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Roberto Patiño

Roberto Patiño Abr 18, 2024 | Actualizado hace 1 día
Ley contra el fascismo
Usar el fascismo como bandera en unas elecciones y como argumento paralegal para la persecución de los adversarios es un verdadero ejercicio de poder autoritario y fascista

 

@RobertoPatino

Hace unos días la Asamblea Nacional controlada por el régimen aprobó, en primera discusión, una ley que supuestamente busca prohibir en Venezuela las expresiones fascistas y todas las formas organización política y social que se fundamenten en esta ideología.

El documento, presentado en plena campaña electoral y en medio de un claro desinterés de los venezolanos por los actos del oficialismo, es un compendio de peligrosas generalidades y lugares comunes que parecen querer polarizar el panorama político. Construye una falsa frontera ideológica entre quienes supuestamente aman a la patria, el régimen que nos gobierna, y sus adversarios políticos, ascendidos, en la ley, al rango de conspiradores violentos y promotores de una ideología intolerante con las libertades civiles.

El texto, todavía en “discusión” en la Asamblea Nacional, parece querer controlar la crítica al régimen en redes sociales y en los medios de comunicación que superviven en Venezuela, plantea una versión distorsionada de la historia reciente del país, aspira a criminalizar el derecho a la protesta que tienen los ciudadanos y pretende controlar a los partidos políticos, Organizaciones No Gubernamentales y toda forma de organización ciudadana.

En definitiva, es un instrumento que aspira a imponer etiquetas a quienes disientan del régimen y facilitar aun más el camino para que las instituciones judiciales venezolanas, apéndices de un poder sin controles democráticos, tengan una vía más fácil y rápida para perseguir a quienes luchamos por el regreso de la democracia en nuestro país.

La llamada “Ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares”, se incorpora además, a otra batería de instrumentos legales existentes o a punto de ser aprobados por la AN, como lo son la Ley contra el Odio y el proyecto de ley que busca limitar o suprimir el trabajo de las ONG en Venezuela, todo un arsenal de instrumentos desplegados por el régimen en sus horas más bajas de popularidad y confrontado con un pueblo que quiere el cambio.

Lo hemos afirmado antes y seguimos insistiendo, a pocas semanas de celebrarse las elecciones, en condiciones extremadamente complejas, los poderosos que nos gobiernan han preferido movilizar a los cuerpos de seguridad del Estado para que, amparados en absurdos instrumentos legales, traten de contener las ganas de democracia que hay en la calle. A falta de votos que los respalden, apelan a la amenaza, el miedo y la violencia del Estado y las instituciones de justicia, los únicos apoyos reales que les quedan.

Quienes creemos y trabajamos por la democracia rechazamos, de manera clara, las expresiones y prácticas fascistas (de derechas o de izquierdas), aborrecemos los golpes de Estado y su vocación por adocenar y militarizar la sociedad, no compartimos su disposición a intervenir y dirigir la vida social y personal de los ciudadanos, somos contrarios a su intolerancia con la diversidad y no aceptamos su deriva antidemocrática en nombre de supuestos  ideales y valores que usan de manera interesada hasta desdibujarlos.

La huella del fascismo en la historia de la humanidad es un tema complejo y doloroso que no puede ser despachado de un modo tan banal, atendiendo a limitados cálculos políticos.

Usarlo como bandera en unas elecciones y como argumento paralegal para la persecución de los adversarios es un verdadero ejercicio de poder autoritario y fascista que, irónicamente, afirman querer combatir. Es necesario recordar quiénes son los que están siendo investigados en la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

Todos sabemos que estamos viviendo unos días muy complejos que marcarán el destino de millones de venezolanos en los próximos años. Hoy más que nunca es necesario seguir trabajando juntos, de manera coordinada, por el cambio pacífico y democrático que desea la mayoría de los venezolanos, a fin de cuentas, el mejor antídoto contra el fascismo es el retorno de la democracia a Venezuela.

Dueños de nuestro futuro

Dueños de nuestro futuro

Roberto Patiño es cofundador de Alimenta la Solidaridad y de Caracas Mi Convive | www.rpatino.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Roberto Patiño Mar 06, 2024 | Actualizado hace 1 mes
Oficina de la ONU  

La decisión del régimen de cerrar las oficinas de derechos humanos de las Naciones Unidas en Venezuela, el jueves 15 de febrero, confirma la deriva autoritaria de quienes tiene el poder.

El anuncio ocurrió pocas horas después de que la Organización de las Naciones Unidas denunciaran el secuestro de la activista de derechos humanos Rocío San Miguel, y tras publicarse el último informe del Relator de la ONU, Michael Fakhri, sobre los CLAP, un documento que muestra que el buque insignia de los programas sociales de la dictadura se emplea como un arma para garantizar el clientelismo político, un sistema insuficiente para hacer frente a la crisis humanitaria en Venezuela y un recurso caracterizado por la mala calidad de los alimentos y la irregularidad de la entrega.

La salida de la oficina de la ONU tiene implicaciones como la ausencia de asistencia técnica en materia de derechos humanos para el Estado, la limitación en la protección de estos derechos para los ciudadanos, el abandono de los mecanismos que conectan a la sociedad civil con los sistemas de protección multilaterales, la imposición de limitaciones en el acceso de los relatores de la ONU y el bloqueo en el acceso a información veraz sobre la situación de los DD. HH. en el país.

La expulsión de la ONU es un duro golpe, un obstáculo que debe llevarnos a trabajar de manera coordinada y solidaria para apoyar a las víctimas del Estado, seguir investigando y sistematizando la situación de los DD. HH. en el país y dando a conocer nuestra realidad en el mundo. Aunque el régimen se empeñe en aislarnos, tenemos que insistir en el esfuerzo por demostrar a los países democráticos que somos un pueblo que merece el esfuerzo seguir recibiendo el apoyo de la comunidad internacional en su lucha pacífica por la recuperación del Estado de derecho, las libertades civiles y la democracia.

Debemos insistir en el cambio pacífico y democrático, apoyar a los verdaderos liderazgos populares que nacen en las comunidades, comprometernos en el trabajo de organización de base y apoyar la estrategia de llevar al régimen a unas elecciones democráticas, es una hoja de ruta compleja, ¡lo sabemos!, pero en la que debemos comprometernos todos los venezolanos que queremos hacernos dueños de nuestro futuro.

Este ha sido y seguirá siendo nuestro compromiso.

Dueños de nuestro futuro

Dueños de nuestro futuro

Roberto Patiño es cofundador de Alimenta la Solidaridad y de Caracas Mi Convive | rpatino.com

@RobertoPatino

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

 
Roberto Patiño Feb 09, 2024 | Actualizado hace 2 meses
No es cosa juzgada
La vocación democrática que existe en Venezuela no puede ser contenida en los bordes de una sentencia que no vale ni el papel donde la imprimieron

 

@RobertoPatino

El viernes 26 de enero el Tribunal Supremo de Justicia difundió una absurda sentencia con la que ratificó la inhabilitación de la candidata unitaria de la oposición María Corina Machado. Aunque fue una noticia esperada, esta decisión política tomada por el régimen ejemplifica la deriva autoritaria de quienes manejan el poder en Venezuela.

Tras las primeras reacciones de la comunidad internacional en apoyo a la candidata Machado y a los acuerdos de Barbados, la red de medios públicos y los voceros del régimen se apresuraron en defender al máximo tribunal del país, afirmando una supuesta independencia del poder judicial y la plena garantía de la existencia de un Estado de derecho en Venezuela. Para las pantallas de Venezolana de Televisión, la inhabilitación es una “cosa juzgada” que debemos acatar todos los venezolanos.

Hay que destacar que Machado no ha tenido ningún procedimiento administrativo, no ha sido acusada formalmente por la Contraloría General ni el Ministerio Público y en Venezuela la Constitución no permite la restricción de derechos políticos por una decisión administrativa, es decir, requiere un juicio formal donde el acusado pueda acceder a su expediente, conocer las pruebas con las que se le acusa y ejercer su derecho a la defensa, un procedimiento que no ocurrió y que podría explicar la razón por la que el TSJ no divulgo más que un extracto de una supuesta sentencia judicial.

En definitiva, la “sentencia” de aquel viernes 26 de enero, es otra evidencia de cómo el aparato de justicia se ha convertido en un apéndice del poder de Miraflores gracias a la confiscación de las libertades civiles y la definitiva erosión de la separación de poderes que ha sufrido las instituciones venezolanas.

Aunque vale la pena hacer un esfuerzo por conocer los detalles legales de la inhabilitación, no hay que perder el norte y recordar que lo ocurrido fue una decisión política que busca empujar a la sociedad a la desesperanza.

El régimen se sabe minoría y su estrategia se basa en buscar dividir y desmovilizar a los que queremos cambio: su única opción viable es una oposición fragmentada entre la sospecha y la abstención.

Los venezolanos estamos conscientes de que este año electoral será uno de los más complejos de nuestra historia como nación. El compromiso por la recuperación de la democracia nos va a exigir esfuerzo y sacrificios personales, un constante trabajo en equipo y una mentalidad serena frente a los retos que tenemos por delante. Nuestro antídoto frente a la macabra estrategia del régimen debe ser la unión y la participación hasta conseguir la democracia.

La vocación democrática que existe en Venezuela no puede ser contenida en los bordes de una sentencia que no vale ni el papel donde fue impreso. Las ganas de cambio en el país no es una cosa juzgada que se despacha en un tribunal, es un compromiso de vida de millones de venezolanos que quieren el regreso de la democracia, una sentencia verdaderamente inapelable que será dictada en las próximas elecciones si seguimos trabajando juntos.

Este ha sido y seguirá siendo nuestro compromiso.

¿Y qué hacemos ahora?

¿Y qué hacemos ahora?

*Cofundador de Alimenta la Solidaridad y de Caracas Mi Convive | rpatino.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

 
 
El alerta de HUM Venezuela sobre la emergencia humanitaria compleja
Venezuela, duele decirlo, vive una emergencia humanitaria compleja que expulsa a sus ciudadanos de su tierra y condena a la miseria a muchos de los que no han podido o querido irse

 

@RobertoPatino

Para la mayoría de los venezolanos es evidente que el país está transitando por una de las mayores crisis humanitarias que podemos recordar, una realidad que no puede ser ocultada con mantras como el “Venezuela se arregló” o con campañas electorales que los poderosos que nos gobiernan intentan imponer.

La crisis se ha instalado en nuestro país alcanzando todas las áreas de la vida social como la alimentación, la salud, la educación y los servicios públicos. Venezuela, duele decirlo, vive una EMERGENCIA HUMANITARIA COMPLEJA (EHC) que expulsa a sus ciudadanos de su tierra y condena a la miseria a muchos de los que no han podido o querido irse.

Aunque uno de los rasgos que nos define como pueblo es el compromiso por la solidaridad, la atención a todas las víctimas de la emergencia humanitaria compleja puede sobrepasar nuestra capacidad de trabajo, haciendo necesario el apoyo de la ayuda internacional, el despliegue coordinado de las ONG y el compromiso de un Estado verdaderamente responsable. Un esfuerzo que requiere, además, un conocimiento de la situación que viven los venezolanos, información que no está disponible por el secreto que impone el régimen a la difusión de los indicadores económicos y sociales que está obligado a publicar, atendiendo a su vocación de preservarse a toda costa en el poder evadiendo la crítica.

Atendiendo a esta necesidad, desde el 2018 nace el proyecto Hum Venezuela, una iniciativa para coordinar el trabajo de un grupo de organizaciones de la sociedad civil que, a través de encuestas a 11 000 hogares, aplicadas en veinte estados del país y gracias al análisis sistemático de información de fuentes secundarias, nos brinda la posibilidad de conocer la envergadura de la crisis.

En su último informe, que registra la situación en Venezuela entre el 2022 y 2023, nos indica, entre otras cosas, que en el país hay un estimado de 20,1 millones de personas con necesidades humanitarias, de las cuales 14,2 millones presentaba necesidades críticas en distintas áreas de sus vidas, con diferentes grados de severidad, llegando a umbrales de necesidades severas un total de 4,2 millones de personas. Según sus datos, en el país hay una “pobreza multidimensional extendida al 69,6 % de la población y profundizada por el deterioro regresivo de los ingresos para la subsistencia económica y el empeoramiento de los déficits de los servicios básicos, particularmente electricidad.”

La situación de la alimentación, educación, salud, acceso al agua y servicios públicos se exploran y analizan con detenimiento en un informe riguroso y necesario que, junto con el trabajo dedicado de otras ONG y centros de investigación, nos permite tener un panorama completo y complejo de la verdadera situación del país.

Como señalan los expertos que colaboran con Hum Venezuela, el tamaño y complejidad de una crisis que es sistémica, y que se viene agravando en los últimos años, requiere un esfuerzo de mayor coordinación por parte de los financistas internacionales y actores sobre el terreno, superando las trabas burocráticas y las alcabalas políticas. Es urgente redoblar el presupuesto y el trabajo por alcanzar el mayor número de personas en situación de riesgo y poner fin a la estrategia que pretende hacer invisibles a las víctimas de la crisis. 

A nosotros nos consta de primera mano que el venezolano es un pueblo de naturaleza solidaria capaz de movilizarse en apoyo a las víctimas de esta emergencia humanitaria compleja, un objetivo que nos convoca a todos, un proyecto que puede llegar a buen puerto si persistimos en nuestro compromiso por el servicio público en red, apoyando la verdadera organización popular que nace en las comunidades y sus liderazgos naturales que conocen muy bien hacia dónde deben dirigirse nuestros esfuerzos.

Una urgencia que también nos obliga a seguir luchando por el cambio pacífico y constitucional que Venezuela necesita. Acabar con una crisis sistémica pasa necesariamente por un cambio pacífico del sistema y el retorno de un ejercicio verdaderamente democrático del poder que nos dé garantías de transparencia en el manejo de los recursos y la información, libertad para la acción de los ciudadanos, las ONG (amenazadas con una ley que busca acabar con sus fuentes de financiamiento) y donde la lucha contra la pobreza sea una verdadera prioridad para toda la sociedad.

Este ha sido y seguirá siendo nuestro compromiso.

Si quieres leer el informe de Hum Venezuela, haz clic aquí.

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y de Caracas Mi Convive | rpatino.com

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El valor de la palabra empeñada, los 10 años de Mi Convive
Hace diez años nos bajamos de un autobús que nos llevaba a un mitin político y fuimos recibidos por una comunidad, La Vega, que nos enseñó a hacer la política que necesita nuestro país, aquella que construye verdadera ciudadanía

 

@RobertoPatino

En el 2013, hace diez años, Leandro Buzón y yo recorrimos el país como parte de un grupo de jóvenes que apoyaban una candidatura presidencial que apostaba por el cambio democrático en Venezuela. Un viaje que fue a un mismo tiempo un ejercicio de activismo político y una escuela de crecimiento personal.

¡No fue fácil! Aquella experiencia nos hizo ver las distancias que, a lo largo de años de revolución, se habían impuesto entre los venezolanos. Unas fronteras políticas y emocionales que hacía difícil la relación de confianza entre las personas, construyendo guetos y fronteras entre los ciudadanos, haciendo de lo público un lugar para la búsqueda de oportunidades personales, el trabajo social una mera vitrina electoral y la política un mero coto de caza y secuestro de voluntades de los ciudadanos.

Diez años de Mi Convive

Diez años de Mi Convive

Aquel viaje geográfico y personal nos llevó a plantearnos un reto, abandonar la carretera y el mitin para imbricarnos en las comunidades, todos los días, en un trabajo con base a relaciones de respeto y reconocimiento mutuo, entre los líderes comunitarios y una organización, Mi Convive, que ofrecía herramientas de trabajo para apuntalar y hacer crecer estos liderazgos que se construyen de abajo hacia arriba.

Allí aprendimos el valor del trabajo constante, la fuerza que tiene el liderazgo femenino en nuestro país, la importancia que tiene el trabajo en red de los líderes y las organizaciones sociales y, sobre todo, el valor que tiene la palabra empeñada. La confianza que se nos había arrebatado tras años de polarización política, fue recuperada abriendo el camino para que la solidaridad, un valor que caracteriza a los venezolanos y que está en la médula misma de nuestro gentilicio, guiara la acción de voluntarios y amigos que nos han acompañado a lo largo de estos diez años.

Aliados para el cambio

Aliados para el cambio

Mi Convive es un proyecto que trabaja por la formación de los liderazgos populares, ofrece estrategias de acción comunitaria para recuperar espacios públicos, apoya a los jóvenes y mujeres en la búsqueda de oportunidades de trabajo y de empoderamiento que los haga independientes, se involucra en la lucha contra la inseguridad alimentaria infantil y el abandono escolar gracias a los comedores de Alimenta la Solidaridad y ha ofrecido un lugar de encuentro para reflexionar sobre el tipo de sociedad que queremos.

Gracias a este esfuerzo hemos aprendido a estar junto a nuestros líderes, con los pies en la tierra, haciendo frente a los problemas que tiene la calle, nuestro barrio, la comunidad, pero sin abandonar el compromiso por un cambio más profundo y permanente: el deseo de superar la relación de dependencia con los poderosos que nos gobiernan y las ganas que hay en la gente de hacerse dueños de su propio futuro desde la solidaridad; entendiendo el trabajo en las comunidades como un espacio propio de empoderamiento, ejercicio democrático y compromiso por la convivencia pacífica.

Hace diez años nos bajamos de un autobús que nos llevaba a un mitin político y nos recibió una comunidad, La Vega, que nos enseñó a hacer la política que necesita nuestro país, aquella que construye verdadera ciudadanía, que cree en relaciones de respeto y confianza mutua. Un aprendizaje que hoy más que nunca es importante frente a los grandes retos que tenemos para el 2024, un año que debemos recibir unidos, trabajando por una iniciativa democrática que nos ayude a recuperar las libertades civiles que los poderosos nos han quitado.

En agradecimiento a este aprendizaje, el pasado martes 5 de diciembre nos reunimos en la Hacienda La Vega para celebrar los diez años de Mi Convive, un encuentro donde tres mil asistentes y noventa iniciativas comunitarias y de ONG presentaron los logros de su trabajo, esfuerzo premiado con el reconocimiento “Hacemos Ciudad”. Mi Convive es hoy, gracias al apoyo y esfuerzos de todos ustedes, un proyecto con un alma propia, un compromiso por el cambio pacífico y democrático que quiere la mayoría de los venezolanos, una voz que da sentido a nuestras vidas, una palabra empeñada por la que trabajo todos los días.

Gracias por su apoyo.

Si quieres conocer el trabajo de Mi Convive, haz clic en este enlace: miconvive.org

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y Mi Convive | rpatino.com

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Roberto Patiño Nov 07, 2023 | Actualizado hace 2 meses
¿Sentenciando el olvido?
Nuevamente el poder judicial venezolano nos muestra que está al servicio de un grupo que aspira a seguir gobernando Venezuela a espaldas de la voluntad popular y a golpes de inhabilitaciones

 

@RobertoPatino

Hace unos días el Tribunal Supremo de Justicia emitió una sentencia en la que se “deja sin efecto” las primarias de la oposición. En principio el anuncio movilizó el inagotable reservorio de humor del pueblo venezolano, dispuesto a señalar lo absurdo que resulta tratar de “sentenciar al olvido” una fecha, el 22 de octubre, que marcó todo un hito en la historia de la resistencia pacífica de una sociedad, frente a la vocación totalitaria de quienes nos gobiernan.

Aunque la medida judicial podría pasar al olvido como un intento absurdo de tratar de ocultar lo que ocurre en el país, la sentencia se emite el mismo día en que acudieron al Ministerio Público los organizadores de las primarias y vino acompañada de la orden de entregar el material electoral utilizado durante todo el proceso, una medida que nos recuerda que el sistema judicial aspira a castigar a los responsables de la jornada y atemorizar a los ciudadanos que nos movilizamos aquel domingo.

Nuevamente el poder judicial venezolano nos muestra que está al servicio de un grupo que aspira a seguir gobernando Venezuela a espaldas de la voluntad popular y a golpes de inhabilitaciones y sentencias judiciales respaldadas por la fuerza bruta. Para ellos, los poderosos que gobiernan, acudir a las próximas elecciones presidenciales son un escenario de alto riesgo al que le tienen miedo.

Quienes creemos y militamos en la necesidad de un cambio pacífico que nos permita el retorno de la democracia, estamos conscientes de la complejidad de los retos que tenemos por delante en los próximos meses.

Apuntalar los mecanismos de consenso y gobernanza dentro de la oposición, perseverar en la unidad de los demócratas alrededor de promover la participación como la herramienta más poderosa para el cambio, luchar por la habilitación política de la candidata unitaria María Corina Machado y de todos los dirigentes inhabilitados, mantener el interés en Venezuela por parte de los gobiernos democráticos, para que presionen por elecciones democráticas el próximo año y articular la lucha política de un liderazgo renovado con la vocación de cambio de las grandes mayorías venezolanas que se movilizaron el 22 de octubre, es una hoja de ruta compleja pero imprescindible, que debemos transitar juntos hasta llegar a las elecciones del 2024.

No somos ingenuos, estamos muy conscientes de que el acudiremos a unas elecciones en condiciones adversas frente a un rival que se siente amenazado por las ganas de cambio que hay en el país. Sin embargo, lo ocurrido durante las primarias, aquel 22 de octubre que divide nuestra historia reciente, nos confirma que la gente está dispuesta a participar pacíficamente en cualquier espacio político que le permita influir en su futuro.

Aquel domingo se desmontó el mito de desesperanza de un pueblo: hay ganas de votar en la gente y existe el compromiso de trabajar juntos por el cambio que queremos. Ahora nos toca ayudar a canalizar este movimiento social que ha nacido con la gente en una agenda política concreta, en varios frentes, que nos permita llegar a las elecciones presidenciales en las mejores condiciones posibles. Nicolás Maduro puede ser derrotado con votos, si seguimos trabajando juntos todos los que creemos en el cambio.

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y Mi Convive | rpatino.com

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Roberto Patiño Oct 30, 2023 | Actualizado hace 2 meses
El gran mensaje de las primarias
Ese domingo 22 de octubre los venezolanos, con los pies en la tierra, juntos, nos atrevimos a soñar por un país distinto (…) Quien se niegue a entender el mensaje, se quedará en la cuneta de la historia

 

@RobertoPatino

Hay una variedad de sentimientos que compartimos todas aquellas personas que pudimos trabajar, apoyar y ser testigos de lo ocurrido el domingo 22 de octubre, durante la celebración de las primarias de la oposición. Una paleta de emociones que van desde la sorpresa por el gran apoyo popular que tuvo la jornada política más importante de este año, la alegría compartida entre los que trabajamos para construir este espacio de resistencia frente a la amenaza del autoritarismo, hasta desembocar en el sentimiento de orgullo por ser parte de un pueblo como el venezolano, que ha demostrado estar comprometido con la recuperación de la democracia.

Aunque fue una alegría ver las imágenes de la movilización ciudadana, unas semanas antes de ese domingo ya teníamos indicios de que las primarias habían llegado a la gente y se había imbricado con las ganas de cambio pacífico que tiene la mayoría de los venezolanos.

Ese día nos dimos la oportunidad de ejercer nuestro derecho a la resistencia cívica y pacífica frente a un sistema de gobierno de abierta vocación totalitaria, ese domingo los venezolanos, con los pies en la tierra, juntos, nos atrevimos a soñar por un país distinto, señalando el camino que queremos transitar. Quien se niegue a entender el mensaje, se quedará en la cuneta de la historia.

Lo nunca visto en Catia

Lo nunca visto en Catia

Hoy estamos obligados a recordar que las primarias fue un proyecto de un puñado de ciudadanos de incuestionable vocación democrática, que persistieron en una idea hasta darle forma, ganando a pulso los apoyos de los partidos políticos, sociedad civil, periodistas, ONG, generadores de influencia y organizaciones populares, un grupo de venezolanos que fue venciendo los sabotajes y amenazas desplegadas por el Estado y el silencio comunicacional impuesto por el régimen, hasta convertir, con mucho esfuerzo, el voto en un movimiento cívico, popular, de carácter democrático, pacífico y de alcance  nacional.

Quienes nos gobiernan han preferido cerrar los ojos ante contundente mensaje y en menos de 48 horas han desplegado toda una batería de amenazas en contra de los organizadores de las primarias. Su discurso, amparado en tecnicismos alambicados, pretende negar lo que todos vimos en la calle, haciendo asociaciones absurdas entre el voto y la violencia, una teoría que solo existe en su imaginación, acostumbrada a las conspiraciones palaciegas.

Aunque nos sorprenda su capacidad de negar los hechos, no podemos subestimar la fuerza con que tratarán de vengarse, atacando a los responsables de la organización de las primarias. Nuestra solidaridad activa y la unidad en su defensa, debe ser el modo en que agradezcamos el trabajo de Jesús María Casal, Mildred Camero y los coordinadores de las Juntas Regionales de la Comisión Nacional de las Primarias, hoy amenazados por un sistema judicial al servicio de un poder que le tiene miedo a la democracia.

El lunes 23 de octubre, en medio de un abanico de emociones profundas, nos dimos cuenta de que no cambió Venezuela, por el contrario, nos reencontramos con un país y un pueblo que nos recordó su compromiso de recuperar la democracia de manera cívica, pacífica y en unidad. Todo nuestro apoyo a los venezolanos que participaron y a María Corina Machado como vencedora del proceso. Reafirmamos nuestro compromiso con la ruta para lograr el cambio político a través del voto y la participación de todos los venezolanos.

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y Mi Convive | rpatino.com

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Las primarias: una escuela de valores democráticos
Las primarias son el mayor reto que los ciudadanos podemos dar a los que detentan el poder y la mejor escuela de formación en valores democráticos que podemos tener en la Venezuela de hoy

 

@RobertoPatino

Quienes creemos en la democracia hemos aprendido que el camino del consenso es una ruta compleja, un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, un ejercicio permanente de empatía y respeto con todos aquellos que están convocados a alcanzar un objetivo común. La democracia es un proyecto, un compromiso y un modo de vida que puede parecer difícil y a veces engorroso si se compara con el ejercicio autoritario y simple del poder, pero su alcance es mayor, al fundarse en la tolerancia hacia las diferencias y en el compromiso para llegar a acuerdos entre todos.

Es por eso que la fecha del 22 de octubre representa mucho más que una marca en el calendario. Ese día, muchos venezolanos saldremos a la calle a elegir, de manera democrática y pacífica, un candidato único que se presentará a las próximas elecciones presidenciales. Haber logrado definir esa fecha y avanzar de manera autónoma en la metodología, organización y logística de las primarias, representa un esfuerzo titánico en un país donde no existen garantías para el ejercicio de la democracia y donde todos los que adversan a los poderosos que nos gobiernan, están sometidos a presiones y amenazas.

A estas alturas, las primarias ya representan un logro para el país. Es un acontecimiento que le pertenece a los ciudadanos. Su aparición en el panorama político nos confirma que en Venezuela todavía existe una reserva de valores democráticos que se niegan a aceptar el secuestro de la libertades civiles. Los actos de campaña nos recuerdan la relevancia que tiene el debate libre de las ideas y la fuerza movilizadora que hay en la esperanza por el cambio democrático, mientras que el apoyo decidido de profesionales, organizaciones, partidos políticos, activistas, medios de comunicación y amigos de la democracia en el mundo, nos demuestra que somos un pueblo capaz de organizarnos y trabajar juntos para hacernos dueños de nuestro futuro. En definitiva, las primarias han sido un ejercicio de pedagogía democrática.

Al momento de escribir este artículo, faltan solo 7 días para alcanzar el 22 de octubre. Sabemos muy bien que, en la recta final, los que detentan el poder harán todo lo posible para descarrilar este proyecto. Una amenaza que puede ser conjurada si nos empeñamos en anclar las primarias con la organización popular de base.

En la medida que el 22 de octubre se convierta en un hito democrático que convoque a las personas, mientras sigamos poniendo el foco en la importancia y centralidad que tiene la gente en el éxito del proceso, mientras las comunidades avancen firmemente en la apropiación de las primarias como un espacio que defina su futuro y cuando los partidos políticos decidan tomar nota y aprender de las experiencias democráticas de los liderazgos populares que se construyen de abajo hacia arriba, más posibilidades tenemos de llegar al 22 de octubre.

La democracia es un modo de vida complejo, lleno de retos y compromisos que debemos aprender, un ejercicio permanente de tolerancia y respeto por las diferencias, un proyecto en construcción que nos obligar a dar los mejor de nosotros mismos. Es por eso que las primarias son, en estos momentos, el mayor reto que los ciudadanos podemos dar a los que detentan el poder y la mejor escuela de formación en valores democráticos que podemos tener en la Venezuela de hoy.

Hagamos del 22 de octubre una fecha que nos pertenezca a todos, que nos recuerde la importancia que tiene la democracia y que nos invite a seguir luchando por el cambio pacífico y democrático que queremos la mayoría de los venezolanos.

*Fundador de Alimenta la Solidaridad y Mi Convive | rpatino.com

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