Maruja Tarre, autor en Runrun

Sep 29, 2015 | Actualizado hace 9 años
El Papa y la hispanidad por Maruja Tarre

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Una de las consecuencias interesantes del viaje del Papa Francisco a América, ha sido las reacciones e interpretaciones muy diferentes que se le han dado a sus palabras y actividades. Un grupo importante de cubanos y de venezolanos descalifica totalmente la gira por el encuentro con Fidel Castro y la falta de solidaridad con la oposición y prisioneros en la isla caribeña.

En cambio, en los Estados Unidos, no creyentes y católicos fervientes han descubierto con una especie de histeria colectiva, algunas verdades bastante viejas en el seno de la iglesia. Una cadena noticiosa que pasa semanas enteras dedicada a la desaparición de aviones o al cambio de sexo del padrastro de las Kardashian, se volvió súbitamente papista. Se corre así el grave riesgo de banalizar a una personalidad tan compleja como Bergoglio, pasando por alto la extraordinaria riqueza de sus discursos. Se le califica, igual que a Diana, la reina de los tabloides, como el “Papa del Pueblo”, se le compara con estrellas de rock y se añade con admiración que “besa enfermos y bendice a los niños” (olvidando que todos los Papas, incluyendo al germánico Benedicto, han hecho lo mismo).

Comentaristas serios han señalado con estupor que cuando habla de América, el Santo Padre se refiere a un continente y no sólo a los EEUU. Recalcaron estupefactos que Francisco comparaba su país de origen, tierra de inmigración y de grandes praderas, con los EEUU y que además señalaba que en nuestro continente todos, o casi todos, fuimos alguna vez extranjeros e inmigrantes. Están descubriendo que el Papa no es “socialista” y que sólo repite, en términos modernos, la doctrina social de la Iglesia católica.

Hay un tema en especial que ha sido muy importante, debido al momento político que viven los EEUU. Cuando Trump, el candidato presidencial más notorio de la actualidad, usa todo tipo de improperios en contra de los inmigrantes hispanos, el Papa les dice “no se avergüencen de sus tradiciones”. Cuando Jeb Bush prácticamente tiene que disculparse por haber hablado español, llega Francisco y habla su lengua materna en todas partes.

Todos los comentaristas opinaban que el discurso en la ONU sería en inglés, ignorando que el español es idioma oficial de la organización internacional. En el momento más solemne de todo el viaje, durante la bellísima ceremonia en el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas, el Soberano Pontífice le dice al mundo que no puede hablar sino en español, en una ocasión tan importante y emotiva. Cuando quiere transmitir su cariño a las familias, les habla también como un padre o un abuelo, en español.

En EEUU existe una gigantesca ignorancia sobre la riqueza de la cultura hispana y su importancia en América. Hace ya años, en el famoso artículo “Choque de civilizaciones”, el ilustre profesor Huntington de Harvard afirmaba sin desparpajo que “América Latina no es heredera de la civilización occidental”, borrando de un plumazo desde riquezas de la época colonial, como el Inca Gracilaso o Sor Juana Inés de la Cruz, hasta los recientes premios Nobel escritos no en idiomas indígenas, sino en español.

La canonización de Fray Junípero, al iniciarse la gira de Francisco, fue protestada, quizás con cierta razón, por grupos indígenas pero también por “hispanos” absolutamente ignorantes del Derecho de Gentes o las Leyes de Indias aplicados por esos monjes españoles, que eran revolucionarios al considerar que los indígenas eran seres humanos y tenían alma, que según criterios de la época, debían salvar.

En la actualidad se ve con tristeza como cantidad de niños, netamente latinoamericanos, han perdido o hablan con dificultad esta maravillosa lengua que es el español. Incluso muchos, en la inmigración más reciente, de mis compatriotas venezolanos, creen que es un signo de desarrollo hablarle a sus hijos en inglés (idioma que sin ningún esfuerzo pueden aprender en los colegios).

Ojalá que las palabras en español de este Papa sabio se queden para siempre grabadas entre los inmigrantes que pasan con dificultad la terrible frontera de México o llegan por avión desde Venezuela. “No se avergüencen” ha dicho el Papa a los millones de latinos que habitan ahora en los Estados Unidos de América.

 

@marujatarre

El País ES

Jul 03, 2015 | Actualizado hace 9 años
La reunión con Shannon por Maruja Tarre

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Durante más de quince años la oposición venezolana no logró hacerse oír internacionalmente. El carisma de Chávez, el toque romántico que sienten muchos intelectuales cuando se habla de revolución en América Latina y, sobre todo, los petrodólares lograron que en el mundo entero se viera con entusiasmo el gobierno chavista y con desprecio a la “escuálida oposición”. Quizás el único renglón donde Chávez y sus ministros han sido exitosos fue la muy bien pagada propaganda internacional. Se conquistaron editores de periódicos de izquierda, actores de Hollywood, supermodelos internacionales y se compró la benevolencia de empresarios y gobiernos extranjeros con contratos gigantes, donaciones sin ningún control y jugosas ayudas en las campañas electorales.

Pero, aunque sus seguidores afirman lo contrario, Chávez está muerto y, peor aún, el flujo gigante de petrodólares se redujo en forma dramática. Ya no hay dinero para pagar asesores y “lobbies” internacionales, solo Cuba sigue recibiendo petróleo venezolano gratis y el presupuesto no alcanza ni siquiera para las más elementales necesidades internas. El gobierno de Maduro ha sido mucho más ineficiente y represivo que el de Chavez y, poco a poco, la opinión pública internacional ha comenzado a despertarse. Las ONGs especializadas en Derechos Humanos han revelado la situación en las cárceles, los presos políticos, la censura, la corrupción. Los ex presidentes Pastrana y Quiroga no pudieron ver a los políticos encarcelados. Luego, el intento fallido de Felipe González de asesorar en la defensa de Leopoldo López tuvo gran repercusión a nivel mundial.

Los muy lentos organismos internacionales comenzaron a manifestar su preocupación e incluso hasta Insulza, que no se movió durante sus largos años en la OEA, indicó cierta disconformidad con el régimen venezolano. Personalidades tan lejanas y prestigiosas como Desmond Tutu de Suráfrica escribieron en contra de la represión de Maduro, mientras que un centenar de personalidades políticas del mundo entero se interesaban por lo que ocurría en Venezuela.

Paralelamente surgieron revelaciones, publicadas en periódicos de España y EEUU sobre la investigación que estaba realizando la Fiscalía de Nueva York en materia de tráfico de drogas. En todas las noticias se decía que el Capo del “Cartel de los Soles” es Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional. El libro “Boomerang Chávez”, que contiene gran parte de esas revelaciones y muchas confesiones de chavistas que hoy en día cooperan con la justicia de EEUU, se convirtió en un best seller. A nadie le extrañó que en medio de tan graves revelaciones, Obama firmara una orden ejecutiva para prohibir la entrada a EEUU de algunos de los presuntos incursos en tráfico de drogas. El lenguaje desproporcionado que usó Washington, señalando a Venezuela como una “grave amenaza para la seguridad” causó sorpresa, pero se dijo que la primera lista de sospechosos era muy preliminar y que luego vendrían los nombres de los capos que habían convertido a Venezuela en un narco estado.

Pero mientras se esperaban las pruebas definitivas de la DEA o de algún otro organismo, ocurrió la gran sorpresa. Entre gallos y medianoches se reunieron en Haití Diosdado, el presunto capo, y Shannon, gran negociador del Departamento de Estado. Nadie sabe de qué hablaron, pero todos vimos las fotos que incluyen hasta un abrazo, algo poco frecuente en la diplomacia anglosajona. En Caracas, las teorías y especulaciones abundan. Se afirma que se le tendió una trampa al pobre Shannon, que Diosdado llegó a la reunión sin que nadie lo invitase, que el viejo Bush también se reunió con Noriega antes de que lo sacaran de Panamá. Pero Maduro ya ha dicho que Diosdado fue como “encargado de la Paz y de las relaciones con EEUU”. No hubo sorpresas.

Cabría más bien preguntarse si este insólito acercamiento al hombre fuerte del gobierno de Maduro, no se debe más bien a la estrategia de Obama frente a América Latina. El presidente saliente de los EEUU se tomó muy en serio su premio Nobel de la Paz y quiere dejar un “legado” en política exterior. Su área de mayor interés era el Medio Oriente, pero a pesar de su mano tendida, los conflictos en el área son cada vez peores. Obama no ha ganado nuevos amigos y más bien ha perdido la confianza de los más viejos aliados de su país. En Europa, no hay manera de lidiar con Putin. Está resultando que la única política de EEUU que tiene gran apoyo e incluso la bendición papal, es en América Latina. Esta área del mundo no le interesó al Presidente durante casi la totalidad de su mandato, pero ahora ocurre que el deshielo con Cuba es el único éxito internacional que puede exhibir en estos ocho años. Es posible que los cubanos hayan añadido un acercamiento con el chavismo a la larga lista de exigencias que le han planteado a Washington. Así como “Paris bien vale una misa”, para Obama un abrazo entre Cabello y Shannon no es un costo demasiado alto, si es el precio que tiene que pagar para lograr su legado de normalizar las relaciones con el vecino cubano.

@marujatarre

El País ES

Mar 25, 2015 | Actualizado hace 9 años
La Orden Ejecutiva de Obama por Maruja Tarre

TWH

Venezuela es un país tan polarizado que cualquier decisión, cualquier idea, dan lugar a discusiones apasionadas, insultos y descalificaciones. No es de extrañarse por lo tanto que la reciente Orden Ejecutiva de Obama sobre sanciones a siete funcionarios del gobierno de Maduro, haya provocado una infinidad de comentarios.

Empezando por los extremos, el lenguaje de dicha resolución ha revivido la retórica patriotera y anti imperialista, sacando del baúl de los recuerdos un discurso en contra de “la planta insolente del extranjero” pronunciado por el dictador Cipriano Castro hace más de un siglo. En el otro lado tenemos a los admiradores incondicionales de los EEUU, que olvidando toda evidencia histórica aseguran que los presidentes norteamericanos “no dan puntada sin dedal” y deben conocer datos horribles sobre el chavismo que los simples mortales ignoramos.

Lo interesante de la discusión sobre las medidas tomadas por Obama es que no se limita a Venezuela

Entre estas dos opiniones extremas hay muchos matices que van desde la aceptación del lenguaje, como una “necesaria formalidad jurídica”, hasta la afirmación del Cardenal de la Iglesia Católica asegurando que Venezuela no presenta ninguna amenaza grave para los EEUU. El Profesor venezolano Víctor Mijares, desde la Universidad de Hamburgo, se basa en las muy peculiares declaraciones del General Kelly, Jefe del Comando Sur, para aventurar la idea de que los EEUU, con la aparente torpeza de sus declaraciones, más bien pueden estar tratando de evitar una salida brusca de Maduro. En efecto, según el General Kelly un cese de las remesas petroleras venezolanas a Petro Caribe puede significar una catástrofe económica para ciertos países y un influjo de inmigrantes inconveniente para los EEUU. Por lo tanto Maduro es prácticamente un mal necesario.

Basándose en declaraciones muy similares del Secretario de Estado Kerry, el comentarista español German Gorraiz López llega a conclusiones opuestas: las sanciones forman parte de la “guerra económica” denunciada por Maduro y tienen como objetivo acabar con Petro caribe y la influencia del chavismo en la región. Otra tesis que se aleja de las explicaciones convencionales fue expuesta por una periodista normalmente bien informada, a quien sus fuentes le dijeron que Netanyahu, en su reciente visita a Washington, dio datos precisos sobre los yacimientos de uranio venezolanos en manos iraníes, de allí que el gobierno chavista significa una amenaza para la paz global.

Lo interesante de la discusión sobre las medidas tomadas por Obama es que no se limita a Venezuela. Quizás las explicaciones más completas sobre el peligro que puede representar el gobierno actual para la estabilidad regional, las escribió Carlos Alberto Montaner, citando el lavado de dinero, el narcotráfico y los contactos con el terrorismo islámico. Pero Montaner agrega que la medida “solo sirve para construirle un pretexto nacionalista a Maduro, aumentar la represión y despertar el avispero latinoamericano”

Otros expertos y políticos de varios países han opinado sobre el tema, centrándose principalmente en el lenguaje de la resolución. Dichos expertos están perfectamente al tanto de las exigencias burocráticas o legales necesarias para imponer sanciones, sin embargo estiman que el lenguaje fue innecesariamente áspero, recordando los tiempos ya pasados del intervencionismo y el “Gran Garrote”. Michael Schifter, del Diálogo Interamericano, piensa que “el inconfundible matiz de guerra fría del lenguaje de Washington, aunque sea un mero formalismo, es desafortunado…Este tipo de lenguaje hace que los líderes de América Latina se sientan menos dispuestos a presionar a Maduro por los problemas de Venezuela”.

En Europa, Peter Birle del Instituto Iberoamericano de Berlín opina que Obama “torpedea su propia política: busca reducir sus fricciones con Cuba y en consecuencia con los otros gobiernos de América Latina. No puedo imaginar que le convenga caldear los ánimos en Venezuela”. El Canciller de España rechaza las medidas y naturalmente UNASUR, el ALBA y muy posiblemente la OEA, ponen el grito al cielo, llamando a Obama a revocar las sanciones. El Presidente Morales de Bolivia le exige a Obama que le “pida disculpas a toda América Latina”. En cuanto a los franceses, opinan que el mensaje de UNASUR expresa claramente una derrota para los EEUU.

En resumidas cuentas, después de tantas y tan variadas explicaciones, como venezolana sigo creyendo que las sanciones son necesarias. No al país, ni tampoco a siete individuos de segunda categoría. Quisiera que se castigara al más alto nivel, a los culpables de las violaciones a los DDHH: aquellos que ordenan las torturas y elaislamiento de Leopoldo López y la prisión de Ledezma, a quienes han ideado centros de torturas como la Tumba para encerrar presos políticos, a quienes redactaron la ley que permite usar armas de guerra contra pacíficos manifestantes. Quisiera que se castiguen a los corruptos poderosos, los que convirtieron a PDVSA en la caja chica de un partido y de su propia familia, al Presidente de la Asamblea Nacional que ha sido señalado como jefe de carteles de droga, al antiguo compañero de Chávez dueño de haras y propiedades fastuosas en Florida.

Quisiera ver en esa lista muchas personas más, con mayor responsabilidad en el desastre que vivimos. Pero al mismo tiempo estoy convencida que al usar el lenguaje “burocrático” de la Orden Ejecutiva, no se tomaron en cuenta las reacciones inmediatas que provocaría en una América Latina en donde el antiamericanismo está siempre a flor de piel. Con unas expresiones desproporcionadas se le brindó a Maduro, en bandeja de plata, el enemigo externo con el que sueñan todos los dictadores. Las consecuencias las pagará la oposición. Veremos sin duda más insultos, mayor represión y quizás hasta una suspensión de las elecciones parlamentarias porque estamos “en guerra con el Imperio”.

@marujatarre

El País

Nov 29, 2014 | Actualizado hace 9 años
Dos presidentes por Maruja Tarre

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En Twitter, mucha gente se molestó porque los chavistas enviaron fotos de Ferguson, comparando con la represión en Venezuela. Yo en cambio, estoy de acuerdo con que se comenten y se discutan los problemas que ocurren en otros países. Me opongo a censurar lo que escriben personas que no comulgan con mis ideas. Pienso que las comparaciones son útiles. En particular quiero ahora centrarme en la respuesta del presidente Obama ante la decisión del Jurado y una famosa reacción del difunto Hugo Chávez.

La decisión del Jurado en Missouri, al considerar libre de toda culpa al policía que mató a un joven de raza negra, debió disgustar y doler a Barak Obama. Hace meses, cuando hubo un caso parecido en Florida, donde también la justicia dejó sin castigo al asesino, Obama con un tono emocionado dijo «Si yo tuviera un hijo varón, físicamente luciría como el muchacho muerto». Para el primer presidente negro de EEUU, debe ser un fracaso personal, que todavía la represión en contra de su raza exista y no se castigue a los culpables. Pero la noche del veredicto en Ferguson, el mensaje de Obama fue ejemplar. Llamó a la paz, al respeto a las decisiones judiciales aunque no estemos de acuerdo. Dijo entender perfectamente las protestas, pero sin violencia. Prometió que se seguiría trabajando para evitar injusticias y destacó la difícil tarea de la policía.

Mientras lo oía, recordaba a otro Presidente y otro discurso. Fue cuando la Corte Suprema de Justicia en Venezuela se pronunció sobre los acontecimientos de abril 2002. Chávez calificó la decisión como una «plasta» y procedió poco tiempo después a desmantelar el Tribunal más importante del país, perseguir a sus integrantes y nombrar «magistrados» que no se atreven sino a darle una vaga forma jurídica a las arbitrariedades del Gobierno. Dos presidentes, dos maneras muy distintas de reaccionar.

@marujatarre

El Universal

Nov 25, 2014 | Actualizado hace 9 años
México y Venezuela por Maruja Tarre

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Es muy desagradable comparar horrores. Pero resulta que dos países importantes de América Latina están viviendo momentos terribles en el campo de los derechos humanos y vale la pena señalar las semejanzas y diferencias entre ambas situaciones. 40 estudiantes asesinados en México y en Venezuela también. Dos países agobiados por la violencia, los secuestros, la corrupción. El narcotráfico con ramificaciones en todas las ramas del Gobierno. La sociedad civil cansada, agotada de tanta impunidad. El país anonadado ante la muerte violenta y la crueldad de los asesinos. Los jóvenes en la calle protestando a diario la violencia en contra de sus compañeros. Enorme riqueza y pobreza desesperante. Desconfianza en la clase política de antes y la de ahora también. Corrupción, siempre corrupción.

Chávez y Maduro han ido acabando con todas las instituciones de Venezuela

Pero allí terminan las terribles semejanzas. En México, una lucha contra el narcotráfico, enfocada como un combate militar, ha desembocado en una desatada violencia. En Venezuela, ahora pieza importante en el tráfico mundial de drogas, los militares con su famoso Cartel de los Soles no luchan contra el narcotráfico sino forman parte activa del mismo. En México los 40 estudiantes fueron asesinados en una zona remota, en donde aparentemente no llega el poder del pusilánime Gobierno central. En Venezuela los estudiantes fueron asesinados en las calles de las principales ciudades del país, con pleno conocimiento y apoyo del Gobierno de Maduro. En México, los culpables, los asesinos mismos y los autores intelectuales están presos y repudiados por todos. En Venezuela, los asesinos de los estudiantes están sueltos, no hay un solo culpable y el Gobierno no ha expresado pesar alguno por esas muertes.

Ante la muerte de los estudiantes, Peña Nieto demostró debilidad y torpeza política

El Procurador en México se ha manifestado agobiado, “cansado” de tanto horror mientras que su equivalente en Venezuela, la Fiscal Ortega Díaz, es una furibunda militante del partido de gobierno que culpabiliza a los manifestantes. La defensora del pueblo ha llegado incluso a justificar la tortura, con argumentos muy parecidos a los que usan los militares en Guantánamo. La tortura en Venezuela se ha vuelto tan generalizada en las cárceles, que aún la ONU, que suele ser paquidérmica en sus pronunciamientos sobre derechos humanos, ha llamado la atención sobre lo que ocurre en las cárceles.

A Leopoldo López, líder principalísimo de la oposición se le aplican maltratos psicológicos, dentro de un aislamiento prolongado y torturas primitivas con excrementos humanos, como nunca se habían visto en la violenta historia del país. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, donde el Gobierno de Maduro tiene numerosos amigos, se ha pronunciado por la liberación inmediata de Leopoldo López, sin que el Gobierno haga un gesto por obedecer. Que yo sepa, en México no hay ese tipo de presos políticos, ni se somete a los presidiarios a torturas sistemáticas avaladas por las más altas autoridades gubernamentales.

Ante el asesinato de los estudiantes, Maduro los culpó como “agentes de la ultraderecha”

Ante la muerte de los estudiantes, el presidente Peña Nieto demostró debilidad y torpeza política, culminando en un criticado viaje a China en vez de acercarse a sus compatriotas de Guerrero. Ante el asesinato de los estudiantes, Maduro los culpa como autores de “guerras económicas”, “agentes de la ultraderecha”, “hijitos de papá”, sin mostrar el menor arrepentimiento por la terrible represión que ha habido durante su Gobierno. Mientras México asume con dolor y dignidad la tragedia ocurrida y busca explicaciones dentro de su propio sistema y sus enormes fallas, Maduro y sus cómplices culpan de todo lo que ocurre en el país a paramilitares colombianos, a Uribe, al imperio. Incluso a Obama, que según ellos hasta conspira para que no llegue el papel higiénico a los baños venezolanos.

La Casa Blanca de la esposa de Peña Nieto ha causado indignación por fundadas acusaciones de conflicto de intereses y corrupción, aunque la señora dice que la mansión fue pagada con sus ingresos como conocida artista de telenovelas. En Venezuela, los “enchufados” no tenían —según ellos mismos confesaban— “donde caerse muertos” cuando llegaron al Gobierno. Ahora son banqueros, propietarios de mansiones fortificadas en Venezuela, palacetes en Europa, edificios en Florida, yates, aviones, caballos de carrera, cotos de caza y pare Usted de contar. La fortuna de Diosdado Cabellos se calcula en miles de millones de dólares. En los periódicos salió una noticia, pronto silenciada, según la cual al ministro petrolero Ramírez le investigan 40 (sí, 40) cuentas bancarias en Suiza. Los ingresos petroleros mayores de la historia han desaparecido en los bolsillos de losrobolucionarios en el Gobierno.

México logrará superar la tragedia. Ojalá pudieramos decir lo mismo de Venezuela

México tiene una clase media pujante, empresarios cuyo éxito es de talla mundial y sigue siendo —a pesar de la violencia— un destino turístico privilegiado. Venezuela es un país que ya no tiene el dinero para importar todo lo que se ha dejado de producir en estos 15 años. Los boliburgueses basan su éxito en la corrupción y no en empresas. El turismo ha desaparecido después del asesinato de unos cuantos forasteros incautos.

Pero lo más importante para México es que allí sobreviven, y probablemente se harán más fuertes cuando se supere la tragedia de Guerrero, instituciones sólidas, independientes de la presidencia. En cambio, los Gobiernos de Chávez y de Maduro han ido acabando, una por una, con todas las instituciones de Venezuela, quedando solo un Ejecutivo ineficiente y acorralado por los problemas que ellos mismos han creado. México logrará superar la horrible tragedia de sus estudiantes muertos. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de Venezuela.

@marujatarre

El País