Heberto Alvarado Vallejo, autor en Runrun

Internet venezolana: desigual, lenta y arcaica ¿Cómo se sale del sótano sudamericano?

INTERNET

 

La Internet en Venezuela sigue siendo desigual y lenta, con regiones del país con menos del 30% de su población con acceso a la red. La brecha fuera aún mayor si los accesos móviles, que garantizan las conexiones a más del 80% de los internautas venezolanos, no ofrecieran los servicios de datos.

Trece estados del país están por debajo del 50% de penetración: Amazonas 21%; Apure 29%; Delta Amacuro 30%; Sucre 35%; Yaracuy 34%; Trujillo 38%; Portuguesa 39%; Guárico 40%; Falcón 42%; Zulia 47%; Mérida 48%; Barinas 49% y Monagas 49%.

Bolívar con 56%; Cojedes 58%; Lara con 59%; Táchira con 62%; Anzoátegui con 62% y Aragua con 66% están cerca de la media nacional.

Sólo Carabobo con 70% de penetración a Internet; Vargas con 73%; Nueva Esparta con 73%; Miranda con 102% y Distrito Capital con 103%; están por encima de la media nacional e incluso de América Latina.

La desigualdad del acceso, no viene de la mano con una mejora en la velocidad de conexión y la oferta de servicios que deben venir de la mano con la expansión de las redes, la evolución tecnológica y del mercado.

Entremos en los detalles; según Conatel, la penetración promedio de internet en Venezuela alcanza el 61,62% y supera los 16 millones 400 mil usuarios. El ente regulador acota que se incorporaron 159 mil 509 nuevos suscriptores al servicio de banda ancha fija desde abril a junio del 2014 al mismo período 2015. Una cifra módica y que deja en evidencia por qué los accesos fijos sólo tienen una fracción del mercado. De hecho 16% de la población accede a internet residencial; es decir, 3 millones 655 mil 636 venezolanos. De este total, el 65.3% se conecta a través de Cantv.

INTERNET MÓVIL Y OBSOLETA

El grueso de la población accede por las redes móviles. Pero, ¿qué velocidad, qué tipo de Internet tienen 8 de cada 10 venezolanos y qué paridad hay en las velocidades de acceso? Según los reportes de Conatel, 13 millones 293 mil 419 venezolanos accede a Internet a través de planes de datos móviles, el equivalente al 78.43% del total de internautas. Estas personas acceden a la red a través de un Smartphone y no utilizan el WiFi.

Una pequeña fracción, 5,21% de la población tiene acceso a través de dispositivos móviles, es decir, los llamados DONGLES, que ofrecían las operadoras hasta 2013. Una oferta que se redujo al mínimo en 2015.

Cerca de la mitad del país accede a internet a través de redes móviles, que están repartidas en las 3 operadoras que ofrecen el servicio (Digitel, Movistar y Movilnet)

Tal demanda de datos móviles trae consecuencias directas sobre las redes que no se adecuan al ritmo del consumo del mercado. Según Conatel, el tráfico de datos móviles creció 76% en un año y llegó a 13 mil 659 Terabytes.

Para la comisión Nacional de Telecomunicaciones el parque nacional de Smartphone se eleva a 12 millones 238 mil 987, cerca del 50% del total de teléfonos del país. Cada usuario consume en promedio 390,09 MB. Una cifra que según Conatel equivale a 26 minutos de vídeo HD consumido por usuario y unos 95 minutos de video estándar o 499 fotos en Instagram o Facebook por persona.

Esa inmensa cantidad de datos está siendo soportada por redes no adecuadas para tal demanda. Al ser tecnologías 2G y 3G su concepción concibió primero la voz. Estas tecnologías, divididas en redes GSM / UMTS, que procesan el 74,29% de estos datos, y CDMA/EvDO, que atiende al 24,29% están al máximo de sus capacidades . Una fracción, minúscula del mercado accede a través de redes LTE, las únicas nacidas y adecuadas para el acceso a internet móvil, un estandar que en definitiva se creó para soportar datos. Sólo 446 mil venezolanos accede a través de redes 4G, que garantizarían más consumo de datos, menos saturación de las redes, por lo tanto mejor calidad del servicio.

OPERADORAS en 3 y 2

Movilnet absorbe el 50% del total de usuarios de Teléfonos Móviles en Venezuela. Sobre esta operadora se soportan casi la totalidad de los accesos CDMA /EvDo, tecnologías con diez años de haberse lanzado y que en el presente se ven altamente comprometidas por la enorme demanda de consumo de datos.

Movistar, con muchos despliegues HSPA+ y una reducida oferta LTE tiene el 34% del mercado. Esta operadora llegó a poseer en algún momento hasta el 70% del parque de Smartphone,una cifra que quizás se redujo, pero sigue siendo importante. Por ello, Movistar debe seguir soportando el grueso de los accesos de datos de la población. Sus redes que no han podido evolucionar, por la ausencia de liquidaciones de divisas, están muy exigidas.

Digitel, que tiene el 16% del mercado, es la única operadora con redes LTE, una tecnología que no ha podido aprovechar en su totalidad por no haber una oferta de Smartphone en el mercado amplia, por el mismo problema de divisas y control de cambio.

En conclusión, la carencia de dólares y las deudas al sector, que según CASETEL, llegan a 700 millones de dólares, frenan a las operadoras en su intención de garantizar más ancho de banda para más accesos. Con pocas redes, que están quedando rezagadas, el mercado se satura y el servicio pierde calidad.

Por lo tanto, la oferta de tecnología está quedando obsoleta en un país cuya demanda de datos sigue creciendo.

La primera consecuencia de esta obsolescencia de nuestras redes es la velocidad de conexión. Según datos de 4G Américas, Venezuela tiene junto a Paraguay las más lentas velocidades de acceso a Internet de América del Sur con un promedio de 1.6Mbps con picos de velocidad de 13.9 Mbps.

Velocidades de acceso que se alejan notoriamente de Chile, que hace menos de una década tenía un desarrollo de internet similar al de Venezuela. En el presente, la internet chilena tiene un promedio de 5.6 Mbps con picos de velocidad de 37Mbps.

La equidad está lejos

Además de tener regiones dispares en el acceso a internet, también las tenemos en sus capacidades de conexión. Buena parte de los despliegues 3G, HSPA+ y LTE, que garantizan más ancho de banda, se instalan en las ciudades y centros urbanos con más de 50 mil habitantes. El resto de las regiones, queda atendida por las redes 2G y por el alcance de los accesos por fibra óptica y cobre.

Además de tener una alarmante disparidad en el porcentaje de personas que accede a internet  entre las distintas entidades de la nación, se deben sumar grandes diferencias en las velocidades de conexión.

Por lo tanto, la utilidad que deben tener las redes garantizar accesos de banda ancha en zonas menos pobladas queda muy reducida.

El país, por lo tanto, necesita de soluciones a un problema que se generó por la ausencia de divisas que garanticen a las operadoras más despliegues de todas las tecnologías.

También es crucial que la RED NACIONAL de TRANSPORTE, que llevará fibra óptica a las zonas más desatendidas del país se concluya. Este proyecto que debió culminarse en 2011, aún no tiene fecha de entrega.

El Gobierno, que debe asumir su responsabilidad ante el actual retraso, deberá también iniciar la recuperación del sector.

 

@hormigadigital

El populismo es enemigo del acceso a la tecnología por Heberto Alvarado Vallejo

BandaAncha

 

¿Tiene relación el populismo y el bloqueo a internet? Sí, y mucha.

Uno de los sustentos de los Gobiernos-Estados populistas es hacer dependientes a los ciudadanos de su presencia. Hacerse omnipresente en la vida de la gente, cualquier acción que estimule la dependencia del llamado “pueblo” es tarea prioritaria.

Lo que en el pasado se sustentó con bolsas de alimentos, ahora incluye otros elementos, mucho más cónsonos con estos tiempos: “regalar” tecnología u ofrecerla a precios controlados, muy por debajo de los normales, es ahora clave para conectar con la llamada “masa” que no duda en hacer colas inmensas para adquirir computadoras, tabletas o teléfonos móviles a precios muy bajos, imposibles de ser igualados por las empresas privadas.

Pero no hay que confundirse. Las posibilidades que tienen esas computadoras, teléfonos y tabletas de satisfacer la demanda de todo el mercado son nulas. Sólo pueden apostar a colocarla a una fracción de la población que seguramente se sentirá muy contenta, pero que en términos concretos no logra salir de su dependencia económica e incluso cultural del populismo.

En estos tiempos, el equipo, lo que llamamos el “hardware” no es suficiente. Todo dispositivo tiene una relación simbiótica con un servicio que está en Internet. Estos servicios van desde clases de formación, servicios médicos, informativos, y un sinfín de opciones que enriquecen el intelecto de la gente. No es por casualidad que esta era se ha bautizado la era del Conocimiento, de la Información.

Es por ello que Internet se transforma en un arma de doble filo para el populismo. Es un aliado, porque puede hacer propaganda a partir de algunos indicadores simples: “Más gente conectada, más gente con TV Paga, más gente teniendo acceso”. Elementos que si bien son válidos, no entran en el detalle. Son esos datos los que marcan diferencias.

La velocidad de acceso

En la medida que una comunidad tenga velocidades de conexión competitivas, que permita el desarrollo de comercio electrónico, tele educación y tele medicina, será, en la misma medida, más independiente. Se sentirá más segura de sus capacidades y del potencial que tiene para resolver sus problemas cotidianos y encontrar opciones para obtener empleo, generarlo, o incluso iniciar sus propios emprendimientos.

¿Qué puede ofrecer el populismo a un pueblo que se siente dueño de su presente? Muy poco, su margen de maniobra se reduce al máximo. La gente siente menos necesidad del peso del Estado, pues puede asumir sus compromisos y resolver sus problemas.

Un Estado Populista puede ofrecer internet. Lo hace porque sabe que negar el acceso es ir en contra de estos tiempos. Al final reduce su popularidad y en efecto, logra el rechazo colectivo. Lo que no sabe o entiende ese Estado Populista, es que ahora, sobre todo las generaciones del Milenio, exigen banda ancha veloz, modernidad en las redes.

Esta es una petición que no escapa de las grandes ciudades, es general, desde los jóvenes que viven en regiones rurales hasta los que habitan los grandes centros urbanos. Por ser una necesidad masiva, al final, el Estado populista cederá, entenderá que la velocidad de acceso es clave. El riesgo para su modelo político es enorme, porque el Populismo, que se alimenta de la ignorancia y la pobreza, sabe que otorgar al pueblo de conocimiento, va en su contra.

Es por eso, que retrasa al máximo la evolución. Un cambio indetenible, el Populismo como modelo político está muriendo, viviendo sus últimos años. Depende de él si su fin termina siendo traumático o no para los líderes que se alimentan de él.

El comercio electrónico

Recientemente AMAZON, el gigante del comercio electrónico, habilitó una opción para que los artesanos y microempresarios de algunos países de Latinoamérica pudieran colocar un catálogo digital de sus creaciones en un portal, especialmente creado para ellos.

La idea es que los emprendimientos locales, las pequeñas empresas y los cultores, tengan una opción de colocar sus creaciones al mundo. Abrir el abanico de clientes y de posibilidades de negocios es sin duda gran oportunidad tanto para Amazon como para los microempresarios que se inscriban en el servicio.

Para poder llegar a ofrecer algún servicio, el artesano o cultor, debe primero capacitarse en el uso de las Tecnologías de la Información, una formación que suele ser autodidacta. Una vez que logre inscribirse debe tener opciones para comerciar.

Una cuenta bancaria en la cual pueda recibir los beneficios de su ingreso puede ser una opción. Pero en internet las opciones se multiplican; desde tarjetas de regalo, PayPal y las BitCoins, hay formas como se pueden hacer transacciones sin tocar la moneda local de cualquier país.

Para poder utilizar y aprovechar estas opciones debe haber primero conocimiento de su existencia. ¿Qué posibilidades tienen los artesanos de zonas recónditas de saber que puede ofrecer sus productos por internet?

Al problema de formación, debe sumarse el no menos pesado problema de la bancarización. La más natural de las opciones es que esos recursos se depositen en una cuenta bancaria local, que no exista limitación por el tipo de cambio y otras variables económicas. En pocas palabras, este comercio electrónico debe generar condiciones para hacer atractiva la banca local.

En países como Venezuela con un control de cambio y de precios férreo, es imposible generar un comercio electrónico moderno, pues los microempresarios no pueden hacer transacciones, internacionales de forma natural.

Sin opciones para generar riqueza por medio de Internet, muchas personas, en especial los habitantes de las zonas más despobladas y rurales, son abiertamente dependientes del Populismo.

Muchas regiones rurales, con accesos limitados y bajas tasas de penetración a Internet son las que están más vinculadas con los Gobiernos populistas. Son regiones más dependientes, en buena medida sin bancarización o sin capacidad que sus cuentas bancarias tengan opciones de hacer transacciones internacionales.

Imposibilitar la renovación tecnológica

Hacer propaganda con computadoras, celulares, antenas DTH o tabletas, tiene muy poca relación con la realidad. El populismo, como modelo, quiere imposibilitar al máximo que los ciudadanos adquieran tecnología y equipos donde involucrarse a la sociedad del conocimiento.

¿Puede un ciudadano comprar computadoras, celulares o tabletas en mercado controlados, sin empresas compitiendo y con un mercado negro atroz que imposibilita la adquisición de tecnología? No, es imposible, en Venezuela, por ejemplo, las computadoras de escritorio más sencillas se encuentran en el mercado formal a más de 30 salarios mínimos.

Convertirse en el único oferente de tecnología y marginar la competencia privada es una estrategia que atenta con el libre acceso a la información, las libertades económicas y el derecho del consumidor a obtener productos tecnológicos cónsonos con sus posibilidades económicas y requerimientos laborales o educativos. Al final, es imposible para el Populismo sostener el modelo, sobre todo, si se instala en sociedades democráticas, donde existen ciudadanía, conocedora de los tiempos que vivimos.

Pueblo pobre es igual a Gobierno Rico

Hay una variable que los lectores de este artículo no deben obviar, por cada 1% de penetración en Banda Ancha, se tiene un crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) del 0,052%. Una variable que debe sumársele la velocidad de dicha banda ancha. Algunos expertos que hemos entrevistado han expuesto que hoy día la tecnología permitiría perfectamente llevar al hogar conexiones de 100Mbps y en menos de un lustro 1Gbps. “La tecnología existe y hay países que la implementan, sobre todo en los salones de clases”.

Asumiendo entonces que la meta de Latinoamérica será llegar a esa Gbps antes de 2025, ¿qué diferencias económicas habrá entre los países que estimulen los accesos ultrarrápidos con aquellos populistas que aspiran a frenar la evolución de la banda ancha? Totales, veremos, de no tomar correctivos en el marco de los Organismos Multilaterales, a países con ciudadanos desarrollados y otras naciones empobrecidas.

El populismo, que no puede bloquear directamente a internet y prohibir la compra de Computadoras, Smartphone y Tabletas. Hace lo imposible por limitar el acceso de la mayoría de la población a estos dispositivos, muy importantes para el acceso a internet y vitales para demandar más y mejores conexiones a la red.

 

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