Gustavo Azócar Alcalá, autor en Runrun

¿Qué hacer para que 2017 no sea otro año perdido como 2016?, por Gustavo Azócar Alcalá

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Ha comenzado 2017, el quinto año de gobierno de Nicolás Maduro. Atrás quedó 2016, el cual será recordado por los venezolanos demócratas como el año perdido, el año en que las fuerzas políticas opositoras se volvieron pura paja, el año en el que los intereses personales y de grupo pudieron mucho más que los grandes intereses del país.

Mientras escribo estas líneas, es probable que un grueso número de venezolanos esté preparando sus maletas para irse del país convencido de que aquí no hay nada que hacer y de que todo está perdido. Muchos ya tenían planes de marcharse, pero decidieron esperar hasta que finalizara 2016, esperanzados en que se podía hacer un Revocatorio que sacara del poder al principal responsable de esta catástrofe humana que se vive en Venezuela. No hubo Referendo y eso ha hecho que miles de ciudadanos hayan retomado su plan de buscar nuevos horizontes lejos de la tierra que los vio nacer.

El 2017 comienza con un Maduro agrandado y aparentemente más tranquilo. Nicolás está feliz porque no hubo referendo revocatorio en 2016 y porque tampoco lo habrá en 2017. El heredero de Chávez sonríe cada mañana porque todo parece indicar, aunque no nos guste, que él se va a quedar en Miraflores por lo menos hasta 2018. Si. Estoy de acuerdo con usted amigo lector. No es fácil decirlo. Produce urticaria y dolor de estómago el sólo pensar que este campeón de la ineptitud se pueda mantener al frente de la Presidencia durante dos años más. Pero esa es la verdad duélale a quien le duela: no hay forma de sacar a Maduro electoralmente de Miraflores hasta dentro de dos años.

Pero hablemos claro: la culpa de esta tragedia nacional no es solo de Maduro. La responsabilidad de que Nicolás se vaya a quedar hasta 2018 en Miraflores es de la MUD, y más concretamente, de eso que llaman el G4, que son los que realmente mandan allí. Fue el G4 el que no pudo — o no quiso — llevar a cabo el Referendo Revocatorio. Ha sido el G4 el gran responsable de que Nicolás Maduro siga en el poder, destrozando al país, acabando con la vida de millones de venezolanos, tomando decisiones que ponen en riesgo el presente y el futuro de esta gran nación.

Quienes formamos parte de la oposición (la oposición es algo muchísimo más grande que la MUD y el G4) hicimos lo que nos correspondía hacer: elegimos a una Asamblea Nacional mayoritariamente democrática. Salimos a la calle. Protestamos. Firmamos. Pusimos la carne en el asador. Hubo quienes pagaron con su libertad el precio de reclamar nuestros derechos. Otros tuvieron que asumir el camino del exilio para no caer en manos de los carniceros del gobierno. Algunos perdimos nuestros puestos de trabajo. ¿Y todo para qué? Al final, nada de lo que se nos prometió se cumplió. Maduro sigue en Miraflores. La mayoría de los presos políticos siguen presos. El país sigue cayéndose por un barranco. Y los principales responsables de la debacle, es decir, los miembros del G4 y los directivos de la MUD, siguen en sus cargos como si aquí no hubiese ocurrido nada. No sólo en el gobierno hay gente que le gusta atornillarse en los cargos. También hay enchufados en la oposición.

El 2017 arrancó y lo primero que hemos visto es un gobierno moviendo todas sus piezas. Maduro cambió al vicepresidente y a varios de sus ministros. La designación de Tareck El Aissami, miembro del ala más radical del oficialismo, como segundo en la línea de mando gubernamental, es un claro mensaje al país y a la oposición: los revolucionarios están dispuestos a matar antes que entregar el poder. La presencia en el gabinete de Elías Jaua y Adán Chávez son claras señales de que una vez más, los radicales están al frente de la revolución. Aristóbulo salió de la vicepresidencia porque simple y llanamente ya había cumplido muy bien su papel: hacerle creer a Henry Ramos Allup que los adecos regresarían al poder lo antes posible. Ahora le toca a Tareck El Aissami, enemigo público número uno de Henrique Capriles, cuyo trabajo será levantar el perfil de Julio Borges para convertirlo en aspirante presidencial y aumentar las grietas en Primero Justicia.

La MUD, como siempre, ha comenzado el 2017 como si aquí no hubiese pasado nada. El único movimiento que se ha observado en el lado opositor, se ha producido en la Asamblea Nacional. El diputado Julio Borges es el nuevo presidente del parlamento gracias al pacto suscrito por los partidos políticos que integran la MUD. Borges estrenó su presidencia haciendo algo que la oposición debió haber hecho hace un año: declarar el abandono del cargo por parte de Maduro. La medida, como ya se sabe, no conducirá a ningún lado, primero porque Maduro no se va a ir de Miraflores, y segundo porque el TSJ y el CNE no van a mover un solo dedo para que se hagan nuevas elecciones presidenciales en 30 días. Pero es mejor hacer eso que no hacer nada.

La MUD anunció una reestructuración en sus filas, pero todo parece indicar que se trata de un movimiento gato pardiano. Algo parecido a lo que ocurrió cuando anunciaron la supuesta salida de Timoteo Zambrano. Es triste y doloroso tener que decirlo, pero es así: la MUD se resiste a ser algo más allá de un simple y vulgar aparato electoral. La MUD pregona la democracia, pero no la practica. No hay nada menos democrático en toda Venezuela que la MUD. Los directivos de la MUD no se escogen en elecciones, los designa el G4. Los partidos que integran a la MUD le piden a Maduro que sea democrático, pero muy pocos partidos practican la democracia interna. Hay partidos que no hacen elecciones internas desde hace muchos años. Hay presidentes y secretarios generales de algunos partidos que están en esos cargos desde hace 20 y hasta 30 años. La democracia pareciera ser buena para afuera pero no para adentro.

La agenda del gobierno para este año 2017 está muy clara: 1) minimizar la actuación de la Asamblea Nacional hasta reducirla a cero (hay gente en el gobierno que quiere disolver la AN, pero esa decisión todavía no está tomada por el impacto que la misma tendría a nivel internacional) 2) evitar a cómo de lugar la realización de elecciones porque todas las encuestas y los indicadores señalan que los candidatos del gobierno van a perder (el gobierno anunció elecciones regionales para mediados de 2017, pero lo más seguro es que no haya comicios hasta diciembre) 3) reforzar el control político y económico sobre la población y hacer que la gente sea mucho más dependiente política y económicamente hablando del gobierno (el carnet de la patria será un mecanismo de control económico y social sobre la población de escasos recursos) 4) mantener hasta donde sea posible la Mesa de Diálogo para transmitir a nivel internacional la imagen de un gobierno dispuesto a conversar con la oposición para encontrar soluciones al conflicto político que vive el país (hay partidos de la MUD que ya pactaron con el gobierno mantenerse en la mesa de diálogo) Y 5) reducir a su mínima expresión a los partidos políticos opositores, limitando su accionar, y reduciendo sus posibilidades de convertirse en alternativas de poder real (el partido Voluntad Popular será declarado ilegal y proscrito. El gobierno ya tiene lista la decisión).

Ya conocemos la agenda del gobierno para 2017. Ahora bien; ¿Cuál es la agenda política de la MUD y del G4?. ¿Cuál es el próximo paso después de la declaratoria de abandono del cargo? ¿Cuál es la hoja de ruta para este año? ¿Cuál es el plan de vuelo? ¿Qué hacemos para que Nicolás Maduro no siga destruyendo al país como lo ha venido haciendo hasta ahora? ¿Tienen la MUD y el G4 una agenda electoral? ¿Alguien la conoce? Se ha pregunta usted, amigo lector, ¿Por qué razón la MUD no hizo elecciones primarias para Gobernadores durante todo el año 2016 si se suponía que en ese año debían hacerse elecciones regionales?
¿Qué harán la MUD y el G4 el próximo 13 de enero, cuando se instale nuevamente la Mesa de Diálogo y algunos partidos como Un Nuevo Tiempo y Avanzada Progresista asistan a las reuniones con los representantes de Nicolás Maduro? ¿Qué hará la MUD cuando el TSJ y el CNE anuncien que no habrá elecciones en los próximos 30 días porque no hay abandono del cargo por parte de Nicolás Maduro?

¿Qué haremos para que 2017 no sea otro año perdido y lleno de frustraciones políticas para la gran mayoría del pueblo venezolano, amante de la democracia y la libertad, como lo fue 2016? ¿Seguiremos siendo simples peones en el tablero de este juego de ajedrez entre la MUD y el Gobierno?

@gustavoazocara

¿Para qué tenemos un CNE que no quiere hacer elecciones?, por Gustavo Azócar Alcalá

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Aunque muchos no lo crean, Venezuela es quizá el único país del mundo que tiene un organismo cuya principal tarea es hacer elecciones, pero cuyas rectoras principales, colocadas en sus cargos por el difunto Hugo Chávez, no quieren hacer elecciones. Es una verdad de perogrullo: Tibisay Lucena y sus tres compañeras de farra en el directorio del CNE están decididas a no hacer comicios en lo que resta del año 2016.

El CNE, que según Lucena, es el organismo electoral con “más prestigio y credibilidad en toda la vía láctea”, está haciendo todo lo posible para que en Venezuela no se celebren nuevos comicios en los próximos meses. Por lo menos no mientras las encuestas sigan diciendo que Nicolás Maduro tiene 78% de rechazo y que 8 de cada 10 venezolanos está dispuesto a votar en un referendo para sacarlo del gobierno.

Uno de los principales argumentos utilizados por Chávez, durante los 14 años que estuvo al frente del gobierno, fue el de que su revolución era la más democrática del sistema solar en virtud de que había realizado casi 20 procesos electorales. Ciertamente, desde 1998, en Venezuela se realizaron 13 comicios y seis referendos. Todo un récord Guinnes.

Desde que Chávez asumió el poder, los venezolanos acudimos a las urnas casi todos los años. Dejamos de votar solo en 2001, 2002, 2003, 2011 y 2014. Entre 1998 y 2015 hubo al menos 20 procesos comiciales en el país. También se llevaron a cabo cuatro elecciones primarias: dos por el bloque oficialista y las otras dos de la alianza opositora.

El CNE no solamente organizó las elecciones presidenciales, regionales y municipales durante estos últimos años, sino que además, también organizó los referendos y ayudó en la organización de las elecciones primarias tanto del PSUV como de la MUD. Tibisay Lucena y las demás rectoras que le acompañaron en todos los directorios, siempre se mostraron solícitos y complacientes, cuando el proceso electoral era solicitado por Hugo Chávez. El CNE controlado por el oficialismo jamás dijo que No cuando el gobierno le pidió montar una elección.

En el caso concreto de las primarias, los que dieron el primer paso para hacer elecciones internas fueron los de la tolda roja. En 2008 los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela acudieron a las urnas para seleccionar a sus candidatos a gobernadores y alcaldes. Dos años después lo hicieron para elegir candidatos para las parlamentarias. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hizo su primera consulta interna en 2010 a fin de escoger los candidatos a la AN. Luego hicieron otra, el 12 de febrero de 2012, para seleccionar los abanderados a presidente, gobernadores y alcaldes. Todos esos eventos contaron con el apoyo y el visto bueno del CNE.

Pero después que murió Hugo Chávez y luego de las elecciones que permitieron a Nicolás Maduro asumir la Presidencia de la República, la historia pasó a ser otra. Ahora resulta que estamos en presencia de un CNE que no quiere hacer elecciones. Pasamos de un CNE que organizaba elecciones para cualquier cosa, a tener un CNE cuyas rectoras no quieren celebrar comicios para nada. La última elección que se hizo en el país fue la del 5 de diciembre de 2015, la cual se realizó luego de fuertes y grandes presiones nacionales e internacionales debido a la negativa de las cuatro rectoras oficialistas en colocarle fecha a la consulta.

Para el momento en el cual se escribe esta columna, es decir, la última semana de Julio de 2016, el CNE no sólo no ha suministrado la fecha tentativa para la realización de un Referendo Revocatorio contra Nicolás Maduro, sino que tampoco ha oficializado la fecha para la realización de las elecciones de gobernadores y consejos legislativos, la cual, de acuerdo con la Constitución y las leyes, debería efectuarse antes de que concluya el presente año.

El CNE presidido por Tibisay Lucena, debe hacer, coordinar, organizar y apoyar, antes de que termine el año 2016, al menos cinco procesos electorales en el país: 1) Referendo Revocatorio; 2) Elección Presidencial (30 días después del revocatorio); 3) Elecciones Primarias de la MUD; 4) Elecciones Primarias del PSUV y 5) Elecciones de Gobernadores y Diputados Regionales. Y todo eso hay que hacerlo, tal como lo establece la Constitución y las leyes, en apenas 5 meses.

La democracia participativa y protagónica, que tanto pregonó Hugo Chávez , y que se ufanó de haber organizado una veintena de procesos electorales en el país, la mayoría de los cuales fue ganado por el oficialismo, ha quedado como letra muerta luego que Nicolás Maduro asumiera el poder. El madurismo no quiere contarse. Y las rectoras del CNE, obligadas por ley a cumplir con la tarea de organizar comicios para consultar la opinión de los venezolanos sobre lo que piensan y quieren de sus gobernantes, le están haciendo el juego a un gobierno antidemocrático y dictatorial que pretende quedarse en el poder a punta de balas y cañones.

En los 14 años de gobierno de Hugo Chávez hubo al menos 14 procesos electorales, de los cuales HCF ganó 12 y la oposición 2. En los 3 años de Maduro ha habido 3 procesos electorales, de los cuales el gobierno ganó 2 y la oposición 1. Pero como todo el mundo bien lo sabe, Maduro no es Chávez. El país que fue gobernado por Chávez se murió con Chávez el 5 de marzo de 2013. El país gobernado por Maduro es otro. Hay mucha gente que dice ser Chavista, pero no Madurista.

Cualquier elección que haga el CNE en los actuales momentos así sea para escoger una Junta de Condominio, una asociación de vendedores de perros calientes o un Consejo Comunal, será ganada por las fuerzas democráticas holgadamente. Eso lo saben las cuatro rectoras del CNE. Lo sabe el gobierno. Lo sabe Maduro. Lo sabe Raúl Castro. Y lo sabemos los 30 millones de personas que habitamos este país.

El CNE podrá retrasar hasta el infinito la realización del referendo y de los comicios regionales. Para ello cuentan con el respaldo de Maduro, el TSJ, Padrino López y un sector de la Fuerza Armada que está comprometido con este gobierno corrupto y hambreador. Pero lo que no podrán hacer es retrasar ni posponer las ansias de cambio que tiene el pueblo venezolano. Este pueblo está decidido a cambiar. La voluntad de cambio de la gran mayoría de los venezolanos es como un río cuyo cauce aumenta todos los días y cuya corriente amenaza con desbordarse de un momento a otro pasando por encima de todas las compuertas y barreras que le ponga el gobierno.

Cierro esta columna recordando todas las elecciones que hemos tenido desde 1998 hasta nuestros días, y las elecciones que deberíamos tener antes de que termine el presente año 2016.

ELECCIONES EN LA ERA CHÁVEZ:

1.- 1988: 6 diciembre: elecciones presidenciales ->
gana Hugo Chávez (56,2%).

2.- 1999: 25 abril: referendo para Asamblea Nacional Constituyente. Ganó el Sí: 87,75% El No obtuvo 7,26%

3.- 1999: 15 diciembre: referendo aprobatorio para nueva constitución. Ganó el Sí con 71,78% El No obtuvo 28,22%.

4.- 2000: 30 julio: elecciones presidenciales (relegitimación) Hugo Chávez: 59,76 %.El proceso fue convocado con un propósito: para que HCF cambiara la correlación de fuerzas en el Congreso y en las Gobernaciones. En el Congreso el MVR obtuvo 98 diputados (mayoría absoluta). En las gobernaciones, la alianza MVR+MAS+PPT se quedó con 15 gobernadores.

5.- 2004: 15 agosto: referendo revocatorio contra Hugo Chávez.
Ganó el No con 59,1% El Sí obtuvo 40,64%

6.- 2004: 31 octubre: elecciones regionales y municipales.
Ganan los partidarios de Chávez con 58,31%
Gobernadores: la alianza MVR+PPT se quedó con 20 gobernaciones. La oposición apenas logró 3 gobernaciones.
En cuanto a las alcaldías la alianza MVR+PPT+MAS+PODEMOS obtuvo 270 alcaldes. La oposición apenas 64.

7.- 2005: 4 diciembre: elecciones parlamentarias.
La oposición no participa. El oficialismo se queda con los 167 diputados.

8.- 2006: 3 diciembre: elecciones presidenciales.
Gana Hugo Chávez con 62,84%.

9.- 2007: 2 diciembre: Referendo Reforma Constitucional.
Gana la oposición con un 1,75% de diferencia

10.- 2008: 23 noviembre: elecciones regionales y municipales
ganan los partidarios de Chávez con 52,10%. Gobernadores Psuv: 18. Oposición: 5. Alcaldes: Psuv+aliados: 272. Opositores: 54

11.- 2009: febrero: referendo reforma constitucional (reelección indefinida) ganó el Sí con 54,86% El No obtuvo 45,13%

12.- 2010: 26 septiembre: elecciones parlamentarias. La oposición sacó más votos, pero una reforma a las normas electorales le dio más diputados al gobierno. El Psuv se quedó con 98 diputados. La oposición con 67 diputados

13.- 2012: 7 octubre: elecciones presidenciales.
Gana Hugo Chávez con el 55,1%.

14.- 2012: 16 diciembre: elecciones regionales. Gana el Psuv y sus aliados: 20 gobernadores. La MUD: 3 gobernadores

ELECCIONES EN LA ERA MADURO:

15.- 2013: 14 abril: elecciones presidenciales.
Gana Nicolás Maduro (con trampa) con el 50,61%.

16.- 2013: 8 diciembre: elecciones municipales.
El oficialismo se queda con el 76% de las alcaldías. Psuv + aliados: 257 alcaldías. MUD: 80 alcaldías

17.- 2015: 6 de diciembre: Elecciones Asamblea Nacional. MUD: 112 diputados. PSUV: 55 diputados
18.- 2016: Referendo Revocatorio: pierde Maduro
19: 2016: Elección Presidencial: Pierde el candidato del PSUV
20.- 2016: Elecciones Regionales: Pierden los candidatos del PSUV.