el pueblo, la oposición) una maquinaria al servicio del hegemón del mundo y de sus satélites”; “vengo en nombre de la única Venezuela”.

En el legajo que lleva al podio de la Asamblea General no se encuentran los 13 millones de firmas (“No+Trump”) que aseguraba haber recogido para entregarlas a Antonio Guterres, el secretario general de la ONU. Han desaparecido, sin explicación.

Su hermano Jorge estaba acompañando a Maduro en Moscú, de donde regresaron a Caracas con manos y bolsos vacíos. Delcy Rodríguez, la vicepresidenta, había llegado a la sede de la ONU junto a unos doce funcionarios. Algunos portaban maletines de esos que los cuerpos de seguridad utilizan como escudos blindados que son desplegados en caso de algún atentado. Le esperaban en los bordillos del estacionamiento el canciller Jorge Arreaza y el embajador ONU Samuel Moncada.

A Delcy la chotean por su mal vestir. Por el uso de espejuelos achatados hacia el ecuador, por su desmesuradas pretensiones, pero nunca le recriminan que su discurso. Ya lo lleva aprendido con meses de antelación. Al bajar del automóvil negro, aparece con blazer azul marinero, blusa blanca y pantalones de azul más claro que lleva en los laterales listillas ámbar como las utilizadas por las bailarinas del antiguo Folies Bèrgere parisino.

En los días previos a su comparecencia se especulaba que por representar a un régimen considerado usurpador, se impugnaría su presencia en el foro mundial. Empezaron a meterles casquillo y se creyeron que existía la posibilidad de que a doña Delcy se le impediría hablar en la plenaria.

Culillo rojo

Los nervios se habían desbordado. (La ONU no puede permitir eso. Nosotros somos quienes somos. Representamos a Venezuela. Que anden como Pedro por su casa no significa que ellos sean los representantes legales del país. El derecho internacional nos ampara).

El lunes 23 Samuel Moncada, como jefe de misión, envió una comunicación a la directiva de la ONU. La petición era inusual. La comunicación estaba numerada 00341, con precedente en la nota verbal 00299 del 3 de septiembre, en la que se solicitaba “certeza legal” sobre los derechos y privilegios de todos los miembros de la ONU y sobre su capacidad para ejercerlos en su totalidad, “libre de cualquier amenaza o coerción de parte de países más poderosos”.

¿Qué es esto? ¿De dónde ha salido esta inusitada cagazón?

Moncada denuncia que Estados Unidos y sus aliados pretenden impugnar las credenciales de la delegación venezolana que ellos ostentan. De consentir tal pretensión, “ello convertiría a la ONU en un arma de intervención para promover golpes de Estado contra las legítimas autoridades de los estados miembros de la ONU”.

Denuncia la existencia de “coleados”, individuos pertenecientes a la oposición venezolana, que han sido acreditados por estados miembros distintos a sus nacionalidades. “Ellos no son ni legítimos ni representativos de Venezuela”. En todo caso, representan a los países que les han acreditado. 

En esa comunicación, Moncada alerta que ha sabido de la intención de un grupo de países de propiciar una votación en el seno de la plenaria con el fin de evitar que Su Excelencia Delcy hable el viernes 27 de septiembre a las 3 de la tarde.

Sin los 13 millones de firmas, con el cielo encapotado que había desatado tempestad, con la invocación del TIAR, con la noticia procedente de Ginebra que abría investigación oficial sobre violaciones de derechos humanos, con las nuevas sanciones anunciadas por EE. UU., con la generalizada condena al régimen que representa, con las posturas de toda América y toda Europa, HE Delcy no podía sino recurrir a mentiras que, de paso, ya habían sido desmontadas mucho antes de llegar a Nueva York.

Mostró una foto de Guaidó al lado de un presunto miembro de la banda Los Rastrojos. Dijo que en Santa Marta, Ríoacha y Maicao, Colombia entrenaba gente para atacar a Venezuela. 

Lanza su retahíla: Colombia y EE. UU. preparan el terreno para atacar a Venezuela. Eso viene desde Obama. El TIAR justifica los pilares para instrumentalizar una intervención armada. Alertamos y prevenimos este potencial conflicto que quieren sembrar en nuestra región. Es unilateralismo grupal. La OEA es un cadáver insepulto. La ONU está llamada a jugar un papel más proactivo sobre la paz y la seguridad internacional.

Y se les van acabando sus 30 minutos. En un momento dice que los traductores le piden que hable más lento…

Viva Palestina, viva Cuba, viva China, viva Rusia, viva Irán, viva Corea del Norte, viva Siria, viva Zimbabue. Delcy se va apagando. 

Dice el moderador de la sesión: tiene la palabra el representante de Cabo Verde. La funcionaría de la misión permanente, Daniela Rodríguez, había terminado de ojear el libro del maracucho Iván Rincón Urdaneta.

El joven diputado de las zapatillas de suela blanca, traje y corbata nuevos, que había ido a Nueva York en busca de una quimera, Miguel Pizarro, emite un veredicto sobre lo que le ha tocado vivir:

«Tuvimos una semana histórica. El tema de Venezuela ha sido fundamental. Ahora iniciamos un nuevo capítulo de avances y acciones en contra de la dictadura y en pro del cambio que el país merece».

Estoy contigo, Miguel.

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

* Nota actualizada el 7 de julio de 2020.