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Correo del Caroni

Crisis económica pone en vulnerable situación de calle a niños y adolescentes en Ciudad Guayana

La crisis económica y humanitaria han causado que haya más niños, niñas y adolescentes en situación de calle en Ciudad Guayana.

Según cifras del último informe del Centro de Derechos Humanos (CDH) de la UCAB Guayana, solo en esta región existen más de 40 niños, niñas y adolescentes, entre los 6 y 17 años de edad, en situación de calle.

De acuerdo con una nota de Correo del Caroní, los NNA se pueden ver en los semáforos de las avenidas Atlántico y Paseo Caroní, el sector Core 8 y en Alta Vista, lugares que utilizan para pedir dinero, en ocasiones, a cambio de limpiar los parabrisas a los vehículos.

El informe del CDH de la UCAB Guayana destaca, además, que en la mayoría de los casos son niños que sufren por la ida de sus padres hacia el sur del estado Bolívar en busca de trabajo en las minas para poder alimentar a su familia.

Alejarse de sus padres trae como consecuencia que los niños, niñas y adolescentes queden sin protección y luchan diariamente para conseguir comida y llevar a sus hogares.

Hay otros casos en los que los padres simplemente se desentienden de sus hijos y los mandan a trabajar para que obtengan dinero.

Estos niños, niñas y adolescentes comparten otros en la misma situación, por lo que crean agrupaciones en los diferentes puntos de la ciudad y así trabajan en conjunto; pero en otras ocasiones, los niños, niñas y adolescentes (NNA) se unen a bandas delictivas.

Precisamente, esos NNA no tienen voz ni voto en las decisiones de sus padres, las cuales terminan afectándolos de por vida.

Pero los riesgos que tienen los niños también son considerables a nivel educativo y de inseguridad. Y es que, según el informe de Cecodap sobre las vulneraciones de los derechos de los niños en Venezuela (2022), las situaciones de riesgo a los que se ven expuestos son abuso sexual, atentados contra su integridad y problemas de adicciones, debido a la poca educación que reciben tanto por el nulo compromiso de sus padres al no enviarlos a la escuela.
Familiares de sidoristas detenidos exigen saber del paradero de Leonardo Azócar y Daniel Romero
Azócar y Romero llevan 8 meses privados de libertad por participar en una protesta laboral en la Planta de Pellas de Sidor

Texto: Francesca Díaz | Fotografía: William Urdaneta | Correo del Caroní

Familiares de los trabajadores sidoristas Leonardo Azócar y Daniel Romero protestaron junto al personal de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) este 22 de febrero para exigir la liberación de los dirigentes, quienes fueron detenidos arbitrariamente el pasado 10 de junio de 2023.

Azócar y Romero llevan 8 meses privados de libertad por participar en una manifestación laboral en la Planta de Pellas de la empresa estatal Siderúrgica del Orinoco. Tras su desaparición forzosa durante unos días, fueron trasladados a la ciudad de Caracas, donde se estaba llevando a cabo un proceso judicial.

Familiares afirman que fueron trasladados al Internado Judicial de El Rodeo I, en el estado Miranda, el 19 de febrero.

Ese mismo día, la ONG Foro Penal denunció que al menos 30 presos políticos estaban siendo trasladados desde la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en la Gran Caracas, hasta El Rodeo I sin informales a los familiares ni a los abogados de las víctimas el motivo del traslado. 

«El día lunes se entrega la boletería para los que están privados de libertad. Su esposa fue el día lunes y le dicen que no pueden recibir eso porque ellos fueron trasladados hacia El Rodeo I, supuestamente. Las causas de ellos están en los tribunales de Puerto Ordaz y no hay boleta que justifique el traslado de ellos. Hasta ahora no sabemos realmente si se hizo ese traslado o están en la Dgcim». dijo José Ángel Azócar, hermano de Leonardo Azócar.

«Exigimos la liberación inmediata sin necesidad de juicio. Si van a juicio, lo más probable es que el resultado sea el mismo que en la presentación. Si hubiera justicia, en la presentación se hubieran ido libres», agregó.

Persecución sindical

Azócar y Romero fueron procesados por los delitos de boicot, asociación para delinquir, entre otros cargos asociados a la presunta paralización de la fábrica. En el marco de este caso, más de 10 trabajadores recibieron medidas cautelares de despido por su respaldo a las actividades de protesta.

«Hoy el gobernador del estado Bolívar se llama Ángel Marcano. El presidente de CVG Alcasa (Aluminio del Caroní) se llama Arquímedes Hidalgo. El presidente de la Central de Trabajadores se llama Pedro Perales. Todos ellos hace 12 años pertenecían a la estructura sindical de Alcasa. Cerraron los portones de Alcasa durante 32 días cuando estaba Chávez vivo. ¿Alguno de ellos fue detenido? Ni siquiera hubo persecución contra ninguno de ellos. Pero ahora se han dedicado a perseguir a los dirigentes laborales», expresó Azócar.

Durante 2018, a través de una comisión de encuesta, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) constató la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban los dirigentes sindicales venezolanos debido a la violación por parte del Estado de la libertad sindical.

Los manifestantes marcharon hasta el Palacio de Justicia, en Puerto Ordaz, bajo la consigna «libertad» y exigen respuestas por parte de las autoridades.

Operación Autana: ¿acto de soberanía o lucha por el control de las minas al pie del Yapacana?
La organización SOS Orinoco considera que la Operación Autana “fue solo un show” y señala que las minas en el Parque Nacional Yapacana siguen operando de forma ilegal, ahora regentadas por funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana

Por Simón Arreaza (Correo del Caroní)

El Parque Nacional Yapacana, declarado como tal por Carlos Andrés Pérez el 12 de diciembre de 1978, cuya superficie es de 320.000 kilómetros cuadradas, es castigado desde 1988 por la explotación minera irregular que -en principio- se limitaba a la presencia de grupos pequeños en los alrededores del cerro que da nombre al parque, pero esta actividad comenzó a crecer considerablemente desde 2004, siendo más fuerte entre 2010 y 2012.

A mediados de diciembre de 2022, el gabinete de Nicolás Maduro informó del inicio de la llamada Operación Autana, que según indicó la vocería oficial, tiene como objetivo expulsar del territorio a quienes ejercen la minería ilegal y afectan la fauna y flora del parque. Sobre el tema, Correo del Caroní presenta un resumen de las versiones de víctimas y de la vocería oficial.

Operación inicia con violencia basada en género 

A lo largo del 2023, durante el desarrollo del operativo militar, han surgido denuncias sobre hechos calificados como irregulares por los responsables de las afirmaciones, quienes señalan como prueba de ello el video difundido en redes sociales que protagoniza la hija de un capitán indígena, Nancy Herrera, quien durante una conversación con el oficial de la FANB, José Viloria Sosa, le hacía saber que las 50 máquinas que iban a quemar como de uno de los operativos pertenecían al general José Ramón Maita, jefe de las zonas operativas de defensa integral (ZODI) del estado Amazonas.

Pocos días después del primer video, Nancy apareció en un segundo video pidiendo disculpas públicas por sus palabras y fue confrontada por el general junto a un fiscal del Ministerio Público y algunos guardias nacionales que se encontraban alrededor de la mesa en la que se desarrolló la conversación. En el video se puede ver cómo el general Maita le dijo a Nancy que ella “estaba diciendo mentiras de él y que debía pedir disculpas”. La hija del capitán indígena se disculpó y luego exigió que, en nombre de su comunidad indígena, se diera pronta respuesta sobre las personas que la FANB apresaron en Puerto Ayacucho como parte de la Operación Autana.

Luego, en la cuenta del abogado y defensor de derechos humanos, Olnar Ortiz, se publica un tercer video en el que Herrera denuncia que recibió amenazas por parte del general José Maita y aseguró que teme por su vida y la de su familia. Ortiz ha llevado este caso a la Fiscalía y las instancias necesarias para hacer valer los derechos de Nancy Herrera.

Desalojo a sangre y fuego 

A mediados de junio de 2023 el Ceofanb (el Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana), a través del sitio web psuv.org.ve, anunció que, como parte de la Operación Autana, incautó motores, plantas eléctricas, cables, tuberías, moledoras de piedra, sierras eléctricas, bidones con combustible para avión, gasolina y otros productos y artefactos utilizados por quienes ejercen la minería ilegal.

También notificó a través del sitio web ceofanb.mil.ve, la creación de un canal humanitario para facilitar la salida voluntaria de quienes habitaban dentro del parque nacional, informando luego que más de 280 personas «fueron extraídas de las inmediaciones del Parque Nacional Yapacana de manera voluntaria».

Otra situación denunciada en X, es la que da cuenta de un violento altercado ocurrido la mañana del 13 de septiembre en el que efectivos de la Guardia Nacional ingresaron al campamento conocido como «Cacique» en horas de la madrugada. Testigos aseguran que para las 5:00 de la mañana, la mitad del campamento estaba quemado y hubo disparos de armas de guerra de los funcionarios de la FANB, en respuesta a la negativa de los que allí vivían de salir de la zona.

Sobre esto, el Gobierno nacional publicó un comunicado el 14 de septiembre con su versión de los hechos, en el que asegura que durante el desalojo en el que participaron 400 efectivos militares con el objetivo de desmantelar 500 estructuras clandestinas utilizadas para la minería ilegal, se «generaron 2 fallecidos y 3 heridos, así como 3 efectivos militares heridos». Expresaron que el altercado ocurrió producto de un «ataque sorpresivo de un grupo de mineros con armas blancas y de fuego», sin embargo, no hacen referencia ni detallan las acciones que realizó la GNB en respuesta a las supuestas agresiones por parte de los mineros.

Desalojo sin avisar

En respuesta a estas afirmaciones oficiales, el defensor de derechos humanos Olnar Ortiz informó a Correo del Caroní que en el lugar de los hechos se encontraban personas de edad avanzada, mujeres embarazadas y niños que no fueron avisados de la quema del campamento y que corrieron el riesgo de sufrir lesiones y quemaduras mientras huían de las llamas. Luego del altercado y los disparos, habitantes de la zona que se encontraban en el lugar aseguraron que los disparos fueron hechos «al azar»; mientras que oficialmente se dio a conocer la muerte de 3 personas vestidas con short, franela y sandalias, que no contaban con armamento de ningún tipo.

Ortiz lleva el caso judicial del joven Luis Higuera, uno de los tres fallecidos durante el operativo en el campamento cacique, y sobre el cual el Ministerio Público alegó que el asesinato no se investigó porque debía efectuarse una denuncia.

El abogado igualmente afirmó que el operativo no cumplió con lo que indican los artículos 41 y 42 del Reglamento de Servicio de Guarnición, y que lo mismo sucedió con los casos de los fallecidos.

Sobre el procedimiento en general, Ortiz señala que hubo varias violaciones a la legislación vigente, y también mencionó que las acciones anunciadas por el Estado de implementar vías humanitarias para la salida de ciudadanos y el desalojo de mineros no se cumplieron en el campamento Cacique.

Afirma que en el caso de Luis Higuera hubo conductas de los funcionarios del Estado que convierten su muerte en un crimen de lesa humanidad que debe investigarse aunque nadie realice una denuncia formal, tal y como manda el artículo 29 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

También denunció el caso ante el Foro Permanente para los Pueblos Indígenas de la ONU y ante la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, atendiendo al artículo 31 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

 Relató que los padres de los otros 2 jóvenes se negaron a realizar las denuncias pertinentes por el asesinato de sus familiares, que de igual manera deben ser investigados por el Ministerio Público por el uso inadecuado de armas de guerra, que los convierte en crímenes de lesa humanidad.

En relación con las acciones en el campamento Cacique, también desde su cuenta de X, la periodista Carolina Azavache compartió videos en los que se observan personas heridas y de manera extraoficial informa la muerte de 4 personas y múltiples civiles heridos.

La FANB tiene control de las minas de Yapacana 

Maap, proyecto de la Organización Amazon Conservation, en su primer informe Maap #155 publicado el 14 de junio del 2022, muestra que desde el año 2000 hasta la fecha se perdieron 550 hectáreas consecuencia de la minería ilegal en la zona.

Parte de la deforestación y extracción minera es producto de la llegada de los grupos armados señalados como terroristas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y el ELN (Ejército de Liberación Nacional) desde Colombia, que llevan más de 10 años en el territorio y cuyo objetivo principal es económico: lograr el sostenimiento de sus operaciones militares.

Estos grupos armados fueron los primeros en salir del parque luego del aviso realizado por los funcionarios del Estado venezolano que solicitaban el desalojo de los mineros de la zona, antes de la puesta en marcha de la Operación Autana, confirmó Ortiz.

 Hasta el momento, la información oficial es que han desalojado más de 11.500 mineros que se encontraban en la zona, y desmantelado más de 4 mil viviendas improvisadas, según datos del general Domingo Hernández Lara en su cuenta de X. A esto, los habitantes del Yapacana aseguran que son los militares quienes actualmente se encuentras resguardando la zona desde un comando militar recientemente creado, y son quienes están tomando las decisiones.

SOS Orinoco a través de su cuenta de X también manifestó que la operación Autana “fue solo un show” y señaló que las minas en el Parque Nacional Yapacana siguen operando bajo el marco ilegal, pero que esta vez son controladas por las Fuerza Armada Nacional Bolivariana en vez de por los grupos terroristas.

Habitantes de la zona aseguran que los funcionarios castrenses que actualmente resguardan las zonas mineras le niegan el paso a periodistas y defensores de derechos humanos a las minas, siendo esto una violación al acceso a la información, tal como lo describe el artículo 28 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 

Una operación que no incluye reubicación de mineros desalojados 

Desde el inicio de la operación el gobierno bolivariano anunció la creación de una vía humanitaria para el desalojo seguro de los habitantes del Yapacana, sin embargo, Olnar declaró que dichas vías humanitarias y otras promesas no se cumplieron, contrario a lo que el Poder Ejecutivo informa.

Hizo referencia a que desde el gobierno no se creó un plan de políticas públicas dirigido a los mineros venezolanos que subsistían de la extracción del oro, dejándolos a la deriva luego de la operación.

Luego del desalojo del parque, habitantes de Puerto Ayacucho informan sobre el aumento de la delincuencia en los alrededores de la capital del estado. Asumen que quienes ejercían la minería ilegal, en muchos casos, eran personas que enviaban dinero a parientes de distintas partes de Venezuela o familias que vivían de esta actividad, por lo que su expulsión representa una reducción en sus ingresos y los obliga a encontrar nuevas maneras de obtener recursos para subsistir en medio del panorama actual del país.

Según el marco legal venezolano vigente, en estos casos el Estado debe aplicar políticas públicas para reubicar a estas familias y generar las condiciones necesarias para que obtengan empleos o fuentes de ingreso de manera legal, pero hasta el momento se desconoce si el Estado incluyó en el diseño de la Operación Autana la reubicación y gestión humanitaria para los mineros que vivían en los campamentos dentro de los bosques del parque.

Otro ente gubernamental que se involucró en el proceso es el Ministerio de Ecosocialismo (Minec), que anunció el inicio de un plan de reforestación en el Parque Nacional Yapacana, información compartida por el ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca Vega, en su cuenta de X. Lorca visitó Puerto Ayacucho pero se desconoce si llegó al parque nacional, y no hay información concreta sobre cuándo iniciará el plan de reforestación y el costo de llevar a cabo dicho proyecto, que según estipulan los artículos 141 y 143 de la Constitución de la República de Venezuela, es de dominio público al igual que la información completa del proyecto. 

Dudan del compromiso del Gobierno venezolano con tratados internacionales  

Durante la Cumbre por la Amazonía, realizada el 8 y 9 de agosto en Brasil, el Gobierno venezolano llevó 113 objetivos para cumplir con la declaración de Belem, que es un acuerdo que prioriza las necesidades de cooperación entre países con situaciones en común, principalmente las relacionadas con el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de las aguas, de los suelos y la deforestación.

El Gobierno venezolano se comprometió a erradicar la minería ilegal, la contaminación de las aguas producto de estos actos y a desarrollar estrategias en pro de mejoras ambientales. Sin embargo, desde la red social X, SOS Orinoco denuncia el avance continuo de la minería en diferentes zonas de Yapacana e insiste en calificar de “montaje” las acciones en el parque nacional.

En este orden de ideas, activistas ambientales y defensores de derechos humanos acusan a Venezuela de no mostrar interés en suscribir tratados internacionales para la preservación del ambiente y la biodiversidad, mencionando como ejemplo de ello el Acuerdo de Escazú, que busca garantizar el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina, el cual hasta el momento no ha firmado el Gobierno venezolano lo que pone en duda su compromiso con los 113 objetivos previamente definidos en la Cumbre de Belem.

La firma del Acuerdo de Escazú implica que la República Bolivariana de Venezuela deberá desarrollar políticas públicas que permitan a los ciudadanos tener acceso a la información ambiental, participar en la toma de decisiones, denunciar casos de daño ambiental y que los derechos de los pueblos y comunidades indígenas sean respetados bajo cualquier circunstancia.

Precisamente, Olnar Ortiz hizo referencia a que el Estado debe activar un plan de reforestación y tomar en cuenta a las comunidades indígenas, que son quienes conocen mejor la biodiversidad de la zona y calificó de “mentiras” las promesas del gobierno, hasta que Venezuela no firme el Acuerdo de Escazú.

Jubilados de la CVG pican torta para conmemorar 6 años de reclamos laborales sin respuesta
Los pensionados hicieron un llamado urgente a las instancias internacionales para evaluar la situación de pobreza extrema en la que viven los adultos mayores venezolanos

Por Francezca Díaz (Correo del Caroní)

El 27 de diciembre, autoridades de la Federación de Asociaciones de Jubilados y Pensionados del estado Bolívar (Fedajupebol) se reunieron con sus afiliados para picar una torta frente al edificio de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y conmemorar seis años de reclamos laborales continuos sin respuestas por parte del holding.

A pesar del cambio que se vivió en el 2023 tras la destitución del tren directivo de la corporación por corrupción, y que directivos van y vienen, el silencio administrativo continúa siendo el mismo para los protestantes que permanecen exigiendo el cumplimiento de las normativas laborales.

Durante el 2023, Fedajupebol organizó más de 12 manifestaciones laborales frente a la CVG, dos vigilias y una huelga de hambre para reclamar el incumplimiento en los pagos de prestaciones sociales, la falta de atención médica para los adultos mayores y el incumplimiento en la pensión de sobreviviente para las viudas del la empresa estatal.

El gremio solo pudo sostener dos reuniones con las autoridades de la CVG y una con el gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano. Los tres encuentros fueron «infructuosos» para los jubilados a pesar de la firma de un acta convenio el pasado 23 de agosto, la cual comprometía a la estatal a instalar una mesa de trabajo con los afectados. Este compromiso nunca fue acatado por la junta interventora.

El cumpleaños  

Los manifestantes presentaron una torta de aniversario con el mensaje «aquí no se cansa nadie». El bizcocho se cortó tras cantar el feliz cumpleaños.

«Queremos hacer un llamado enfático al comisionado de alto nivel, doctor Volker Turk, con quien nos reunimos el 26 de enero de 2023 y él se comprometió a hacer un planteamiento radical a Nicolás Maduro para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. Sin embargo, eso no es lo que estamos viviendo. Lo que estamos viviendo es la pobreza extrema», denunció el presidente de Fedajupebol, Hugo Medina.

«En ninguna de las empresas de Guayana ni instituciones de este país se cumple con la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente que fue hecha en este gobierno. Tampoco se cumple con la Ley del Seguro Social, que quedó en letra muerta. Este régimen, para no dar a conocer lo que percibe el trabajador no entrega un recibo de pago donde se le demuestre al trabajador que se le está descontando. Ningún trabajador percibe el descuento. Obligan a la clase trabajadora a incluirse en esas misiones de Amor Mayor. Eso tenemos que reclamarlo», enfatizó.

Con una pensión equivalente a los 4 dólares americanos, los afectados recordaron la huelga de hambre encabezada por jubilados de Petróleos de Venezuela en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, el pasado mes de noviembre. 

Junta interventora: una gestión sin resultados 

Dentro de los reclamos, los manifestantes rechazaron la incapacidad el Hospital de Trabajadores de Guayana para atender a una población de más de 100 mil personas dependientes de CVG y sus empresas. Los seguros y beneficios sanitarios también son escasos e inexistentes para la población adulta.

«El año que viene será un año con brisas electorales. Los jubilados jugaremos un papel importante. La junta interventora está desde el mes de marzo y el rendimiento que ha tenido es muy poco. El único éxito que ha tenido la junta interventora es poner presos a dos compañeros sidoristas por reclamar los derechos contractuales y laborales en las industrias. Ni siquiera han podido resolver un listín de pago. Así como pedimos que inviertan en las empresas, pedimos una tremenda reestructuración para no ver morir a esas empresas a las que le dimos una vida y una juventud», destacó Eleazar Gómez, jubilado de CVG Bauxilum.

Gómez hacía referencia a las detenciones de Leonardo Azócar y Daniel Romero, quienes fueron desaparecidos forzosamente tras encabezar una protesta laboral en la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) durante el mes de junio.

Familiares de los apresados afirmaron que esperaban alguna novedad tras el canje de presos que hizo el gobierno de Nicolás Maduro con Estados Unidos para la liberación de Álex Saab el pasado 20 de diciembre. Pero los dirigentes sindicales continúan detenidos.

«En el 2024 seguiremos dando luchas para rescatar nuestras reivindicaciones que por más de 80 años hemos logrado con nuestras federaciones. Nosotros los jubilados y trabajadores tenemos en 2024 un compromiso histórico con Venezuela. En 2024 vamos a plantear al gobierno que iremos a discusiones de contratos colectivos. El gobierno no respeta el orden constitucional. Es por eso que 2024 será un año de compromiso histórico para el movimiento sindical: tendremos una sola cláusula y es rescatar la democracia en este país. Hacia allá vamos los trabajadores», vociferó el presidente de la Federación de Trabajadores del estado Bolívar, Fidel Brito.

Desplazados por la salud, la realidad de los migrantes venezolanos en Brasil

La frontera sur de Venezuela, esa línea limítrofe amazónica entre el estado Bolívar y el estado de Roraima en Brasil, está siendo testigo de un flujo histórico de migrantes y refugiados: 17.690 solo en agosto de 2023, la mayor cifra de ingresos de venezolanos desde 2020 cuando inició la pandemia por COVID-19.

Brasil no ha sido la opción predilecta del éxodo venezolano, pero esa tendencia cambió en 2023. Es ya el tercer país de acogida de migrantes venezolanos con necesidades de protección internacional, después de Colombia y Perú, de acuerdo con los datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).

Las razones que impulsan el éxodo venezolano son diversas y no han cambiado. Pero en la etapa más sombría del acceso a la salud en el sector público venezolano, numerosos son los casos de nacionales que cruzan la frontera, después de largas caminatas y trayectos de más de 20 horas, para salvarse.

La Red de Periodistas de la Amazonía Venezolana junto al medio Correo del Caroní publican el seriado Frontera Sur, una frágil línea entre la vida y la muerte que revela los pormenores de la migración de venezolanos por razones de salud y cómo esa posibilidad de atención médica en Brasil es cada vez más endeble. La historias cuentan con testimonios de trabajadores de escuelas públicas, solicitantes de transplante, un funcionario del Sebin, un Guardia Nacional, mineros, pacientes VIH, mujeres víctimas de violencia, e indígenas desplazados.

Aunque pacientes oncológicos, renales y con VIH, entre otras enfermedades crónicas, migran en busca de tratamientos y medicinas, el sistema público de salud de Brasil está al límite y presionado por la alta demanda.

La narrativa oficial en Brasil insiste en responsabilizar a la migración venezolana del colapso, pero la introducción de este seriado de ocho reportajes coteja datos que muestran que el sistema tiene deficiencias que son previas al aumento del flujo migratorio, consecuencia de la crisis política y social en el país con las reservas más grandes de petróleo del mundo: Venezuela.

“Existen, sí, migrantes de salud. Aquí en Roraima hay muchos venezolanos que vienen solo por eso, y vienen por eso hace mucho tiempo y a pesar de que están llegando no se ha dado una solución específica y es un público extremadamente vulnerable. Vienen generalmente con enfermedades crónicas y no tienen nada más que hacer que ser atendidos”, sostiene Alba González, una de las promotoras del Movimiento para la Paz y la Ciudadanía Voz Migrante.

 

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La historia de venezolanos que migran a Brasil en búsqueda de diálisis y trasplantes
Tres unidades de diálisis en Ciudad Guayana, en el municipio más poblado del estado, cerraron en los últimos cinco años. Queda una sola en pie con 28 máquinas operativas y 154 pacientes en tratamiento

 

El colapso de los servicios de salud, desde hace al menos cinco años, forzó a los pacientes renales a cruzar la frontera a Brasil como última alternativa para salvar sus vidas.

“Me ahogo” fue la expresión de Óscar Núñez cuando le diagnosticaron una enfermedad renal que lo condenaría a depender de un riñón artificial por el resto de su vida de permanecer en Venezuela, país donde el 80% de las unidades de diálisis y hemodiálisis están fallando, de acuerdo con el monitoreo de la Sociedad Amigos Trasplantados de Venezuela.

“Me dolió porque no fue culpa mía, me enfermé por una decisión del Gobierno”, enfatiza. El desabastecimiento de antirretrovirales, entre 2016 y 2017, lo obligó a interrumpir el tratamiento. En ese lapso su sistema inmune decayó y lo primero que destruyó el virus fueron sus riñones. Óscar lidia con el VIH desde hace 12 años. No recuerda un momento más crítico que el que pasó en Venezuela durante esos años. 

“Cuando por fin llegaron los medicamentos yo comencé a sentirme mal. Nos dimos cuenta de que, por la interrupción, el virus hizo resistencia al tratamiento y nos tuvieron que cambiar a otro esquema… Pero yo ya tenía daño renal”, relata.

Caída libre de la salud renal

La mayoría de las unidades de diálisis y hemodiálisis extrahospitalarias que hay en el estado Bolívar, el más extenso del país, están ubicadas en Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar: menos de 10 unidades de diálisis por 238.000 kilómetros cuadrados. 

Tres unidades de diálisis en Ciudad Guayana, en el municipio más poblado del estado, cerraron en los últimos cinco años. Queda una sola en pie con 28 máquinas operativas y 154 pacientes en tratamiento.

En la capital, Caracas, la situación no es distinta: había cuatro unidades de diálisis y hemodiálisis extrahospitalarias, pero quedan apenas dos en pie. Una de ellas tiene solo cinco de 17 máquinas operativas, y capacidad para atender apenas 32 pacientes. Eso quiere decir que solo en esta unidad no menos de 70 pacientes dejaron de recibir diálisis por la avería de la mayoría de los dializadores.

La génesis del colapso de las máquinas de diálisis es el incumplimiento del contrato entre el Ministerio de Salud a través del IVSS y las unidades de diálisis extrahospitalarias.

En dicho convenio —sin renovación desde 2017— las empresas privadas contratadas deben garantizar el local, mobiliario, salario de personal de salud y el mantenimiento del sistema de osmosis inversa mientras que el IVSS tiene la responsabilidad de hacer el mantenimiento preventivo, correctivo o reemplazo de las máquinas de diálisis, así como de garantizar insumos como el bicarbonato, los ácidos, el kit de diálisis, la eritropoyetina y los anticoagulantes.

Con el paso del tiempo, las máquinas se han ido dañando porque el IVSS no las repara o reemplaza al punto que, por la falta de inversión, la indolencia gubernamental y el incumplimiento de medidas, obliga a pacientes a buscar en otros países la cura para sus enfermedades o simplemente mantenerse con vida.

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Brasil  Brasil

Denuncian presiones a trabajadores de la CVG y docentes para participar en simulacro del referéndum sobre el Esequibo
Trabajadores de las empresas básicas de Guayana denunciaron que se les exigió enviar evidencia fotográfica de su presencia en los centros de votación.
 

Durante la jornada, trabajadores de las empresas básicas y docentes denunciaron haber recibido amenazas de desactivación y que fueron chantajeados con suspender el pago de bonos si no asistían al proceso.

El equipo de Correo del Caroní se trasladó al único centro de votación de Puerto Ordaz, ubicado en la parroquia Unare, específicamente en la Escuela Básica Fe y Alegría Gran Sabana, en el sector Core 8, donde pudo constatar que la mayoría de los votantes eran trabajadores de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), líderes de calle o miembros de organizaciones comunales, y efectivos de cuerpos de seguridad del Estado.

Asimismo se evidenció que en las afueras del centro hubo presencia de representantes de consejos comunales y grupos oficialistas pasando lista de asistencia y haciendo firmar a los votantes.

“Nos trajeron para acá como una obligación. Nadie nos motivó. Si es por mí, yo no votara. Uno en realidad lo que quiere es cambio. Nosotros fuimos a cumplir nuestra guardia de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde. El presidente de la empresa nos dijo que teníamos que venir a votar por el Esequibo. Pero esto no nos motiva a nosotros. Uno está cansado de este gobierno. Nos han quitado todos nuestros beneficios. Nos han puesto por el suelo nuestro salario. El que no venga a votar lo van a desactivar”, denunció un trabajador de la Corporación Venezolana de Guayana que pidió reservar su identidad.

En medio de grandes botes de agua y una calle llena de baches, también se apersonó el presidente de CVG Venalum, Ángel González, quien negó las denuncias.

“Aquí estamos los trabajadores porque consideramos que esta es una función patria. Una función de cada uno de los venezolanos: defender nuestro territorio. En toda Venezuela debería haber una motivación especial para luchar por este territorio. Nosotros somos formados con sangre derramada de nuestros patriotas. Aquí todos vinimos porque sentimos la motivación de defender nuestro territorio”, destacó.

Según el director regional del Consejo Nacional Electoral, Daniel Prieto, el proceso comenzó puntualmente y hubo un total de 26 centros abiertos en la entidad. En Guayana se abrieron 6 centros: 4 en San Félix y 1 en Puerto Ordaz.

*Vea la nota completa en Correo del Caroní 

En 50% se devaluaron las prestaciones de jubilados de la CVG por retraso en pagos
Los cevegistas denunciaron que hay trabajadores que fueron jubilados en enero y febrero y continúan sin recibir los pagos

Jubilados de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) casa matriz denunciaron la pérdida del 50% del monto de sus prestaciones sociales debido a los efectos de la devaluación ante la tardanza de ocho meses por parte de la empresa en realizar el pago.

De acuerdo con Correo del Caroní, los afectados afirman que fueron jubilados en diciembre de 2022, cuando la tasa de cambio del dólar era de 8 bolívares, y el pago se efectuó en agosto de 2023, cuando la divisa superaba los 20 bolívares.

“En diciembre de 2022 a nosotros nos jubilaron y nos vinieron cancelando en agosto. Ya ese dinero estaba totalmente devaluado. Incluso, muchos trabajadores perdimos el 50% de nuestras prestaciones por la devaluación. Tampoco han cancelado los intereses de mora que van desde diciembre hasta noviembre. Ahora, la empresa dice que nuestros intereses de mora son hasta junio. Hay intereses sobre intereses de mora. Eso hay que tomarlo en cuenta y hacer ese pago lo más pronto posible”, enfatizó una de las perjudicadas.

 

El citado medio reseñó el caso durante los primeros meses de 2023, cuando los afectados reclamaban el pago inmediato de sus prestaciones. Once meses después, los montos recibidos han perdido su poder adquisitivo debido a la crisis económica.

Los cevegistas denunciaron que hay trabajadores que fueron jubilados en enero y febrero y continúan sin recibir los pagos. Según la Ley Orgánica del Trabajo, la estatal tiene cinco días hábiles para gestionar el pago de prestaciones sociales luego de la jubilación.

“Les están aplicando lo mismo que nos aplicaron a nosotros. Es injusto todo esto que estamos pasando aunado a la devaluación que nos está consumiendo. Pedimos respeto y exigimos nuestro pago porque nos lo ganamos. Tenemos más de 30 años de servicio en la corporación y estamos dando lástima en la calle para que nos paguen lo que nos corresponde”, expresaron los denunciantes.

 

Durante el 2023 los jubilados han realizado dos huelgas de hambre en Guayana y Caracas, para exigir el pago de prestaciones sociales a industrias estatales.

Sobre esto, la Corporación Venezolana de Guayana continúa sin instalar la mesa de trabajo para atender los reclamos de jubilados y pensionados prometida el pasado 23 de agosto, a cambio del levantamiento de una huelga de hambre.