Miguel Yilales, autor en Runrun

Feb 26, 2015 | Actualizado hace 9 años
Licencia para matar por Miguel Yilales

Pistola

 

Ya se ha vuelto una costumbre enterarnos de la violencia que nos agobia por las redes sociales o páginas de noticias en la red porque los medios privados (una verdadera minoría) están dedicados a la farándula o a las noticias fatuas y los medios públicos (que son la mayoría, incluidos los privados que se han plegado a los intereses del régimen y los asignados a testaferros boliburgueses) cubren los shows politiqueros que, de tanto en tanto, montan en esas tramoyas que son la Asamblea Nacional y el Palacio de Miraflores.

Mientras tanto los respetuosos órganos de seguridad del Estado, aunque parezcan más de represión por la saña de sus actuaciones, les ha tocado salir a lo James Bond a acabar con todas las conspiraciones que pretenden atentar contra la revolución, por lo que buscan y capturan a esa mezcla de Jack El Destripador, Hanibal Lecter y Dorangel Vargas (digo por el despliegue policial) que debe ser el alcalde metropolitano Antonio Ledezma quien conspiraba para derrocar a Nicolás Maduro a través de remitidos de prensa, allanan la sede de un partido político opositor y reprimen a estudiantes por exigir el respeto a la voluntad popular que eligió al gobernador de la mancomunidad de municipios que hacen vida en la Gran Caracas.

Es que en Venezuela para acabar con la falta de profesionalismo y la chapucería en los órganos de seguridad del Estado de la IV se decidió que las policías debían tener una universidad que formase a su gente en el respeto de los derechos humanos, las libertades ciudadanas y la resolución de los problemas de seguridad (no son inventos míos eso dice su sitio web).

Ni secta, ni imperio

De ahí que ningún paisano, no tiene que ver con las insinuaciones entre el exmandatario y el mandatario, ha sido sometido a torturas, a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes desde que se inauguró ese dechado de bondad y misericordia que es la Policía Nacional Bolivariana.

Lo del agente 007 viene a colación porque hacia 1989 a Timothy Dalton le tocó interpretar en una película, llamada “Licencia revocada” y luego renombrada “Licencia para matar”, al mítico agente secreto que mientras perseguía a un narcotraficante es suspendido del MI6 (aun no aparecían los testimonios del Leamsy Salazar contra algún Dios revolucionario) por lo que decide acabar con todo el mundo.

En nuestro caso, los agentes socialistas, revolucionarios y antiimperialistas formados bajo la égida de un militar golpista y amparados en una resolución ministerial de otro golpista, también salieron a acabar, no a los narcotraficantes, a los paramilitares, a los que cobran vacunas o al hampa común, sino a unos estudiantes.

Realmente no importa si los policías que disparan venían de la IV o son de la V. El policía y presunto asesino de Kliuberth Roa no se adiestró en una secta de derecha, ni en el imperio norteamericano, tenía 7 años cuando llegó este oprobioso régimen con su discurso de odio, creció al amparo de las normas y órdenes de quienes hoy están en el poder y estudió en una universidad que crearon para la seguridad.

Culpables y responsables

Desde siempre las policías venezolanas han sido vistas con ojerizas. Llámense chácharos gomeros, Seguridad Nacional, DIGEPOL, DISIP, policía metropolitana y más recientemente policía nacional bolivariana o SEBIN todas han tenido más de una oveja negra en su redil. El problema siempre ha sido creer que todo se soluciona con cambios de nombres, aunque se mantengan las prácticas arbitrarias, ilegales y violatorias de la dignidad humana.

Por cierto el culpable del asesinato del niño Roa ya está detenido y se le aplicará el peso de la ley, si creemos en las declaraciones oficiales, solo falta que caigan los responsables: el que sembró odio en los funcionarios (aunque no está, quedó su heredero), el que autorizó el uso de armas letales para reprimir manifestaciones (que no le valga padrino), el que rigió su formación policial donde lo evaluaron psicológica y académicamente (así sea paisano del asesino), el que dirige la policía en la entidad (no obstante haya prometido poner su cargo a la orden) y finalmente la que cree que la inseguridad son “hechos aislados” que sesgan la vida de venezolanos.

Debemos exigir se enjuicie a los responsables y que se revoque a todos los funcionarios esa “licencia para matar”, mientras tanto estamos a la merced de la anarquía, el desgobierno y la ilegalidad que impuso este socialismo del siglo XXI.

Llueve… pero escampa

 

@yilales

Feb 12, 2015 | Actualizado hace 9 años
Accidentados y sin dinero por Miguel Yilales

accidentados

 

No hay nada a lo que un conductor le tenga más miedo que tomar carretera y quedarse accidentado, en especial en nuestros desolados, por falta de autoridades más que por ausencia de usuarios, caminos.

Pero peor que quedarse accidentado es que esto ocurra cuando transitamos un túnel, estamos cerca de la salida y nos percatamos que por esas cosas del destino (mala planificación) no tenemos suficiente dinero como para pagar una grúa que nos auxilie.

En esas condiciones estamos los venezolanos y el país en general, accidentados, en medio de un túnel y sin dinero para que nos auxilien, a la merced del mejor postor y si no de quien se apiade de nosotros.

Luego de haber percibido millones de millones de dólares, son 11 ceros a la derecha, el país se encuentra derruido, abandonado y mendingando a ver quién se atreve a ayudarnos cuando durante 16 años despilfarramos y gastamos para mantener una estructura de poder que nunca le importó el beneficio de la mayoría.

Ahora el par de artistas que dicen dirigir la economía con pinceladas marginales, nos dicen que la megadevaluación aplicada no es tal, que sigue existiendo un dólar a 6,30 bolívares con el que se importará el 70% de los productos de la cesta básica como se ha venido haciendo hasta ahora, un dólar a 12 bolívares para el 30% restante y que además habrá un dólar de subasta para aquellos marginados de los renglones anteriores.

 

Colas de esperanza

Luego de escuchar tal disertación uno pudiera preguntarse y preguntarles a estos neófitos de la economía (no lo digo de manera peyorativa pero ni el jefe del Banco Central, ni el ministro del área se han quemado ni una pestaña echando número) ¿sí el dólar para importaciones de productos de la canasta básica no sufrió modificaciones como es que hay tan brutal desabastecimiento?

Las personas que a diario se levantan a hacer horas de colas para ver que encuentran con la única esperanza de encontrar algo, deben ser agentes encubiertos, como el capitán Pavarotti que deleita con sus melodías a la DEA, que esperaban el momento de la caída de los precios del petróleo que ocurriría durante el gobierno más incapaz de la historia republicana, para conspirar y alebrestar a los más necesitados.

Lo otro que no aclararon estos genios, no precisamente de la lámpara de Aladino, de la economía es a cuál tasa podemos calcular todo el dinero depositado en las cuentas secretas de Suiza, que se filtraron a la prensa, y que por cierto el ministro es responsable de una de ellas. Uno supone que esos dólares serán repatriados y cambiados en ese mercado marginal para el disfrute de todos los venezolanos, porque a nadie se le ocurriría pensar otra cosa que no sea que los guardaron allá para evitar que se los robaran los apátridas de la IV república que aun tienen penetrada la administración pública.

Es que vivir en esta Tierra de Gracia cada día se parece más a un mundo mágico en el que los estudiantes de Cambridge, de Harvard, de la Complutense y hasta del MIT, mueren de envidia ante los avances en investigación, ciencia, tecnología y humanidad de los egresados del sistema que vino a sustituir a las parasitarias universidades autónomas que tenían el tupé de cuestionar la verdad revolucionaria con ideas demodé como la filosofía, la anatomía, la cultura general y, especialmente, la economía.

 

Solo destrucción y desolación

Es indiscutible que un sistema como este que asegure a la familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; que garantiza el derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez y vejez debiera ser honrado con el premio Nobel de Física, Química, Medicina, Literatura, Economía y Paz todos a la vez, con lo cual a partir de este año el premio debiera llamarse Comandante Supremo en honor al más grande ser desde el australopitecos hasta la aparición del homo sapiens, porque después de ese momento histórico sobran verdaderos candidatos de la razón, el talento, el juicio y el conocimiento.

Los venezolanos tenemos una inmensa labor por delante, para sanear la incompetencia que se ha instaurado en el poder y restablecer las condiciones que nos permitan recuperar el tiempo perdido. Ya basta de andar en un vehículo (Socialismo del siglo XXI) que nos tiene varados en medio de un túnel y de tener un inmaduro chofer que dilapidó hasta la plata para pagar la grúa y los repuestos.

 

Llueve… pero escampa

 

@yilales

Feb 04, 2015 | Actualizado hace 9 años
Aleuzenev por Miguel Yilales

VidrioRoto

 

En los excelsos momentos que vive Aleuzenev es indiscutible que estamos bajo el imperio de la libertad. Desde que llegó ese dechado de hombres y hombras, mujeres y mujeros, jóvenes y jovenas al poder nunca se habían respetado los derechos humanos como ahora.

Y si no se percibe muy humano que se diga, es porque nos encontramos ante un proceso planificado a largo plazo que ha tenido que sortear los obstáculos que se le presentan entre conseguir la paz interplanetaria y evadir las conspiraciones venidas del imperio norteamericano.

Luego de la II Guerra Mundial, los gringos se aprovecharon de la derrota alemana, de las deudas europeas y de la rendición japonesa para colonizarlos, es por ello que en toda Europa y en Japón el idioma oficial es el inglés, la moneda el dólar y el presidente es Barack Obama.

Cosa muy distinta a ese dechado de virtudes democráticas que fueron los soviéticos quienes al finalizar la revolución que acabó con la Rusia zarista colocaron bajo su ala, sin ningún interés, a pequeñas naciones para evitar que cayeran bajo el influjo perverso del capitalismo, costumbre que aún mantienen en Crimea y Ucrania, y que falló en Cuba, que aun estaría bajo su protección, si no fuese por el asedio de los gringos, que evitaron la construcción de complejos turísticos en Varaderos, para hacerla claudicar.

 

Totalmente al revés

 

Es por eso que a uno le da como encono que sean precisamente los Estados Unidos quienes vengan a imponer sanciones a los funcionarios más honestos y abnegados del mundo, que tratan de llevar la mayor felicidad a sus connacionales. Es tan brutal la saña y la envidia que se nos tiene que son incapaces de reconocer los avances en materia de seguridad, igualdad, libertad y confraternidad que ha dado la revolución.

En cuanto a la garantía a la vida, a la libertad y a la seguridad de las personas, no hay país más seguro, más libre y donde se respete más la vida que el nuestro. De hecho ningún funcionario usa escoltas porque la tasa de homicidios es prácticamente nula, si tomamos en cuenta que pertenecemos a la Patria Grande ¿Qué pueden representar apenas 447 muertes violentas en Caracas en el primer mes del año o qué un general autorice a disparar armas letales ante manifestaciones pacíficas solo por la sospecha de que exista peligro para esos herederos de las glorias patrias que son los militares? Es egoísta pretender equiparar la sanguinaria frase de Betancourt de “disparen primero y averigüen después”, con este excelso instrumento jurídico garante de los derechos humanos, que deja sin efecto las maldiciones bolivarianas contra los militares que empuñen las armas contra el pueblo.

Es por ello que ningún paisano, no me refiero a las insinuaciones del expresidente Pastrana, tiene de que preocuparse. En este país de inmigrantes se le garantiza igualdad a todos los que decidieron vivir con nosotros. Ni siquiera andamos con las nimiedades de investigar si alguien nació en Cúcuta o Caracas, para ello decimos que somos ciudadanos del mundo, con lo cual dentro de poco podremos tener un presidente chino, no porque nos hayan colonizado sino porque ellos también son terrícolas.

 

Un país cheverísimo

 

Tan buenas están las condiciones en este país, que a diario llegan norteamericanos solicitando asilo en busca del sueño socialista. Una nación donde impera la ley y se respete la propiedad, no como en su país que diariamente vive expropiaciones, saqueos y donde hacen largas colas frente a Walmart Walgreens (algo parecido a los Abasto Bicentenario y a Farmatodo) para poder adquirir los bienes básicos. Sí un verdadero revolucionario, heredero de las glorias de Zamora y Boves gobernara allá, ya hubiese ocupado temporalmente esas cadenas explotadoras de los estadounidenses.

Por supuesto hay un tema que aun debemos mejorar, y no es otro que la libertad de opinión y expresión; La mezquindad de los dueños de los medios llega al extremo de preferir ir a la quiebra que reconocer los méritos del gobierno más sublime del orbe, tan solo algunos periódicos, canales de televisión y emisoras de radio, con la pluralidad que les caracteriza, difunden la única verdad.

Estamos ante un espejo de feria, vemos un reflejo distorsionado y opuesto a lo que un país debiera ser, lamentablemente mientras sigamos gobernados por incapaces, torpes e inhábiles seguirán las violaciones a nuestra dignidad y no dejaremos de ser Aleuzenev, una Venezuela al revés.

Llueve… pero escampa

@yilales

Ene 21, 2015 | Actualizado hace 9 años
Este maltrecho país devaluado por Miguel Yilales

VZLA

 

Como todo lo que ha ocurrido desde que la revolución bolivariana llegó al poder, los inicios nunca son cuando deben ser: el siglo, las décadas, los años, todos han comenzado tarde.

Nuestro país está hipotecado, devaluado, destruido y desgarrado por una gestión que montada sobre el odio y el desprecio por el otro fue capaz de dilapidar miles de millones de dólares para instituir un proyecto demostradamente fracasado.

Este 2015 nos agarra sin batería para el arranque (como no hay en el mercado deben estar a la espera de ella) precisamente ahora cuando atravesamos la crisis económica más severa de los últimos años, tenemos un desabastecimiento generador de interminables colas de venezolanos escudriñando lo que encuentren, una moneda que cada día vale mucho menos y una inflación galopante, según las maquilladas cifras oficiales alcanzó al 60% pero que en el bolsillo común es superior al 100%, a alguien se le ocurrió que era mejor hacer una gira turística que adoptar las necesarias e impopulares medidas.

Pero no pretendo hablar de economía por dos razones básicas, la primera es que no es mi área de experticia (y no hay nada más pavoso que los sabelotodo) y segundo porque aún no hay anuncios de que hablar, aunque parece irónico que entre la peregrinación internacional del usufructuario del comandante galáctico, la pedidera de préstamos y la visita a países de la OPEP que decidieron no disminuir la producción, no haya habido tiempo para anunciar las medidas que serían anunciadas cuando cayera el año viejo, claro lo que uno no podía saber a cual año viejo se referían sí al hebreo, al chino o al musulmán.

 

A repartirse lo que queda

Fíjense que mientras al gobierno le da por no anunciar, a la oposición le da por no declarar. Mientras al gobierno le da por marchar, a la oposición le da por llamar a la calle. No hay quien tome decisiones coherentes, ni quien gobierne y menos aun quien se oponga a este desastre que nos agarró en medio del naufragio y sin salvavidas.

Este año de crisis es también año electoral y al régimen se le ocurrió la genialidad de convertirlo en el año de la profundización ideológica, con el agravante que ninguno de ellos es practicante de esa doctrina, algo así como que sí el reverendo Martin Luther King en su lucha por la igualdad de los derechos civiles, contra la segregación y la discriminación racial estadounidense le hubiese dado por andar con una capucha actuando en nombre del Ku Klux Klan.

Mientras que la oposición, jugando el mismo tablero gubernamental, tampoco atina a hacer lo que debe hacer y no lo hace porque no ha aprendido a interpretar el pensamiento militarista de quienes detentan el poder: para ellos no hay elección sino confrontación, para ellos no hay diálogo sino injuria, afrenta e improperios, para ellos hay ofensivas y contraofensivas.

Cuando en la oposición unos apostaban porque las protestas iniciadas a principios de 2014, y que en estricto apego a la constitución eran un derecho, permitieran una solución política, otros se aventuraban por una cohabitación a la que no habían sido invitados.

Finalmente estas le sirvieron al régimen para perseguir a la oposición, poner en práctica su aparato represivo, destituir a alcaldes y encarcelar a algunos dirigentes incómodos; mientras que a la oposición demostró su talante democrático, su capacidad discursiva y que los “salidistas” no tenían la razón.

 

Un nuevo reto, un nuevo camino

Lo lamentable es que quienes hace un año se opusieron a “la salida” porque no había sido su idea o porque cuestionaban el liderazgo del único que sabía cuál era el camino y cuándo el tiempo de Dios para implementarlo, hoy la plantean campantemente sin importar el año perdido y las consecuencias de anteponer su partido, su estado, su empresa o su popularidad por encima de los intereses del país.

Esta es la verdadera devaluación que padecemos los venezolanos: una desvalorización moral y de principios, que sabíamos estaba en la naturaleza de esos guapetones de barrio que dicen gobernar, pero que deseábamos no estuviese en los genes de quienes decían oponérsele.

Hoy cuando el color político se constituye en un mecanismo para el apartheid tenemos el reto de deslastrarnos del oportunismo, la conveniencia personal y del provecho partidista para que todos juntos nos ocupemos por sacar adelante a Venezuela y que deje de ser este maltrecho país devaluado en que lo convirtió una revolución nada bonita.

Llueve… pero escampa

 

@yilales

 

Dic 30, 2014 | Actualizado hace 9 años
Que Dios nos agarre confesados por Miguel Yilales

Año2015

 

Hace un año les deseaba a mis lectores “Un venturoso 2015”, en especial porque en Venezuela se vislumbraba un porvenir nada optimista para el 2014.

De haber sabido que predecir el futuro, aunque deseaba equivocarme de plano a plano, era algo tan fácil me hubiese puesto a competir con Hermes, Aisha, Adriana Azzi o Edith Montilla para adivinar el futuro, claro trataría de ser un poco más preciso que un supuesto profeta americano que pronostica para el 2015 un panorama conflictivo y de mucho sufrimiento para esta tierra en desgracia, como si eso no lo supiera hasta el más lerdo, a menos que esté en el poder, que parece los hace sordos y ciegos ante lo que se avecina.

Y es que pronosticar mirando los astros, lanzando los caracoles, leyendo el tabaco o la borra de café no es algo en lo que aspire a incursionar, pero profetizar el futuro de un país conociendo los antecedentes y los indicadores es, como dirían los norteamericanos, a piece of cake, por lo que puedo asegurar que lo que viene es joropo sin alpargatas.

 

Adivina, adivinador

Sabemos que el próximo año tendremos elecciones parlamentarias y que el oficialismo continuará con el fraude continuado a que nos tiene acostumbrado: el día de las elecciones el CNE emitirá una prórroga, en ese momento saldrá una gente, que los captahuellas no identificarán pero que votarán; nuevamente modificarán los circuitos electorales; habrá peculado de uso en la campaña electoral; nos calaremos la bendita baranda esperando los resultados y seguramente nos volverán a defraudar con algún chanchullo.

En cuanto a la justicia bolivariana nada nuevo que esperar, esta seguirá actuando solo a favor de los miembros del PSUV, ahora más cuando sus magistrados deberán proceder, no como se representa la justicia desde el siglo XV con una venda en los ojos, una balanza y una espada, sino con los ojos abiertos según las instrucciones dadas por el capo de la Asamblea Nacional el día que juramentó a los “magistrados mayoría simple” que ahora integran el máximo tribunal de la nación.

En lo que concierne a la política, esta estará sin timonel y sin rumbo, ya que el propio jefe del ejecutivo decidió delegar esa nimiedad en todos sus ministros, mientras él se dedica a enfrentar la guerra económica, lo cual pareciera una irresponsabilidad mayúscula, no porque no sepa de economía (que no sabe), ni tampoco por que no sea su responsabilidad (que creo desconoce) sino porque esa guerra fue anunciada en noviembre de 2013 y es ahora para el 2015 que se va a dedicar al tema.

Con respecto al discurso este se mostrará más errático, no porque alguna vez haya tenido coherencia sino porque al reactivarse las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, se acabará el discurso majadero y trillado que siempre ha usado la izquierda latinoamericana para encontrar en el vecino del norte las culpas de nuestras incapacidades, como si el despilfarro de más de un millón de millones de dólares, la corrupción, las expropiaciones, la falta de producción o la destrucción de PDVSA hubiese sido ocasionada por el Imperio, a menos que nos vayan a decir ahora que el huésped de la montaña era un agente de la CIA, infiltrado para destruir el país y nuestra economía, como lo fueron en un principio Noriega o Husseim.

 

Sigue la tempestad

Sí de los derechos humanos se trata veremos cómo continuarán las violaciones, que según el rojo poder inmoral (no fue moral su designación), no existen, con lo cual los 3 monitos no actuarán contra estos crímenes porque ellos están ahí para contribuir con un estado chavista, revolucionario y antiimperialista.

La oposición pasará los primeros meses del año dilucidando si se debe escoger a los candidatos a diputados por primarias o por consenso, luego cuanta es la cuota que les corresponde a cada uno de los partidos, para finalmente presentar los mismos nombres de siempre, algunas personas sin experiencia o sin convicciones que se pegarán al mejor postor y que en el peor de los casos saltarán la talanquera o no asistirán a las sesiones, con lo cual escribirá otra página sobre lo que no hay que hacer para sacar a unos autócratas.

Quisiera creer que los venezolanos despertaremos y empezaremos a actuar como ciudadanos, con deberes que importen tanto como los derechos, mientras tanto no me queda más que seguir deseando un venturoso 2015, aunque soplen vientos que anuncien tempestades difíciles capear, y que Dios nos agarre confesados.

Llueve… pero escampa

 

@yilales

 

Dic 24, 2014 | Actualizado hace 9 años
Los amateurs que dirigen a Venezuela por Miguel Yilales

 TimóndeBarco

 

El arte de la política evoluciona en todas partes del mundo, menos en Venezuela, donde día a día se escribe con una “p” más minúscula. A pesar que en los últimos años todo el mundo se ha convertido en analista político, tan experto en la materia como los managers de tribuna que van a los juegos de beisbol y saben más estrategias que quien dirige al equipo.

Cuando uno es fanático, y en este país se nace fanático de algo porque sí, uno aspira que quien saque a los lanzadores, escoja la alineación o decida las jugadas a ejecutar tenga nociones del juego.

Un equipo juega temporada tras temporada, pero las consecuencias no pasan de ganar o perder juegos, del chalequeo de los amigos y de la rabia de no ver resultados positivos, pero con la esperanza de que en meses se reinicia otra temporada que empieza de cero.

Sí eso es en el deporte, imagínense como debiera ser en la política, en especial porque lo que está en juego es el país y sus habitantes, porque nunca un nuevo período empieza de cero al tener que cargar con los aciertos y desaciertos (en nuestro caso estos pesan más) de los gobiernos anteriores y, finalmente, porque las temporadas en política suelen durar muchos años (más de los que uno quisiera), sin tomar en cuenta que hay quienes se creen eternos y vitalicios en los cargos.

 

El arte de lograr lo posible

Resulta que cada vez que hay situaciones de apremio, crisis política o una situación económica devastadora para el país, quienes tienen las riendas del poder debieran entender que la “política es el arte de lograr lo posible”, como lo afirmaba Aristóteles, pero agregando la sentencia del escritor Amin Maalouf en que “situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes”.

Recientemente el régimen político que dirige los destinos de los venezolanos, luego de haber permitido que los períodos de los poderes púbicos se vencieran o no se renovasen ante faltas absolutas de los titulares o luego de jubilaciones forzosas, y presionados por un lobby internacional de la oposición para que se ajustaran al estado de derecho, decidió que era el momento de renovarlos.

Desde que iniciaron el proceso, comenzaron los vericuetos legales. Se convocó a la sociedad para que participara pero verificando sus orientaciones políticas, se chantajeó a la oposición con el manido cuento de que sí no participaban era por falta de talante democrático y se vendió la imagen de que dentro de la Constitución todo, fuera de ella nada.

Pero al llegar al momento de la renovación de autoridades resultó todo un fiasco constitucional. El poder moral, que por su inmoral proceso de selección debiera cambiar de nombre, fue seleccionado por mayoría simple y no la calificada que exige la constitución.

Lo curioso e insólito, aunque en la cueva de Alí Babá todos saben cómo actuar, fue la sentencia del máximo tribunal del país avalando esta designación antes de que ocurriera la discusión.

A través de una solicitud de interpretación constitucional intentada por el general de división (hasta ese día teniente-capitán, pero ascendido según la página web del TSJ) que preside el parlamento, admitida, declarada su competencia y resuelta el mismo día de la sesión en el parlamento, sin necesidad de que hubiese un ponente (supongo que una suerte de complicidad compartida), decidió que todas las satrapías que decidiera una mayoría simple era constitucional.

 

Engaños, estafas y fraudes constitucionales

Con lo cual quedaron varias cosas claras: el capitán, que era teniente, es ahora general; que en la constitución entra todo lo que ellos quieran meter y que la oposición nuevamente sacó 20 en la boleta de buena conducta para demostrarle al mundo el talante antidemocrático de este régimen, pero 01 en los resultados.

Es por esto que decidieron que fuese el TSJ quien ratifique a las rectoras del CNE, renovándoles el período, y designar a los magistrados con mayoría simple, todo un juego de engaños, estafas y fraudes constitucionales a que nos tienen acostumbrados.

En el momento en que era necesario el consenso para lograr los votos para la designación de las autoridades, al régimen le dio por patear la mesa como hacía Chávez, sin entender que los tiempos políticos y económicos han cambiado.

Lo único que no cambia es la actitud de quienes hoy detentan el poder: berrean, amenazan, desentonan y patean la mesa, y eso es lo malo de tener a unos amateurs como mánager, que pierden así crean que están ganando.

 

@yilales

Dic 17, 2014 | Actualizado hace 9 años
Con mi visa no te metas por Miguel Yilales

VISA1

 

 

Hace algunos años un grupo de venezolanos iniciaron una protesta ante lo que era un abuso por parte del gobierno de turno. Para ello no se alzaron en armas, ni atentaron contra el Estado de Derecho, sino que agarraron unas pancartas y protestaron.

Corría el año 2001, que por la cantidad de acontecimientos que ocurren en este país pareciera que fue, como dicen los cuentos de hadas, hace mucho, mucho, mucho tiempo atrás, cuando se alzó el grito “con mis hijos no te metas”, en señal de protesta contra el decreto 1.011, que permitía al gobierno intervenir en el sistema educativo hasta convertirlo en un proceso de adoctrinamiento de niños y adolescentes.

La gente salió a la calle y empezó a protestar. Recuerdo que en esos días, en uno de esos actos en La Carlota, el presidente de entonces, rodeado de militares, se molestó porque el bullicio de ollas y cacerolas tronaban cuando él, en un acto de soberanía económica, política y de justicia social, vendía los aviones de PDVSA, porque a partir de allí se acabaría la costumbre de los gobiernos burgueses de la IV República de las colas en los aviones de la estatal petrolera, claro está él no tenía el poder premonitorio para saber que 13 años después los aventones aéreos continuarían, pero ya transmutados en socialistas.

La injerencia imperialista

Es que viajar a Brasil, La Habana o Westonzuela, ese enclave que se ha convertido en inversión boliburgues, tienen que ser considerados rutas socialistas, en especial luego de que nos hayan involucrado en una guerra económica internacional que ha limitado el número de vuelos desde y hacia Venezuela, no porque quienes gobiernan sean unas maulas, sino porque el interés imperial así lo ha establecido.

Un régimen que muestra los mejores índices de abastecimiento, inversión social, disminución de la pobreza, transparencia en el manejo de lo público y pare usted de contar, trata de ser desestabilizado por la envidia que producimos en países como Dinamarca, Suecia, Canadá, Suiza, Reino Unido, Chile, Uruguay y, por supuesto, los Estados Unidos de América.

Este último país luego de intentar invadirnos por diversos mecanismos, de enviar a Álvaro Uribe Vélez y a sus cachorros pitiyanquis venezolanos a fraguar procesos de desestabilización y fracasar, y en un acto de clara injerencia a la soberanía chavista, sancionó a unos funcionarios del régimen por violar los Derechos Humanos, como sí eso de tener estudiantes presos sin proceso, asesinar a ciudadanos por protestar, tener colectivos armados como los usados por Adolfo Hitler, emplear a las Fuerzas Armadas para funciones que no les son propias, torturar y violar, fuese algo tan grave.

Pero sus planes han sido develados por esa suerte de mezcla entre el Mossad, el MI-6, la CIA, el FBI, el G-2 cubano y hasta la extinta KGB, como lo es el sistema de inteligencia bolivariano, único en el mundo que descubre atentados, capturan armas, encuentra planes, pero no captura a nadie.

Yanquis go home

Por eso es que el día en que se conmemoraban dos de las tragedias más grandes que ha vivido Venezuela en este siglo, la aprobación de la constitución bolivariana (ultrajada de manera reiterada por quienes gobiernan) y el deslave de 1999 en Vargas, el régimen salió en defensa de la soberanía nacional y convocó una multitudinaria marcha (de autobuses venidos de todos los rincones del país, porque la gente no se vio) para rechazar las agresiones norteamericanas.

Discursos encendidos contra los norteamericanos, mezclados con frases nunca antes dichas como “yanquis go home”, estaban a la disposición durante todo el día para ser rematado con un juramento de Nicolás Maduro, con espada y todo, de luchar junto a ese valeroso, eficiente, entrenado y socialista cuerpo armado que son las milicias, hasta derrotar los valores del capitalismo que representa Mickey Mouse.

Sino fuese porque uno ha visto la cara de angustia que ponen cuando van a tramitar la visa a la Embajada de los Estados Unidos, las horas que pasan para reunir los papeles y practicar las preguntas que le puedan hacer y la cara de alegría cuando se las aprueban porque al fin podrán visitar Miami, Nueva York o las Vegas, de seguro que todos los jerarcas y seguidores del régimen saldrían a quemar sus visas en las plazas Bolívar del país en señal de protesta, como propusiera la combatiente y ministra Iris Varela, aunque en realidad lo que desean es berrear a moco suelto “con mi visa no te metas”.

Llueve… pero escampa

 

 

@yilales

Venezuela está rodeada por delincuentes por Miguel Yilales

Dólares3

 

Durante mucho tiempo se ha dicho que el país está en crisis, que no hay reserva moral y que estamos predestinados al fracaso. Siempre he diferido de eso, pero a veces creo que las cosas han cambiado y los otros tienen razón.

A diario se descubren nuevas formas de asaltar el erario público, los chanchullos están a la vuelta de la esquina, todo el mundo quiere meter mano porque “sí alguien se lo va a llevar, me lo llevo yo” parecieran decir nuestros honestos funcionarios.

De ahí salen las empresas de maletín que proyectan, licitan, ganan la buena pro de las obras y no las ejecutan; los que dicen que importan bienes, presentan solicitudes de dólares pero los productos nunca llegan y están los que simplemente le meten la mano en el bolsillo a tirios y troyanos para quedarse con lo que puedan.

Tan es así que las corruptelas están a la vuelta de la esquina: colitas en aviones, ventas de electrodomésticos chinos, expropiaciones a socios que se habían hecho millonarios con tratos preferenciales y luego negociados bajo cuerda, simples empleados que terminan convertidos en fructíferos empresarios luego de ser testaferros de generales, gobernadores, alcaldes y pare usted de contar.

No estaban muertos, estaban de parranda

Recientemente el ministerio de educación decidió que no era necesario presentar la fe de vida para demostrar que se estaba vivo, a las personas de la tercera edad las pusieron a cobrar por cajero electrónico para facilitarles la vida y hasta crearon un ministerio de la simplificación de trámites que hasta el momento no ha simplificado nada.

Resulta que el instituto de previsión social castrense, el IPSFA, decidió que en su nómina había muchos pensionados y nada más sano y legal que llamar a todos los viejitos a que dieran fe de que la Parca no se los había llevado, lo cual es extraño en quienes dicen que el que se murió sigue vivo.

Esperar que en una sociedad moderna, en medio de tantos avances tecnológicos, se cruzara la data por ejemplo con el sistema bancario (que de paso ellos tienen uno que va tras los pasos del Industrial) es mucho pedir, y no aspiro que lo hiciesen con la del CNE porque sabemos que hay muertos que viven, luchan y votan en cada proceso electoral.

El problema hasta aquí es de simples trámites administrativos, pero ahora el cuento es distinto. El presidente de ese instituto, un ejemplar militante de la cleptocracia que nos gobierna, decidió que quien no demostrase estar vivo le fuese suspendido el pago, una decisión extrañamente capitalista en un personaje que alega que su sangre es roja no porque tenga hematíes sino porque le corre el socialismo por las venas.

Pero la crisis se acentúa cuando los difuntos resucitan, es decir como decía la guaracha del maestro Billo, que no estaban muertos, sino de parranda y no son eficientes para reanudar el pago. Y vienen entonces las suspicacias de preguntar como en la campaña que llevó a la presidencia de la república al llanero (no me refiero al barinés sino a Luis Herrera Campíns): ¿Dónde están los reales?

Un deterioro moral que afecta a toda la sociedad

Es que el quebranto púdico con el que se acusa a diario al estamento político, lamentablemente también ha destruido a los militares y me refiero en lo particular a ellos porque hay quienes ven en sus integrantes una especie de revoltijo entre Leonidas, Escipión, Napoleón, Patton y, por supuesto, Bolívar, listos a salvar la humanidad y rescatar la democracia venezolana.

Resulta que unas fuerzas armadas no existen para poner o quitar gobiernos sino para defender a un país de sus enemigos, pero en Venezuela durante mucho tiempo se han inmiscuido en otros asuntos que no les son propios, quizás porque la constitución, en esos vericuetos legales, le da funciones para garantizar el orden interno (que para algunos es una carta blanca para cometer tropelías y para otros una patente de tutelaje constitucional) y una supuesta participación activa en el desarrollo (un paraguas en el que caben todo).

Pareciera, como escribió un amigo tuitero, que de forjar libertades pasaron a ser cuna de la revolución, lo cual es una aberración, y en el camino dejaron de atender la soberanía y la rectitud en el buen proceder, para luego perder la batalla contra la dignidad y quedarse con las cualidades de un felón.

Ellos no son el país y todos no somos delincuentes, pero como nos cuesta conseguir honestidad y probidad en el manejo de lo público.

Llueve… pero escampa

 

 

@yilales